Leah
Tras algunos días trabajando sin descanso en cualquier cosa que me ofrezca algo de dinero, al fin pude encontrar un trabajo estable así podría enviarle dinero a mi hermano para algunos de su medicamentos que son muy caros.
Ser repartidora al principio no era tan malo después de todo Diana trabajo en algo parecido, sin embargo con el pasó de los días se volvió agotador.
Ahora me encontraba en mi entrega número 34 del día, toque la puerta del cliente pero no recibí respuesta alguna, entonces cuando me disponía a tocar nuevamente, alguien abrió la puerta.
Era un joven vestido con ropa casual. Sus rasgos faciales eran exquisitos y perfectos como si fuera una obra de arte finamente elaborada, que es muy atractiva pero da una fuerte sensación de opresión y sus gruesas cejas estaban fruncidas cuando di un paso adelante para decirle mi propósito el retrocedió mostrando un rostro de disgusto que preferí ignorar.
—Señor buenas noches señor, soy trabajadora de la Empresa de entregas ‘Salim’…Le vengo con la entrega de su ramo de rosas y los chocolates en forma de corazón como ordenó.
Tras presentarme el hombre solo me vio y me rocio desinfectante en todo el rostro, estaba consternada por lo sucedido que casi lo maldigo en voz alta pero me guarde el enojo.
El me dio la espalda y caminó hacia adentro sin entender sus acciones lo seguí hasta la sala que era realmente muy bonito a simple vista.
—¡Señorita, buscó a propósito mi número de habitación!—El hombre volteó y levantó las cejas
Fue en ese momento que su voz se me hizo familiar y finalmente lo recordé era el mismo hombre de ese día, el que provoco que no me pagarán por la limpieza que ofrecí en aquella empresa ,para luego humillarme frente a todo el mundo solo por haberle derramado agua sucia en su ropa no pude ver su rostro en ese momento por qué llevaba mascarilla negra.
‘Maldito bastardo…..incluso se olvidó de mi ,para los ricos como él pisotear a otros le es insignificante’
Calme mi mente y solo actúe como una simple y amistosa repartidora.
—¿Qué quiere decir señor?
Unos segundos, y sus cejas se torcieron ligeramente.
—Comprendo por qué lo hace…..pero detesto a las mujeres que intentan de cualquier forma meterse a mi cama y sobre todo detesto a las que están sucias ,además eres fea
Ante sus narcisistas palabras torci mis labios evitando enojarme, necesitaba el dinero así que solo debía tragarme mi orgullo, empuje mis gafas hacia atrás y hablé con una amable sonrisa.
—No tengo otras intenciones señor. Solo quiero terminar con mi entrega de hoy y recibir mi dinero —Quería solo que me firmará la entrega si no el dinero que tanto me costó ganar se iría por el desagüe.
Levantó las cejas y sonrió. Me miró con un poco de desprecio y dijo—Señorita, usted quiere seducir a un hombre, ¿verdad? Las mujeres hoy en día usan todo tipo de métodos para acercarse a mi pero son hermosas mujeres, mientras tú eres lo contrario a ello..
Nuevamente seguía hablando con arrogancia, que le costaba solo firmar.
—Señor….por favor solo firme esto para que mi encargado confirme la entrega—Entonces le extendi el documento para que lo firmara.
Estaba un poco sorprendido, pero aún logró sonreír con frialdad—Señorita, entonces es verdad que eres repartidora.
Lo mire forzando una sonrisa mientras apretaba los dientes de impaciencia.
—Señor…..por favor puede firmar y yo de inmediato desaparecere de su vista.
El hombre me miró con seriedad, tenía unos guantes negros puestos que rosaron su barbilla y de un momento a otro se inclino ligeramente a mi.
—¿Qué hace?—retrocedi por reflejo y pregunté confundida por sus acciones.
—Verifico si está limpia, usualmente los que no tienen una higiene personal adecuada huelen mal.
—¿Cómo?
—Señorita….usted huele a pudín es algo inusual así que supongo que está limpia.
Lo mire perpleja este pervertido incluso me olió para verificar si estaba limpia, primero me dice que soy una mujer con intensiones malvadas y luego me dice sucia.
¿Quién dijo que este trabajo sería fácil?, Diana dijo que es un trabajo fácil entregar y después firmar eso dijo…pero durante todo este tiempo me vi con clientes quejónes y extraños
Grité internamente por tener que seguir soportando a este tipo de personas, solo dormí cuatro horas ayer ,por lo que me vi obligada a no cansarme hoy por qué me urge el dinero.
Pero llevo casi Díez minutos hablando con este tipo que mi valioso tiempo se está perdiendo.
—Señor ahora puede firmar.
‘En definitiva este tipo es un cabron’
Ahora que lo pienso por qué este lugar está lleno de inciensos ,realmente este tipo tiene gustos extraños uno es suficiente ,pero con esto exagero, en fin los gustos de un paranoico de la limpieza están fuera de mi comprensión.
Cuando salí de mis pensamientos aún el documento estaba vacío y harta de sus arrogantes tratos alce mi voz con molestia
—¡Señor solo hago mi trabajo pero usted lo está complicando!....si iba a ser así por qué ordeno un pedido.
El hombre me miró inexpresivo—Yo nunca confirme ser el destinatario de tu entrega.
Ante sus palabras puse mis ojos en blanco y dije—¿Usted no ordenó esto?.
Hable enfatizando las rosas y los chocolates que yacían en el sofá.
—A mi parecer fuiste muy incompetente con tu trabajo.
Al instante mire el nombre del cliente y dije con nerviosismo.
—Señor es usted el señor Hernández.
La esquina de la boca del Hombre engancho una sonrisa fría y respondió.
—Al principio creí que eras una mujerzuela que se metió a mi suite para seducirme con una fachada tan extraña de repartidora, pero solo resultaste ser una tonta repartidora que no diferencia el número de habitación correcta.
De inmediato Leah agarro su informe consternada y observo con detenimiento la información del cliente, Julio Hernández de 48 años, Habitación 503.
Leah levanto la mirada confundida y observo al hombre ,que supuestamente debía tener 48 años y al darse cuenta de su error agacho la cabeza.
‘503 la habitación era 503….pero como pude equivocarme ,esta es la habitación 1503 , debí saberlo cuando vi que se encontraba en la sección vip’
Leah se mordió el labio inferior avergonzada por haber discutido con un hombre que no tenía nada que ver con ella y su entrega.
—Lo siento mucho señor esto solo fue un malentendido de mi parte, realmente lo siento.
El hombre se cruzó de brazos con una mirada fría sobre su rostro.
—Crees que una disculpa solucionará el valioso tiempo que me quitaste—dijo con la comisura de la boca fruncida.
—No señor….realmente lo siento—Una vez más Leah bajo la cabeza evitando ver los ojos furiosos del hombre.
—¡Que haces aquí todavía!...¡Ve a buscar la habitación correcta!—rugio el hombre
Leah ante tal grito agarro las rosas y la caja de chocolates y salió con mucha prisa de la habitación.
—A la próxima debo ver bien la dirección.
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Comments
Damharys Segovia
/Grin/ naguara ... detector de limpieza /Grin//Grin//Grin//Grin//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
2025-01-18
0
Karime
ay dios que monse para equivocarse y justo justo justo toparse con este baboso😡 que colera
2023-02-01
1