Capitulo 20 《No soy un santo, soy el diablo》

Lósif estaba preparado y listo para salir, ahora la noche había caído sobre sus cabezas. La luna llena estaba en lo más alto mirándonos como hormigas.

Lósif estaba algo preocupado por como hiban a salir, el estaba vestido con una capa negra, unas botas de cuero, unos pantalones negros, un suéter verde holgado y una capucha color negro para rematar y tapar la identidad lleva puesta una máscara simple hecha de tela negra con solo dos orificios en los ojos.

El estaba abajo en la cocina esperando a Blanca, observó a la niña que se acercaba tapada de pies a cabeza con un largo velo, él se asustó un poco al verla llegar de repente desde arriba del cuarto, imagino que era la mentada llorona que salía en México.

Lósif— Blanca, me asustaste un poco, tu disfraz se ve aterrador, de verdad todo de blanco y aparte el vestido con tu cabello, pareces un espanto—

Blanca estaba algo dudosa si eso que decía el niño moreno era bueno o malo, le dice que parece un espanto. Además, estaba confundida por lo de llorona.

Blanca— Lósif ¿Qué es una llorona?—

Pregunto muy confundida por esa extraña oración, a veces ella escuchaba al niño decir palabras raras, aunque no le comentaba nada al niño para no parecer qué es una niña tonta.

Lósif— Una llorona es un alma en pena de una mujer mexicana, que asesino a sus hijos por culpa de una traición amorosa por parte de su pareja un hombre español, la mujer perdió un tornillo por la rabia al saber de la traición y aparece en algunos ríos o lagos donde mato a sus hijos—

Blanca—Lósif entiendo bien, ¿Qué es una mexicana y un español?—

Volvió a preguntar con vergüenza en todo el rostro la hermosa niña con el cabello blanco como la nieve y piel de porcelana, las mejillas estaban sonrojadas, aunque no se apreciaban por el velo.

Lósif— no te preocupes, una mexicana es una especie, como te lo explico. ¡Lo tengo! Blanca, sabes como estamos divididos, humanos, semi humanos, magos etc. es lo mismo, son diferentes razas, pero son lo mismo solo se diferencian de las costumbres entre otras cosas, y recuerda el peor enemigo de un mexicano es otro mexicano o algo así—

Blanca— Entendido, pero esas criaturas son peligrosas y tendrán algún poder como los magos, ya que mencionaste qué también pueden ser iguales a los magos, los semi humanos tiene partes de animales—

Lósif— Bueno, se puede decir que si y que no, pero depende de como los veas, mayormente los mexicanos son muy ingeniosos y el poder como le llamas depende de que mexicano sea, si es uno que venga de la pobreza y sepa que es soportar hambres esa persona ve el mundo como en realidad es y el "poder" es el ser un trabajador por sus objetivos, ya sean buenos o malos no se rinde hasta lograrlos o morir—

Lósif se quedó en silencio y observo a la niña que estaba digiriendo la información, entonces decidido continuar y agregar algo más.

Lósif— pero, recuerda todos son humanos de la misma especie y aun así hay muchas desigualdades, discriminación, asesinatos, traición, pobreza entre otras cosas, algunas personas no recuerdan que nos vamos a la tierra, tarde o temprano—

Blanca— entonces, es por eso que quieres ayudar a la gente enferma qué no tiene dinero, eres bueno Lósif—

La niña se acercó a donde estaba el niño moreno y acto seguido se quitó el velo qué cubría la hermosa cara de la niña y se acercó donde estaba la cara del niño tapada con tela, un beso por parte de la niña fue depositado suavemente en donde sería qué está la mejilla del chico.

Lósif estaba contento al recibir estas muestras de apoyo por parte de la niña, él sabía que esto era algo genial, en su primera vida no tenía suerte para tener novia lo más cercas de tener fue la amiga qué murió por suicidio, y Lósif se lamenta hasta el momento él está muy triste, siempre la recuerda esos hermosos momentos vividos, Lósif sabe que si seguía viviendo podría convertirse en un parásito de la sociedad o bien convertirse en un militar raso, él antes era de piel blanca y algo guapo, con los ojos entre cerrados y cara redonda, además de orejas algo puntiagudas, pero por cosas del destino su vida sufrió un fuerte golpe donde quedó huérfano y tendría que vivir solo en un mundo de mierda y después murió a los 19 años por algún pendejo y ahora antes de morir su apariencia era deprimente, con una cara flaca y muchas ojeras, se veía muy demacrado y a veces los confundían con un malandro.

Blanca estaba viendo las diferentes emociones de Lósif, bueno está intentando ver las emociones atreves de los ojos del niño.

Lósif— perdón, me salí de mi mente, gracias por el beso qué me diste, lo aprecio mucho—

Blanca— ejem, ejem, ji, ji, gracias Lósif—

Lósif— parece que estamos listos, ahora Blanca iremos con cuidado con la oscuridad como único testigo—

Blanca— Lósif eso fue genial, si vamos entonces, hace tiempo cuando un nigromante errante atacó el reino mato a muchos inocentes entre ellos vagabundos en el callejón boko y varios caballeros heroicos murieron en el cumplimiento del deber, por esa razón el capitán José estaba enojado y actuó de esa manera—

Lósif— Blanca, viste de testigo como corte los genitales del capitán José en un arranque de ira por lo que te estaba haciendo. ¿Cómo no se alarmó cuando vio que no tenía Pelotas?—

Blanca— Lósif, mi magia curativa es diferente a la que usas, la mía desgasta mi vitalidad a cambio de regenerar o curar una parte del cuerpo, en este caso por esta razón, el capitán José tenía nuevos genitales —

Lósif estaba asombrado entonces ahora tenía sentido porque Blanca estaba enferma y débil, él tenía suerte al tener que matar y esa vitalidad quitada se empleaba como combustible y no le perjudicaba la vitalidad propia, esa es la teoría de Lósif, él estaba contento al ver que no tenía una debilidad como todos los sacerdotes curanderos, por eso es tan caro la curación.

Lósif— bien, vamos—

Ambos niños caminaron bajo la luna hermosa e imponente, dos siluetas marchaban por las tranquilas calles y silenciosas.

Después de caminar llegaron a un callejón, Lósif reconoció este callejón fue donde mato a dos personas por querer ayudar.

Ambos entraron y el niño se sorprendió mucho al ver esta terrible vista, los vagabundos estaban acostados en el suelo frío sin nada que los apoye y con tan solo un pantalón rompido y algunos solo una manta qué les cubría.

Lósif estaba algo aturdido él recordaba que estos tipos tenían unas casitas de cartón y bases para dormir, además estaban mejor vestidos qué él cuando llego por primera vez al reino de Tosiff.

Lósif se acercó a los vagabundos y observó qué estaban enfermos, tosiendo y con heridas muy profundas y todas estaban infectadas de gusanos blancos y pus amarillo.

El niño observó qué Blanca estaba sorprendida y asqueada por esta escena, sospechaba qué la niña se imaginó una escena de alguna novela cliché donde llegan y curan a todos, pero la realidad es otra y muy asquerosa.

Lósif— es nuestro momento, tengo la capacidad de utilizar este hechizo más de 10 veces, voy a ir y después les pediré el animal—

Lósif no espero a la respuesta de la niña y marchó directamente primer vagabundo.

Vagabundo— ¡Alto! ¿Quién eres?—

La fuerte voz de esta persona alarmó a las demás y parecían asustados hasta la muerte.

Lósif—soy un curandero, vengo a curarlos—

Vagabundo— ¡Mentiroso! ¿Por qué nos curas sin recibir nada?

Vagabundos de fondo— ¡Es un asesino! ¡Es el nigromante loco! ¡Vamos a morir! ¡Llama a los caballeros!—

Lósif estaba algo preparado por esta escena y rápidamente se acercó a los que parecían muy heridos y con la mano desnuda, pone una palma en la herida con gusanos y otras cosas.

Lósif— ¡curación!—

Un brillo verde se iluminó y las heridas de todo el cuerpo de la persona desaparecieron y la carne podrida fue regenerado, sin antes los gusanos meterse en la piel de Lósif.

Lósif estaba asustado al sentir los gusanos meterse, pero se calmó él sabía por alguna razón qué era por la necromancia y no presto atención continuó.

Vagabundo— ¡Me siento curado! ¡Estoy curado!—

Gritaba emocionado y feliz al sentirse como nuevo, pero el fuerte olor a basura no se le quitaba del cuerpo.

Vagabundos—¡es un milagro! ¡Ese es un santo! ¡Santo cúrame!—

Lósif estaba esperando esta reacción desde hace mucho tiempo, pero aun así era algo desconcertante el ser llamado un santo.

Lósif— hagan fila todos, no hagan ruido o me iré—

Todos guardaron silencio al escuchar estas palabras y no emitieron un sonido, pero se formaron en una fila muy ordenada.

Lósif habló después de ver que estaban formados y en silencio.

Lósif— No soy un santo, soy el diablo—

Con esas palabras continuó curando a las demás personas y el oscuro callejón se iluminaba de un verde opaco, resaltando y en la sombra de la luz sé mostraba una silueta algo siniestra con la palma de color verde tocando partes podridas de los vagabundos y al lado una niña de blanco observando y parada sin hablar.

Para un peatón normal esto sería algo sacado de una historia de terror.

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