Capitulo 19 《Ser un caballero》

Lósif junto a Ana regresaron corriendo del bosque en llamas, ambos niños estaban hablando en voz baja.

Ana—Lósif, estaremos en problemas si alguien sabe de esto—

Lósif—Tranquila, nadie sabrá que paso—

Ambos niños llegaron lo más rápido que podían al orfanato corriendo con cuidado qué no los vean en el camino, ambos respiraron hondo y con alivio evidente en el rostro al ver la puerta del orfanato.

Al entrar un una hermosa aroma estaba en el aire, todos estaban sentados en la mesa y al vernos entrar, sonrieron.

Diana— La comida está servida, ahora que todos estamos, comamos—

Todos los niños estaban sentados y comiendo, Lósif estaba algo nervioso, pero logró calmarse con rapidez y volteó a ver a Ana, ella seguía algo llorosa.

Después de comer.

Lósif sabía que solo se utilizaba la expresión comer para todo, algo en lo que se adaptó muy rápido en este mundo medieval de fantasía.

Lósif estaba sentado en la habitación de arriba, observando a los dos pequeños infantes, hijos de Blanca.

Lósif—pequeñas criaturas, no saben lo malo del mundo, descuiden me encargaré de que sigan así, voy a darles una buena vida y crezcan para ser hombres de bien—

termino de hablar con los pequeños niños qué Blanca le dejo encargado por el momento.

Blanca qué subió y escucho lo último que dijo Lósif, ella se tranquilizó y una cálida sonrisa estaba presente.

Lósif volteó y vio a la niña viéndolo con una sonrisa, Lósif sé sintió tímido al ser descubierto diciendo cosas cursis en ese momento.

Blanca—señor Lósif, gracias por cuidar de mis pequeños, ¿Qué trabajo escogerá?—

Lósif negó con la cabeza al agradecimiento de la niña, esto no era nada, pero escucho la pregunta formulada de la niña y pensó por un momento la respuesta.

Lósif—Blanca, pienso en ser un caballero, es el trabajo más honorable qué hay—

Blanca estaba sorprendida qué Lósif quisiera ser un caballero, no obstante no rechazo las ideas del niño, ser un mago y un caballero.

Blanca— señor Lósif, es genial qué quiera ser un caballero. Estoy muy sorprendida por esa decisión, me imaginé que quería ser sacerdote para ganar mucho dinero y siendo un mago puede hacerlo rápido—

Lósif estaba pensando en ser un sacerdote, pero como es un necromante existe la posibilidad de que cuando entre en la iglesia o sea bautizado detecten qué es un necromante y los problemas llegarán más rápido de lo que cree.

Lósif— estaba pensando en ser sacerdote, pero me gustaría aprender el manejo de las espadas y enfrentarme cuerpo a cuerpo contra otras personas—

Blanca—entiendo, quieres ser rudo, señor Lósif, no pensé que fuera de esos pensamientos—

Lósif— ¿te refieres a los pensamientos de que?—

Blanca— me refiero, pensé que no le importaba esas cosas que los hombres siempre se preocupan para mostrar su fuerza y hombría, quieren ser rudos que estar en un templo curando—

Lósif— tengo mis razones para ser caballero, señorita Blanca.—

Blanca—perdón, no era mi intención molestarte de esa manera—

Lósif— No hay problema, como sabes puedo curar a las personas y estoy pensando en hacerlo esta noche, ir a curar a los que lo ocupan y no pueden pagarlo—

Blanca— señor Lósif, usted tiene un corazón bondadoso, pero no pedirá nada a cambio eso es muy extraño y dudo que confíen rápido—

Lósif—voy a pedir animales vivos qué me sirvieran como pago por el tratamiento, espero que eso sea justo, pediré animales que se puedan comer para sacar provecho de todo—

Blanca— eso es una excelente idea, me gustaría ir contigo y ayudarte, ¿Es una molestia?—

Lósif no hablo y se quedó pensando en los pros y contras de llevar a Blanca, pero él quería ir solo, ahora tendrá que darle una buena razón para que está chica no se sienta mal aunque es un poco egoísta y quería usarlo para su propio negocio, él sabe que tiene bondad en ella.

Lósif— Puedes venir, solamente iremos vestidos de pie a cabeza, trata de cubrirte y parecer misterioso—

Blanca— muchas gracias, estaré pendiente señor—

Blanca estaba feliz, ella quería estar más cercas de la magia de curación muy poderosa que podía eliminar o bien mejorar la condición de la maldición del maná, para ella observar a Lósif curar a los pobres y enfermos es una excelente oportunidad para ver la magia y sacar conclusiones de como hacerla por ella misma.

Lósif asintió en afirmación y ambos estaban callados sin saber qué decir a continuación.

Lósif— Blanca—

Blanca— ¿Si señor Lósif!?—

Lósif—Puedes llamarme solamente Lósif, no agregues el señor—

Blanca— Entendido, Lósif eres muy amable, Lósif ¿soy linda?—

Lósif se sorprendió por la repentina pregunta de la chica, pero respondió de la manera más sería posible.

Lósif— Eres hermosa, puedo decir que me enamore a primera vista, pero no creo en el amor solo la lujuria—

Blanca— entonces, ¿Lósif está lujurioso por mi cuerpo?—

preguntó de manera coqueta y con voz débil la chica.

Lósif— Estoy muy lujurioso, de hecho podría comerte ahora mismo, solo están tus dos hijos pequeños. ¿Qué me detendría?—

Blanca— No creo que Lósif me coma, porque no se atrevería hacerlo—

Respondió retando al niño moreno.

Lósif observó a la chica peli plata y vio con lujuria como la niña se levantaba el vestido de la parte baja, revelando unas piernas blancas y tiernas, después cruzando las piernas la niña reveló un poco de los hombros expuestos.

Lósif se acercó a donde estaba la niña queriendo seducirlo, Lósif estaba encantado y dominado por la seductora forma de la niña.

Lósif—Blanca, no es bueno enfurecer a los animales hambrientos, porque te pueden comer—

Blanca— Eso veremos, me pregunto si Lósif puede comerme—al terminar de decir estas palabras reveló la ropa interior qué tenía, dejando con los ojos del niño moreno viéndola, Blanca sintió un escalofrío al ver al niño acercarse rápidamente y ya estaba al lado de ella sosteniéndola de ambas manos.

El niño más grande sometió a la chica y se acercó para besarla en los labios, sintiendo el aliento del otro, un beso inicio por la lujuria.

En este punto el niño estaba soportando no convertirse en un animal qué actúa por instinto al ver que la niña llevaba una de sus manos a la pierna y bajaba, Lósif sabía que debía de parar ahora mismo o no había vuelta atrás.

Lósif— eso es suficiente, prepárate esta noche para ir a curar—

El niño se retiró como si la niña quemara al tacto y rápidamente dijo esto para marcharse por la puerta.

La niña se quedó con las mejillas sonrojadas y la respiración entrecortada y algo sudorosa.

Blanca observaba el lugar donde estaba Lósif.

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