-Te estaba esperando-
Dije levantando la vista de mis apuntes. El tiempo parecía haber volado desde que llegué a mi casa.
-Ya llegué-
Respondió mi hermana.
-¿Mami no está?
Preguntó tirando su mochila sobre la mesa y comenzando a sacarse el guardapolvo.
-No. Tuvo que salir, tenía unos papeles que arreglar para papi. No quieras esquivar el tema Nicole, tuve que faltar a mi clase de gimnasia para arreglar tus desastres-
Espeté cansada.
-¡Yo no te pedí que arreglaras nada! Pero como es tu maldita costumbre fuiste a meter tus narices donde nadie te llamó. Agradecé que Silvio no terminó conmigo porque sino no te volvía a hablar.
-¿Mis narices donde no me importan? ¿Te recuerdo los rumores que se esparcieron acerca de tu persona Nicole? ¡Que estabas teniendo sexo atrás de la Escuela con tu noviecito! ¡En la cancha de Fútbol! ¿Te parece poco?-
Respondí furiosa.
Mi hermana se levantó de un salto de la silla y apoyó sus dos manos sobre la mesa, bufó y entornó sus ojos hacia mi.
-¡¡Me importa una mierda lo que digan!! ¡¡Nada de eso es cierto!! ¡Y por mi que hablen, no vivo de ellos!
-¿Qué es ese vocabulario Nicole?-
La corregí encolerizada.
-¡No pareces una señorita, pareces una cualquiera! ¿Cómo no te va a importar el qué dirán? ¡¡¡Esos comentarios llegaron a oídos de la abuela y de la tía Steph!!! Les rogué para que no dijeran nada a mamá.
¿La quieres matar de un paro cardíaco? ¿Y si se entera Papá? ¡Te va a sacar de la escuela... Hasta es capaz de echarte de casa! ¿Es eso lo que querés?
-¡¡Me tenés re podrida Melody. Me importa una mierda el qué dirán, yo no vivo de ellos!! Y la tía Steph no es una santa asi que no puede decirme nada.
Con respecto a mamá y a papá no son capaces de hacer tales cosas, vos sos la única mojigata que se desvive por complacerlos en todo y terminás postergando tu vida-
Soltó enojada señalándome con su índice.
Eso fue duro y me dolió a tal punto de querer llorar.
-¡¡Yo soy una señorita decente y pienso en un futuro!! Deberías hacer lo mismo. Además tienes apenas trece años, TRECE Nicole para andar comportándote asi.-
Contraataqué al borde de las lágrimas.
-¿Ya vas a llorar?-
Rió mi hermana.
-Es lo único que sabés hacer. y sí, tengo trece años pero apuesto lo que sea que disfruto mucho mas la vida que vos en tus aburridos casi dieciochos años, ¡mojigata! Dejá de querer complacer a todo el mundo, solo vive, y si querés seguir pareciendo una aburrida mojigata envuelta en tu estúpida burbuja de fantasía y hadas allá vos.
Qurdate asi y vuelvéte una vieja antes de tiempo, pero dejame vivir a mi y ya no te entrometas más.
Andá a estudiar y a preocuparte por tus vestidos y tu estúpido cabello, a ver si tanta inteligencia te sirve para algo.-
De un empujón tiró la silla y salió de la cocina echa un demonio.
No pude hacer otra cosa que largarme a llorar como ella había dicho, sus palabras dolieron y quemaron tanto que me sentía horrible pero quizás, solo quizás, muy en el fondo ella tuviese razón.
*******************
-Lo lamento, no debí decir lo que te dije.
Mi hermana se acercó y me dió un abrazo.
-Ya sabés que soy muy chispita y aveces no mido mis palabras.
-No te preocupes, creo que en varias oportunidades tenés razón-
Respondí recostando mi cabeza en sus hombros.
-Sé que suelo querer cuidarte demasiado, me gustaría ser espontánea y disfrutar más, pero el solo hecho de pensar en eso, escaparme del colegio o reprobar una materia ¡me aterra! Hay días en los que me gustaría ser como vos.
-¡No digas eso! La oveja negra de la familia soy yo-
Contestó levantando mi cabeza.
-Para mí sos la mejor hermana y no tenés que cambiar nada. Yo me siento muy orgullosa y sabés que daría mi vida por vos-
-¡Me harás llorar nuevamente tonta! Yo también te amo y daría todo por verte bien. Aveces suenas tan madura y otras quiero matarte-
Reí golpeándola en la cabeza.
-Tambien quiero matarte-
Dijo devolviéndome el golpe.
-¡Me olvidaba! Erik te mandó saludos.-
-¿Quién es Erik?-
Pregunté frunciendo el ceño.
-El amigo de Silvio, me dijo que te vió esta tarde cuando fuiste a la escuela. Me pidió que te diera sus saludos y también tu número pero le contesté que no podía dárselo sin antes consultarlo contigo.
-A ver, a ver, esperá. De a poco.
Una, no sé quién es el tal Erik y dos ni se te ocurra pasar mi número.-
Dije exaltada.
-Ey tranquila que no se lo dí. Erik es el chico de ojos azules, el de la vincha. Dijo que te molestó bastante hoy-.
A mi hermana parecía divertirle mucho la situación, en cambio, a mi no me agradó nada su comportamiento y más viniendo de un pequeño mocoso ¿Cómo se atrevía ahora a mandarme saludos? ¿Qué tenía en su cabeza?
-Jajaja sí, ¡como no!-
Reí con mucha ironía.
-Decile al niñito ese que primero aprenda a limpiarse las narices antes de querer seducir a una chica mucho más grande que él y por encima de todo decile que yo tengo novio y que seguramente lo conocerá muy bien como todos en este pueblo.
Ahora me voy a dormir, mañana tengo que levantarme muy temprano-
Comencé a empujar fuera de mi habitación a mi hermanita quien quería responderme algo pero no la dejé.
Una vez sola,cerré la puerta y comencé a pensar que verdaderamente en estos tiempos la adolescencia estaba descontralada.
¿Cómo yo me fijaría en un nenito de trece años?
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Comments
Caroe
No lo pienso así, el disfrutar no tiene porqué ir en contra de las normas o de uno mismo (consecuencias por incumplimiento).Cada persona tiene su percepción de 'disfrutar' y no está mal, lo que no me parece es querer imponer nuestra forma de diversión como si fuese lo único y verdaderamente correcto. (es mi opinión y respecto a quien piense diferente pero, lo que sí es cierto es que las normas están para cumplirlas y regular el orden dentro de cualquier sociedad, respetarlas no es ser Mojigato).
2022-09-16
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