Emmanuel

Soy Emmanuel uno de los hijos de Zion, somos 6 en total los hermanos príncipes del imperio.

Tenemos la misión de liberar los reinos de sus opresores, la verdad me gusta las batallas, me gusta usar la espada, siento que me llena de vida. Adoro a las mujeres, he podido disfrutar de sus placeres, tengo presente el tema de no involucrarme con una virgen, hasta ahora no lo he hecho.

Ahora estamos en el reino de Farin, se me encomendó la misión de encargarme de Tania la amante del príncipe. Algo realmente fácil para mi, pues en el arte de la seducción soy experto. Mi madre dice que yo debo ser hijo de Arturo y Jane lo dioses de la lujuria, pero yo se que esa sangre caliente la tenemos todos los herederos de Zenda gracias a mis abuelos. Ellos si que son los dioses de la lujuria.

En la noche del baile, me coloque mi mejor traje, tenía que impresionar.

Al entrar al salón vi a las princesas correr tras de Gael pero una que otra mirada estaba hacia mi. Debo reconocer que también soy un príncipe así que no falta la mujer que quiere atarme.

Me fijé en la mujer de mi misión, Tania, la verdad no estaba nada mal, quizás disfrute estar con ella. Vi como me miro y levantó su copa como en un brindis conmigo.

Una mujer lanzada, que interesante, pensé

Toda la noche me mantuve bailando con las damas, pero mis ojos estaban en Tania, lo curioso es que cuando yo la miraba ella también lo estaba haciendo.

Pensé que ya había caído ante mis encantos, abandone el lugar, en la madrugada nos reuniríamos todos para coordinar el siguiente paso. Una vez llegamos a la habitación de Thomas, informamos todo lo que habíamos averiguado.

Salí de esa habitación iba rumbo a la mía cuando me encontré con Tania.

Ella salía de la habitación de Gael, así qué pasó la noche con el. Que mujer tan sinverguenza pensé.

Ella iba pasando por mi lado, solo inclinó un poco la cabeza y siguió su camino.

La vi mientras caminaba contoneando sus caderas, sí que es hermosa la condenada. Pensé

Debía acercarme a ella, cómo diera lugar, así que no lo pensé y la perseguí.

Vi que entró a una habitación, se muy bien que ahí están las piletas, donde los monarcas toman sus baños especiales.

Mi oportunidad de hacerla caer…

Entré a la habitación, la vi de espalda, estaba soltando su vestido, vi como las prendas caían al suelo. Depronto la escuché..

¿El príncipe está de fisgón el día de hoy ? Mencionó

Vi como se dio la vuelta, quedando de frente a mi, siguió desvistiéndose, tenía una ropa interior encantadora, pero su cuerpo era exquisito.

Ella no sentía vergüenza alguna, vi como cayeron sus últimas prendas, yo solo pasaba saliva. Nunca había tenido miedo de acercarme a una mujer como hoy. De verdad irradiaba sensualidad, deseo.

¿Le gusta lo que ves? Pregunto

Yo solo asentí.

Ven, dijo entrando al agua.

Yo comencé a seguirla, me paré en el límite de la pileta.

¿Vas a entrar? Dicen que estas aguas son mágicas. Mencionó y se hundió en el agua.

Yo me quite mi traje e ingrese al agua con ella.

Veo que le gusta jugar así que le seguiré el jueguito pensé.

Ella salió del agua, su pecho estaba expuesto ante mi, yo solo la observaba.

Adelante puedes tocar dijo

Yo lleve mis manos a sus pechos, eran redondos, firmes, perfectos para el tamaño de mis manos.

Ella solo jadeaba, yo estaba embelesado ante esa hermosa mujer.

Sentí como ella tomó mi rostro y me besó, fue apasionado, perdí cualquier grado de cordura en ese momento.

Ella subió una pierna, yo la sostuve, mi miembro ya estaba más que listo para poseerla.

La lleve hacia la orilla donde estaban unas pequeñas escaleras, me senté y la coloqué en mi regazo. Seguía besándola, alternando con sus pechos.

Ella se hizo en posición para que pudiera entrar en ella, yo la miraba con deseo, me miro y sonrió. Sentí como comenzó a introducir mi miembro en ella, era estrecha ya lo había sentido antes pero me asusté cuando sentí que algo rompí en su interior.

Ella soltó un ligero grito, unas lágrimas bajaron por sus mejillas. Yo quede inmóvil.

¿Eras virgen ? Dije angustiado

Así es, respondió, sentí como comenzó a mover sus caderas, yo me estaba debatiendo si salir corriendo o seguir el ritmo de su cadera.

Ella comenzó a besar mi cuello, seguía moviéndose, ya no podía hacer nada, la unión se había cumplido así que decidí seguirle el paso.

Comencé a mover mis caderas mientras la besaba con posesión, ella solo gemía y su voz era combustión para mi.. entendí el tema de la unión, ahora la deseaba más y más, no quería salir de ella. Llegamos al clímax pero yo quería más, así que le di la vuelta y entré de nuevo en ella.

Éramos fuego en medio del agua, nuestra llama lleno de vapor todo el lugar, aquel que pasara por ahí podría escuchar nuestros ruidos al chocar con fuerza nuestro cuerpo.

La tome en todas las posiciones posible, dentro y fuera del agua. Ella solo me complacía, se que lo disfrutada por que me exigía más y más. Sus orgasmos eran exquisitos. La llene por completo de mi semilla.

Siempre fue un hombre apasionado pero ninguna mujer me aguantó el ritmo como ella, pero lo más curioso es que sabía muy bien, cuáles eran mis posiciones favoritas o donde yo era más sensible al tacto. Era como si me conociera.

Durante nuestra faena no hablamos, solo nos exigíamos más y más uno al otro.

Yo quede exhausto, estaba sobre un gran sofá, a penas cubriendo mis partes..

Vi como se comenzó a vestir. Tenemos que hablar dije…

Ella solo me sonrió,

lo sé, ahora soy tu esposa y estamos unidos por siempre dijo

¿Como lo sabes ? Pregunté acercándome a ella.

Lo sé por que soy tu verdadera esposa, solo que debíamos encontrarnos un siglo después, mencionó y salió del lugar..

¿Que?!!!

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***