Había pasado dos meses desde que Karla reencarno en Eider, los marques, ahora sus padres eran unas buenas personas, quienes estaban todo el tiempo al tanto de su hija, lo único que ella no comprendía era que no la dejaban salir de la casa, incluso solo había tres sirvientes, las dos chicas que había conocido y un mayordomo, quien era un hombre bastante guapo, pero muy serio.
Ella se aburría mucho y con su pequeño cuerpo, no podía hacer mucho. Sabía por Mary que esa era una época antigua y tal parece que hay magia, Mary le contó sobre el templo, la santa y los magos del imperio, también le dijo que había tres grandes imperios, los de los demonios, los de los dioses y por último el de ellos, los humanos, que sí bien, había humanos con magia, eran raros los que la poseían. Y claro que ninguno tenía permitido interferir en los asuntos de otro imperio.
La pequeña le gustaba escuchar a Mary contarle sobre eso, aunque la chica tampoco podía decir mucho, era una simple plebeya y a ellos no se les permitía hablar sobre los tres grandes imperios.
Un día de tanto aburrimiento, decidió escaparse, se recogió el cabello y lo escondió en una gorra sucia, de hombre, tomo ropas viejas y se hizo un pantalón pequeño, gracias a que tenía tiempo durante su enfermedad, aprendió a confeccionar.
Se escabullo por el jardín y al salir nadie la reconoció, parecía un niño de la calle. En un principio estaba algo temerosa, pero cuando vio el pueblo con casas muy medievales, no le importó mucho si era castigada. Aunque tenía cuidado, no sabía que peligros podía pasar.
Camino por las calles como si nada, hasta llegar a un puente de piedra y a lo lejos había un árbol frondoso. Lo que más le sorprendió fue ver a un grupo de niños un poco más grandes que ella, estaban gritando y lanzando piedras, al acercarse más, puede ver que le lanzan piedras a un niño pequeño.
'¡Monstruo!'
'¡Regresa al infierno!'
Sin saber como, pero Eider corre y empuja a los niños, levantando una rama seca y apunta hacia los niños.
-Déjelo en paz -grita -O los golpearé.
Los niños hacen el intento de acercarse, pero la pequeña empieza a mover frenéticamente la rama y logra asestar un golpe, lo cual asusta a los niños y se van corriendo. Eider se gira para ver aquel niño que había protegido, era casi de su edad, de cabello rojo, su rostro estaba manchado de sangre, por lo que Eider saca un pedazo de tela y se acerca al niño.
-¿Estás bien? ¿Te duele algo?
El niño no respondía, así que ella le empezó a limpiar el rostro, el niño alza la vista y se sorprende al ver a Eider con esos ojos llamativos. Pero quien en verdad se sorprende es ella, al ver que no tiene ninguna herida.
“Increíble”
-¿Acaso eres un mago o un ángel? -preguntó ella, pues el chico era muy lindo.
El niño abre como platos sus ojos, era la primera vez que alguien lo comparaba con un ángel.
-Joven Duque -grita un hombre, que corría hacia ellos -¿A dónde fue? Lo buscamos por todas partes -dice cuando llega, pero se detiene al ver la sangre -¿Qué le has hecho al joven Duque -toma del brazo a Eider.
-Yo no le hice nada.
Eider trata de zafarse, pero no puede.
-Te llevaré de inmediato al Ducado Descartes, para ser juzgado en Dalton.
“¿Qué? Espera… dijo ¿Descartes e imperio Dalton? No, no, esto debe ser un error” la mente de Eider era un caos, “¡Ay no! Yo soy esa, Eider Roser”
-Basta -dijo al fin el niño -No me hizo nada. Así que déjalo.
Eider estaba perdida en su mente hasta que ve al niño, se recrimina por no haber notado todo eso. Un niño de cabello rojo y ojos azules que sana rápido y la mejor prueba ella, una niña hermosa que sus padres no dejan salir afuera.
“Que estúpida soy… un minuto, los niños arrojando piedras a un pequeño niño, lejos de la vista de todos… interferí en una escena tan importante”
Eider se lleva las manos a la cabeza y sale corriendo de allí. Al fin se dio cuenta de que está dentro de una novela que leyó hace tiempo, no la recuerda bien porque no le gustó mucho. Y había interferido en la escena más importante de la historia, donde ese niño se ganaría el aterrador título de “el demonio rojo”. Lo peor de todo es que ese pequeño es el villano y ella ni siquiera era la protagonista, solo era una extra con algo de importancia, a lo mucho la mencionan tres veces en toda la historia. Lo único relevante era que ella moría y sus padres también por culpa de aquel niño, William Descartes, el sanguinario Duque de Dalton.
Eider regresó a su casa por suerte nadie se dio cuenta de que salió de allí. Estaba realmente preocupada, si eso es la novela que leyó en su anterior vida. Los sucesos todavía no ocurren, aunque interfirió en un momento crucial, pensara en un plan para mantenerse alejada de la historia y así seguir viviendo con sus padres. No perderá la oportunidad que le habían dado.
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Updated 54 Episodes
Comments
Alejandra Otela
👌👌👌
2024-10-13
0
Sandra Lopez
muy interesante
2024-07-20
1
Alizah Kalessy
me esa gustando 😊😊😊
2023-10-04
5