Capitulo 4

Llegó el día en que Aurora empezaría su internado, estaba en el hospital junto con otros residentes, conseguir una residencia en el hospital Lombardi era muy difícil ya que era un hospital exclusivo, solo daban algunas pocas plazas pero el proceso de selección era bastante neutral, Julián no daba preferencias a nadie (bueno excepto a su sobrina) así que los compañeros de Aurora no eran necesariamente hijos de gente rica ni nada por el estilo, eran jóvenes que habían logrado obtener el puesto por su esfuerzo sin importa su clase o condición social.

Me dijiste que podría tratar a mis residentes libremente, dijo una voz masculina en el despacho de Julián. Julián soltó una sonrisa y respondió – sí, te dije eso, pero una cosa es que los trates libremente y otra que seas un cretino, finalizó. La persona sentada frente a él arqueó una ceja y respondió - ¿Qué insinúas, Lombardi? Volvió a decir la voz masculina. Julián miró a su amigo y dijo – nada Christian, simplemente no seas muy duro con ellos, te conozco y sueles llevarlos al limite recuerda que son residentes de primer año, además no quiero que lleguen quejas de los residentes al hospital Lombardi, finalizó Julián dando un sorbo a su taza de café. – ¿Seguro que solo es eso? No tiene nada que ver que tu sobrina esté entre mis residentes, añadió Christian. Julián miró a su amigo serio – Te lo vuelvo a decir Aurora es mi sobrina y si tú crees que yo sobreprotejo a Ava, no tienes idea como es mi primo con Aurora, así que ten cuidado con lo que haces Christian, finalizó Julián.

Christian era un viejo amigo de Julián, habían trabajado juntos hace varios años, era menor que Julián ya que tenía 39 años, sin embargo, a pesar de ser menor era muy inteligente y reconocido internacionalmente, él se fue a vivir a Londres con su esposa e hizo una carrera allá, desafortunadamente su matrimonio fracasó y se divorció, Julián había mantenido el contacto con él y siempre había querido que su amigo se una al plantel de doctores del hospital Lombardi pero él siempre lo rechazaba, está vez aceptó ya que no había nada que lo atara a quedarse en Londres. – no te preocupes, seré bueno con tu sobrina, no tendré favoritismos, pero tendré compasión solo por que es tu sobrina, dijo Christian con una sonrisa burlona. Julián soltó una sonrisa, sabía que su amigo podía hablar mucho pero no haría nada, si bien tenía una reputación de ser bastante exigente con el personal a su cargo, sabía que era un buen médico y gran profesional y su sobrina aprendería mucho de él.

Niños quiero hablar con ustedes, dijo Maximiliano entrando a la oficina de sus hijos. ¿qué pasó? Preguntó Emiliano. -Nada, malo solo quiero contarles algo, finalizó Maximiliano padre mientras se servía un vaso de whisky. – cuéntanos, respondió Max II recostándose en su silla. – Estoy pensando llevarme a su madre de viaje, como una segunda luna de miel, irnos por unos meses, ya saben después de su enfermedad no pudimos viajar ni disfrutar tiempo juntos, entonces me gustaría llevarla por Europa, aprovechar el tiempo para los dos, dijo Maximiliano. – Dirás 20ava luna de miel, todos los años ustedes se iban de “luna de miel”, se burló Emiliano de su padre. Maximiliano dio una mirada seria a su hijo, quien solo se río. ¿Qué opinan? Preguntó.

Pues por nosotros normal, sabes que cuentas con nosotros para ver por la empresa, dijo Max II. – Sí, creo que a mamá le encantará la idea dijo Emiliano. – no solo se trata de la empresa chicos, sino de sus hermanos, tienen que estar pendientes de Aurora y Alex, ya saben que su madre se preocupa mucho por su hermano, dijo Maximiliano. – no te preocupes papá, nosotros podemos hacernos cargo de todo, confirmó Max II a su padre. – Bueno igual no se van a quedar solos, hablaré con Daniel y Julián para que los vigilen y sobre todo los ayuden con el manejo de las empresas, añadió Maximiliano padre.

¿uhm no confías en nosotros? Preguntó Emiliano. -Saben que no es eso, pero es la primera vez que nos iremos por tanto tiempo y siempre es bueno un poco de ayuda, sus tíos tienen más experiencia que ustedes, solo me refiero a que cualquier cosa que suceda recurran a ellos por algún consejo, aclaró Maximiliano y añadió – el viaje que estoy planeado será por alrededor de dos meses, finalizó. – Perfecto, no te preocupes, váyanse tranquilos nosotros veremos de nuestros hermanos y de la empresa, dijo Max II mirando a su hermano. Emiliano asintió y preguntó ¿Cuándo le dirás a mamá? – nos iremos la otra semana así que le diré el viernes, vayan todos a cenar a la casa, ordenó Maximiliano a sus hijos mientras se ponía de pie. Ambos asintieron.

Buenos días, por favor acérquense, dijo Julián a los residentes que se encontraban en la sala de descanso. Cinco jóvenes se acercaron entre ellos se encontraba Aurora. – quisiera presentarles al Dr. Christian Miller, el se encontrará a cargo de dirigirlos en su residencia, el Dr. Miller trabajo en uno de los principales hospitales de Londres, es el mejor en su especialidad, así como ha publicado diversos artículos médicos, e investigaciones, ha recibido diversos premios, así que deben sentirse honrados de poder tenerlo como su mentor durante su tiempo de residencia, finalizó Julián mientras le daba una mirada a su amigo para que dijera algo.

Buenos días con todos, inició Christian mirando rápidamente a los jóvenes que tenía al frente, 3 chicos y 2 chicas pudo deducir cual era la sobrina de Julián simplemente con ver lo arreglada que estaba, - gracias Dr. Lombardi por tan increíble introducción, no voy a decirles que la residencia será algo fácil por que no lo es y probablemente luego de los tres años de residencia van a terminar odiándome pero si logran sobrevivir les garantizo que serán mejores médicos que muchos en este hospital, dijo mirando a su amigo de forma burlona. Al escucharlo los 5 jóvenes soltaron una sonrisa. – bueno te dejo con tus residentes, tengo una reunión en 10 minutos, dijo Julián a su amigo quien solo asintió, al salir Julián le lanzó una sonrisa a sobrina quien respondió de la misma forma, pero este acto no pasó desapercibido por sus compañeros. – bueno empecemos, dijo Christian mientras tomaba las historias clínicas que tenía en la mano y las repartía a cada uno de los jóvenes, - les iré asignando sus tareas y turnos, finalizó.

Hola, tío, decía Ava mientras asomaba la cabeza por la oficina de su tío Maximiliano. Al levantar la mirada y verla sonrió, se puso de pie y dijo – pequeña, ¿cómo estas? Preguntó mientras abrazaba a su sobrina. – bien tío, venía para que me digas cuando puedo empezar como tu asistente y me expliques que tengo que hacer, dijo Ava. – Claro linda, tu trabajo será sencillo, solo tienes que ayudarme con mi agenda, organizar mis reuniones, revisar algunos papeles iniciaras con cosas sencillas hasta que vayas aprendiendo, entiendo que solo vendrás luego de tus clases, ¿cierto? Preguntó Maximiliano. Ava asintió con una sonrisa. – bien, dijo Maximiliano mientras tomaba el teléfono para llamar a Ana su secretaria.

Ana, pasa, toma asiento, dijo Maximiliano al ver a la mujer que ingresaba a la oficina. – dígame Sr. Lombardi, respondió Ana mientras tomaba asiento junto a Ava. – mira mi sobrina Ava, va a empezar a trabajar en la empresa a tiempo parcial, entonces me gustaría que inicie trabajando contigo, que te apoye en tus tareas y le vas enseñando lo que necesite saber, así también te aligeras un poco de la carga que tienes, dijo Maximiliano con una sonrisa. Ana ya llevaba más de 20 años trabajando para la familia Lombardi, fue la secretaria de Camila cuando inició como presidenta del Grupo Lombardi y continúo trabajando con ellos todo este tiempo, al escuchar la noticia una sonrisa apareció en su rostro, Ana apreciaba mucho a la familia Lombardi y les era muy leal, entonces respondió – Por supuesto señor, instruiré bien a la Srta. Ava para que aprenda sobre la empresa y pueda apoyarlo como requiere, dijo con una sonrisa dirigida a Ava. – Gracias Ana, respondió Ava con una sonrisa.

– Perfecto, respondió Maximiliano con una sonrisa y añadió – entonces por favor, Ana, encárgate de coordinar con Recursos humanos para que Ava firme su contrato, y Ava por favor dale tu horario de clases a Ana para que sepa que días vendrás y a qué hora entrarás a trabajar, concluyó Maximiliano. – ya mismo me encargo de eso, respondió Ana poniéndose de pie para salir de la oficina. – en seguida te paso mi horario, dijo Ava a Ana. – Gracias tío, le dijo Ava a Maximiliano. – no te preocupes pequeña, yo gustoso de tenerte aquí en la empresa conmigo, respondió Maximiliano dándole un abrazo y un beso en la frente a su sobrina. – ok, mañana mismo empiezo tío, dijo Ava emocionada. Al salir de la oficina de su tío Ava le dio su horario de clases a Ana y se quedó conversando con ella para definir a que hora estaría entrando a trabajar. Mientras Maximiliano le envió un mensaje a Julián “listo, Ava empieza a trabajar mañana conmigo, no te preocupes por nada, Maximiliano”. En menos de 10 segundos llegó un mensaje de respuesta “Gracias, hermano, no te preocupes aquí Aurora recién empieza su residencia, está en buenas manos, Julián”.