Capitulo 1

Luego de 6 meses en Italia Ava volvía a New York, el curso de modas había sido muy productivo le ayudó a finalmente confirmar que eso era a lo que quería dedicarse. Ava se encontraba ansiosa por volver, 6 meses era el máximo tiempo que había estado separada de su padre Julián Lombardi, y de su hermana (como se decían ambas) Aurora, la extrañaba horrores.

Mientras se arreglaba para ir a la cena que su madrina había organizado para darle la bienvenida, estaba ordenando los regalos que había traído para todos, estaba feliz de poder volver a ver a su familia, había traído regalos para todos, para sus primos, sus padrinos, lógicamente para su papá. Casi una maleta entera era regalos para Camila y Aurora, mucha ropa y accesorios que pensó les gustaría.

Ava quería mucho a Camila, la quería como si fuera su propia madre, la verdad es que Ava era hija de Julián, pero por sus venas no corría sangre Lombardi.

Flashback.

Exactamente un año después que  nació Alex, el último hijo de Camila, Julián atendió una emergencia en el hospital Lombardi, hubo un accidente de coche, un ebrio chocó con un coche en donde venía una familia de vuelta de sus vacaciones, el padre falleció al instante  al igual que el pequeño niño que iba en el auto, sin embargo, la madre estaba embarazada y se encontraba en estado crítico, los médicos lograron estabilizarla pero tuvieron que practicar una cesária de emergencia para poder salvarlas a ambas, aunque era riesgoso por el estado de la madre, Julián decidió continuar con la cesárea y salvaron a la bebé quien tenía apenas 7 meses, por lo que tuvo que ser puesta en una incubadora para que termine de desarrollarse completamente.

Luego de unos días la madre aun se encontraba en estado crítico, Julián la estaba revisando y de pronto la madre recobro el conocimiento por un momento - ¿mi bebe? Preguntó la madre. -Sra. No haga ningún esfuerzo, su estado es delicado, no se preocupe por su bebe ella esta a salvo en una incubadora, le dijo con una sonrisa. La Sra. asintió con la cabeza – Dr. Si algo me pasa por favor hágase cargo de mi bebe, no tenemos más familia en este país que pueda ver por ella, por favor se la encargo, le pidió la madre con lagrimas en los ojos. Julián se quedó atónito, no sabia como responder a esa petición, para darle calma a la madre y que no se sobre esforzará le dijo – no se preocupe Sra. Su hija estará bien aquí, finalizó. -¿mi esposo? ¿mi hijo? Preguntó la sra. A Julián se partía el alma, no sabía como decirle que el resto de su familia había fallecido en el accidente y que solo ella y su bebé sobrevivieron, se quedó callado por unos momentos, soltó el aire que tenía contenido y respondió – lamentablemente, no pudimos hacer nada por ellos señora, lo siento mucho, finalizó. La sra se puso a llorar desconsolada y una vez más dijo – doctor, prométame que usted verá por mi hija, susurró. – Julián asintió con la cabeza, no sabía que más podía hacer para que la paciente estuviera tranquila.

Luego de salir de la habitación de la paciente, Julián fue a la sección pediátrica del hospital y fue a ver a la bebé en la incubadora, afortunadamente la bebé estaba bien, suspiró y le dijo a la enferma – por favor mantenme al tanto de la bebé. La enferma asintió. Al cabo de unos días la madre de la bebé falleció por una falla cardiaca, Julián estaba desconsolado había hecho de todo por salvar a la madre y la bebé, no era la primera vez que perdía un paciente, sin embargo, esta vez le afectó más. Estaba en su consultorio, tomó su teléfono y llamó a la única persona en quien podía pensar en ese momento - ¿puedes venir al hospital? Preguntó.

Tranquilo, no fue tu culpa, hiciste todo lo que pudiste para salvar a la madre, dijo Camila mientras abrazaba a Julián. – Lo sé, pero es que tenía esperanzas que salvara y que viera a su hija, ni siquiera la conoció, dijo Julián con tristeza. -Aunque no lo creas, ella ya conocía a su hija, desde el momento que se enteró que estaba embarazada, dijo Camila sosteniendo la mano de Julián para darle animos. – no sé que hacer, dijo Julián confundido. - ¿Por qué lo dices? Preguntó Camila. – antes de morir, la madre me pidió que me hiciera cargo de su bebé por que no tenía familia en el país que pudiera ver por ella, dijo Julián mirando a Camila. Camila lo miró sorprendida ¿Qué harás?, le preguntó. -acompáñame, le dijo Julián.

Al llegar a la sala donde se encontraba la incubadora, ambos la estaban viendo desde afuera, - es hermosa, dijo Camila con una sonrisa. – lo es, es tan inocente, no tiene la culpa de nada, y esta sola en el mundo, dijo Julián. Camila volteó a ver a Julián, quien seguía viendo a la bebé, Julián tenía un corazón noble, ella sabía que el haría lo correcto para la bebé, sin embargo, necesitaba darle un empujoncito para que se decida. – si tu no quieres adoptarla, puedo hablar con Maximiliano y nosotros la adoptamos, dijo Camila mirando a Julián. Julián se quedó en silencio por unos minutos, sus ojos seguían en la bebé, Camila esperaba una respuesta por parte de Julián, entonces el volteó a verla y le dijo – no será necesario, yo la adoptaré, dijo con la voz calmada. ¿estás seguro? Preguntó Camila. Julián volvió a dirigir su mirada hacia la bebé, volteó a ver a Camila y dijo – sí, completamente. – Bien, entonces le pediré al abogado Robledo que te ayudé con el registro de la niña, dijo Camila con una sonrisa.

Fin del Flashback.

¿Lista? Preguntó Julián apoyado en la puerta del dormitorio de su hija. – Sí, papi, ¿me ayudas con esta maleta? Dijo Ava con una sonrisa. Al ver la maleta Julián se sorprendió – Dios, piensas mudarte donde tu madrina y no me has dicho, bromeó. Ava sonrió y le dijo – no papá, son los regalos que he traído para todos, dijo Ava. -Vaya y yo que me sentí especial por mi reloj, pero creo que Camila y Aurora son tus personas favoritas, dijo mientras bajaba las escaleras de su casa con Ava y la maleta. – No digas eso, sabes que tu eres el mejor papá del mundo y te amo mucho, dijo Ava abrazando a su padre. Julián sonrió desde el momento que adoptó a Ava su vida cambio y cada día confirmaba que había hecho lo correcto al traer a Ava a su vida.

¿vamos? Preguntó Emiliano a su hermano mientras entraba a la oficina. – sí vamos, dijo Max poniéndose de pie para salir con su hermano de la oficina. -¿Qué te pasa? Estás medio extraño, dijo Emiliano mirando a su gemelo. – nada solo es cansancio, respondió Maximiliano y añadió – finalmente es fin de semana, necesito descansar un poco, dijo. Ambos llegaron al estacionamiento de la empresa, cada uno subió a su coche y salieron rumbo a la Villa de sus padres.

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