Capitulo 3

Luego de la cena de bienvenida de Ava, el fin de semana pasó tranquilo para los gemelos, como lo prometieron no salieron de fiesta ese fin de semana, se la pasaron en su apartamento y en el club haciendo deporte y gimnasio, después de todo pasar unos días tranquilos estaba bien. -me sorprendes, dijo Emiliano a su hermano. Max sonrió y respondió – oye no soy tan terrible, tal vez hemos estado muy fiesteros últimamente, pero mamá está bien ya, y hay que cuidarla, no queremos volver a tener otro susto, finalizó. – sí, lo sé, afortunadamente ella ya está bien, hay que portarnos bien por un tiempo, agregó Emiliano. – otra ronda? Preguntó Max. – De acuerdo, pero te voy a ganar, hermanito, dijo Emiliano burlándose. – ¿2 de 3? Preguntó Max.  Emiliano se rio y dijo – mal perdedor, asintiendo a la solicitud de su hermano, continuaron jugando tenis por un rato más.

Hola madrina, dijo Ava mientras saludaba a Camila. – Hola preciosa, ¿Qué haces aquí? No te esperaba hoy, finalizó. – Vamos a salir a comer, respondió Aurora que bajaba las escaleras. – oh, ya veo, ya volvió Ava y ahora todo vuelve a la normalidad, sonrió Camila. – No digas eso mamá, la otra semana empiezo mi residencia y no tendré mucho tiempo, quiero aprovechar mi tiempo con Ava ya que estaré algo ocupada, respondió Aurora mientras le daba un beso de despedida a su madre. – No te preocupes tía, yo vendré a verte seguido, dijo Ava mientras se despedía de Camila.

Llegaron a su restaurante favorito de comida oriental – bueno ¿ahora si me vas a contar todo lo que pasó en Italia? Preguntó Aurora. Ava sonrió y asintió – no pasó nada en especial, estuve estudiando y conociendo gente, conocí un chico lindísimo, pero es un poco mayor que yo, aunque igual tengo su contacto y nos texteamos casi a diario, dijo Ava con una sonrisa. – wiiii eso no me contaste por teléfono, picarona, pero entonces ¿sigues esperando a tu príncipe azul? Preguntó Aurora a su pequeña prima mientras comía un bocado de su plato.

Ava suspiró – ¿crees que soy muy tonta por querer un romance como de las novelas o películas, cierto? Le preguntó a su prima. Aurora se quedó pensando, no quería romper las ilusiones de su primita, pero tampoco quería que se hiciera expectativas por nada así que fue honesta – no creo que seas tonta, jamás lo creería, sé que idealizas mucho la idea del amor y está bien si te gusta eso, solo quiero que estes preparada por que a veces la realidad es muy diferente y lo que menos quiero es que termines con el corazón roto, las personas pueden decepcionarte, dijo Aurora tomando la mano de su prima. – entiendo, no te preocupes Aurora, seré precavida, además no es que esté buscando enamorarme ni nada, sabes que quiero enfocarme en mi primero, gracias por preocuparte por mí, dijo Ava. Aurora sonrió y dijo – tu eres la única que sabe lo que me pasó y sabes que por eso me preocupo por ti, no quiero que salgas lastimada, pequeña, solo eso, finalizó.

Ava sabía por la decepción que había pasado su prima y por eso entendía su preocupación, de hecho, era la única persona que sabía lo que le había pasado a Aurora, ya que sabía que si les contaba a sus hermanos a su tío se desataría la tercera guerra mundial y Aurora no quería generar problemas, simplemente superar lo que le sucedió. – bueno y ¿ya estás lista para empezar tu residencia? Preguntó Ava. – Si, asintió Aurora emocionada, - ya quiero empezar el tío Julián ha sido muy bueno al dejarme hacer la residencia en su hospital y no quiero decepcionarlo, finalizó. – sabes que el hospital no es de mi papá, sino del grupo, ¿cierto? Bromeó Ava. -sí lo sé, tontita, y tu ¿por qué has decidido empezar a trabajar en la empresa? Preguntó Aurora dando un sorbo a su vaso de agua. – pues en realidad yo no quería trabajar en la empresa, yo simplemente quería trabajar, aunque sea tener un trabajo de medio tiempo, hacer mi propio dinero, dijo Ava y cuando vio que su prima la iba a interrumpir añadió – sé que no lo necesito, papá me da de todo, pero quiero hacer algo por mi misma, añadió.

Aurora asintió y dijo – entiendo eso, entonces ¿cómo terminaste aceptando trabajar en la empresa?, preguntó Aurora. -no tuve opción, dijo Ava y añadió – cuando le dije a papá que quería trabajar, me dijo que era muy joven, que no era necesario, primero debía enfocarme en mis estudios, pero luego insistí, se molestó un poco pero habló con el tío Max y al final el tío Max lo convenció de que puedo trabajar con él por que necesita una asistente y así también aprendo del manejo de las empresas, solo será un trabajo de medio tiempo e iré después de mis clases, así que no tuve otra opción que aceptar, sabes que ni mi papá, ni los tuyos aceptarían que trabaje de cualquier otra cosa de medio tiempo, finalizó Ava resignada. Aurora asintió y dijo – te entiendo, está bien si quieres hacer eso, te pareces mucho a Alex, el tampoco quiere depender mucho del dinero de nuestros padres, pero eso no tiene nada de malo, finalizó Aurora. -es que es mucha presión llevar el apellido Lombardi, Alex siente eso, por eso quiere hacerse un camino el mismo y yo lo apoyo, dijo Ava. Aurora inmediatamente añadió – yo también, pero creo que papá no lo ve así, pero bueno primero que termine de estudiar luego se verá como lidiamos con papá, finalizó Aurora.

Al llegar a casa Aurora encontró a su hermano en el jardín - ¿Qué haces aquí solito? Preguntó sentándose a su lado. – nada, solo estaba fumando un cigarro sabes que a mamá no le gusta el olor del cigarro en la casa, dijo Alex abrazando a su hermana. – y a mi tampoco, dijo Aurora mirándolo feo. Alex sonrió y dijo – ya, solo es un cigarro no seas exagerada. -¿Cómo te fue en tus exámenes? Preguntó a su hermanito. – Bien, tengo una semana libre ahora asi que quiero descansar un poco y ver algunas cosas que tengo que hacer con mi tío Daniel, finalizó Alex. - ¿te puedo preguntar algo? Dijo Aurora. – así te diga que no, igual lo harás, dijo con una sonrisa. – ¿tu sientes que ser un Lombardi es mucha presión? Preguntó Aurora.

La pregunta de su hermana lo tomó por sorpresa, Aurora nunca se había preocupado por eso, ella siempre había disfrutado su vida siendo la nena mimada de su padre. - ¿por qué de pronto me preguntas eso? Dijo Alex. – Bueno, es que Ava me dijo algo así, respondió Aurora. Alex se quedó pensando por un momento antes de responderle a su hermana, no quería que mal interpretará sus palabras – es simplemente que todo el mundo tiene muchas expectativas sobre nosotros, sobre todo mamá y papá, todos esperan que continuemos sus pasos y continuemos en la industria, pero también hay personas que piensan que nosotros solo tenemos lo que tenemos, los puestos y las empresas, por que las heredamos de nuestros padres, somos la tercera generación de millonarios, nosotros solo disfrutamos los que se sacrificaron fueron el bisabuelo y el abuelo, a papá y a mamá les tocó continuar e innovar y a nosotros también, pero nosotros no sabemos lo que es buscar un trabajo, empezar de cero, yo no quiero que me conozcan como Alex el hijo de… sino que la gente hable como que el es Alex, empresario de esto, tiene eso y tal cosa y además es hijo de Maximiliano Lombardi, quiero hacerme un nombre por mi mismo, finalizó. – pero no tiene nada de malo hacer uso de los recursos de nuestros padres, dijo Aurora. – yo no he dicho eso, no reniego de lo que tengo, estoy agradecido con la vida y con dios por la familia que me tocó, yo solo digo que quiero hacerme un nombre por mi mismo, eso no tiene nada de malo, finalizó. – eres muy maduro hermanito, dijo Aurora y añadió – Ava piensa igual, finalizó. – lo sé ella y yo hemos hablado mucho de esto, finalizó Alex. -bueno si necesitas algo, hablar con alguien o un consejo, sabes que puedes contar conmigo, cierto? Preguntó Aurora. - lo sé hermana, sé que cuento contigo y con los clones de mis hermanos, dijo Alex mientras abrazaba a su hermana y caminaban juntos hacia dentro de la casa.

Desde el balcón de su habitación Camila había visto la interacción de sus hijos, entró de nuevo a la habitación encontrándose a su esposo en la cama revisando su celular – nuestros hijos son maravillosos, dijo Camila. – lo son, respondió Maximiliano dejando su celular a un lado y haciendo que Camila se eche junto a él. – Gracias por darme el mejor regalo que me han dado en la vida, que es una hermosa familia, dijo Maximiliano dándole un beso a Camila. – te amo, mi amor y espero que algún día nuestros hijos encuentren un amor como el nuestro, finalizó.

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