Capítulo 2

Llege a casa hecha un asco, desate mi cabello atado a un chongo despeinado y me quite todo el traje de chico que utilizaba para trabajar los pantalones eran absolutamente cómodos. Entre a la ducha y deje correr el agua tibia por cada rincón de mi cuerpo; prepare un sandwich de crema de maní y fui a la cama, de verdad necesitaba descansar.

Estaba corriendo y alguien iba de mi mano, al girar y tratar de verle el rostro este lucia distorsionado, seguí corriendo hacia un callejón y le pedí a ella que se escondiera y cuando pudiera se fuera corriendo con todas sus fuerzas. Yo también me escondí esos hombres llegaron y no recuerdo como la escena cambia drásticamente y siento como si metieran una daga en mi Vag!na pese a que no ha tocado nada más me siento sucia y asquerosa; me duele tanto que se siente como estar agonizando. Escucho una detonación de un arma y acto seguido ahí estoy yo, cubierta de sangre con parte de un miembro en la mano y tres hombres tendidos en el suelo agonizando; siento como mis piernas son tan débiles que me dejan ir hacia atrás la escucho a ella gritar ayuda pero, ya no tengo la fuerza para ir tras ella, ni siquiera tengo la fuerza para abrir los ojos.

Desperté cubierta en sudor ¡De nuevo ese maldito sueño! Volví a ir a la ducha, me limpiaba y frotaba donde recuerdo que ese cerdo puso sus manos; ya pasaron dos años ¿Debería haberlo superado? No, claro que no; esas cosas no se olvidan ni se superan. Aprendes a vivir con eso sin que duela tanto, pero aún así hay días en que se te olvida ser fuerte y duelen bastante. Vi que Amir ya había llegado y bastante ebrio al parecer pues dejó un camino de sus prendas directo a su habitación. Incluso el dejó su celular en la sala.

Debía recuperar mi collar y lo único que tenía como indicio era que el tipo conocía a Amir, tome su celular y comencé a buscar entre sus números y uno de ellos tenía la foto del sujeto, el número estaba registrado como "Jefe" así que el imbecil era el superior de mi amigo. Recordé como un día el me llevó hasta la mansión de ese tipo, era aún temprano iría ahora mismo por lo que me pertenece.

Tome algo de dinero y tome un taxi hasta la dirección, el conductor parecía nervioso conforme nos acercábamos y era bastante obvio que no se quedaría a esperar que terminará. Pague por el viaje y si, definitivamente el imbecil vivía como un Dios, hay una ventaja sobrevivir en un lugar tan grande y es que el enemigo tardará en encontrar tu verdadera posición y hay dos desventajas que, en un lugar tan grande es más fácil burlar la vigilancia y además que entre mas seguridad más cerca esta el jefe.

Camine con cuidado y por precaucion llevaba mi rostro cubierto, por fortuna pude esquivar a todos y cada uno de los guardias y llegar a la habitación donde se encontraba aquel hombre, entre y para mi suerte el edor a alcohol me confirmó que estaría dormido un buen rato. Busque en su Blazer y ahí estaba mi colgante.

Me gustaría decir que la retirada también fue sin problemas pero, todo lo contrario, tuve que noquear a un tipo que me vio. Como tengo este instinto asecino no lo sé, olvide tanto que soy como una secuela de lo que un día fui. Volver a casa a pie no era una gran opción así que tuve que urtar un medio de transporte como una motocicleta, la lleve apagada hasta estar fuera de la gran villa, la encendí y fui hacia una zona bastante concurrida pedí un taxi y volví a casa. Estaba que moría de sueño, apenas toque la cama sentí como Amir salto sobre mi

-¿Sabes que tengo un terrible dolor de cabeza?

-Yo no te dije que bebieras tanto

-Oh bamos mi dulce Laila -era difícil pensar que el es un mercenario y asecino al verlo comportarse asi- ¿Me preparas tu brebaje?

Sonreí y asentí, me levante y le prepare "mi brebaje" a los minutos ya le vi mejor cara

-Bueno, viendo que sobreviviste a tu resaca me dispongo a dormir

-¿No dormiste bien anoche?

-No

-¿Sigues con las pesadillas?

-Si, y sigo tratando de recordar pero....

-El doctor a dicho que no te esfuerces

-Sabes? Todos y cada uno de los días me levanto con la sensación de que me falta el alma, y se que es ella; me gustaría buscarla pero ¿Puedo buscar a alguien cuyo rostro no recuerdo y tampoco su nombre?

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