Capítulo 4

-Jack ahora no, me interrogas después ¿Que no vez que estoy ocupado con ella?

El doctor me siguió explicando, Laila tuvo una laceración en la parte occipital de su cráneo casi justo donde la tuvo hace dos años; al despertar ella dijo que vio el rostro de "ella" y que recordaba su nombre, luego comenzó a llorar inconsolable y se frotaba la piel al parecer los recuerdos estaba llegando muy vividos a su cabeza. Estaba bien y podía llevármela si gustaba, pero si ella llegaba a presentar dolor de cabeza, letargia, vómito, náuseas o algún cambio de visión borrosa o alteraciones del oído debía llevarla rápido al médico.

-Sr Amir eso es todo -el doctor hizo una pausa y luego siguió- sabe que sí fuera por mi no le cobraría nada pero la institución....

-No hace falta explicaciones doctor, dígame ¿Cuánto es?

-Son 500 euros

-Tomé -vi como Jack extendía mil euros-gracias por su atención, Amir te veo en el auto.

La actitud de él parecía sospechosa, pero, ahora había algo más importante Laila, el doctor me guio hacia dónde estaba al verme ella arrancó todos los aparatos que estaban adheridos a su cuerpo y se lanzó a mis brazos

-Amir, Amir por favor vamos a casa ¿Si?

La calmé y le dije que iríamos a un lugar seguro, ella asintió y se tranquilizó, sin embargo; cuando un enfermero se acercó y trató de tomarle la mano para detener el sangrado que ella se había provocado por arrancar el catéter ella se le fue encima

-No me toques ¡NI SE TE OCURRA TOCARME IMBÉCIL!

Tuve que ponerme guantes y hacerlo yo para que se dejara, vi como muchos hombres tanto del personal de salud de la clínica como pacientes la miraban con morbo caminar, su pequeño cuerpo estaba únicamente cubierto por una camisa y no dejaba mucho a la imaginación. Al llegar subí al coche junto con ella y la arrope con mi chamarra

-Amir -Jack hablo sin siquiera mirarme- creo que dije que te esperaba a ti, no a ella.

-¿De qué hablas?

-Ordene qué reservarán una habitación en un hotel por una semana para ella, se irá a para allá; tu si iras a mi casa, sabes que no confío en mujeres y menos aparecidas

-Jack, a donde ella valla yo ire; y déjame decirte que ella no es ninguna "aparecida" lleva en mi vida dos años -vi como el me miraba con ira en su mirada- así que, si me recibes a mí en tu casa la recibes a ella; si no me bajo ahora mismo; además ella es una extensión mía si confías en mi le darás a ella aunque sea el boto de la duda.

Jack hizo una seña al chófer y le pidió que andará, la verdad juraba que el nos pediría que nos fuéramos ambos, pero, al parecer hoy estaba de buen humor.

-Amir -Laila me susurro al oído, ella estaba temblando como un cachorro en invierno- se perdió, mi colgante no está ¿Podemos ir a buscarlo?

-Enviaré por él

¿Como carajos ella había recuperado ese colgante si se suponía que Jack aún lo tenía? No quise preguntar pero, era bastante lógico lo que había sucedido, al llegar todos los hombres la miraban como si fuera la presa de pollo más jugosa del mundo, envié por ropa para ella y la encerré en un cuarto hasta que tuviera ropa decente.

-Amir -Jack me llamo y camino delante de mi hacia su estudio- ¿Me vas a explicar?

-No tengo ninguna relación romántica con ella

-¡Ja!

-La encontré hace dos años vagando por las calles -no podía decir la verdad o la mataría enseguida y yo no permitiría eso- ella estaba siendo vi×lada por un tipo, yo huía de la persecución de Marco y al verla tan frágil, pequela e inocente no pude evitar intervenir. Tú mejor que nadie sabe que, mataron a mí familia junto a mi hermanita frente a mi, y ella o el hecho de que estaba frente a la muerte de alguna manera me recordó eso. Mi amor y lealtad por ella es tan puro como el que tú le tienes a Leo.

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