Capítulo 5: Exigencia

Pasaron unas horas donde mientras los sirvientes atendían a Violet no la dejaban de observar en especial por el parecido de que tiene con Lucy, mientras en la corte real Aren exigía una explicación sobre la niña que trajo al palacio sin su autorización

— su majestad espero pueda dar sus explicaciones sobre la niña plebeya que vino con su persona.

— ahora veo porque esta reunión urgente, Duque Ruders usted siempre imponiendo sus ideales ante la corte.

— majestad en esto no tengo nada que ver, solo me preocupo por las consecuencias que podría traer la llegada de esa niña desconocida.

— Duque, escuche bien a mí no me venga a convencer con ese gesto bondadoso sé muy bien sus intenciones al igual que su hija que solo esta para calentar la cama de mi hijo.

— su majestad le pido respeto para mi hija Amalia ya que es su hija política.

— suficiente si desean saber la verdad bien se las diré, la niña que vino conmigo es la hija legítima de mi hijo con su concubina.

Ante tal revelación los ministros murmuraban entre ellos.

«Eso es imposible según las fuentes dijeron que la concubina era una mujer estéril»

«Esto es algo absurdo ponernos a una princesa de la cual no sabíamos su existencia»

«Espero que voten a esa bastarda que viene con puras mentiras»

Mientras eso Amalia fue anunciada su llegada a sala del trono donde fue informada por una de sus doncellas que se realizaba una reunión importante.

— silencio y paren de murmurar si tanto desean hablar son libres en vez de comportarse como hipócritas.

— bien ya que no hablan, se pueden retirar de sala.

Después de eso los ministros se fueron retirando ante la orden de la emperatriz madre.

— bueno Aren como escuchaste sobre la niña que traje al palacio, supongo que tienes dudas, así que descuida se harán las pruebas necesarias para probar tu paternidad y cuando eso suceda exijo sea coronada como primera princesa real de Fiore.

— eso no sucederá madre, sabes que cuando un miembro de la familia es coronado como primera princesa o príncipe asume al trono.

Amalia sentada a lado del emperador en sus adentros estaba furiosa que decidió intervenir.

— su majestad no puede cambiar la futura sucesión al trono, yo sé que en nuestro imperio por parte de la familia real una mujer puede ascender a emperatriz, pero esto es absurdo.

— madre opino igual que mi esposa ya se puso quien seguirá la sucesión y eso es mi hija Lucía por ser la primera en nacer, así que este asunto no se habla más madre.

— Aren, me sorprendes que pasan los años y sigues siendo su perro faldero de tu mujer que no sirve como emperatriz.

— Amalia sabes bien que te dije el día en que fuiste coronada sin mi aprobación que jamás permitiría que unos de tus hijos ascenderían al trono aún con esa advertencia sigues siendo una insistiendo, aunque te proteja mi hijo y tu padre para mi eres poca cosa que se puede destruir con facilidad.

— suficiente madre tu no me vas a quitar el mando en el palacio así que sale la bastarda por que sale.

— bien querido hijo si tú la votas yo me voy del palacio, pero eso si acuérdate quien tiene autoridad y apoyo político en la corte como en el imperio y todos en este lugar saben cómo me gane el apoyo como el puesto a puro esfuerzo y respeto hacia mi gente, algo que tu no valoras que desprecias a la gente plebeya como lo hiciste con tu concubina.

Amalia al escuchar solo apretó sus manos en su vestido reflejando enojo por los insultos de la emperatriz madre.

— ahora Aren tú decides o le das el título como el derecho a subir al trono o te olvidas de mi apoyo.

— madre por favor no me pongas entre la espada por esa bastarda.

— Aren, sabes cada día mas me decepcionas con tu forma de gobernar tu bien sabes que me esforcé para educarte de la mejor forma para que seas un buen emperador, pero veo que la influencia de tu mujer hizo que fallarás en muchos ámbitos.

— está bien su majestad aceptó hacer las pruebas, si es verdad será nombrada princesa, pero tengo una condición ella como mis hijos lucharán de quien es digno para que suban al trono.

— aceptó la condición su majestad, sin más me retiro.

Aren después de esa exigencia por parte de su madre se retiró sin mirar atrás para ir a su despacho personal para beber una copa de vino y maldiciendo a Lucy por arruinar su vida desde su aparición al palacio.

Mientras en la residencia de la emperatriz madre, en una de las habitaciones que le fue asignada que estaba bien decorado con detalles extravagantes Violet estaba observando todo a su alrededor desde la ventana en eso entró su abuela para abrazar a su nieta.

— mi Violet de ojos esmeralda, desde hoy prometo protegerte con mi vida, tal vez no lo pude hacer con tu madre, pero ahora será diferente.

— abuela que paso por qué tan melancolíca.

— mi pequeña desde hoy quiero que seas fuerte y una mujer de carácter, porque al entrar al palacio te hiciste de muchos enemigos.

— abuela quiero que desde hoy no te culpes por lo que sucedió con mi madre eso ya pasó y seguro desde el cielo ella te perdono y lo otro seré fuerte abuela te lo prometo.

— bien, mi niña esa es la actitud mañana vendrás conmigo para hacer unas pruebas para luego dar el anuncio de tu llegada al palacio.

Después de eso se dispusieron a descansar en la misma cama abrazadas y prepararse para el día de mañana donde anunciarían la llegada de Violet el palacio.

Continuara…

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