Desde ese día en que la emperatriz madre reveló a Violet de su origen y sobre quien era su padre no salió de su habitación por una semana hasta asimilar todo lo que le contó su abuela por cuál en ese tiempo no deseaba recibir su visita tanto que la rechazaba así transcurrió hasta llegar un mes en que Violet evitaba a su abuela.
— Rosy, como está mi nieta.
— su majestad ella se encuentra bien, pero por lo que veo sigue rechazándola.
— Rosy espero que mi niña Violet algún día ella me perdone por el error que cometí con su madre al obligarla a algo que nunca aceptó.
Violet al escuchar esas palabras por parte de su abuela decidió salir del pequeño escondite donde se posó para escuchar la conversación.
— abuela… este...
— ¿Cómo has estado mi niña?
— bien abuela, pero podemos hablar en privado.
— por supuesto, donde deseas hablar.
— podemos ir al jardín.
Así la emperatriz madre accedió a la petición de su nieta en donde ambas salieron al jardín en donde las flores brotaban con poco brillo debido al clima mientras los árboles botaban pequeñas hojas color naranja por la llegada de la temporada de otoño, pasado el momento Violet decidió hablar sobre un tema importante.
— abuela este según me contó Rosy en nuestro imperio puede tomar el trono una mujer siempre cuando muestre capacidad para el puesto, eso es cierto.
— este… tu… Violet como sabes sobre ese tema, pero solo te puedo decir que es cierto y te lo digo porque mi persona al ser hija única de los anteriores emperadores fui la única heredera quien subió al trono con el puesto de emperatriz.
Violet ante esa revelación se quedó impresionada tanto que su deseo por ir al palacio y conocer a su padre. se hizo más fuerte
— abuela quiero conocer el palacio como a mi padre.
— mi niña eso no lo puedo cumplir porque le hice la promesa a tu madre de no llevarte al palacio.
— abuela sé que la promesa que le hiciste a mi madre es invaluable, pero deseo conocer a mi padre.
— mi niña desde que tu naciste tu padre nunca quiso saber de ti, porque ahora me insistes en conocerlo.
— la razón es simple abuela quiero que me otorgue el título de princesa real.
— mi nieta querida sabes que al tener ese cargo tendrás grandes responsabilidades entre eso el rol de aceptar un compromiso al cumplir tu edad de diecisiete años.
— queee!! …, abuela es obligado eso del tema de los compromisos.
— si mi niña, ahora aun sabiendo eso deseas pisar el palacio.
— si abuela con la condición es que tú seas mi ángel guardián en ese lugar, aceptas.
— aceptó mi niña.
Al terminar se abrazaron como si no hubiera un mañana así pasaron una semana donde todo estaba listo para la despedida en donde todos los sirvientes que trabajaban en la casa se despidieron entre lágrimas de su pequeña señorita quien era la alegría del hogar.
— los voy extrañar mucho a todos por favor cuiden de esta casa como cuidaron de mí.
— princesa de eso no tenga duda, esperamos que usted tenga una plena felicidad al lugar al que vaya cuídese mucho.
Después de empacar y despedirse subieron al carruaje real en compañía de Rosy para dirigirse al palacio.
— abuela este una pregunta que tan peligroso es vivir en el palacio.
— Violet el palacio es un nido de víboras dispuesto a morder con tal de obtener lo que desean, así que escucha cuando lleguemos ahí estarás bajo mi tutela y protección.
— está bien abuela.
El cochero dio aviso de que habían llegado, al salir del carruaje en la entrada principal todos los presentes quienes vieron bajar a la emperatriz madre mostraron reverencia sin más preámbulos bajo Violet agarrando la mano de su abuela la emperatriz madre al observar ese acto todos los presentes quedaron desconcertados tanto que posaron sus miradas en Violet pero sin tomar importancia pasaron de largo donde las puertas se abrieron por los caballeros anunciando la llegada de la emperatriz madre así que mientras caminaban Violet se quedó impresionada de todos los lugares pero más avanzaba se quedó anonadada por el jardín que reflejaba una belleza única de la naturaleza así caminando en unos segundos llegaron a la residencia conocidas el pabellón de la rosas era de igual a la parte principal del palacio donde habitaba la emperatriz madre.
— Violet por ahora te quedarás en esta residencia hasta anunciar tu llegada al emperador, por ahora hay que pedir alguien que te de un baño y comida.
— Rosa este podrías atender a mi nieta por un rato, una cosa que no se te escape de aquí.
Mientras la emperatriz madre ordenaba a Rosa, un hombre de mediana estatura de cabello rubio se acercó inclinando la cabeza a la emperatriz madre para informar que el emperador requiere su presencia en la sala del trono.
— su majestad, este su hijo el emperador solicita su presencia en la sala del trono con los ministros presentes.
— esto si es sorpresa después de tiempo quieren mi presencia esa manada de víboras, vamos, te sigo Albert.
— su majestad este sobre la niña que ha llegado con usted, me sorprende el parecido extraordinario que tiene a Lucy Leroy la concubina de su hijo.
— Albert por los años que has trabajado para la familia imperial sabes todo lo que sucede en este lugar y no tengas duda esa niña es la hija de Lucy.
Después de esa revelación se encaminaron a la sala del trono.
Continuara…
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