Mientras Violet descansaba en su pequeña habitación de su modesto hogar, en el palacio se anunciaba la llegada de la emperatriz madre ante la corte quienes estaban en plena reunión para tratar sobre quién sería el siguiente sucesor al trono.
— majestad quisiéramos saber cuándo anunciará a su sucesor al trono.
— ministros de la corte no coman ansias eso se anunciará cuando mis hijos cumplan la edad de diez años.
— ahora hay otro asunto que tratar.
La corte solo callo y todos se empezaron a retirar de la sala.
— madre que te trae a la sala principal del trono.
— por ahora nada únicamente comunicar que dejes de mandarme a seguirme, porque estoy harta de esa actitud.
— su majestad eso lo hago porque desde varios años usted actúa raro siempre sale al mediodía quien sabe a dónde luego apareces al anochecer.
— Aren escucha bien, que seas el emperador no te da derecho a seguirme si tanto deseas saber a dónde me voy bien te lo diré.
— entonces madre me podría decir dónde va...
— voy a ver a mi nieta, la hija que tuviste con tu concubina Lucy.
Aren al escuchar esas palabras solo le hicieron recordar a la mujer que nunca amo y que solo la tomó por obligación como su concubina tanto que se retiró enojado porque su madre no paraba de recordarle su error.
Por parte de la emperatriz madre solo se retiró a su habitación a descansar mientras eso ella sola pensaba en el dolor que le causó a la madre de su nieta cuando la obligó a casarse con su hijo tanto que la hizo recordar el pasado que tanto ocultaba sobre Lucy.
.
Años atrás...
Lucy una hermosa joven sencilla y noble que se distinguía por sus ojos que eran como una esmeralda, era apreciada por la reina tanto fue el cariño maternal que al cumplir los 17 años la emperatriz decidió nombrarla concubina real del príncipe heredero Aren.
Así se hicieron los preparativos en el reino para la unión de la pareja, donde la ceremonia se realizó en el templo real donde la pareja recitaría los votos del compromiso.
—Yo Lucy Leroy le entrego mi fidelidad y amor a usted príncipe Aren Dufourd.
—Yo príncipe de Fiore le entrego mi amor y fidelidad a ti Lucy Leroy.
Con los votos finalizados por ambas partes donde se prometieron fidelidad y amor, al cual con el paso de los años nunca cumplió porque en este tiempo Aren conoció a la hija de un duque importante se llamaba Amalia era una mujer hermosa de cabellera rubia con buenos atributos con la cual se casó donde ambos subieron al trono como los nuevos gobernantes de imperio de Fiore.
Pasaron dos años donde Lucy en plena soledad vivía en plena armonía porque aunque era despreciada por su marido aun así ella brillaba de felicidad, pero toda esa tranquilidad se desmoronó en una noche cuando Aren en un arranque tras discutir con Amalia se fue a la habitación de Lucy donde con furia y frustración abuso de Lucy de la peor manera tanto que la dejo con una marca horrible después de ese incidente la emperatriz madre sacó a Lucy del palacio donde la llevó a vivir en una casa sencilla donde se llevaron una sorpresa de nueve meses donde nació Violet, después de dos días tras el parto Lucy quedo muy débil que no resistió mucho, ya que su cuerpo no respondía donde repentinamente falleció sin antes entregar a su doncella fiel una carta para su hermosa hija.
.
La emperatriz madre tras recordar ese pasado oculto solo deseaba que cuando llegara el día en donde su nieta se enterara de la verdad no la odiara porque al fin de cuentas para que sufriera la madre de Violet la responsable era su persona.
Pasaron los días en donde la emperatriz madre convivía mucho con su nieta bella, tanto que un día de tanta insistencia por parte de Violet decidió cumplir su capricho la cual era sacarla a pasear a conocer la ciudad del imperio, cuando caminaba por esas calles donde en cada lugar se encontraba con diferentes puestos desde comida hasta venta de libros como vestidos de la última moda que quedó maravillada.
— abuela este sitio es hermoso, sabes fuiste muy mala al no llevarme a pasear por estos lugares.
— mi pequeña fue un error mío, pero desde ahora te prometo salir a pasear cuando tú quieras.
— bien es una promesa abuela.
Así Violet y su abuela pasaron un bello momento visitando diferentes puestos hasta que llegó la noche donde tenían que regresar a la casa, en eso la emperatriz madre choco con el Conde Duránd.
— majestad que placer verla por estos lugares espero disfrute mucho de los lugares.
— Conde Duránd igualmente que tenga una buena noche.
Mientras eso sucedía Violet se quedó sorprendida de cómo ese hombre bien vestido le llamó a su abuela «su majestad», pero aun así con las dudas solo tomó la mano de su abuela para ir a su casa.
Continuará…
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 42 Episodes
Comments