Bryluuk: Esa mujer... ¿Quién será? Vaya... Las preguntas no dejan de llegar y llegar... Ya me estoy cansando de todo esto... (Confundido mencionó, mientras intentaba asimilar lo que había visto en ese peculiar sueño)
Auch... Me duele horrible la cabeza... Y el cuerpo... (Quejándose un poco a causa del dolor que sentía, procedió a sentarse con cuidado)
Espera un minuto... Había alguien más aquí cuando yo... (Tras recordar lo último que vieron sus ojos antes de desvanecerse, giró la cabeza lentamente, para luego presenciar a un extraño hombre quien solo lo observaba con detenimiento)
¿Quién eres tú? ¿Puedo ayudarte en algo? (Cauteloso empezó a ponerse de pie sin despegar la mirada del sujeto que únicamente se limitaba a mirarlo)
El extraño hombre se trataba ni más ni menos que del misterioso tipo quien se le había quedado viendo horas atrás cuando se dirigía a la estación de trenes; sin embargo, esta vez la oscuridad ya no estaba, por lo que su apariencia ahora podía notarse a la perfección. El hombre era alto y de complexión fornida, el cual vestía en la parte superior lo que parecía ser una sudadera de color negro con detalles amarillentos y rojizos, aunado a una bufanda percudida de tono cereza que envolvía su cuello; en el área baja portaba un pantalón de la misma tonalidad que la bufanda y en la zona de sus pies unos tenis oscuros. Su cabellera era extensa y blanquecina, sus ojos de un amarillo radiante que aparentaban brillar a causa de su tez clara; y por último, en cada una de sus mejillas llevaba grabadas tres cicatrices, imperfecciones tan notables que con el simple hecho de verlas uno comenzaría a sentirse intimidado, esto gracias a la expresión no amistosa que siempre tenía encima aquella rara persona.
???: Mi nombre es Zareth Minami. Y te he estado esperando por mucho tiempo. Tengo muchas cosas que contarte, así que debemos irnos de este lugar, rápido. (Al terminar sus palabras se acercó un poco a él, siendo lo más directo y preciso que podía)
Bryluuk: ¿Cómo sabías que iba a estar aquí? ¿Y qué me tienes que decir? ¿E irnos, a dónde? No entiendo nada de lo que dices, explícate... (Confuso por lo que estaba sucediendo dio un paso hacia atrás, ya que temía que algo le fuera a hacer el hombre)
Zareth: Por favor, no hagas las cosas más difíciles. Todas tus preguntas serán respondidas, pero debes hacerme caso, no podemos estar aquí, al menos no tú. Mientras más prologues tu estadía, más daño harás a las personas, entiéndelo.
Bryluuk: No comprendo... ¿De qué rayos estás hablando? ¡¿Qué mierda dices?! Me la he pasado preguntándome sobre lo que sucede conmigo últimamente, las cosas que siento, lo que sueño, esos malditos episodios tan extraños donde veo electricidad salir de mi estúpido cuerpo. Tantas cosas que tengo en la mente, tantas preguntas sin respuesta alguna. Y llegas tú, ni siquiera te conozco, y hablas como si fuera a ocurrir otra maldita cosa, ¿qué mierda pasa? (Frustrado por las situaciones que lo aquejaban expresó su más profundo descontento)
Zareth: Entiendo por lo que pasas. Yo también tuve mis preguntas en su tiempo y sentía la misma impotencia que tienes en este momento... Pero después entendí todo, y lo hice gracias a una persona, la cual respondió con lujo de detalle cada una de ellas. Esa misma persona es la que me ha enviado por ti, para que puedas entender lo que te sucede como lo hizo conmigo. Y es por ello que debemos irnos de aquí cuanto antes. Si fuera por mí te contaría todo mientras tomamos café, pero este no es el caso, no puedes estar más tiempo en esta ciudad, eres peligroso e inestable.
Bryluuk: ¿Peligroso? ¿Yo? ¿Cómo podría? Yo no soy... No soy una mala persona... (Un poco alterado por lo que había escuchado, llevó su mano izquierda hacia la derecha, para luego tocar el área donde llevaba el símbolo grabado)
Zareth: Apuesto a que una de tus tantas preguntas es sobre el origen de la marca en tu mano, ¿o me equivoco? Ese extraño símbolo que yace adherido a ti. (Al ver lo que hacía para ocultar algo que él ya sabía, no pudo evitar cuestionarle)
Bryluuk: ¿Cómo lo…? ¿Cómo lo viste? Y más importante aún, ¿cómo sabes del símbolo? ¿Quién eres realmente?
Zareth: Todas esas interrogantes puedo contestártelas, no me concierne a mí hacerlo, pero si te parece bien, puedo darte algunas respuestas para que entiendas de una vez por todas lo importante que es esto.
Bryluuk: ¿Estará hablando en serio? (Al no tener la menor idea de lo que hablaba, fue cegado por la posibilidad de obtener una posible verdad)
Zareth: Pero, si de verdad las quieres te las daré en el camino, así que debes acompañarme. Si realmente quieres saber lo que ocurre, ven conmigo.
Bryluuk: Esto... Es tan extraño. Antes... Antes me dijiste que era peligroso e inestable, ¿por qué lo soy? No comprendo, ¿me estoy convirtiendo en un Veridian? ¿Me transformaré en una especie de monstruo o algo así? (Retrocediendo aún más le contestó, a la par que su ritmo cardíaco ascendía)
Zareth: Está bien. Esto será lo primero que te diga, ya es cuestión tuya cómo lo tomes, e incluso creo que tendrás más preguntas después de saberlo, pero aquí va. Tu cuerpo en estos momentos emite una extraña radiación, la cual es muy impredecible. En ocasiones entra en estado de reposo y es básicamente benigna, pero en otras comienza a expandirse, a lanzar grandes cantidades de energía al aire, dando pie al nacimiento de los Veridian tras afectar sus genes. Esta radiación es la que convierte a los humanos en esa nueva raza, la que les brinda habilidades, o la que los enferma de Shadow Point, dependiendo mucho de la persona con la que haga contacto, como si esa energía eligiera a quién enfermar o a quién dotar de poderes.
Bryluuk: ¿Qué…? Espera, ¿qué? ¿Estás hablando en serio? (El solo hecho de escuchar lo que le había dicho provocó que su mente se ciclara, pues no se esperaba semejante contestación)
¿Qué mierda está pasando? No puede ser cierto, ¡es mentira! ¡¿Cómo puedes venir a mi casa y decir todos esos disparates?! A.M.B.E.R. ha pasado años investigando a los Veridian para resolver el origen de sus mutaciones genéticas, ¡años! ¿Y vienes tú y me dices que es una radiación que emite mi cuerpo? La raza Veridian ha estado en este mundo desde antes que yo naciera, ¿cómo puede ser posible? ¡Deja de decir mentiras! ¡¿Quién eres realmente?! Suficiente tengo con mis malditos problemas, con las constantes preguntas que me hago tratando de saber lo que sucede, no tengo tiempo para tus estupideces, sin ofender. Yo... Yo... Aghh, mi cabeza... (De repente un dolor intenso causó que sostuviera su frente con fuerza, un sentir que era notado sobre su fruncido rostro)
Me duele... Me duele mucho... ¡Mierda! (Debido al insoportable dolor cayó de rodillas al pasto, y todo esto ante la mirada inexpresiva de Zareth)
Zareth: Las visiones no tardarán en llegar... Tengo que hacer algo y rápido. Lo que sea que vaya a ver en ellas, cualquier cosa que perciba en esa realidad, será muy malo. Debo evitarlo a toda costa, debo hacerlo... (Al momento en el que lo vio caer al suelo, se dio cuenta de que algo muy malo estaba por pasar)
Solo escúchame, no te dejes llevar por lo que veas en esas imágenes, que no dominen tu mente, recuerda que tú tienes el control y que nada de eso es real, al menos ya no. No son tus recuerdos, no son tus sentimientos ni penas, no son nada tuyo, así que por lo que más quieras ¡no te dejes llevar! ¡¿Está bien?! (Alarmado y con toda la intención de tranquilizarlo, se agachó un poco para que mantuviera la calma)
Pero fue cuando terminó sus apresuradas palabras, que su rostro se tornó de un segundo a otro totalmente nervioso y angustiado, pues sabía lo que implicaba seguir aquello que apareciera en forma de recuerdo en su dividida y afligida mente. Por lo que con sorpresa e impotencia siguió observando a Bryluuk, quien permanecía con sus manos apretando su cabeza en señal de desesperación, para momentos después ser testigo de algo más sorprendente aún; ya que de pronto una cantidad considerable de pequeñas chispas eléctricas comenzaron a rodearlo justo como había sucedido minutos atrás. Sin embargo, con el pasar de los segundos estas cobraron más fuerza y energía, lo cual ocasionó que los pequeños rayos crecieran exponencialmente hasta alargarse de un modo tan caótico y demencial. Las ahora tiras de electricidad pura se desplazaban por el suelo a ojos de Zareth, quemando gracias a su intensidad el pasto que yacía debajo de sus pies y provocando su inevitable retroceso, puesto que conforme más se acercaban los látigos cian emergidos de su decaído cuerpo, más peligroso era estar cerca de él.
Bryluuk: Por favor, no... No... ¡Ya no! (La energía eléctrica que provenía de sus extremidades se tornaba peor a cada instante, causando que la velocidad y poder de la misma aumentara radicalmente)
Se hallaba tan devastado y perdido por todo lo que estaba ocurriendo, por todo lo que sentía y por todas las preguntas sin respuesta que aún abrumaban sus pensamientos. Muy en el fondo anhelaba dar con la verdad de cada una de ellas, pero se le era imposible hacerlo debido a que tales incógnitas estaban demasiado lejos de su entendimiento, ocasionando que se atascara en los lodosos pantanos de su ya delicada y fracturada psique. No obstante, segundos más tarde cayó la última gota que derramaría el vaso, puesto que desde el gran abismo mental que tenía, brotaban lo que parecían ser recuerdos, imágenes aleatorias de lugares tanto extraordinarios como tétricos, para luego culminar con una aterradora escena. En ella podía apreciarse la silueta oscura de un hombre quien se encontraba de pie sobre un suelo repleto de sangrientos cadáveres, cuerpos cuyas extremidades yacían lejos de sus troncos, totalmente desmembrados, calcinados y hasta reventados por una enorme fuerza que les había arrebatado la vida; así como también era posible percibir las arrasadoras llamas de fondo y las grandes cantidades de humo que estas soltaban al cielo, adornándolo de tal manera que el brillo de las estrellas y de la luna cedían ante su espesor. Bryluuk estaba viviendo ese preciso momento como si realmente estuviera pasando; pero todo llegaría a su fin gracias a un simple movimiento por parte del oscuro sujeto, ya que al saber de su presencia este giró levemente para observarlo. Y fue cuando lo hizo que de pronto el corazón de Bryluuk se detuvo por unos breves instantes, debido a la gran impresión que tuvo al ver aquellos ojos tan penetrantes mirándolo fijamente, de una tonalidad rojiza brillante, cubiertos por un inusual marco negro.
Bryluuk: Ese hombre... ¡Tú! Ya no causarás daño... ¡Ya no más! (Al terminar de hablar y abrir los ojos de golpe se apreciaba cómo sus iris brillaban de un intenso color cian, como si de dos pequeñas linternas se trataran)
Zareth: Esa luz... Está en trance. ¡Mierda! Ya es demasiado tarde, es muy peligroso en su estado actual. ¡Será mejor que actúe de una maldita vez! (Preocupado por lo que podría pasar, decidió hacer algo con el fin de detenerlo, pero fue cuando se dirigió a él que algo más ocurrió)
A los pocos segundos de que Zareth se abalanzara en su dirección con el propósito de ponerle un alto a su comportamiento, fue que el entorno en sí se vio afectado por un extraño fenómeno temporal, mismo que alteraba de manera constante la gravedad a su alrededor, provocando que el movimiento de las cosas empezara a ralentizarse conforme el tiempo disminuía; justo como había sucedido en el tren y en la calle. El verde y vívido pasto, el cual era sacudido gracias a la suave ventisca, se detuvo sin más, al igual que las pequeñas hojas que fueron alzadas a causa de los desesperados y rudos pasos de Zareth; lo que ocasionó que los diminutos trozos de vegetación permanecieran suspendidos en el aire junto a las partículas de tierra, resultado de sus enérgicas pisadas. A primera instancia no tenía la menor idea de lo que estaba ocurriendo, ya que su único objetivo era el de impedir a toda costa que Bryluuk perdiera la cordura, sin embargo, fue cuando trató de extender su brazo para sostenerlo que se dio cuenta del carente flujo temporal, suceso que no hizo más que extrañarlo. Rápidamente, desvió la mirada hacia todas las direcciones, solo para comprobar al instante que, en efecto, el escenario entero se hallaba en una absoluta pausa, donde todo movimiento ahora era inexistente, así como el propio sonido, puesto que ya no había nada que lo produjera. Tales imágenes eran sorprendentes al grado de ser realmente imposibles, pues en ellas podía apreciarse el cómo las aves, las cuales sobrevolaban la zona, eran víctimas de la desaparición del tiempo al permanecer en el aire en completo congelamiento, sin la maravillosa facultad de continuar sus vuelos e incluso de producir sus tan característicos cantos. No obstante, eso no era lo único especial, ya que, por otra parte, los frondosos y enormes árboles de las cercanías también habían sido perjudicados por la misma razón, logrando observarse cómo las hojas de cada uno de ellos se mantenían inertes, ya sea que estuvieran adheridas a las gruesas ramas o de camino al suelo por soltarse de ellas; totalmente pausadas en el aire a medio trayecto debido a la falta de brisa y gravedad del entorno. Zareth veía todo esto con unos ojos asombrados, mientras que las descontroladas tiras de electricidad rozaban su cuerpo y el brillo de sus energías iluminaban sus extremidades mediante su radiante y peligrosa luz. Las incesantes ramificaciones crecían a pasos agigantados, quemando ferozmente la hierba y la tierra que tocaban en el punto de impacto, lo cual dio origen a manchas tan oscuras como el carbón al ser arrasadas por completo.
Zareth: Está liberando su poder... Su velocidad. Esto es muy malo... (Impresionado pensó al ver lo que Bryluuk estaba haciendo, hasta qué...)
Bryluuk: No importa lo que pase... Juro que te detendré... Ody... (Tras decir esa última palabra a través de un tono abundante de seriedad, alzó la cabeza solo para revelar un rostro repleto de rencor y furia, a la vez que inhibía la pausa temporal gracias a su acción)
Zareth: ¡Mierda! (Al terminar de escucharlo y notar cómo lo miraba directamente a los ojos, no dudó en retroceder un paso)
Bryluuk: ¡Ya no dejaré que mates a nadie más! (De pronto comenzó a mover sus manos para usarlas como apoyo contra el suelo a fin de poder levantarse, todo esto sin dejar de apartarle sus ahora resplandecientes ojos, los cuales no veían más que una silueta oscura frente a ellos)
Bryluuk había logrado traer consigo la aparición del denominado "tiempo cero", gracias a las extrañas, pero increíbles habilidades que ahora poseía. Fenómeno que resultaba ser un peculiar evento espacio-temporal que anulaba en su totalidad el flujo correcto y continuo del tiempo, una ilusión generada a partir de una velocidad extrema y que solamente puede apreciarse desde la perspectiva del causante; ya que fuera de la burbuja anómala que lo envuelve, es como si nada estuviera pasando, siendo una brillante estela de energía lo único observable a ojos ajenos, un sendero lumínico que no dura más de un segundo y que sigue el movimiento de quien lo ocasiona. Aprovechando semejante fenómeno fue que pudo desplazarse de un modo extremadamente veloz hacia Zareth, dejando a su paso un rastro de electricidad radiante y pura, misma que denotaba la gran rapidez a la que se movía. El fornido hombre de cabellera peliblanca se alarmó tan rápido y supo de su presencia, debido a que de un momento a otro ya se encontraba delante de él, como si se hubiera teletransportado. Estaba totalmente atónito por lo sucedido que ni siquiera pudo prever lo que ocurriría instantes más tarde, puesto que de repente, Bryluuk, por medio de otro acelerado movimiento, consiguió sujetarlo de la bufanda que llevaba, para luego tras un fuerte giro arrojarlo con una desmedida fuerza hacia la parte trasera de su casa, lugar en el que atravesó de manera violenta una de las ventanas y posteriores paredes de madera, hasta finalmente estamparse contra el duro suelo de mosaico, el cual quebró gracias a la intensidad del impacto. Todo esto había ocurrido dentro de la tan fantástica manifestación temporal, causando que los escombros de vidrio de la ventana y los trozos de madera permanecieran suspendidos en el aire, flotando y moviéndose ligeramente hacia sus respectivas direcciones gravitatorias.
Zareth: Es... Muy rápido y muy fuerte... Él me advirtió de esto y ahora vaya que lo estoy sufriendo. Tsch, tendré que detenerlo a como dé lugar... (Mediante unas leves quejas trató de levantarse, mientras no dejaba de ver aquel agujero que él mismo había hecho al atravesarlo con la espalda)
No esperó a que Bryluuk llegara, por lo que tan pronto y se puso de pie, lo primero que hizo fue desaparecer entre unas vívidas llamaradas de fuego cian con el propósito de emboscarlo cuando lo viera. A los pocos "segundos" de que esto pasara, el hipnotizado chico arribó de forma instantánea, dejando detrás de él una reluciente estela de electricidad y luz, la cual nacía desde el agujero hasta donde ahora se encontraba, un camino de energía que resaltó el trayecto que había tomado para llegar ahí. Minuciosamente, comenzó a buscarlo con la mirada para poder así continuar la batalla fantasma que pasaba por su desorientada cabeza, solo viendo frente a él lo que parecía ser un deprimente paisaje, repleto de agonía y desolación a dondequiera que girara la vista. Y fue mientras se hallaba en su búsqueda que en un abrir y cerrar de ojos, Zareth apareció justo a su espalda, emergiendo de sus características flamas, mismas que se disiparon rápidamente en el aire, trayendo como resultado la totalidad de su cuerpo. Bryluuk, al darse cuenta de esto, dio la vuelta con el fin de golpearlo, sin embargo, Zareth consiguió detenerlo firmemente con la ayuda de su mano izquierda antes de que sucediera, para luego, tras ejercer un fuerte impulso con ella, mandarlo a volar hacia la pared delantera en la que procedió a estrellarse de una manera brusca, solo para segundos más tarde caer al piso y azotarlo con el pecho y la cara, al ser atraído por la gravedad. No obstante, esto pareció no importarle, ya que empezó a levantarse como si nada hubiera ocurrido, sin siquiera quitarle la mirada de encima a su, según él, "enemigo".
Zareth: Ahora lo único que puedo hacer para traerte de vuelta es noquearte. Así que no me dejas otra alternativa, lo siento mucho, en serio. (Determinado a luchar con él optó una postura de batalla, a fin de frenar su nuevo yo de una vez por todas)
Bryluuk: No te saldrás con la tuya... ¡Ya no lo harás! ¡¿Me escuchaste?! (Melancólico y molesto a la vez, se dirigió a su adversario por medio de una quebradiza voz, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas; un sentimiento que no pudo evitar y que lo orilló a movilizarse hacia él, dejando a su paso un millar de hilos eléctricos)
Fuera de la peculiar batalla que llevaban a cabo y de regreso en la preparatoria, Mei continuaba pensando en lo que había sucedido con anterioridad, justo en el mismo lugar donde Bryluuk había perdido el control. Todos estaban tan asustados por ello que la voz de cada uno de los estudiantes podía escucharse claramente, aquellos murmullos exclamando sus disgustos, miedos y teorías, puesto que muchos llegaron a pensar que se había tratado de un ataque terrorista Veridian a manos de Bryluuk, motivo por el cual no dejaban de asombrarse, debido a que creían haber descubierto su verdadera naturaleza. Sin embargo, Mei era todo lo contrario, ya que ella intentaba entender de la mejor manera posible lo que estaba ocurriendo, pues muy en el fondo, era consciente de que su amigo necesitaba ayuda... Pero lo que no sabía, era cómo brindársela. Al poco rato del acontecimiento, los Buster Boost no tardaron mucho en llegar, por lo que algunos de ellos ya se encontraban hablando con los profesores, haciéndoles preguntas al respecto y tratando de saber con exactitud lo que había pasado, al mismo tiempo que otros auxiliaban a los alumnos más inestables e histéricos, quienes habían experimentado una tremenda exaltación y susto a causa del previo suceso.
Mei: No entiendo nada de esto, por más que quiera hacerlo... ¡No lo sé! Pero quiero saberlo, ¡tengo que averiguarlo a toda costa! (Ansiosa por descubrir la verdad que tanto le ocultaba su amigo, caminaba de un lado a otro sosteniendo sus manos con nerviosismo)
Él debe darse cuenta de que me importa, ¡tiene que darse cuenta! ¡Sabe que puede confiar en mí! (Frunciendo el ceño con impotencia y fragilidad cerró ambos puños y se los llevó hacia su frente, para luego romper en un desconsolado llanto)
???: ¡Mei! (De repente una voz lejana pudo escucharse, una muy grave e imponente que se ubicaba a sus espaldas)
Mei: ¿Huh? Señor, Jugger... (Asustada y sorprendida por la voz que la había llamado, dio la vuelta para dar con el responsable)
Asombrada por semejante presencia, no hizo más que esperar a aquel respetable hombre, quien era ni más ni menos que el padrino de Bryluuk: Jugger Muller. Un hombre alto, de complexión atlética y una edad madura, el cual pese a ser su ahora figura paterna, también era el principal hombre al mando de la unión militar A.M.B.E.R., fungiendo como general gracias a que este había sido uno de los miembros del equipo Founders, el primero en crearse después de su fundación y el primero en implementar las armaduras Buster Boost. Su apariencia era relativamente igual a la de los demás soldados Boost, pues vestía uno de los característicos trajes usados para combatir en contra de los Veridian, mismo que era de un tono en su mayoría blanco, con pequeños detalles negros y otros de un color rojo metálico, siendo este último el que más relevancia tenía, pues representaba la función militar en su actual equipo, que en su caso era la de Heavy Weapon, especialidad destinada al armamento pesado. Llegando al área superior, misma que lograba verse a causa de su falta de casco, pues este lo llevaba en su mano derecha, pudo apreciarse claramente cómo era su rostro; sus facciones eran un tanto agresivas, su tez morena, sus ojos de un color esmeralda y para finalizar, su cabello era corto y de un tono carbón intenso.
Jugger: Mei, ¿qué demonios sucedió aquí? Hubo reportes de varios estudiantes notificando un ataque Veridian. En cuanto supe de la movilización de mis hombres y hacia dónde se dirigían vine volando. ¿Dónde está Bryluuk? ¿Dónde está mi ahijado? (Serio, pero a la vez preocupado le cuestionó a la par que direccionaba sus ojos hacia todas partes intentando dar con él)
Mei: Señor, Jugger... Yo. Yo no sabría cómo explicárselo, todo pasó tan rápido y... Y... (Sin siquiera poder terminar la oración, siguió llorando llevando sus manos a sus ojos)
Jugger: Tranquila, dime qué fue exactamente lo que pasó. Deja de llorar y hazlo, sabes que yo puedo ayudar. (Mediante una clara señal de compresión la tomó levemente del hombro a fin de calmarla un poco)
Mei: Se trata de Bryluuk, él fue quien ocasionó todo esto. No sé por qué, pero de repente vi que su cuerpo era cubierto por pequeños rayos y sus ojos... Sus ojos cambiaron de un momento a otro, era como si le brillaran y después... Después, lleno de coraje lanzó a un idiota contra los casilleros. Los paramédicos ya se lo llevaron de urgencia, pero todos se asustaron, porque fue algo tan fuerte, que hasta a nosotros nos dejó en el suelo. Yo no quiero teorizar nada, pero Bryluuk pareciera que está experimentando una especie de mutación Veridian. No me ha dicho nada al respecto por si se lo pregunta, en serio no me ha dicho nada. (Un poco desilusionada por ello, bajó la mirada sin más)
Jugger: Vaya... Nunca me imaginé escuchar eso... Ay, mierda. Lo he notado muy extraño estos últimos días. No he hablado mucho con él, pero es más distante de lo normal. (Angustiado por las palabras de Mei, contemplaba con una mirada afligida los casilleros totalmente doblados a lo lejos)
Mei... ¿Dónde está? Debo encontrarlo, necesita toda nuestra ayuda.
Mei: Se fue de aquí corriendo. Me imagino posibles lugares a los que debió haber ido, pero estoy más que segura que se fue a su casa. Cada que pasa algo siempre menciona que quiere ir a casa, así que tiene que estar por ahí... Al menos eso espero. Por favor, encuéntrelo, señor, usted sabe que me importa demasiado y que haría lo fuese para ayudarlo. (Casi a súplicas le mencionó, pues se notaba que Bryluuk de verdad le importaba demasiado)
Jugger: Lo encontraremos, Mei, no te preocupes mucho, sabes además que él puede cuidarse solo, siempre lo ha hecho, desde pequeño. Así que tranquilízate y en cuanto puedas ve a tu casa, yo te notificaré de todo lo que suceda, ¿entendido?
Mei: ¡Sí, señor! (Un tanto confiada por lo que sus palabras dictaban, recobró la esperanza al verlo marcharse de inmediato)
De regreso al interior del domicilio Brist, todo parecía estar en un completo caos, puesto que literalmente todas las cosas estallaban sin razón aparente, o al menos eso podía notarse a simple vista. Sin embargo, no eran más que los resultados de la gran lucha llevada a cabo por Zareth y Bryluuk, quienes se hallaban fuera del flujo temporal ordinario, atacando, contrarrestando y evadiendo cada uno de los golpes que se lanzaban. La presión dentro de la casa era tan intensa, que de repente los cristales de las ventanas se reventaron estrepitosamente, así como también todo aquel objeto que gozara de las propiedades de este frágil y quebradizo material. Pero no solo eso fue víctima de su impetuosa batalla, sino que la madera de algunas de las paredes o hasta de las escaleras en sí, fueron completamente abrasadas a causa de las ardientes llamaradas de Zareth. Era obvio que ambas fuerzas tenían un inmenso poder, destruyendo cada cosa que tocaran y por la que pasaran, debido a que sus estelas, de naturalezas eléctrica y calorífica, al pleno contacto con las cosas las destrozaba o quemaba al instante, dejando a su paso nada más que escombros o cenizas dependiendo el objeto que rozaran.
Zareth: ¡Tienes que parar! ¡Este no eres tú! ¡No dejes que te controle! (Deteniéndose abruptamente aprovechó para hablarle)
Bryluuk: ¡Cállate! ¡Tú mataste lo que más amaba en todos los mundos! ¡Mataste a la mujer de mi vida frente a mí! No dejaré que sigas arrebatándome a mis seres queridos... ¡¡¡¿¿¿ENTENDISTE???!!! (Al igual que él también se detuvo, pero se le veía un poco raro, exhausto hasta cierto punto)
Aghhh... (Tras titubear un poco procedió a caerse sobre el suelo, no sin antes evitar su total desplome con la rodilla derecha)
Zareth: Se está cansando. Eso es bueno, quiere decir que tendré más probabilidades de noquearlo y llevarlo a un lugar seguro... Si es que no se desmaya antes. Eso facilitaría mucho las cosas. (En absoluta decisión pensó, antes de optar una vez más una pose de batalla)
Bryluuk: Yo... No puedo seguir dejando que te salgas con la tuya... Ya no más... (Inhalando y exhalando agitadamente empezó a ponerse de pie)
Zareth: Tú sí que no te rindes... Ahora ya sé por qué el viejo tiene tanta fe en ti, chico. Humph... (Admirado por la fuerza de voluntad del joven Bryluuk, no pudo evitar sonreír)
Bryluuk: Yo nunca quise pelear contigo... Eras mi amigo, yo te quería como a un hermano... Pero no me dejaste otra alternativa. (Con la vista por los suelos comenzó a dar pasos lentos hacia Zareth, quien no dejaba de verlo acercarse)
Zareth: ¿Qué rayos hace? (Confundido por lo que estaban viendo sus ojos, pensó mientras se preparaba para el combate)
Bryluuk: Nunca me creí capaz de superarte, pero daba todo de mí para al menos estar a tu nivel. Yo te admiraba, admiraba lo que podías hacer... Y lo único que hiciste fue arruinarlo por culpa de tu maldita sed de superioridad. ¡Eres un imbécil! Y es por eso, es por eso que yo... ¡¡¡TE DETENDRÉ A TODA COSTA!!! (Tan rápido y como lo dijo, de su cuerpo brotaron ramificaciones eléctricas que no hicieron más que rodear su cuerpo y extremidades)
¡¡¡JURO QUE DETENDRÉ LA MASACRE QUE HAS CAUSADO!!! ¡¡¡AUNQUE ME CUESTE LA VIDA!!! (Mediante un rápido movimiento procedió a extender parcialmente los brazos, esto mientras plantaba sus pies contra el suelo de un modo tan firme que lo quebró con extrema facilidad)
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