—¿Cuántas veces tuve que decírtelo?—me regañaba Ethan.
—no seas tan aguafiestas, no te tenía como un miedica.—me burlé.
—eso es, por qué tengo una esposa muy temeraria.
—no soy temeraria, tú eres aburrido—le llevé la contraria.
Con las manos alrededor de su cuello, Ethan me sostenía firmemente en su espalda.
Para compensar su ausencia durante el tiempo que no nos vimos, después de ese momento de pasión, decidimos hacer turismo y pasarla bien juntos, una pequeña luna de miel.
Visitamos varios lugares, que eran tan mágicos que no podía apartar la mirada.
Hermosas cascadas, lagos, estaban, por doquier, de todos los tamaños y formas.
En uno de los acantilados que visitamos, me emocioné tanto que no pude evitar lanzarme de cabeza.
No era peligroso, pero sin querer pisé una roca muy resbaladiza y me torcí el tobillo.
Cómo se pueden imaginar, Ethan me regañó como si no hubiera un mañana, y de nuevo me sentí como si fuera una niña pequeña siendo regañada por sus padres.
Pero ya estaba acostumbrada a su forma de ser, además le dije que estaba bien, pero lo cierto es, que me dolía bastante.
—¿Seguirás sin decirme a donde me estás llevando?
—ten paciencia amor, ya casi estamos—aseguró con calma y yo hundí mi cara en su cuello un poco avergonzada.
Sé que ya había pasado un tiempo, pero todavía seguía sin acostumbrarme a este lado tan cálido, amoroso y tierno de él.
Mientras seguía caminando, me vino un trozo de la conversación que tuve con Keira y antes que pudiera detener la respuesta, esta salió sin más.
—¿Has arruinado alguna ciudad por mí?
Ethan se detuvo de golpe por un momento, pero se recompuso rápidamente, volviendo a caminar.
—¿Qué cosas estás diciendo?—preguntó como quien no quiere la cosa.
—nada en particular, sé que muchos todavía no me aceptan y como conozco tu temperamento…
—si fuera por esa misma regla de tres, medio Beleriand estaría destruido, ¿no crees?
—en eso tienes razón.
Decidí no seguir insistiendo, ya que no quería involucrar a Keira y originar más problemas.
De repente, Ethan se detuvo de nuevo.
—¿Ya llegamos?—pregunté curiosa.
—sí.
—pues sinceramente no veo nada del otro mundo.
Miré a mi alrededor en busca de algo que me pudiera llamar la atención, pero lo único que podía ver era árboles y más árboles, nada del otro mundo.
—siempre eres tan impaciente, hemos llegado, pero para poder entrar tenemos que ser invitados.—me explicó.
—¿Invitados? ¿Por qué?
No entendía nada de lo que estaba diciendo, no veía ninguna puerta o portal, tampoco sentía ningún tipo de magia o maná.
—parece que aceptaron.
—¿A qué te...?
Antes que pudiera seguir, fuimos transportados a un lugar que no tenía nada que ver con donde estábamos.
Un hermoso paisaje, sacado de un postal, se observaba donde llegaba mi vista. Una hermosa y alta cascada, que caía hacia el inmenso lago que tenía aguas cristalinas.
Pero eso no fue lo más hermoso, sino ver a un grupo de mujeres hermosas nadando, cantando, riendo y jugando tanto dentro como fuera del agua.
Es como un banco de peces, bueno, mejor dicho de sirenas.
Al darse cuenta de nuestra presencia, se apresuraron a nosotros mejor dicho a Ethan.
Parecían conocerlo muy bien, y trasmitían una profunda admiración y devoción por él, por no añadir más cosas.
—cuando por fin regresas a visitarnos, no pensé que lo harías con ella—dijo una de las sirenas.
Su forma de sirena era realmente majestuosa, su cola tenía colores doradores y azulados con tonos violetas, la parte de arriba estaba cubierta con su cabello rizado dorado, por lo que no sé vía nada.
No se movió de su sitio, estaba sentada en una de las rocas, que tenía forma de un trono, adornado con conchas marinas y flores. Había dos sinceras, una en cada lado que jugaban con su cabello que casi rozaba el suelo.
—ya sabes, he estado muy ocupado—soltó Ethan con indiferencia, acercándose un poco a la mujer.
—ya me hago una idea, de que te mantuvo tan ocupado.
Me echo una fugaz mirada, lo que me hizo estremecer, aferrándome más Ethan.
—Seiren—la advirtió Ethan, con voz amenazante.
Pero la mujer llamada Seiren solo se rio aún más fuerte.
—es muy descortés de tu parte, no presentarme a tu reina.
—si fuera por mí…
Ethan dejó la frase a medias, para luego suspirar y enderezarse.
—ella es Seiren, princesa del reino de Arcir y una vieja amiga.
—¿Solo una vieja amiga? Qué cruel, y yo que pensaba que escalé un poco más de rango
O es que ya no recuerdas lo bien que lo pasábamos Jun…
—no vine, para recordar el pasado—le interrumpió Ethan, nuevamente.
Gracias a que me tenía en sus brazos, notaba como se tensaban los músculos de su cuerpo.
Ya sabía que mi esposo era alguien atractivo, por lo que su pasado debió ser como un gran parque de diversiones.
Pero aun así, no era agradable tener que conocer a sus ex, o lo que sea y saber de sus encuentros.
No llevaba tiempo aquí y ya quería irme.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 57 Episodes
Comments
Graciela Peralta
que pasara ahora con ella
2024-07-04
0
Maria Torres
Pero como hizo eso acaso no se acuerda que está embarazada y debe cuidarse
2023-01-23
5
Abi Marcial
me encantó el capítulo
2022-09-19
1