Capítulo 3

* Laura......

Ayer en la primera ronda médica del grupo de residentes, el doctor Jean Paul salvo la patria, presentó un caso clínico impecable, ese chico me sorprendió, pensé que era un fresco por la forma de expresarse y tan relajado que se ve.

Hay algo en el que me hace sentir diferente, su mirada me intimida, no sé lo que me pasa cuando está a mí lado, me siento perturbada con su presencia, pero a la vez me agrada.

Cuando salí del pabellón de medicina interna al terminar la ronda con los residentes, me dirigí a la oficina de mí exesposo para entregarle el cronograma de actividades del primer año de residencia y la puerta estaba entreabierta, entré sin tocar y lo ví besándose con su nueva esposa, mí ex amiga, mientras le decía que a la única mujer que él a amado es a ella, y que nunca me amo........salí inmediatamente de ese lugar sin que se dieran cuenta, dejé la carpeta con la secretaria, sentía que iba a estallar en llanto pues me sentí muy mal, y es porqué en los 6 años que estuvimos casados yo si lo amé, y pensé que el también me amó en algún momento, aunque nunca me dio muestras de cariño o un beso en público o en el hospital, y mucho menos en su oficina, que porque no era debido hacerlo, ja, que lo iba a hacer si tenía otro frente y yo con mí frente adornada con unos bellos cachos.

Salí corriendo de allí y me sentí tan tonta, a ella la consideraba mí amiga, era mí asistente en las cirugías, sabía de mí relación con Nadim y lo que estaba luchando por quedar embarazada y darle un hijo, y aún así se metió con él, fui por eso la burla de todos en el hospital.

Llegué a mí consultorio pues no quería irme así a mí casa, y me derrumbe en el suelo a llorar.

Sentí que tocaron la puerta y espere a que se cansarán de tocar, pero era insistente, hasta que me dijo que era el doctor Jean Paul, él sabía que estaba en el consultorio por lo que decidí abrirle la puerta, me vió llorando y me abrazó y ahí no pare de llorar.

- Tranquila hermosa, llora todo lo que tengas que llorar, acá tienes mí hombro para que lo hagas.

- Me duele mucho, no lo voy a poder superar.

- Shhh, no digas nada, quieres agua? o un té para que te sientas mejor? .

- No, no quiero nada.....por favor sacame de aquí, no me siento capaz de manejar 😭

- Claro, vamos te llevo.

La doctora Londoño seguía llorando, y Jean Paul no desaprovechaba para abrazarla y que llorara en su hombro.

- Pero no quiero que nos vean juntos, ve tú al parqueadero, me esperas en el cubículo privado número 20.

En el momento que salía Jean Paul del consultorio llegó el doctor Chujfi para hablar con la doctora Londoño pues la alcanzó a ver cuándo fue a su oficina.

Jean Paul cerró inmediatamente la puerta decidido a no dejarlo ver a Laura en esa situación.

- Buenas tardes gerente, busca a la doctora Londoño?

- Si, esta en su consultorio?

- No está, Silvio me escribió para pedirme el favor de que buscara este pendrive que necesita para la clase de mañana.

- Eso no fue lo que me dijo la secretaria, ella me dijo que acá estaba con usted.

- Pues eso mismo me dijo, estuve tocando un rato, pero al no haber respuesta ella misma me abrió la puerta.

Laura estaba escuchando detrás de la puerta, e inmediatamente llamo a su secretaria y le explicó que se acercara a ellos y que les debía decir.

- Doctor Bianchi, si pudo encontrar el pendrive?

- Si señorita, gracias por abrirme la puerta.

- Es con gusto, lamento la confusión doctor Chujfi, pensé que la doctora Londoño estaba aún en el consultorio pues la vi entrar; pero no la vi salir.

- Tranquila Sofía, una confusión la puede tener cualquiera, por favor cuando se comunique con ella le dice que la estuve buscando.

- Claro doctor, eso le diré.

Cuando ya no los escuché detrás de la puerta volví a llamar a Sofía mí secretaria, le pregunté si estaban aún por ahí y me confirmó que ya habían salido del edificio, así pude salir sin que me vieran y me dirigí al parqueadero, allí estaba Jean Paul recostado en mí camioneta, cuando lo ví algo mágico pasó, su sonrisa me relajo y pude calmarme un poco, me subí rápidamente al asiento del copiloto y le pasé las llaves para que él manejara, no quería que nos vieran juntos y empezar a ser tema de los corrillos del hospital.

- Doctora Laura, ya se siente mejor?

- Un poquito Jean Paul....gracias por lo que hizo.

- Fue un placer ayudar a tan bella dama, pero ya no llores más, ven vamos te llevó a tu casa.

- No por favor, a mí casa no 😭, no quiero ir ahí, llévame a la tuya por favor si?

- Tranquila doctora, vamos a mí apartamento, es aquí cerquita, pero ya no llores más que me pone triste verla así.

Aunque estaba más tranquila, mis lágrimas no paraban de salir, debió ser el acumulo de emociones, en realidad pensé que mí depresión estaba superada; pero veo que aún no estoy bien.

Siguió conduciendo hasta El Poblado, este es un sitio muy exclusivo de la ciudad de Medellín y está a solo 10 minutos del hospital, en el auto no hablamos, pero era un silencio muy cómodo, por fin dejé de llorar, pero seguía sintiéndome triste.

Entró la camioneta al parqueadero de un edificio muy lujoso.

Subimos en el ascensor hasta un apartaestudio, es pequeño pero muy lujoso, no pensé que Jean Paul fuera un niño rico.

- Bienvenida doctora Laura a mí pequeño apartamento.

- Por favor dime solo Laura, estamos fuera del hospital y no hace falta formalidades, y es muy bonito tú apartaestudio, que pena incomodarte en tu espacio personal.

- Nada de incomodarme, antes por el contrario, me encanta que estés aquí, ten tomate este vino Sansón con hielo, te ayudará a relajarte, es muy bueno.

- Gracias, mmmm, está delicioso.

- Te sientes mejor?

- Si, muchas gracias.

- Bueno, ponte cómoda mientras termino de preparar el almuerzo que dejé empezado anoche.

- Vamos te ayudo.

- No Laura, tú eres mí invitada, sólo déjate atender.

- Ok.

Luego de un rato, me hizo pasar a la barra de la cocina donde salía un delicioso aroma.

- Que rico se ve, arroz con pollo, mí plato favorito.

- Espero que le guste, es mí especialidad, anoche cociné los ingredientes, y ya ahora no fue sino mezclarlos y agregarles un guiso.

- Mmmm, espectacular, no pensé que cocinaras tan bien.

- Se hacer muchas otras cosas bien.

- Sería bueno descubrirlas.

- Si tú me lo permites Laurita, te las enseño.

- ..... mmm....Sigamos degustando este delicioso almuerzo.

Después de almorzar le ayude a arreglar la cocina, pasamos a la pequeña sala y hablamos de anécdotas divertidas de nuestras carreras, Jean Paul es muy divertido, seguimos tomando vino y entre risa y risa se me olvidó lo triste que estuve hace algunas horas.

- Así te ves más hermosa.

- Como?

- Sonriendo, quisiera siempre verte sonreír, eres muy linda.

Se acercó a mí, retiro el cabello que caía a mí cara pasándolo por detrás de mis orejas, puso sus manos a los lados de mí cara y se acercó mirándome a los ojos, yo me quedé quieta, sabía que iba a hacer y quería que lo hiciera, y así fue...me beso y fue un beso tan dulce, tierno, húmedo, saboreo mis labios y yo sentí algo que nunca sentí con Nadim, mí estómago revoloteaba y mí cuerpo se encendió mientas una corriente atravesaba mí cuerpo.

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