Capítulo 5

Me despierto mirando el celular que está sonando desde hace rato, son las 4 de la mañana, miro el nombre y es mi amiga Leidy.

— ¿Qué paso? — contesto rabiosa.

No me gusta que me despierten a esta hora y menos cuando el sueño está delicioso y estoy entre las piernas de Morfeo.

— Escúchame bien, en la noche cuando estemos en el bar que van a inaugurar necesito que entregues un paquete a un hombre, yo te dire quien es, ¿Puedes hacer eso? — me comenta Leidy.

— ¿Qué lleva el paquete? — pregunto.

— Entre menos sepas es mejor, por favor Emily hazlo por tu Amiga, ¿si? — derrotado suspiro.

— Bueno — le respondo.

Ella cuelga y yo vuelvo a dormir, estoy cansada, ya mañana empiezo la universidad otra vez.

Suspiro y me acomodo boca abajo y poco a poco caigo encima de Morfeo.

10/09/22.

2:00 de la tarde.

DESCONOCIDO.

Marsella, Francia.

— Ya todo el cargamento está listo, necesito que lo distribuyan en estas partes, Tenemos que derribar a los mexicanos y nórdicos.

— Señor, ya confirmamos que el paquete será entregado en la noche en el bar que se inaugurará de parte de una mujer.

— Entiendo, recojan todo, quiero listo todo para el ataque, tenemos que derribarlos a todos estos malnacidos hijos de puta.

— Vamos a visitar a unos viejos amigos y recogeremos el paquete, ¿quedo todo claro? — les grito a todos mis trabajadores.

Subo a mi habitación y empaco todo lo necesario, recojo un bolso con múltiples armas y cuchillos de todo tipo, hasta veneno.

Salgo cambiado con un traje azul para ir a mi avión privado.

— Hey imbécil, trae rápido todo, no tengo tanto tiempo para esperarte — los apuro.

Tengo que llegar lo más rápido posible a esa ciudad, necesitó ayuda y no me iré hasta conseguirla, es hora de actuar y quitar todas las piedras de mi puto camino.

Emily

Me levanto de lo mejor y relajada, me estiro en la cama y veo que son las 4:00 de la tarde, definitivamente quería dormir.

Me levanto un poco mareada y me voy al baño un poco dormida, me lavo la cara y los dientes y empiezo a hacer aseo en mi cuarto.

Recogiendo y limpiando todo lo que me hace el perro en mi pobre cuarto, he tenido que subir todo para que no me lo dañe.

Hago aseo, termino y bajo a desayunar, no hay nadie, así que agarro, fresas con Nutella y lo subo a mi cuarto, término de recoger y pienso que no le he colocado nombre a mi perrita.

Busco durante un tiempo y uno en específico capta mi atención aika.

Eso fue, acaricio a la perrita y la llamo por ese nombre, será hasta que se acostumbre.

Las horas pasan rápido y me doy cuenta de que son las 5:27 y yo corro a bañarme y cambiarme, en eso suena un mensaje de mi amiga, diciéndome que ya viene.

Me baño rápido y me echo varias cremas y desodorante, me coloco el vestido y lo amo sinceramente.

Solo falta maquillarme.

Le coloco otra manta más para que no se muera de frío la perrita y empiezo a maquillarme, hoy me coloco algo sencillo en la cara, ya que no tengo tanto tiempo.

Leidy

«Estoy abajo, esperándote, baja ya»

Miro el mensaje y agarro todas mis cosas y bajo, cierro muy bien la puerta y hay veo a mi amiga con un carro verde, bonito, pero no de mi estilo.

— Hola — la saludo. — Hola, mira, este es el paquete. — me dice buscando atrás y entregándome un paquete sellado y negro.

Vaya, vaya que tenemos aquí.

Por su cara quiere que no pregunte, pero que tal que hagan algo y no sepa qué hay en esta cosa, creo que tengo derecho a saber, pero no le hicisto para que me diga.

Después de unos superlargos minutos que parecen eternos, llegamos a nuestro destino.

Me bajo y aparece unas letras en grande y dicen «Los pecados más placenteros».

Vaya nombre.

Entramos al dichoso lugar y es simplemente hermoso, hay varias decoraciones en dorado y neón, negro mate, es demasiado amplio, tiene Segundo y tercer piso, hay muchas personas aquí, lo cual ni me molesta.

Leidy señala una mesa y hay esta el resto de mis amigos.

— Buenassssss — alargo la última letra saludándolos a todos y sentándome con ellos.

— Un amigo mío va a venir hoy — les comento y ellos asienten.

— ¡Que comience la fiesta! — dice José y todos gritamos.

Jose pide unos tragos y enseguida empezamos a tomar.

— Emily tu tema — me gritan todos y enseguida reconozco el principio de la canción.

¡Joder es privado de farruko, arcángel etc…!

Ey, ven súbete

Y pon esa' nalga' a brincar

Tú quiere', yo quiero

Entonce' ven y dime, mami chula, cómo lo hacemo'

Ey, así se hace baby...

Empieza la canción y me levanto y me dirijo a la pista de baile, y con mis manos recorro todo mi cuerpo hasta bajar y abrir las piernas, mirando a algunas personas con haciendo un gesto lascivo.

Recorro todo mi cuerpo bajando y moviendo mis caderas, hago algunos gestos con la mano y me toco un poco los senos y recorro mi pierna, seximente.

Siento un jalón y es leidy, me da mucha rabia que me cojan así cuando estoy bailando o haciendo algo.

— Tienes que llevar el paquete, ya se hizo tarde, sube al 3 piso — me dice.

Yo ruedo los ojos por lo insoportable que se está convirtiendo ella.

Subo al segundo piso y es extremadamente hermoso, subo al tercer piso y si el dos y el primero don bonitos, este es la gloria, es más calmado, hay gente extraña, pero hay un pequeño bar, es demasiado elegante, todo destila poder y que es demasiado caro.

Voy entrando más hasta llegar a una pequeña sala donde hay muchos hombres, inmediatamente me da pena y me sonrojo, pero creo que es aquí.

En especial hay uno que me mira y siento su mirada pesada.

Un hombre musculoso se le nota a través del traje, tiene ojos color miel y un bonito cabello castaño, a lo lejos se ve brillante.

Señalo el paquete que tengo en la mano y me miran.

— Tú no eras la que. Iba a entregar esto ¿Dónde está? — pregunta y supongo que es mi amiga.

— No... No sé señor — tartamudeo un poco por el miedo y el grito que pego.

— Retírate, dulzura — me dice y yo lo miro incrédula.

¿Dulzura?

Acaba de gritar enojado y parecía que iba a matar a alguien y en cuestión de segundos cambio su cara a amable y me dice dulzura.

Wo, sí que se le nota lo bipolar que es.

Vuelvo abajo con mis amigas y suena una bachata, yo corro hasta llegar al segundo piso y veo llegando a mi amigo con el traje rojo que le regalé, bajo rápido al primer piso y lo abrazo.

— ¿cómo estás? — pregunto.

— Bien — responde.

— Ven bailemos — le digo y no se niega.

Al parecer sabe bailar bachata.

Me coge por la cintura y empezamos a movernos muy bien, yo balanceo mis caderas de un lado al otro y estamos a una distancia prudente.

Lo único que me produce él es ternura y ganas de cuidarlo como a un bebe, lo juro.

Después de bailar un buen rato me duelen los pies y me dirijo al baño, en el camino choco con un hombre Y miro al frente y veo a Antonio.

Antonio aquí.

¿Qué hará aquí?

Sigo mi camino al baño, como ni no lo hubiera visto, pero trato de que no me vea.

Me miro al espejo y tengo un poco el maquillaje corrido, veo entrar a un hombre y obviamente extraño.

Colocó mis manos en el lavamanos mirándolo a través del espejo y veo como tiene un pañuelo en su mano.

Lo siguiente que se es que tengo ese pañuelo en mi boca mientras él me aprieta duro para no escaparme.

Levanto mi pierna y le doy duro en los huevos, él se retuerce un poco y yo le choco la cabeza con la puerta del baño y salgo corriendo.

Me siento mareada y mal.

Corro hacia la mesa de mis amigos, pero no alcanzó y choco con el hombre que me dijo dulzura y me desmayo.

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