capítulo 2

Mi hermana me pega despacio en la espalda para que siga caminando y vuelvo a la realidad.

Sigo mirando al hombre que está parado en frente de la mesa, casi me da algo.

Tiene cabello negro, ojos grises, se le marcan los músculos en el traje y tiene la piel superblanca, mantiene una expresión sería y yo aseguraba que era un viejo, pero de eso no tiene nada.

Me siento a lado de mi hermano mayor, mientras mi mamá y Marisol empiezan a servir la cena.

— Buenas noches — dice el hombrecito misterioso con su voz dulce y varonil y gruesa.

— Buenas noches — respondemos todos.

Se levanta para estrechar mano con mi papá cuando lo ve salir de su despacho.

Se sienta y fija la mirada en mí, nos quedamos viendo a los ojos por poco tiempo, pero yo lo sentí eterno.

Mi papá le dice algo y se acaba toda la magia.

Dije ¿magia?

¿Así de fácil soy?

No ha pasado ni un minuto que lo conozco.

— Mira, ella es mi esposa Mariana y ellos son mis hijos, Elaya, el mayor, Emily, Jésica y Marisol es la menor. — dice señalándonos a todos.

— Mucho gusto, me llamo Antonio kühne — dice y yo me deleito con su acento.

Creo que es Alemán o italiano...

Empezamos a comer y me deleito con el arroz, atún y el seviche de camarón.

Escucho risas y abro los ojos.

— Se nota que te gusta la comida — dice, Antonio, yo me sonrojo y abro los ojos.

— ¿Qué te trae por aquí, Antonio? — pregunta mi mamá y todos nos los quedamos viendo fijamente.

— Firmar el contrato con su esposo, ya que tengo una empresa aquí, pero no le había colocado el debido interés a la empresa, por eso decidí venir y hacer este contrato como tengo muchas empresas más no había tenido, el tiempo necesario para venir. — dice con una expresión seria, mientras se lleva el tenedor a la boca.

Mm

¡Carajo! Esa empresa venden, no me quiero imaginar si le presta atención.

Está descuidada más en el sentido que no hay un orden y, por lo tanto, se roban el dinero, venden bien, pero su empresa está deteriorada por fuera y por dentro.

Terminamos de comer y papá llama a mi hermano y a mí.

Lo sigo al despacho y entramos.

Él toma una posición elegante, cruzando las piernas mientras tiene el contrato en una mano y en la otra un poco de vodka.

— Me parece bien, seremos socio, mañana podemos organizar lo de la secretaria y demás destalles — dice finalizando la firma del contrato.

Él y mi papá se da la mano y yo procedo a colocar mi firma junto a la de mi hermano.

Mi hermano sale y mi papá se queda con el socio, yo empiezo a recoger todos los papeles y carpetas de la mesa para llevármelos y seguir estudiando, esta nueva empresa.

— Espérame un momento — dice mi papá y sale dando un portazo.

Por inercia me tenso en mi lugar, siento una mirada que me quema todo el cuerpo.

Sigo recogiendo normal todo me agacho y busco en las gavetas y miro una cajita negra, cierro la gaveta, porque solo baje a buscar por pena, sigo sintiendo su mirada, así como cuando sientes una presencia atrás tuyo.

— ¿Cómo te llamas? — me pregunta, yo levanto la cabeza rápida y sonrió colocándome unos mechones de pelo atrás.

— Emily Blackmore Valentini — le respondo y empieza a escribir en unos papeles que tiene en la mano.

Supongo que parte del contrato.

— ¿Cuántos años tienes?. — pregunta.

— 20 y ¿tú? — respondo y me mira sorprendido.

— Creí qué tenías más.

— lastimosamente no — le respondo Apoyándome en la mesa de mi papá…

— Listo — dice mi padre entrando, yo recojo y salgo del despacho.

— ¡Hermanito! — grito y subo las escaleras.

— No tengo gaseosa — dice y yo me desanimo.

— puedes ir a comprar — pregunto emocionada.

— No— responde.

— ¿por qué? — preguntó.

—pide domicilio Emily — dice. — sabes muy bien que por una gaseosa no lo traen — resopla molesto.

— Bien, ya te la compro, pero me tienes que cubrir mañana con papá y su socio — responde y yo trago grueso y asiento.

— A donde vas mañana, Elaya — sonrió pícara.

— ¿Qué te importa?.

— Ahhh, no me vas a decir todo bien, cuando yo tenga secretos después no chilles porque no te cuento — le digo y lo dejo con la palabra en la boca.

— Espero mi gaseosa.

Entro a mi cuarto y veo horrorizada mi almohada.

— ¡Oye! Como te subiste hay.

Mi almohada está por toda la habitación gracias a Dios, nada más es una sola la que destruyó.

Lo veo haciendo una cara muy bonita.

Empieza a ladrar y yo me tiro para callarlo, me van a matar.

Le traje un poco de pechuga y la alzó y se queda callado, se acomoda como un niño obediente y le doy un pedacito de pechuga con pan y le coloco agua a un lado.

Cierro la puerta con seguro y empiezo a terminar de verme 365 la tercera parte.

Una película muy buena, pero siempre me quedaré con la primera, la segunda y tercera, no tienen la misma emoción, aunque no son tan malas.

Tocan mi puerta y me bajo de la cama encontrándome a mi hermano en la puerta con una coca cola y varios dulces.

— Gracias — le digo.

Bajo rápido las escaleras para buscar un plato, hielo y un vaso.

Voy saliendo cuando se me cae el vaso y menos mal es de plástico, yo subo la mirada, camino y me sobresalto encontrándomelo en la entrada de la cocina.

— Ah, hola, disculpe, no lo vi. — le digo a Antonio, cerca de su cara.

— Tranquila — me hago a un lado y él entra.

Su presencia me eriza la piel.

Llamo a mi mejor amigo, José, para que me acompañe y duerma conmigo esta noche.

Llevo todo arriba, lleno los vasos de coca cola, reparto las gomitas y papitas y dejo los platos encima de la cama, subo a la perrita para acariciarla y que este conmigo.

Sigo viendo la película y me gusta, por ahora no está tan interesante, pero se deja ver.

— ¡Oye! Es malo empezar a ver películas sin tu invitado, babosa — me dice José parado en mi puerta.

— Perdón es que ya casi se acaba, la había visto hace días, la estoy terminando, ven, pasa, mira mi nueva adquisición prohibida. — mueve su cara y queda impresionado por lo que tengo en mis manos.

— Qué lindo — lo acaricia y lo lleva a su pecho.

— ¿Qué vemos ahora?

— Yo creo que los originales, ¿Qué te parece?

— Perfecto.

Nos acomodamos en la cama y ponemos a la perrita en la mitad y juntamos un poco las almohadas y quedamos juntos.

— ¿Qué hiciste hoy? — le pregunto acariciando su cabello.

— Todo iba bien, hasta que llama mi padre insistiendo lo mismo de siempre, Emily.

— Entiendo, no sé por qué sigue de insistente y no respeta tu puta decisiones.

Su papá lo abandono por qué no quiso estudiar contaduría, él comenzó a estudiar ingeniería de sistema y actualmente tiene novia.

— Tu carro sigue siendo simplemente hermoso — me dice.

— Obvio, que creías, nene — le respondo.

Bostezo y José está mirando la película, todavía lo abrazo un poco, ya que está en medio la perrita.

Tengo que pensar en un nombre.

Poco a poco cierro los ojos y caigo en los abrazos de Morfeo.

...Nota: Espero que se encuentren muy bien, dejen un comentario para ver si les gusto como se esta desarrollando está intrigante historia......

Más populares

Comments

Diana Blanco

Diana Blanco

mmm está tomando forma es una chica dulce

2024-05-12

0

Lila Mau

Lila Mau

amigo... mmm

2024-02-22

0

Yanin Garza

Yanin Garza

vampiros ❤🥰

2023-10-16

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play