CAPITULO 5

Al siguiente día ya más despejada y tranquila me vestí y arregle para irme a la escuela, no podía apartar de mi cabeza la idea de que mi padre pronto se casaría con Maya pero ¿qué podía hacer? solo oponerme si eso haría.

Estas loca Chantal tu padre alguna vez te escucho, piensa como una mujer de 24 años no como una chiquilla me regañaba a mí misma.

Pensando y pensando en mil maneras de hacerlo de pronto se me ocurrió que podía exhibir su romance, si podría sacar tal vez alguna muestra de ADN de mi padre y de Jenny, con esas pruebas puedo evidenciar el romance desde antes de casarse con mi madre, que todo fue una vil estafa y que nunca quiso a mi madre, no se tal vez pueda ir a su vecindario y encontrar testigos que conozcan a mi padre para que no quede duda de la bajeza de mi padre.

   Si eso hare, solo con pruebas me creerán y apoyaran y así podre hacerme cargo de las empresas de mi abuelo, Mientras me formulaba una y mil maneras de hacerlo de pronto se me vino a la mente una variable que no estaba tomando en cuenta en mi plan, legalmente tenía 14 años no podía hacerme cargo de la empresa, además un escándalo solo arruinaría la reputación del grupo García y el trabajo de mi abuelo se iría por la borda, no nunca arruinaría la reputación de mi familia era lo único que me quedaba de ella.

   Al llegar a  mi escuela  Alonso mi chofer me abre la puerta y camino hacia el majestoso edificio muy antiguo y elegante, acudía  al colegio Vermont, era el más importante del país, ahí solo acudían los hijos de los más importantes hombres de negocios y políticos.

El edificio estaba situado en un terreno muy extenso con hermosos jardines y con todas las comodidades se notaba la extravagancia del lugar, nunca le di la menor importancia a esas cosas y hoy menos que nunca puedo admirar este lugar.

Al caminar por los jardines de pronto escuche una voz familiar que me hizo subir mi mirada era Noé Yi, nunca podré olvidarme de él, estaba más que enamorada, en cierto punto hasta me obsesiono, él era el galán de la escuela el típico niño de las que todas estábamos enamoradas y el coqueteaba con todas pero con ninguna andaba en serio todo un don juan.

-hola preciosa- su voz era hipnotizante, para una niña de 14 años pero para una mujer de 24 no, sin contestar lo rodee para pasar, no me interesaba en este momento pensar en romances ni en sueños locos como la adolecente que representaba.

-oye ¿a dónde vas?- tomo mi brazo, solo lo observe muy fríamente y con total indiferencia me solté y seguí caminando.

   En mi cabeza no había espacio para pensar en nada más que en mi venganza e impedir la futura boda de mi padre llene al salón y antes de entrar suspire y me mentalice que tenía que atender a mis clases que mientras estuviera en clases no pensaría en otra cosa.

   Noé entro después que yo, no capturo para nada mi atención solo me dedique a poner atención a la clase de matemáticas que tenía adelante, participe en toda la clase, algunos de mis compañeros se sorprendieron por mi actitud pero poco me importo.

   Al salir la profesora una de mis amigas se acercó a mí y me dijo en un susurro al oído – oye por fin conseguiste la atención de Noé Yi, ¿no te diste cuenta de cómo te observo toda la clase?- con total indiferencia  le conteste – no me di cuenta, estoy cansada de esas niñerías a partir de hoy solo me concentrare en la escuela y nada más, él es un don Juan, no me interesa.

  Vi su cara de sorpresa, en esa época y según recordaba yo había saltado de emoción con el simple hecho de que el me saludara pero en este momento ya no me interesaba nada, solo planear mi venganza a eso había regresado y nadie me haría cambiar de opinión.

  Pronto llego la profesora de química una mujer muy estricta con la cual ya había tenido algunos enfrentamientos por mi bajo rendimiento, así que toda la clase no me dio tregua a ningún error le sorprendió mucho mi cambio de actitud que el finalizar la clase me  llamo a su cubículo para preguntar si me encontraba bien, que nadie en su gran experiencia como docente cambiaba tan repentinamente su comportamiento, que se alegraba que mi cambio  hubiera sido para bien, pero qué si tenía algún problema contara con ella para ayudarme, yo no podía decir nada así que solo me dedique a agradecer y salí del cubículo.

Al salir Noé, me esperaba para cuestionarme acerca del porque me había llamado la profesora, yo simplemente le sonreí sin decir una sola palabra y camine por el gran pasillo para llegar a la cafetería ya que era nuestra tiempo de refrigerio.

El me alcanzo y me comento muy serio  –¿oye que te pasa?, ¿Por qué me ignoras?- suspire antes de contestar

-no me interesa tener ninguna relación contigo- dije y seguí caminando sin prestarle el mayor interés.

-Chantal ¿qué te pasa? ¿hace unos días eras una chica alegre? ¿Qué cambio?, vamos no seas aguafiestas que te parece si me acompañas a jugar tenis hoy por la tarde  ya sabes en el club-  le sonreí muy coqueta vi como sus ojos brillaron de picardía y le indique con una voz muy dura y fría –No, gracias-

Seguí mi camino y hasta me divirtió su cara de frustración, pero me quedaba claro el ya no formaba parte de mis planes.

Al doblar una esquina el me tomo de la muñeca y me arrincono hacia la pared, me sorprendió su arrebato y tenía una cara de frustración  que ignore por completo, el tomo mi mandíbula e inclino su cara con la intención de robarme un beso, ¿qué sucede con este chico?  Pensé y le di un golpe en el estómago no muy fuerte, solo lo suficiente para que me soltara – y el comento algo que me dejo sin palabras

-me gustan las chicas difíciles, corre capullito mientras puedas, tarde o temprano te alcanzare-

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