CAPITULO 3

      Estaba atrapada en mi ira y mi angustia llorando sin saber que hacer sin saber cómo actuar o que pensar, viendo a mi cuerpo inerte cuando de repente sentí que caía en un profundo hoyo muy negro, quería aferrarme a algo mientras caía por más que intentaba gritar por ayuda no lo lograba, la desesperación se estaba  apropiando de mí, cuando sentí que no podía mas, vi una luz cegadora el final, que me estremeció por completo, cuando llegue a esa luz me sentí flotar era una sensación muy extraña mágica diría yo, sin saber que es la magia.

De pronto sentí algo muy suave en mi espalda y me relaje al sentir esa tranquilidad me anime a abrir los ojos,  no sabía que esperar,  pero era mucha mi curiosidad,  al abrir me encontraba en un lugar  que por un instante desconocí, pero me hacía sentir segura, en casa pensé por un momento, ¿estoy en el paraíso?, donde se dice que iban las almas buenas según los relatos que mi madre me contaba, pero no creo ser un alma buena para eso, aunque después de tanto dolor debería serlo.

Me incorpore y encontré cosas familiares  algunos muñecos de peluche y el poster de actor favorito, recordé el día que lo pegue ahí, fui un día antes de la muerte de mi madre, ¿estaba en mi recamara?, me levante y encontré la caja de música regalo de mi abuelo, pensé entonces ¿fue todo una pesadilla?, pero me quede centrada en aquella caja musical y mi mundo se derrumbó no era del todo una pesadilla mi madre y mi abuelo si estaban muertos.

   Me senté en medio de aquella  habitación y un torrente de hermosos recuerdos se mi vino a mi mente, como la vez que me escondí de mi nana en el armario jugando a las escondidillas y me madre me encontró dormida sobre mi ropa en el closet, empecé a reír como una loca cada vez que veían a mi mente todos aquellos hermosos recuerdos de mi madre y mi infancia en este lugar, cuando mi vida estaba llena de felicidad, al recordar a mi madre también recordé que su muerte y que por culpa de Maya la perdi, llore con desesperación y rabia.

No se por cuánto tiempo llore cuando escuche como llamaron a la puerta, me quede sin poder contestar no sabía que decir cuando escuche una voz tan familiar y mi corazón se ilumino de alegría, corrí a la puerta llena de emoción era María mi nana.

  Al abrir la puerta me lance a sus brazos, no paraba de llorar de alegría era mi nana María, ella era una mujer muy dulce que siempre cuido de mí, me emociono tanto verla ella era como mi segunda madre. María se apartó de mi mirándome muy confundida pero segundos después me dio un cálido abrazo y entro conmigo a mi recamara.

-calma mi niña solo fue una pesadilla, no pasa nada, sabes que estas a salvo con la vieja María- me consoló y se sentó conmigo en mi cama y por un rato tranquilizo mi alma.

No entendía lo que pasaba si yo estaba muerta vi mi cuerpo sin vida, sentí como mi alma se desprendió de él, y solo pensaba esto es una pesadilla pero me reconfortaba saber que María estaba a mi lado.

-mi niña le quieres contarle a la vieja María ¿qué soñaste?, sabes que me puedes confiar todo-   me quede pensando no sé por cuanto tiempo, ¿era una pesadilla? ¿Realmente solo fue eso?, pero todo fue tan real tantas imágenes en un solo sueño ¿eso nunca podría ser?, ¿entonces estoy en un sueño?, pero los cálidos brazos de mi nana no podían ser imaginarios.

Corrí al espejo y casi no me reconozco esa imagen de mi misma, era tan lejana mi nana se levantó y me observo por el espejo comentando.

-mi niña eres muy hermosa te pareces tanto a tu madre, me encantaría  verte convertida en toda una dama-   si era cierto a lo mucho yo tenía en esa imagen unos 14 años, no era una mujer era una niña de 14 años ¿pero cómo?.

¿En verdad es un sueño?  ¿Pero  porque lo siento como si realmente lo viví?, ¿acaso estoy loca?

-mi niña no deberías hacer esas caras tan feas, mejor ven y cuéntale a esta vieja ¿qué te pasa? -

Me ilusionaba que fuera todo un mal sueño  solo lamentaba que mi abuelo y mi madre estuvieran muertos, que esa parte de mi vida no  fuera un sueño.

De pronto las palabras de Maya y de Jenny vinieron como un torrente martillando mi corazón, ¿Por qué si es un sueño, duele tanto?, caí  de rodillas en la alfombra,  mi nana preocupada se sentó a lado mío e intentaba consolarme, pero no había palabras de consolación mi ira se disparó como un torrente.

Y me pregunte ¿y si no es un sueño? , ¿Acaso la vida me está dando otra oportunidad? ¿Pero cómo? ¿Por qué? ¿Para vénganme? ¿Para hacer pagar a esas personas tan malvadas?  ¿Es lo que me quieren de mí?, mi cabeza sentía que podía estallar en cualquier momento necesitaba respuestas ¿pero quién? ¿Quién tenía esas respuestas?, mi nana estaba muy angustiada me indicaba.

– mi niña ¿qué te pasa?, no asustes a esta pobre vieja, que demonio se apodero de tu alma mi niña habla - al escuchar esas palabras  pensé si tal vez, eso era correcto,  estaba poseída la ira y el odio eran mis compañeras, si eso debía de ser, al pensar así, mi alma dejo se sangrar me sentí valiente y fuerte, ¿Quién me estaba dando la oportunidad de vengarme? Ya no importaba quien fuera solo pensé que la tomaría.

Nadie escaparía a mi venganza, nunca más nadie me haría daño, no lo permitiría todos tendrían que pagar el precio de lo que le paso a mi familia, mi nana me abrazo muy fuerte sabía que no entendía nada, solo estaba preocupada por mí, así que solo me deje llevar por la calidez de sus brazos y por el aroma de mi vieja casa ya que según lo que recordaba mi padre con la excusa de su esposa muerta pronto me alejaría de esta casa y de mis sirvientes más leales.

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