Capítulo 3.

—¿Qué piensas hacer?, me pregunto Martha, muy nerviosa.

—Lo que mejor sé hacer ¡huir! - le dije regalándole una sonrisa tranquilizante. 

Me miro con mucho ¡miedo!, reflejado en su rostro, algo que me hacía odiar cada día más a ese ser repugnante hombre, asu como ella muchas mujeres viven a diario sin poder soltar su pasado.

—Tranquila, todo va a estar bien, ¿confías en mí? -le, pregunte, regalando una cálida sonrisa.

—¡Claro!, que confío en ti a ¡ojos!, cerrados —me respondió ya un poco más tranquila y tratando de recomponerse. 

Me regalo una corta sonrisa, algo que agradezco, ya que me deja un poco más relajada, a la batalla que se estaba viviendo en las afueras del hotel podría ser por muchas ¡razones!, por lo tanto, no iba a sacar conclusiones innecesarias.

—¿Tienen idea de lo que está sucediendo? —pregunte mirando a los tres chicos, me quedaron mirando con expresión de incredulidad.  

—¡No lo creo!, pero por lo visto ya nos encontramos envueltos en ello —me respondió el Moreno con la mirada puesta en nosotras.

—¿Qué sucede?— le preguntó.

—¡Que crees! - dice cruz con ironía.

—Ten presente que por nosotros no vienen, ¿y por ustedes?— pregunta el Moreno, con semblante de fastidió.

—Si no vas a ayudar, ¡al menos! Manténganse protegidas, no veo que haces aquí, esta situación no es para niñas inmaduras, no ves que te pueden matar —dijo el otro chico que no habia hablado.

Su comentario no me agrado para nada, cosa que me hizo hervir la sangre del enojo. No veo porque las situaciones peligrosas son solo para hombres.

— Tranquilo los chicos sabrán calmar la situación, dijo cruz palmera donde el hombro del hombre alterado.

—¿Qué vamos a hacer?, no mencionaste que nos sacarías de aquí, no es el momento para saber muchas cosas. ¿No crees?, nos tienen acorralados y los guardias no van a resistir mucho más tiempo —decía cruz.

—No vamos a poder salir de aquí —replicó el otro.

—¡Maldición!, como no deduje que esto pudo haber pasado —gritaba Cruz.

—Les, comente que podía sacarlos de aquí y lo pienso hacer dejen de llorar como niñas —decía ya cansada de sus quejas, mientras miraba la puerta que daba a la zona de vestirse. ¡Analizando!, la huida que tenía planeada si llegase a ocurrir algo similar.

En ese instante sentí que las balas se iban intensificando y cada vez estaban más cerca, una de ellas alcanzó a rozar mi brazo, eso fue la chispa que necesite para que hicieran regresar, algo que había perdido en mí.

Los tres me miraron suponiendo que me iba a inmovilizar, pero todo lo contrario si queríamos salir con vida de este lugar debíamos realizar un plan estratégico y defendernos.

¡Observe!, que tenían un portaequipaje con armas, qué niñas tan lindas frente a mí, ¡opiné!, les di una sonrisa triunfal a ellos y tomando un arma en cada una de mis manos dispuesta a escapar, no importando cuál fuese el motivo de la toma del sitio. 

¡Respire!, intentando tomar el control del momento, empecé a disparar en dirección de donde venían los disparos.

—¡Síganme! - les grite mientras disparaba a los hombres qie por sus vestuarios reconoci al instante. 

Me siguieron a la puerta trasera donde se encontraba el, vestier de los trabajadores, llegue a mi closet abrí y saqué un bolso que tenía allí en caso de emergencia.

cuando saque todo lo que necesitaba le grite que me siguieran ¡Corrí!, con ellos a la salida del parqueadero privado, ahí estaba mi auto, no el que usaba usualmente, era uno por si esta situación llegase a suceder.

El chico moreno, tomo la delantera y subio en el asiento del conductor saliendo de ahí a un rumbo que me imagino, ellos sabrían.

Mire por el retrovisor y me percate que nos seguían dos camionetas.

—¿Tienen a donde ir? —pregunte.

—Sí, pero se nos va a ser difícil, ¡llegar!, no está lejos de aquí el lugar, pero ellos están muy cerca de nosotros - contesto el chico manejando lo más rápido posible.

El otro hombre sacó, su móvil y llamó supongo al personal que estaba fuera del hotel, debido a que dijo que habían logrado salir de ahí, que salieran y se dirigieran al lugar acordado.

—Espero que de verdad estén preparados - le dije y les gruñí un ojo causando en el Moreno una sonrisa como imaginando alguna reacción de mi parte.

De mi bolso, saque una mini bazuca que es un ¡obsequio!, de un querido amigo fabricante de armas, amaba esa niña, era la ¡consentida!, todos me miraron menos Martha que dio una sonrisa picara, sabía que yo no me atemorizaría por esta situación.

—Espero seas buen conductor y no choquemos, vamos a acabar con esto de una buena vez —dije al Moreno que era el que conducía. 

—¡Adelante!, preciosa, con toda confianza, estas en mano de un experto —decía dándome una pícara, sonrisa.

Saque mi cuerpo por la ventana y apunte a la camioneta que teníamos más, ¡cerca! dispare directamente a ella haciéndola volar por los aires.

El moreno ¡Aceleró!, el auto lo más rápido posible haciendo varias maniobras para equilibrar el auto que se quiso desestabilizar con la onda explosiva para alejarse del que voló y quedo en llamas en mitad del camino dejando atascado el otro vehículo.

 Deje salir una sonora, ¡carcajada!, hace tiempo que no me sentía tan, ¡viva! Todos me miran como si hubiese hecho la ¡gran!, maniobra, y yo me senti viva como no me sentia hace mucho tiempo.

—Que hacemos ahora —dice el rubio con su primera sonrisa desde que lo vi.

—Al puerto llama a Manuela, dile que partimos antes —dice cruz, así mismo hizo el Moreno, sin poner en duda la orden.

 Llegamos al puerto y había un yate muy grande y lujoso con mucho movimiento a su alrededor.

Bajamos del auto, y todos voltearon a mirar hacia nosotros, mire a mi alrededor y note que este grupo de hombre no son cualquiera.

—¿Qué pasó camaleón? -pregunta unos de los chicos que estaban en el yate al momento de llegar a nosotros corriendo.

Cuando escuche el apodo del hombre moreno retrocedí un poco atrás acercándome a Martha.

—¡Camaleón!, creo que no es nada bueno lo que se nos viene -dije mirando todo a mi alrededor.

Del yate se abaja una chica muy bonita y con unos tatuajes impresionantes muy llamativos.es la primera en preguntar.

—¿Son ellas? —pregunto—. Antes que cualquiera responda o diga algo más lo hice yo.

—No entendí tú, pregunta, pero si es por lo del ataque fui quien les salvo el trasero a esos tres -conteste murandola de arriba abajo.

—¿Por qué?, acaso tienes algún problema con nosotras —pregunto Martha, ya que su actitud no fue de nuestro agrado, se carcajeó y me desconcertó.

 —¡No!, ninguno, ¡ellos!, salvaron los de ustedes bellezas, puesto que vienen es por ustedes no por ellos —contesto ella acercándose un poco más a nosotros.

Cuando escuche esas palabras sentí que subí y baje en ese mismo instante, cuando siento unas grandes manos que me sostienen por detrás.

—¡Tranquila!, todo tiene una explicación, no sabíamos que venían hoy por ustedes, todo fue una casualidad. Les explicamos luego, pero es hora de irnos, somos tu salida ahora mismo, ya que vemos que te agarro ¡desprevenida! —dijo el rubio de ese grupo, que habia estado neutraltodo el tiempo dejandome estática.

Más populares

Comments

Janet Herrera

Janet Herrera

vaya interesante

2024-10-14

0

Mαяια Bє∂σyα ✨

Mαяια Bє∂σyα ✨

gracias por tus comentarios ❤

2024-05-27

0

Violeta Muñoz Martinez

Violeta Muñoz Martinez

Que interesante primero pensé q eran víctimas de trata pero al ver como se de defendía muy bien deje esa duda, pero ahora ellos quienes son y q quieren

2024-05-26

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play