capítulo 16

Lina y Celeste En ese momento quisieron correr, pues su mayor miedo era que Dionisio se enterara de que Lina seguía embarazada

Pero para su mamá suerte, Lina empezó a sentir dolor

Celeste: Hermana aguanta, voy a abrir la puerta y tú entras

Lina solo asintió con la cabeza mientras Dionisio las insultaba

Dionisio: Ya sé que andas de zorra con un tipo rico

Lina y Celeste no podían abrir la puerta de los nervios

Pero su cara cambio de color, cuando Dionisio dijo algo que no se esperaban

Dionisio: Jajaja no quieres voltear, no seas estúpida, sé que tienes al estorbo aún

Pero tranquila, no durará mucho

Lina en ese momento voltea, con mi bebé no te metes Grandísimo idiota

Dionisio: así que te importa mucho eso que llevas ahí (señalando el vientre)

Celeste en ese momento aprovecha que Dionisio está distraído con su hermana, y envía un mensaje a Leonardo

quien de inmediato lo lee y se lo reenvía a Sebastián

Pero lo que no sabía Dionisio, es que el Sr. Santiago estaba detrás de la puerta escuchando todo

Dionisio: Tu escuincle me servirá para mis planes

Lina: cuáles planes, que te pasa

Celeste: no le prestes atención a este hombre hermana, vamos a dentro que esto te hace daño

En ese momento sale el Sr. Santiago y mira como Dionisio agarra del brazo a Lina

Santiago: suelta a mi hija, si no quieres que llame a la policía

Dionisio: su hija Tiene a ese estorbo en el vientre, y tiene que estar conmigo

Santiago: Mi hija no va a ninguna parte contigo

Dionisio: Tú y cuantos más me lo van a impedir

Esta Zorra aprenderá que a mí no debió desobedecerme

Por otro lado...

Leonardo había mandado el mismo mensaje que le mando celeste a Sebastián

Sebastián: ay hermana que se te quedo ahora

Pero al ver el mensaje y mirar que Celeste pide ayuda para su hermana, sin pensarlo le respondió

Me devuelvo en este instante

Leonardo lo llamo

Leonardo: Hermano, Calmate voy contigo, aún estoy cerca, incluso más cerca que tú

Sebastián: ¿Y si le pasó algo?

Leonardo: esperemos que no

Sebastián: estoy a una cuadra

Leonardo: yo estoy a dos casas y lo que veo no te va a gustar

Sebastián: no me asustes, ¿qué pasa?

Cuando Leonardo se está bajando, llega un Sebastián con los nervios alterado, pues su mayor miedo es que fueran las niñas quienes estuvieran en peligro

Pero al escuchar lo que dice el hombre que tiene a Lina por los brazos, sus nervios se evaporaron y su enojo creció

Dionisio: ¿Tú y cuantos más me lo van a impedir?

Esta Zorra debe aprender que a mí no debió desobecerme

Sebastián no aguantó más y lo volteó con tanta fuerza para que le viera la cara

Dionisio: Y tú quien te crees que eres para tocarme a mí

Sebastián: El hombre que te va a partir la cara, si no te alejas de ella

Lina en ese momento le cogió la mano a Sebastián para que le mirara la cara

Lina: no vale la pena mi amor, no te ensucie las manos con basuras como estas

Céleste: así es Sebastián, mejor sigamos

Leonardo: hermano, escucha a las chicas, suelta a este hombre

Dionisio: suéltame, y Hasle como quieras, pero de que me la llevo, me la llevo

Es mía, me pertenece

Lina: estás loco, no te quiero volver a ver

Santiago: Ya escuchaste a mi hija Dionisio

No vuelvas a molestar, deja a mi hija ser feliz

Dionisio: nunca, ella solo podrá ser feliz a mi lado y sin ese estorbo

Sebastián: no vuelvas a llamar a mi hijo estorbo, porque juro que acabo contigo

Y no amenazó en balde, debes de saber de sobra el poder que tengo, y que con solo tronar los dedos, puedo mandarte de nuevo al calabozo de donde nunca debiste haber salido

Dionisio sintió la furia en las palabras de Sebastián, tanto que en ese momento se arrepintió de haberle hecho caso a esa mujer, que lo sacó, con el propósito de acabar con la relación de los 4 hermanos

Dionisio se marchó no sin antes aclarle a Sebastián, que ese bastardo no era de él

Sebastián quedó con un sabor amargo, tanto así que su hermano tuvo que calmarlo

Leonardo: Hermano, Calmate, recuerda que Lina te necesita en este momento

Sebastián: lo sé, pero en algo tiene razón y es que no son mis hijas, ¿y si en algún momento él quiere pelear por ellas?

Leonardo: entonces tú contratarás a un ejército de abogados para defender la que de ahora en adelante será tu familia

Y vamos adentro, que las muchachas están nerviosas

Sebastián y Leonardo siguieron, y la familia de 4 estaba sentada en la sala, explicándole a la Sra. Eva, lo que había pasado

Sra. Eva: hija, me preocupa esto, ese hombre es muy malo, no quiero que le pase a nada a mis nietas y mucho menos a ti

Santiago: Sebastián, Leonardo, podemos hablar un momento

Sebastián: si, claro, pero antes déjeme llamar al médico de mi familia, quiero saber si Lina y las niñas estarán bien

Sebastián se acercó a Lina y la abrazo con mucha fuerza, gesto de amor que todos notaron

Quiero que estés tranquila, no te pasará nada, ni a ti, y mucho menos a las niñas

Lina: me duele un poco abajo, y aún falta un mes

Leonardo: Ya llamé al doctor, en media hora está aquí

Sra. Eva: mejor vamos nosotras arriba, a esperar al médico y ustedes hablan

las tres mujeres subieron a la habitación de Lina, mientras los tres hombres salían al patio

Sebastián: Dígame Sr. Santiago

Santiago: ¿qué tanto amán a mis hijas?…

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