Capítulo 14

Justo como ahora, sus labios estaban entrelazados mientras yacían en la cama, con Kaylin ubicada encima de él. No solo se conectaban sus labios; su mano ya se había deslizado debajo de su ropa, acariciando la zona frontal con la que jugaba habitualmente y en la que definitivamente se deleitaba.

"Alex, ¿puedo hacerte una pregunta?" Kaylin preguntó entre respiraciones agitadas, una vez que su beso se había roto.

Alex asintió con la cabeza, fijando intensamente la mirada en el rostro de Kaylin, que se elevaba directamente sobre el suyo.

"¿Qué es exactamente lo que haces allá afuera?" Kaylin planteó la pregunta con cautela, temiendo no enojar a su amante, sabiendo que tales preguntas solían molestar a Alex.

"¿No te lo dije? Estoy vigilando a alguien".

"¿Esa persona es tan importante? ¿Tan importante que tienes que quedarte allí?" Kaylin preguntó mientras acariciaba suavemente los labios llenos de su compañero.

"Muy importante".

"¿Qué es más importante, yo o esa persona?"

"Definitivamente esa persona", respondió Alex sin titubear, sin preocuparse siquiera mientras veía cómo la decepción cubría el rostro de Kaylin. Prefería responder honestamente, aunque la verdad doliera, afirmando que su trabajo tenía prioridad sobre todo lo demás, incluso sobre ella.

"Entonces, ¿no soy importante?"

"¿La respuesta a eso no es obvia para ti?"

La ira se encendió en Kaylin mientras se levantaba del cuerpo de Alex, arreglando su ropa desordenada causada por sus acciones.

"Si no soy importante, ¿eso significa que no me amas?"

"¿No te has dado cuenta desde el principio de que no te amo?"

"Sí, lo sé. Pero pensé que habías llegado a amarme, especialmente desde que siempre..." Kaylin no pudo terminar su frase.

"Simplemente nos hemos besado y tocado", Alex afirmó, levantándose de la cama y arreglando su camisa arrugada, fruto de la pasión de Kaylin.

"¿Dices 'simplemente'?" Kaylin articuló, llena de emoción.

Sin vacilar, Alex asintió con la cabeza mientras recogía su chaqueta que yacía en el suelo.

"¡Escucha, Kay! ¡Un hombre puede acostarse con una mujer sin amor! Mucho menos solo besarse y tocarse".

¡Slap!

Un fuerte bofetón aterrizó directamente en la mejilla de Alex, propinado inequívocamente por Kaylin.

"¡Eres despreciable, eres un sinvergüenza!" Kaylin golpeó el amplio pecho de su amante, lágrimas corriendo por sus mejillas. "Te desprecio, Alexander, te odio. ¡Se acabó!"

Alex permaneció en silencio, observando su partida mientras ella lloraba, sin intención de seguirla, ni siquiera por un momento.

"Cuanto antes nos separemos, mejor, y espero que siempre recuerdes mis palabras". Alex había pronunciado deliberadamente esas crueles palabras a Kaylin, esperando disuadirla de cometer el error de permitir que cualquier hombre la tocara casualmente de nuevo.

Fin del flashback.

"¡Maldición!" maldijo internamente, recordando la depravación de sus acciones pasadas, explotando los sentimientos de Kaylin mientras la tocaba.

Si le preguntaran si sentía remordimiento por Kaylin, la respuesta sería seguramente sí. Aunque no fuera enteramente culpa suya, ya que desde el principio dejó claro que no la amaba. Sin embargo, Kaylin, terca como era, persistió en su relación, afirmando que podría hacer que él se enamorara.

Simplemente le complació sus deseos, fomentando un vínculo sin amor, tratándola como un amante podría hacerlo. Besarse y tocarse eran normales para una pareja, excepto que él lo hacía por lujuria, no por amor.

"¡Maldición!" maldijo nuevamente mientras los recuerdos de su intimidad pasada se agolpaban en su mente.

Ansioso por escapar del pantano de su pasado, decidió abandonar el lugar. Había asuntos más urgentes que considerar, como proteger a Kaylin durante su próximo tiempo en Dubái, en lugar de lamentarse por días pasados.