El Secreto De Su Majestad (Editando)

El Secreto De Su Majestad (Editando)

Capitulo 1, Renacimiento

Lena.

Mi vida universitaria era un poco agobiante y aburrida, mis padres siempre decían que mi deber como hija era darles honor y prestigio.

En la familia de mi Padre todos son doctores por excelencia, así que desde que nací ya sabían a que me iba a dedicar, fui controlada por mi familia como un títere para satisfacer sus deseos y expectativas, estudie medicina por obligación y no pude negarme creí que ellos lo hacían por mi bien, fue entonces que en unos de mis viajes de senderismo cai por accidente a un lago no sabía nadar así que me hundí sin siquiera poder pedir ayuda.

Creí que era el fin de mí vida aún era muy joven nadie quiere morir a una edad tan joven solo tenía 19 años, aún no había logrado lo que quería hacer en el futuro todo el esfuerzo de cuatro años se iría al caño, además nunca hice nada que me gustará y morir así que barbaridad.

Pero a diferencia de mis pensamientos al despertar me encontré en un lugar frío, oscuro y de algúna manera era tenebroso, no sabía que pasaba, lo único que sentía era un terrible dolor en mi cuerpo.

Me levanté y lo primero que vi fueron los barrotes frente a mi, era como si estuviera en una cárcel, solo la luz de la luna que entraba por una pequeña abertura de la habitación me permitió ver a duras penas unos cuantos centímetros a mi alrededor, pensé que eran parte de mi imaginación, yo ya estaba muerta, eso era evidente, así que todo esto me era absurdo.

Me toqué el rostro que estaba húmedo, era como si hubiera llorado un buen tiempo porque sentia mis ojos hinchados.

Luego me vi en un pequeño charco de agua en el piso.

"¡¿Que es esto?!", grité entrando en pánico al ver el desconocido rostro en mi.

Esa no era yo, de ninguna manera era yo, no tenia el cabello gris ni menos ojos color bermellón, mi Verdadera apariencia era común cabello castaño ,ojos oscuros, sin embargo al verme más a detalle, vi algo parecido a las orejas de un gato sobre mi cabeza.

¿Que es esto?, ¿Orejas?....¿Por que tengo orejas?, pero para alivio mío no tengo cola, tal vez en este mundo exista este tipo de especies, pero que soy exactamente.

La ropa en si que estaba toda andrajosa no parecía la de una persona pobre eso me pareció raro aunque el vestido estaba desgarrado se notaba que no le pertenecía a cualquiera, al parecer trasmigre a una época muy discriminadora de clases sociales.

Si es el caso por qué renaci en este lugar, leí demasiadas novelas de fantasía donde la protagonista renace en una enorme mansión o castillo, incluso son hijas legítimas o ilegítimas de algún noble pero por qué mi caso no es así.

Ni sé se donde estoy sentada ni mucho menos sé quién soy o que hago aquí, lo único que sé es que soy una reencarnada con una pésima suerte para acabar en un lugar cómo este.

Anduve así de pensativa toda la noche hasta que llegó el amanecer.

Al fin pude ver a mí alrededor y finalmente tuve una vaga idea de dónde estaba.

¿Si no fui vendida, fui secuestrada y si no fui ni vendida o secuestrada?...¿Como es que llegue a estar siendo víctima de una trata de personas?

Me acurruque a un lado de la celda, mientras observaban a las muchas mujeres que lloraban y temblaban de miedo, lo que me parecía más curioso era ver que ellas no tenían algún rasgo animal en ellas, acaso yo soy la única rara en este lugar, pero al ver que me miraban sin importancia supuse que tal vez habían visto a más como yo.

Odio esta situación.

Este lugar no es apto para que un ser humano viva, hay goteras por todos lados, incluso se puede ver algunas ratas caminar por ahí.

La comida es peor que la basura, nos tratan peor que animales, ni un animal debería de pasar por esto, yo odio a muerte a todo aquel que maltrate a un animal.

Después de unas horas, me acerque a una de las mujeres, anteriormente lo hice pero todas me evitaron ahora parecían más accesibles.

"¿Tu sabes en donde estamos?", pregunté suavemente para evitar asustarla.

Ella me miró con una entristecida mirada que casi rompe mi corazón, porque podía de alguna manera sentir lo que sentían, miedo angustia, amargura, tristeza, dolor.

"Estamos en un almacén a fueras de la ciudad, pronto seremos llevadas a un mercado de esclavos", dijo sollozando con un indescriptible miedo en los ojos.

No puedo tener tan mala suerte no puedo quedarme sin hacer nada y esperar a que me vendan, si Dios me dio una nueva oportunidad de vivir no puedo desperdiciarlo.

Hablé un poco con las mujeres, muchas de ellas habían sido vendidas por sus propias familias o secuestradas, aún hay muchos que tratan a las personas como mercancía.

Necesitaba escapar de este lugar no soportaba estar más aquí, yo no soy una persona que se rinda fácilmente, tal vez la dura educación que tuve en mi vida realmente si me sirvió, ahora la única manera de poder escapar dependía de la ayuda de las mujeres que estaban aquí.

Por supuesto podría huir sola, pero me sentiría culpable si dejará a estas mujeres cruelmente a su suerte.

"Ustedes quieren se

momento una de las jóvenes se acercó y con lagrimas en sus ojos me agarró del vestido y se arrodillo

"¡Porfavor dime qué tengo que hacer!...Necesito regresar al lado de mi madre y hermano si no estoy que será de ellos", dijo desesperada

Con solo mirarla me di cuenta que ella anhelaba ver a su familia quería salir de ese horrible lugar solo para volver con ellos, este amor que sentía ella hacía su familia era algo que nunca tuve por mi propia familia que siempre era tan fría y distante conmigo.

"¿Alguna de ustedes sabe cómo funciona esté lugar?", pregunté

Una de ellas se me acercó y respondió, "Buenos, cada tres días sale una caravana con destino a las fronteras del imperio de Czarina".

Al escucharla por alguna razón me sonaba familiar ese nombre, pero no le tome importancia.

Era una situación muy difícil en la que me encontraba, no podemos escapar estando dentro pero si saliéramos tendríamos más probabilidades de escapar, entonces supe que debería hacer.

"Cuando salgamos al exterior podremos escapar", dije aunque me preguntaba si podría llegar a tener éxito.

Las mujeres como yo en éste tipo de situaciones no lo tienen fácil.

"Pero...¿como?, una ves que nos encierren en la caravana no podremos salir", dijo una de ellas desconcertada.

La mire y suspirando dije, "Ese es mí plan me dijeron que van entre cinco a cuatro hombres que resguardan la caravana y nosotras somos 15 mujeres ellos nos ven débiles incapaces de defendernos pero si queremos ser libres debemos defendernos y pelear incluso si fallamos en el intento al menos lo intentamos..¿No?"

Todas se miraron entre si rígidas por mis palabras.

"Se que puede resultar peligroso y pueden salir lastimadas, pero para ellos somos más que una mercancía así que no se atreverán a matarnos", dije con firmeza.

Todas se miraron entre ellas en sus ojos podía ver miedo y preocupación pero ellas decidían, no las obligaría si tenían miedo.

Pero me sorprendió poco después sus repuestas, a pesar del miedo abrumador que sentían aceptaron mi sugerencia.

Les expliqué a detalle que debían hacer cuando me asegure de que todas me escucharon y entendieron cada parte de mi plan me sentí más tranquila y aliviada, aunque sentía una fuerte adrenalina dentro de mi.

Fue entonces que mi mirada se fijó en la mujer que estaba sentada a una esquina de la celda ella a diferencia de la demás y de mi, tenía orejas y una cola, sentí curiosidad por lo que trate de acercarme a ella, no la había visto hablar en ningún momento, pero cuando lo intente una de las mujeres me sostuvo del brazo y dijo nerviosa, "No te acerques a ella te podría lastimar"

La mire confundida y pregunte, "¿Por que lo haría?"

"Cada ves que se le acercan no reacciona bien parece qué ella sufrió mucho por lo que es muy sensible a que la toquen", explico la mujer, solo ahí comprendí el significado en sus palabras.

A esta mujer de aspecto frío y distante la habían hecho cosas atroces.

"No te preocupes solo hablaré con ella", dije soltándome de su agarre.

Me acerque lentamente a ella y cuando lo hice quede pasmado por lo que veía, me cubrí la boca atónita, al ver las múltiples heridas en sus piernas y brazos.

Ella tenía unos profundos ojos vacíos y sin brillo, el brillo en ellos desapareció, así como la esperanza, aquellos ojos hacían estremecer mi cuerpo, como si pudiera saber el porqué dejaron de brillar.

Pude deducir que había sufrido más que cualquiera que estaba aquí, incluso mis problemas familiares eran tan insignificantes que nunca se comparará a lo que ella vivió y experimento.

Trate de acercarme cuidadosamente más a ella para poder hablar, pero reacciono mal, ni siquiera me dio tiempo de poder hablar, ella simplemente me empujó y dijo, "No te me acerques y mantente lejos de mi"

No dije nada al respecto, ella había probablemente desarrollado una conducta violenta por los traumas o maltratos del pasado así que para obtener su confianza, le hable de cierta distancia amablemente.

"Escuche que no te gusta que nadie se te acerque puedo comprender por qué lo haces"

Ella me miró inexpresiva y fríamente me respondió, "Tu no puedes comprenderme"

Me sorprendió su corta respuesta.

"Tienes razón no puedo saber cómo te sientes, ni por lo que has pasado"

Ella solo me miró indiferentemente pero algo en sus ojos hacia que mí corazón doliera, no sabía el ¿por que? ,pero cada vez que la apartaba no me dolía, sin embargo ya no me importaba solo quería salir de ese lugar, tal vez todo esta situación que me vino de golpe me está provocando dolor el la mente y corazón.

Así fue hasta la anochecer cuando escuché unas pisadas al parecer eran los hombres encargados de este lugar trajeron comida en mal estado ni a un animal se lo daría ,eso me dio mucha rabia pero me contuve de no hablar algo innecesario.

"Hay una híbrida y una Smatia, se podrán vender a un precio elevado", dijeron los hombres, supuse que se referían a mi y a la mujer en la esquina, pero porque "Smatia" me es familiar.

Cuando volteé a ver a esa mujer en la esquina vi en sus ojos un miedo y odio enorme, que me provoco un dolor indescriptible que no yo misma supe porque, me acerque a esa mujer y tome su mano, ella trato de empujarme pero la sostuve con fuerza y dije, "No me tengas miedo, no soy ese tipo de persona"

Tan pronto su mirada se suavizó el dolor desapareció, eso me alivió.

Eso resultó muy favorable para mí, pude entonces hablar con ella sin que fuera hostil conmigo, incluso si aún es muy reacia a estar cerca de mi y de las otras, necesita poder confiar en mí para poder escapar juntas de este calvario.

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Maria Méndez

Maria Méndez

aquí vamos

2022-10-24

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