Capitulo 10

"¡N-no tía!" - dice el chico con voz temblorosa.

"¿Qué pasa Max?" - dice Luna confundida.

— No te me acerques… ¡Yo soy un monstruo! _ dice con lágrimas corriendo por su rostro, lo que hace que el corazón de Lúa se encoja.

"No, no lo es", dice ella, en desacuerdo.

- Pero…

— No 'pero' pequeño! _ lo interrumpe _ No es porque hayas perdido el control de ti mismo que eres un monstruo _ el chico no dice nada. _ ¡Vamos, dilo! ¿Qué hicieron que te hizo enojar o lo que sea que pasó?

“Tenía hambre… luego entraron las mujeres, ya sabes, pero no sé por qué salté sobre una de ellas. Entonces mordí y-y la sangre… _ el niño estaba llorando de nuevo.

Luna se acerca y lo abraza. Ella entendió lo que él sentía, ella también lo sentirá antes.

"¿Qué me van a hacer ahora?" _ Habla entre sollozos.

“Nada pequeño, no dejaré que te lastimen.

- Pero…

“Ya dije sin peros. ¡Venir! _ toma a Max en su regazo y el niño apoya su cabeza en su pecho.

'¿Adónde me llevarás?' _ Habla con miedo.

“No hay necesidad de tener miedo, querida. Te llevaré a una habitación limpia. ¿Usted confia en mi? _ el niño asiente con un movimiento de cabeza y Luana abre la puerta del dormitorio y Sara sale a su encuentro, con unas cuantas enfermeras más detrás, todas ellas tenían trozos de madera en las manos levantadas al ver al niño.

Max se encoge en los brazos de Luana cuando ve a las mujeres.

- ¡Cálmate Max! _ susurra Luna.

- Dr. ¿qué estás haciendo? Él va…

“Sara, por favor, quiero decir, ¡todos ustedes, dejen esto de lado ahora! _ vacilan _ Es una orden que estoy dando.

Todos tiran la leña a un lado, pero no se apartan un paso de Sara.

"¿Cómo no te lastimó?" _ pregunta con curiosidad.

"Supongo que soy yo quien comienza con las preguntas, ¿no?" ¿Está la cena por casualidad servida?

— No, Srta. _ contesta con la cabeza baja una de las enfermeras que estaba allí.

- Gracias.

— ¿Pero por qué esto ahora, doctor?

“Max tenía hambre, así que atacó a la enfermera.

"Pero él bebió...

"Y si tuvieras hambre, un niño, ¿podrías pasar sin comer?" No había comido nada desde anoche porque hoy se sentía mal, ¿qué querían? _ Luana se sobresalta al sentir al niño moverse en su regazo, volteándose hacia las enfermeras.

"¡Lo siento, p-por favor!" _ estaba llorando de nuevo _ yo no quería.

- Pero ¿y sus ojos?- habló uno de ellos confundido, los ojos de Max ya estaban en su color original.

“Tal vez fue la luz del dormitorio contra tus ojos y pensaste que tus ojos estaban rojos.

Después de un breve silencio, Max ya estaba en el suelo, de pie y de la mano de Luana.

“¡Pedimos disculpas Max! _ dice Sara _ Pero ¿y la mujer?

El chico suelta a Luana y vuelve corriendo a la habitación, todos van tras él, al entrar en la habitación encuentran al chico agachado al lado de la mujer.

- Ella está bien. - dice y Luana se agacha junto a la mujer, mirándole de nuevo el pulso, estaba viva.

Sobresaltada, mira a Max, quien le sonríe. Estaba segura de que la mujer estaba muerta. Mientras los demás ayudaban al que estaba inconsciente, Luana se dirigió al chico.

¡Me debes una explicación, Max! _ y salió de la habitación, dejando a Sara a cargo de él.

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