tu eres mía.

luego de la declaración de William a Helen y el no rechazo de su parte, el desayuno continuó con normalidad pasando un rato agradable para todos.

luego todos volvieron a sus labores, Helen fue a las afueras del pueblo para continuar con los preparativos de la barrera, Alan fua a encargarse de algunas labores con los aldeanos y William está entrenando con yae.

aún no se ha recuperado pero ya está lo suficientemente bien como para hacer cortos entrenamientos.

así paso un día más con normalidad, una vez terminado el entrenamiento de William y yae, William de inmediato se dirigió ha donde se encontraba Helen y está yacía allí, bajo otro majestuoso árbol de hojas doradas descansando ya que nuevamente agotó gran parte de su poder mágico.

— estás bien?...— pregunto William.

— si, es lo mismo de ayer...— respondió Helen.

William se acercó con cuidado para no chocar con la barrera pero para su sorpresa nada lo detuvo, eso quiere decir que Helen lo dejo pasar.

William sonríe ladino y se hacerca a Helen sentándose a un lado de ella.

— gracias Helen...—

— por me agradeces?—

— bueno, gracias a ti estoy con vida... eres la mujer más increíble y hermosa que he conocido.... y es gracias a ti que por primera vez me siento de esta manera, gracias a ti he conocido el amor y se siente increíble y además no me diste un si inmediato pero con tu no rechazo me estás dando la oportunidad de conquistarte y eso me hace muy feliz... no crees que son suficientes razones para agradecerte?...— dijo William mirando ladino a Helen haciendo que ella se sonroje un poco.

—... no tienes por qué decir eso acada rato... es vergonzoso...— dijo Helen apartando la mirada.

— jajaja apesar de que la mayoría de veces actúas fría e indiferente, cuando te comportas así eres muy linda...—

Helen se sintió aún mas avergonzada, no entiende por qué siempre tiene que reaccionar así ante cualquier gesto de William.

— sabes... nunca les conté como fue que termine siendo atacado verdad?... la verdad se muy bien quien fue el que me atacó... fue mi madrastra, la actual emperatriz... mi madre murió cuando yo nací así que mi padre el emperador se tuvo que casar otra vez, ella rápidamente quedó embarazada y así nació el segundo príncipe, ella es una mala mujer que solo desea poder así que quiere que sea su hijo quién se convierta en emperador... hasta la edad de doce años fue incapaz de hacerme daño debido a que estaba bajo la protección del abuelo, el antiguo emperador... pero desde el día en el que el desapareció, ella ha intentado matarme incontables veces... el día del ataque me encontraba en una expedición mandada por el emperador para vigilar la frontera pero termine cayendo en una trampa y de no haber sido por ti ya estaría muerto.... en este momento la muy tonta debe estar pensando que estoy muerto y convenciendo al emperador para que convierta en heredero a su hijo aunque el emperador no lo hará hasta que no confirmar mi muerte...—

— debe ser muy difícil... una lucha por el poder... ni se te ocurra rendirte...— le dijo Helen pero no le daba la cara por qué siente que dijo algo vergonzoso.

William la miró y sonrió ladino — ahora menos pienso rendirme... ya que tengo el apoyo de la mujer que amo...— dijo William acercándose a Helen y pasando su mano por su cintura y acercándola a el, al ver que no hubo resistencia por parte de ella, el continuo, tomo su mejilla suavemente con la otra mano y acerco su rostro al punto de que respiraban el mismo aire.

— puedo?—

— no tienes que pedir permiso para todo sabes?...—

— está bien... apartir de ahora ya no pediré tu permiso para esto...— dijo William uniendo sus labios a los de Helen en un apasionado beso.

lo que ellos no sabían era que alguien los estaba bien y esa escena lo lleno de ira.

William y Helen continuaron disfrutando de sus labios por un buen rato y luego decidieron volver a casa ya que si continuaban no serían capaces de detenerse.

la noche llego y todos pasaron un rato agradable en la cena, cenar con William y escuchar las historias sobre su abuelo se volvió una rutina muy agradable para Helen.

luego todos se dirigieron a sus habitaciones... Helen no tenía sueño así que salió al balcón de su habitación para tomar aire fresco.

pero al dirigirse al balcón pudo ver a alguien allí.

— Ryan, que haces aquí?— pregunto Helen desconcertada al verlo en el balcón.

el se acercó a ella he inesperadamente le dio un beso en los labios, era un beso desesperado pero que no hizo sentir nada a Helen.

ella suavemente lo apartó y Ryan al notar que no hubo reacción alguna por parte de Helen, se detuvo.

— tu lo amas?...— pregunto el.

—... Ryan... lo siento yo...— Helen no supo como responder a la pregunta, estaba muy sorprendida por esto, es obvio que Ryan está tratando de demostrar sus sentimientos por ella pero para ella es imposible ver a Ryan de esa manera, ella no lo ve como hombre.

pero para Ryan fue suficiente con esa reacción para comprender todo, ella no siente nada por el y aunque puede que todavía no este en el punto de amar ha William pero es obvio que no tardará mucho en hacerlo.

—... lo siento Helen...— dijo Ryan para luego darse la vuelta y saltar del balón huyendo de allí pensando que en realidad era un cobarde, si hubiera confesado sus sentimientos antes y aunque Helen no le correspondiera, tendría la oportunidad de conquistarla pero ahora es muy tarde, ella ya se está enamorando de alguien más.

—... Ryan...— Helen se sintió realmente culpable por verlo así, ella sabe más que nadie lo que se siente que la persona que ames tenga a otro en su corazón.

alguien toco la puerta de su habitación y ella fue para abrirla, era William y Helen al verlo no pudo evitar querer un abrazo.

William se sorprendió un poco pero de inmediato correspondió al abrazo de Helen.

pero frunció el seño al sentir otro aroma diferente impregnado en Helen, William se soltó del abrazo y la agarró de los hombres mirándola con el seño fruncido.

— por tienes el olor de otro hombre?...—

Helen estaba muy sorprendida y no sabía que responder ya que William se veía muy enojado, nunca pensó que fuera tan celoso pero extrañamente eso la hace sentir bien.

—... es Ryan... el, al parecer tenía sentimientos por mi y vino a confirmar si yo sentía algo por el... el me beso pero yo lo aparte...—

William por un lado se sintió feliz pero por otro no puede soportar la idea de que otro aya probado los labios de Helen, ella es solo para el y nadie más.

William sin esperar le dio un beso desesperado a Helen.

— voy ha borrar ese olor de tu cuerpo, es desagradable... tu eres mía y solo puedes oler ha mi...— esas palabras bastaron para que el corazón de Helen saltará de alegría y emoción.

William volvió a unir sus labios con los de Helen en un desesperado beso que Helen no tardó en corresponder entrelazando sus brazos al rededor del cuello de William.

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