Han pasado más de un mes y el pequeño lobo se comenzó a acostumbrar con la compañía del demonio. No pudo regresar a casa debido a que el demonio se lo impidió.
–Cuando podré volver a casa?
En medio de la oscuridad el demonio lo observó. (sin embargo el lobo no se dió cuenta de eso)
–Bien, vete. Te mantuve solo para que me hicieras compañía pero como insistes en irte.
El tono del demonio era sarcástico mezclado con tristeza fingida.
–Oh, gracias.
Respondió sarcásticamente. Sabía que aquello era mentira, el demonio le había dicho eso anteriormente, pero cada vez que intentaba buscar la salida, no había. Estaban encerrados en quién sabe donde. El demonio conocía la salida pero jamás se lo quiso decir.
–Hagamos un trato. –Dijo el demonio.
–Qué trato?
–Uno fácil. Te dejo salir pero tienes que regresar, dos veces al mes.
–Lo haré con una condición.
–Que condición? –Preguntó el demonio.
–Deja de recibir ofrendas o sacrificios del pueblo.
–Esta bien, sin embargo ya no los protegeré.
–Qué?
–Tengo que alimentarme, saldré en busca de comida.
–Come plantas o animales.
–Ah? Que asco!
–Pues te ofresco mi cuerpo, deja en paz a esa gente y a todos los humanos.
–Tu cuerpo? Ya te dije que no como lobos.
–Pues mi alma o algo de mi pendejo.
–Esta bien me quedo con tu cuerpo.
Reik se paró de dónde estaba sentado y le saltó encima al demonio. (Aunque los dos se lastimaron debido a la oscuridad)
–¡Mierda! no puedes poner una linterna o algo?
–Me gusta la oscuridad, además yo puedo ver. por qué la necesidad de una linterna?
–Yo no veo! si quieres que venga aquí, debes poner luz.
–Ah, oki.
Reik aún estaba encima del demonio y cuando esté se removió el niño se aparto.
–Como te llamas?
–No lo sabes. –Dijo rodando los ojos en la oscuridad.
–No. nunca me lo dijiste.
–Tenloch
–Osea te llamas como te dicen en el pueblo.
–Yo les dije mi nombre.
–Ah, ya entiendo.
–Bien ahora muéstrame como salgo de aquí.
El demonio dibujo un círculo con el dedo y pronto apareció una puerta.
El niño al ver el exterior corrió hacia la puerta.
–Nos vemos Ten.
–Ten?
El niño no respondió y solo se fue. El demonio cerró la puerta.
"oh, nuevamente solo"
Caminando el pequeño lobo se dió cuenta que estaba cerca del pueblo, después de pasar por el bosque llegó allí.
Amanda estaba como siempre recolectando unas flores, cosa que hacía todas las mañanas. Sentía culpa por lo de Reik. Hace un mes que aquello paso y él no regreso como prometió. Todo era su culpa, jamás debió dejar que Reik cometiera tal locura.
Además los del pueblo la odiaban, debido a que por su culpa el dios protector no los cuidaría más. Una enfermedad estaba arrasando en el pueblo y todo era su culpa, si tan solo ella aceptará su destino, todos aquellos que murieron estarían vivos y los niños no estarían tan enfermos. Sus padres ni siquiera la querían ver en la casa y por eso ella se refugiaba en el campo de las flores.
–Ami!
Solo alguien la llamaba así. "Reik!"
Giro su cuerpo en dirección hacia la voz, allí estaba el pequeño lobo, sonriéndole felizmente.
–Reik!!
Corrió y saltó sobre él, los dos cayeron en el campo de flores.
–Reik!!
Su rostro se inundó completamente, soltó un fuerte gritó desgarrando su garganta. Solo sus llantos fueron escuchados, llantos que fueron llevados por el viento.
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Comments
Maylen Carreras
😊
2023-08-14
0
•𝙐𝙉 𝙀𝙓𝙏𝙍𝘼 𝙈𝘼𝙎• 𝙂.𝙋
jajaja😂😂
2022-08-02
8