Capítulo 4

Filippo:

Después de dormir plácidamente, hice mi aseo matutino y me preparé para ir a trabajar. Decidí ir de nuevo a la cafetería, y al llegar me topé con Juana vestida de camarera.

Mientras Francesco no me dé información sobre ella, intentaré acercarme, sé que sólo la conozco desde hace dos días, pero como buen mafioso nunca tengo dudas de lo que quiero, y la quiero y la querré, cuando la vi por primera vez supe que era para mí, ahora sólo es cuestión de tiempo.

Juana:

Fui a hacer mis actividades, Rosana me había explicado más o menos todo, no fue difícil hasta que le cogí el truco, todo el tiempo Filippo me miraba fijamente, me dio vergüenza y seguí con mi trabajo, al cabo de un rato se fue, siempre con sus guardias de seguridad y se marchó.

Ese hombre me intimida sólo con mirarlo, es tan guapo, su mirada penetrante y autoritaria me hace sentir un escalofrío en el estómago, ¿qué estoy sintiendo?

Salgo de mis pensamientos para ir a atender a un cliente que acaba de llegar, no puedo perder este trabajo, tengo que ser ágil.

Filippo:

He ido a la empresa a arreglar unos asuntos pendientes, y llega Lorenzo para hablarme de los asuntos de la mafia, todo va perfectamente, después del último traidor que tuvimos, con el desvío de nuestro cargamento, nadie se atrevió a traicionarme, si ya tenían miedo se asustaron aún más, cuando prendí fuego al hombre aún vivo, delante de todos los responsables del tinglado y dije que sería mucho peor con el siguiente, que hasta ahora no había tenido ninguno, bien, odio a los traidores.

Lorenzo, de 25 años, es el brazo derecho y amigo de Filippo. Yo soy quien generalmente se encarga de los trabajos sucios y lo hago muy bien. Filippo me salvó la vida en un enfrentamiento entre mafias y desde entonces soy leal a él. Nos convertimos en mejores amigos y estoy dispuesto a dar mi vida por él.

Lorenzo: ¿Qué te parece si vamos a la discoteca hoy a ligarnos unas chicas?

Filippo: No va a poder ser...

Lorenzo: ¿Qué te pasa? ¿Estás enfermo o qué? ¿Filippo Romano renunciando a una noche de fiesta?

Filippo: No me molestes, otro día tal vez vaya.

Lorenzo: Está bien, entonces me voy, pero no pienses que te voy a dejar de lado, ¡otro día iremos!

Filippo: Sí, sí, te conozco demasiado bien como para saber que no me dejarás en paz, pero otro día está bien. Hoy no me apetece.

Lorenzo: Está bien, ¡hasta luego!

*Después de conocer a Juana, Filippo no puede dejar de pensar en ella. Se impacienta porque no sabe nada sobre ella, solo la ve en la cafetería. Decide llamar a Francesco para ver si tiene alguna información sobre ella.

📱 Filippo: Hola Francesco, ¿ya tienes alguna novedad sobre la persona que te pedí que investigaras?

📱 Francesco: Hola, amigo. Ya estoy casi ahí, pero te adelanto algo: aléjate de esa mujer.

📱 Filippo: ¿Cómo es eso? No entiendo, ¿qué descubriste?

📱 Francesco: Te lo contaré cuando tenga toda la información lista, ¿vale? Pero toma mi consejo, esta mujer puede traerte problemas. Tengo que irme, hablamos luego.

📱 Filippo: Amigo, cuéntame toda la historia, ¿sí?

📱 Francesco: Soy muy responsable con lo que hago, así que solo te lo diré cuando esté todo listo. No sirve de nada insistir, ¡en 3 días te entrego todo!

📱 Filippo: Está bien, no me hagas esperar, ¿eh?

📱 Francesco: Jamás, ¡hasta luego, hermano!

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