Capítulo 3

No he dormido mucho, miro el reloj, solo han pasado treinta minutos desde que me dormí, hace frio, estamos en invierno, me envuelvo aún más entre las sabanas y siento mi cuerpo siendo arrastrado a una fuente de calor, abro los ojos y veo a Jared acostado junto a mí, por el olor a loción y su cabello húmedo, sé que se ha bañado, esta sin camisa y aun así esta increíblemente cálido.

- Estas tiritando –dice envolviendo mi cintura con su brazo- ¿Por qué volviste sin mí? Te dije que solo sería un momento, cuando volví a buscarte, te habías ido, salí y vi el auto arrancar.

- Lo siento, me sentía un poco incomoda –digo despertando por completo- No me gusta estar donde no me quieren, ya suficiente tengo con estar aquí contigo.

- Yo te quiero, Irina, te quiero y te respeto –dice levantándose de la cama y perdiéndose por un momento dentro del vestidor- Quizás no es suficiente para ti, pero cada día intento ser un mejor esposo.

Vuelve a la cama y nos cubre con una manta calientita, me acurruco más y el me mantiene a su lado, es fácil en estos momentos olvidarme de que el solo me tiene cariño, que solo es la atracción innegable entre nosotros, así que me dejo llevar y finjo que somos solo dos personas amándose, me subo a su regazo y comienzo a besarlo, el me corresponde como siempre lo hace, con pasión y entrega, levanta mi camiseta y mis pechos se pegan a su torso desnudo enviando corrientes eléctricas a mi columna, me sujeta firmemente de la cintura mientras los muerde y los chupa, suelto un par de gemidos mientras trato de deshacerme de sus pantalones de pijama y su bóxer, él está más que listo para mí y suelta un gruñido cuando lo tomo entre mis manos, me deslizo por su cuerpo hasta poner mi boca sobre él, me da una mirada de asombro, es la primera vez que hago esto y lo tomo por sorpresa, tomo todo lo que puedo.

- Irina –me sujeta el cabello y me da un jalón fuerte haciendo que mis ojos se encuentren con los suyos- No voy a durar demasiado.

Mis movimientos comienzan lentos, juguetones, sin prisa, enloqueciéndolo, sacándole gruñidos y maldiciones, cuando veo la expresión torturada en su rostro, comienzo a acelerar, me vuelvo loca de placer al escucharlo, me da un nuevo jalón de pelo avisándome que está a punto de terminar, pero no me retiro, lo quiero todo, así que lo llevo profundo y siento como se contrae en mi boca mientras el líquido caliente se desliza por mi garganta.

- Vas a volverme loco –dice aun con mi boca en sobre él, con una última lamida me retiro y me sujeta contra la cama.

- Jared –digo excitada y él sonríe jugueteando con mi cachetero, lo desliza por mis piernas y roza mi entrada, está nuevamente listo para la faena, un par de lágrimas brotan de mis ojos- Te amo, Jared.

- Shh, no llores Irina –entra en mi suavemente- No llores.

- Ahh –comienza a moverse despacio y profundo, me rindo ante todo lo que siento por él, esto es lo que él va a darme y yo solo lo voy a recibir.

Luego de apagar la llama de la pasión ardiendo en nuestros cuerpos, nos quedamos ahí, los dos, estoy recostada sobre el pecho de Jared y puedo sentir el latido de su corazón, calmado y tranquilizante, deseo todo del hombre que yace a mi lado, sus anhelos, sus sueños, deseo su amor, su locura y su alma.

Me aparta suavemente y finjo estar dormida cuando el sale de la cama, escucho sus pasos bajando las escaleras, quiero seguirlo y preguntar qué pasa, pero no lo hago, las palabras de Joseph llegan a mi mente.

¿Vale la pena pasar la vida atada a un amor no correspondido?

Realmente espero que sí, aún estoy aferrada a la idea de que Jared me amará en algún punto de nuestra relación, él es atento y honesto siempre. Somos buenos juntos, nos atraemos sexualmente y somos amigos.

Despierto de nuevo con el sonido del despertador, marca en números rojos las nueve de la mañana, es sábado, miro al otro lado de la cama y Jared esta acostado sobre su pecho, su espalda descubierta a la vista, me desperezo y salgo de la cama sin mucho revuelo para ir al baño, me doy una ducha y me visto, día de salir a hacer el mercado, siempre los sábados son mi día de hogar, bajo las escaleras y Mildred, una de las chicas encargadas de la casa ya tiene preparada la mesa para servir el desayuno.

Estornudo un par de veces, me siento un poco resfriada, pero es común para mi resfriarme en pleno invierno.

- Buenos días, señora –me da una cálida sonrisa mientras deja sobre la mesa una edición del periódico local de mi ciudad, me encantan los crucigramas que trae y de alguna forma siempre llega a nuestra puerta.

- Buenos días Mildred, ya pueden irse a descansar, por favor solo dejen la lista del mercado en la encimera de la cocina, me encargo desde ahora.

- Ya sabe que no es necesario, señora, yo podría hacerlo.

-Y ustedes saben que comienza su fin de semana, así que por favor…

De inmediato Mildred asiente y tras servirme la comida se retira, la escucho decirle a Greta, nuestra cocinera, que es hora de irse, y las dos a regañadientes se retiran.

- Si necesita algo, no dude en llamarnos, señora.

- Descansen, disfruten el fin de semana Greta.

Estoy terminando mi café y revisando la lista de víveres cuando Jared por fin baja las escaleras, se sienta frente a mí y trata de revisar el periódico que ya he desordenado mientras se sirve el desayuno.

- Cuando estés lista avísame, iré contigo –dice y levanto la mirada.

- Hoy tienes una reunión informal con algunos socios.

- La cancelé, quise tomarme el día, si no quieres que te lleve siempre puedes ir sola.

- No, no tengo problema.

Estornudo un par de veces más y él me mira con atención.

- ¿Por qué no mejor te quedas en casa hoy? Te ves un poco resfriada ¿te sientes bien?

- Estoy bien, solo es el invierno –me levanto para llevarme los platos y meterlos al lavavajillas-

- Termina el desayuno, revisaré la lista y veré que no falte nada.

Media hora después estábamos listos para salir, Jared insistió en conducir mi auto, era más cómodo para llevar el mercado, así que estaba relajada en el asiento del copiloto siguiendo la voz de Bruno Mars.

- Cantas muy mal –dice Jared y me sonrojo al percatarme que estoy gritando junto a él.

Idiota –murmuro sacándole una sonrisa y en eso llegamos al súper.

- No hay demasiada gente, recorremos los pasillos buscando las cosas en la lista, me detengo por helado y algunas cosas extras mientras él se ve relajado empujando el carrito con las compras, de vez en cuando se queda mirándome fijamente y me hace sentir bien, tenerlo conmigo, me hace sentir bien.

- Toma dos de esos –dice señalando los paquetes de malvaviscos y sonrío mientras los meto en el carrito- También lleva chocolate para preparar, hace frio, nos hará bien.

Una vez que llevamos mas de lo planeado, por fin pagamos, hace frio afuera y mi nariz esta algo congestionada, llevo mi abrigo, pero aun así Jared se quita el suyo y me lo coloca encima, no digo nada, solo dejo que me abra la puerta y subo al auto.

- ¿Segura que no quieres ir al médico? –pregunta y niego.

Llegamos a casa y ordeno las compras, estoy por preparar el almuerzo cuando veo todo oscuro y escucho que Jared grita mi nombre antes de desplomarme en el suelo.

Mi cuerpo está ardiendo cuando logro abrir los ojos, frente a mi esta Jared junto al doctor Marco Simmons, este último se me acerca con una sonrisa amable mientras Jared permanece atrás con cara de culo, trato de sonreírle a Marco, además de ser mi médico, es un buen amigo de la infancia, solíamos jugar juntos todo el tiempo he íbamos a la misma escuela.

- Hey tú, esta es la única forma de que vengas a verme –digo con la voz un poco ronca.

- Shh, no digas tonterías, te invité a una comida hace poco más de un mes y declinaste –dice y asiento avergonzada, Jared se ve incomodo con nuestra platica así que no continuo- Dime que tengo, siento que mi cuerpo se quema.

- Tienes mucha fiebre, te he colocado algo para eso, deberá bajar en un momento, tienes una fuerte neumonía, una infección en los pulmones que ha causado su inflamación, tendrás que cuidarte mucho, te he suministrado antibióticos fuertes que será efectivos y rápidos, no debes salir de casa, mantén reposo hasta finalizar el tratamiento, vendré a verte mañana, te he dejado medicación para la fiebre también, si no baja –mira a Jared- Llámeme, señor Ray.

- Claro que sí, doctor Simmons, gracias por venir y atender a mi esposa.

- No hay que agradecer, además de mi deber como médico, mantengo una gran amistad con Rina, ella cuenta conmigo para lo que necesite, a cualquier hora.

- Claro, gracias.

- Adiós Marco Polo –digo en despedida y él sonríe antes de salir seguido por Jared.

Momentos después Jared vuelve y se sienta a mi lado.

- ¿Cómo estás?

- Caliente –digo y su mirada se oscurece, así que tomo su mano llevándola a mi frente y corrijo rápidamente- La fiebre, estoy literalmente ardiendo.

- Buscare pañitos y agua.

Vuelve al rato y se queda conmigo el resto del día, pienso que llamara a Greta para que le prepare de cenar, pero en cambio el mismo prepara sopa y me da de comer antes de comer él.

No quiero dar muchas vueltas a las cosas, pero si esto no es amor, entonces no sé lo que es.

Para mí el amor es respeto, cuidado, atención... Él tiene todo eso y más para darme.

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Comments

Iris Ferrel

Iris Ferrel

el probema con Irina es q es muy incegura amar es demotrar q te aman por q te pueden decir.mil veces q te aman y te traicion

2024-07-09

1

Landys Gutierrez

Landys Gutierrez

el la ama pero no lo quiere reconocer

2024-02-23

1

Lisbeth Valbuena

Lisbeth Valbuena

Jared tú amas a Irina por qué no se lo dices, no entiendo ❤️❤️❤️❤️❤️

que sentirá Jared por la Lilianne , quisiera saberlo ,🤷🤷🤷

2024-02-16

3

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