Los Nervios Me Consumen

Ambos ingresaron al bungalows, Alonso tomo a Giselle por la cintura y la atrajo hacia el, al tenerla cerca los ojos de Alonso demostraban el fuego que se encendió en el, sus muradas recorrían un camino entre sus ojos y sus labios, Alonso no aguanto más y le dio un beso en los labios a Giselle, Ella envolvió el cuello de Alonso con sus abrazos, aferrada a el.

Alonso la sintió temblar en sus brazos. así que le dijo al oído con una suave y encantadora voz.

Alonso _ Tranquila amor mío, deja de temblar.

Te prometo que seré paciente y voy a esperar el día que decidas entregarte a mí. Sé que hoy es muy pronto aún.

Alonso volvió a dar un pequeño beso en los labios a Giselle.

Después la soltó y se dirigió al baño, dejándola allí en medio del cuarto.

Giselle con la cabeza llena de dudas y temores. Como pudo dio unos pasos hacia la cama se sentó en la orilla de esta y emitió un gran suspiro. Giselle con su mano sintió la necesidad de oprimir su pecho para asi calmar los latidos de su corazón, allí en ese pequeño rincón empezó a pensar en lo que estaba viviendo y en su futuro si en siempre tendría que huir.

Mientras tanto Charo estaba en el hotel de regreso en compañía de un hombre ya maduro y en traje acudiendo los dos a recepción a pedir habitación.

Carlos: señorita deseo pedir una habitación para mí y otra para mi acompañante.

Charo _ puedo quedarme aquí también señor fiscal?

Carlos _ Lo que tú quieras pero tienes que ayudarme a localizar a Giselle esta vez no se me puede escapar.

Charo _ Se lo agradezco, y no dude en que haré lo posible por ayudarlo. Los celos que Charo sentía hacia Giselle eran tan grandes, que sentía la necesidad de hacerle daño.Después de llamar a la señora Elizabeth madre de Giselle y la señora contestarle que no vendría por su hija que sería mejor dejarla tranquila.

Charo no dudo en buscar al fiscal Carlos, ese hombre estaba obsesionado con Giselle la estuvo buscando en su casa al dejar ella de acudir al trabajo y al enterarse de la partida de Giselle se volvió loco y no dudo en acudir a Charo y ofrecerle dinero a cambio de información del paradero de Giselle.

Alonso salió del baño con solo una toalla alrededor de su cintura y el cabello mojado con gotas de agua recorriendo su pecho. Giselle lo observó y se quedó mirando con la boca abierta paso saliva viendo como su novio secaba su cabello con una pequeña toalla sin prestar atención a lo que Alonso le decía, observó como una gota curiosa y traviesa callo de sus húmedos cabellos a su hombro izquierdo dando un recorrido por el pecho de su amado.

Aquella gota traviesa termino por fundirse en la blanca toalla que escondía la masculinidad de aquel hombre que no pudo más que pensar para sí misma.

Giselle _ Quien fuera esa gota que recorre el cuerpo de este hombre, tan alto con aquella sedosa piel, con aquellos pocos vellos en medio de su estómago bendita gota que se unió en esa pequeña toalla ya me dio sed y unas ganas de beber esas gotas que recorren el cuerpo de este apuesto hombre que es mío, caray es mío creo que me está hablado despierta! Giselle.

Alonso _ Amor como te decía mañana podemos ponernos a pensar en tu futuro hoy descansa y ya puedes entrar al baño pediré unas toallas más a recepción si deseas allí adentro te deje una, Amor me escuchas ja, ja ja,

Alonso se aproxima a Giselle y se agacha frente a ella pues la vio recorrer con esos ojitos muy abiertos su cuerpo y tan ensimismada con la boca abierta que se le ocurrió molestarla un poco.

Alonso _ Amor deseas decir o hacer algo. Poniendo sus dos manos en las mejillas sonrojadas de Giselle.

Giselle ya despertando como se dijo así misma se paró de golpe sin querer haciendo caer a Alonso al piso dejando expuesta ante ella su espléndida anatomía. Aún más roja observando las bondades de su novio.

Giselle _ Disculpa amor no quise hacerte caer yo.

Alonso tratando de cubrir lo que podía con aquella toalla que en este momento le parecía muy, muy pequeña.

Giselle estaba con las dudas de usar sus manos para cubrir sus ojos o extender hacia su amado y así ayudarlo a levantarse.

Alonso _ Ja, ja, ja. Amor yo puedo levantarme solo no te preocupes.

Giselle_ De acuerdo entonces yo. Yo iré al baño a tomar una ducha.

Giselle corrió más rápido que él corre caminos ingreso al baño, cerro la puerta y le puso seguro como si ella fuera la que necesitara protección de Alonso o será lo contrario con el cuarto únicamente para él se levantó del piso término de secarse y se vistió con un bóxer negro que cubría su piel, por lo ceñido que le quedaba a la piel no dejaba mucho a la imaginación así que optó por usar encima una bata de baño, tomo el teléfono que se encontraba a un lado de la cama y pidió servicio al cuarto un poco de fruta y protección por las dudas.

Giselle _ Salió del baño después de media hora, Alonso parecía estar dormido así que no vio a Giselle envuelta en una gran toalla.

Giselle con el cabello húmedo, busco su maleta y volvió a ingresar al baño para vestirse, a los pocos minutos salió a la habitación luciendo una pijama compuesta por un pequeño short y una blusa de tirantes.

Alonso _ Que linda luces amor, te queda muy linda esa pijama rosa, pedí unas frutas tienes hambre.

Giselle _ La verdad que no mucha, aunque tengo antojo de chocolate.

Alonso _ Hace mucho calor estás segura.

Giselle _ Lo que quiero no es chocolate caliente para beber, es una golosina.

Alonso la miro a los ojos con una sonrisa pícara _ Que e tipo de chocolate amor?

Giselle _ Un sublime o cualquier otro chocolate en barra.

Alonso _ Ya entiendo, una golosina, imagino que debe de haber en el minibar.

Alonso busca y encuentra, los toma y se los lanza a Giselle. _ Toma amor.

Giselle _ Gracias amor. Giselle se sienta a un lado de la gran cama y empieza a comer su chocolate mientras Alonso la observa con cariño.

Giselle le ofrece un poco a Alonso pensando que él también quiere comer de ese dulce.

Giselle _ Quieres un poco?

Pero él lo que quiere es probar es, los labios de Giselle así que se aproxima a ella.

Alonso _ Si un poco. Pero no como del dulce que le extiende Giselle, más si del dulce de sus labios que con el chocolate sabe mejor así se funden los dos en un profundo beso robando Alonso todo el aire a Giselle sin poder respirar más ella palmea el hombro de Alonso para indicarle que necesita respirar alejándose Alonso y tomando el otro lado de la cama para dormir al lado de su amada.

Giselle también se recuesta a dormir apagando las luces de su velador siendo absorbida por la oscuridad y sintiendo como unos brazos se deslizan bajo su cuello y otro sobre su cintura atrayendo su cuerpo hacia el fuerte y cálido cuerpo de Alonso.

Giselle no pone resistencia y se deja llevar. Luego cierra sus ojos para dejar que sus sueños sean custodiados por su amado.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***