Capitulo:7 Los gemelos

Nicolás:

Anoche fue épica, aunque hoy amanecí con la cara pintada lo valió, todo fue muy divertido, al parecer no fui el único en creerlo, ya que, Noah me miro y me dijo:

-Jamás me ganarías unas carreras a la oficina de papá-

Empece a reírme, lo mire, mis pies se movieron y corriendo le dije:

-Deberías correr y después hablar, ¡leennnttooo!-

Mi hermano riendo empezó a correr detrás de mi mientras decía:

-Eso es trampa, pero aun así te ganare-

Entre risas llegamos a la oficina de padre, al verlo le pregunte:

-Papá, ¿A que me parezco?-

El me miro y riendo respondió:

-Te pareces a un gato-

Con un sonrisa le presumí:

-Cierto, mamá es muy buena dibujando, ella me hizo esto por la noche-

Mi padre después me pregunto:

-¿Jugaron a pintarse las caras?, ¿Como se la pintaron ustedes a mamá?-

Apunto de contestar mi hermano Noah empezó a hablar mientras apretaba el puño con vergüenza:

-Nosotros no pudimos pintar la cara de madre-

No podía con la risa, y burlándome de el dije:

-Mamá dijo que el ultimo en dormirse le pintaría la cara a los dormidos, Noah la desafió y al final termino perdiendo-

Noah se sonrojo y dijo:

-No perderé la próxima vez-

Mi padre solo nos miraba reír hasta que dijo:

-Limpien sus caras y bajen a desayunar-

Mire al suelo y dije:

-No...esperare a que madre me limpie la cara ella misma y le sea difícil quitármelo-

En ese momento mi madre llego y entre risas dijo:

-Lo siento pero, te pinte la cara para que tu te lo quites y no te sea fácil hacerlo-

Mi padre con un tono serio pregunto:

-¿Ahora nadie sabe tocar?-

Al parecer mi madre no se lo tomo bien, dejo de reírse, salio de la habitación y después  toco la puerta mientras decía:

-Esposo, puedo pasar, necesito hablar con usted sobre algo urgente-

Empezó a caminar de forma elegante, eso me dio un poco de miedo, hacia tiempo que no la miraba así, había olvidado este pequeño miedo que se siente al verla, mi padre interrumpió mi sufrimiento después de decir:

-No hay necesidad de ser tan seria-

Mi madre no le tomo importancia, se detuvo frente al escritorio y con seriedad y elegancia se poso en la silla para después decir:

-Niños, bajen a desayunar que necesito hablar con su padre-

Esta vez el miedo no me invadió, un nuevo sentimiento nació dentro de mi, la pena ajena, mientras nos retirábamos le dije a Noah:

-Pobre, madre no se anda con rodeos-

Al llegar al comedor me puse a esperar a mis padres para desayunar.

Noah:

Me desperté de muy buen humor, a pesar de haber perdido mi honor al enfrentarme a mi madre y perder, se siente bien cargar conmigo este signo de vergüenza en la cara, camino al despacho de padre me encontré con Nico, por lo que le dije:

-Jamás me ganarías unas carreras a la oficina de papá-

Esperando su respuesta lo mire empezar a correr mientras me decia de una manera burlona:

-Deberías correr y después hablar leennnttooo-

Al escucharlo empece a correr y le dije:

-Eso es trampa, pero aun así te ganare-

Corriendo llegamos a la oficina de papá, al llegar Nico pregunto:

-Papá, ¿A que me parezco?-

Nuestro padre riendo respondió:

-Te pareces a un gato-

El pequeño Nicolás dijo presumiendo:

-Cierto, mamá es muy buena dibujando, ella me hizo esto por la noche-

Padre riendo pregunto:

-¿Jugaron a pintarse las caras?, ¿Como se la pintaron ustedes a mamá?-

Algo dentro de mi se quebró, la vergüenza se asomo y con mi puño cerrado le confesé a mi padre:

-Nosotros no pudimos pintar la cara de madre-

Al escucharme Nico empezó a humillarme más diciendo a nuestro padre:

-Mamá dijo que el ultimo en dormirse le pintaría la cara a los dormidos, Noah la desafió y al final termino perdiendo-

Me sonroje un poco por la vergüenza y después dije:

-No perderé la próxima vez-

Mi padre disimulo su risa hacia mi y después dijo:

-Limpien sus caras y bajen a desayunar-

Nico al escuchar las palabras de padre dijo:

-No...esperare a que madre me limpie la cara ella misma y le sea difícil quitármelo-

En ese momento madre entro riendo mientras decía:

-Lo siento pero, te pinte la cara para que tu te lo quites y no te sea fácil hacerlo-

Parece que esto hizo enojar a mi padre ya que dijo:

-¿Ahora nadie sabe tocar?-

Mi madre salio seria de la habitación pensé que ya no volvería pero, toco la puerta y después dijo con un tono serio:

-Esposo, puedo pasar, necesito hablar con usted sobre algo urgente-

Al escucharla mi piel se erizo, cada vez que sus elegantes pisadas sonaban en el suelo mi cuerpo se estremecía, ella no era mi madre, ella era Nidia, la archiduquesa, mi padre intento arreglar la situación diciendo:

-No hay necesidad de ser tan seria-

Estas palabras no le importaron a mi madre ella siguió, se sentó frente a la silla del escritorio de padre, poso su mirada sobre padre y seria dijo:

-Niños, bajen a desayunar que necesito hablar con su padre-

Un pequeño peso se quito de mis hombros y empece a reírme junto a Nico, para después escuchar a mi hermano decir:

-Pobre, madre no se anda con rodeos-

Entre risas y miedos ahogados llegamos al comedor, no lo niego Nidia se hizo presente el día de hoy.

Gracias por leer.

Perdón por la mala ortografía.

Nota 1: Solo falta un capitulo, esperen a que se publique en el lo que queda del día

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