Capitulo: 4 perspectiva de los gemelos

Nicolás:

Aveces es aburrido jugar con Noah, estoy un poco cansado de su actitud pero...es lo único que tengo, desde que tengo memoria mi madre es extraña, a diferencia de mi padre no deja que la abracemos o hablemos y cuando ella lo hace me siento mal, me siento frustrado, ¿como algo que debería agradarme me hace sentir melancólico?.

Todos los días las sirvientas murmuran cosas malas sobre mi madre, aunque se que son ciertas no me gusta escucharlas, pero...hoy no era ningún susurro los que se escuchaba en la casa, eran gritos, toda la servidumbre alarmada gritando:

-¡La archiduquesa tuvo un accidente!-

Por mucho que mi madre haga desorden las sirvientas no hablan tan alto, algo debe estar pasando, ¿estará mi madre bien?.

Ya pasaron algunas horas desde que ocurrió el accidente, Noah se mira calmado como si nuestra madre no le importara, entiendo porque es así, yo fuera igual que el, pero pensar negativo solo molesta, mientras miraba a mi hermano, una sirvienta entro a la habitación diciendo:

-Pequeños amos, la archiduquesa solicita su presencia-

Mire a mi hermano mientras pensaba:

-Que nervios, mi madre me habla, espero que no sea para otro tenebroso té con sus amigas, aunque es uno de los únicos momentos en el que nos habla, me siento raro cerca de ellas-

Noah no se miraba muy contento, pero fue el primero en salir de la habitación mientras decía:

-No te quedes atrás Nicolás-

Al llegar a donde estaba madre la sirvienta abrió la puerta para que pasáramos, estando adentro mi madre miro a nuestro padre y después pregunto:

-¿Ellos son mis hijos?-

El escuchar lo que mi madre dijo me desalentó, cuando más esperaba que nos llamara para estar con ella, hace este tipo de comentarios, como si no nos conociera, se siente extraño pero ya estoy acostumbrado, pero al parecer mi madre quiere cambiar mi modo de verla ya que dijo:

-Hijos míos denle un abrazo a su madre-

Al escucharla no sabia que pesar, mire a mi padre para que me confirmara lo que pasaba, quería saber si realmente estaba pasando o estaba alucinando, aunque ya había escuchado esas palabras de su boca, esta vez eran diferentes, eran cálidas, amables y con amor, en respuesta a mi mirada mi padre dijo:

-Esta bien abracen a su madre-

No lo pudo creer, parece que Noah esta en las mismas, empece a correr hacia mi madre para darle un abrazo, mi hermano parecía querer no hacerlo pero lo obligue, junte todas mis fuerzas e hice que también la abrazara, al principio Noah se negaba pero...suplicándole al oído con un susurro le dije:

-Si no puedes hacerlo, por favor,  por mi, llora por mi, abrázala por mi, porque así seré feliz, te juro que ya no me quejare más, solo hazlo-

Inmediatamente después Noah empezó a llorar junto a mi, espero y este momento nunca acabe, aunque sea por hoy, aunque no dure mucho quiero estar así un poco más, porque lo necesito, necesito a mi mamá, el estar así me hace feliz.

Noah:

Nicolás siempre me mira con un extraña mirada, como si me tuviera lastima, no puedo deshacerme de el, es lo único que tengo, entre una madre a la que no le importamos y un padre que solo mira la situación irritado sin hacer nada, lo mejor que tengo es a Nicolás, siempre me han dicho que soy un genio, que he madurado muy rápido, por otro lado a Nicolás lo tratan de retrasado, como si fuera un niño más del montón pero...se que eso no es así, mi hermano es igual de inteligente que yo simplemente que el se deja llevar por las emociones, hoy lo ha demostrado nuevamente, una de las sirvientas entro en nuestra sala de juegos diciendo:

 -Pequeños amos, la archiduquesa solicita su presencia-

El se entusiasmo demasiado, lo pude ver en su cara, me sentí desanimado por lo que pensé:

-Apurémonos entre más rápido termine mejor-

Empece a caminar y al ver que Nico no caminaba le dije:

-No te quedes atrás Nicolás-

Al llegar con madre sentí una atmósfera extraña, todo parecía estar bien hasta que ella preguntó:

-¿Ellos son mis hijos?-

Por unos momentos pensé que todo había terminado pero...claro, la gran archiduquesa Nidia Liesjobri no podría llamarnos para nada bueno, todo empezó a ponerse raro cuando ella dijo:

-Hijos míos denle un abrazo a su madre-

Mire a mi padre para que me explicara la situación, ¿que esta pasando?.¿acaso Nidia se volvió loca?. Pensé que mi padre se opondría pero en su lugar dijo:

-Esta bien abracen a su madre-

Esta loco, como la abrazare después de todo lo que nos hizo, también esta Nicolás, no me deja, me quiere obligar a darle un abrazo a Nidia, no pude resistirme, tiene demasiada fuerza, ya estando en el regazo de mi madre mi hermano me susurro:

-Si no puedes hacerlo, por favor,  por mi, llora por mi, abrázala por mi, porque así seré feliz, te juro que ya no me quejare más, solo hazlo-

No quería pero...por alguna razón estoy llorando, se siente un poco bien, esto solo lo hago por el llorón de Nico, si..eso fue, el me orillo a todo esto, espero y cumpla su promesa de no quejarse nunca más.

-

-

Escucho hablar a mis padres ellos dicen:

-¿Nunca los había abrazado verdad?. Bueno no con tanto cariño.-

-¿Eso si lo recuerdas?-

-No, lo supuse por sus reacciones-

-Eres una pésima madre-

-Lo siento, no fui una buena madre-

Claro, ella fue una pésima madre, por lo que escuche, perdió la memoria, eso explicaría su repentino cambio, espero que aquella versión malvada de Nidia no vuelva y solo se quede esta esta, eso haría muy feliz al pequeño Nico, y si Nicolás es feliz yo también lo soy,

Gracias por leer.

Perdón por la mala ortografía.

Nota 1: A pedido de Miuuu habrá maratón de 4 capítulos, publicara más pero  mi mamá me da con la chancla si estoy demasiado tiempo escribiendo

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