Planificación de la boda

Al día siguiente, en la oficina del presidente Anthony, estaban su abogado, Jenny, Gerardo y su abogado. Estaban todos en la reunión.

- Bien señor presidente, - hace uso de la palabra su abogado - Aquí he traído el contrato del préstamo de los 750’000 dólares en 48 letras, la señorita tiene que firmar la original y copia. Ella se queda con la copia.

Bernardo toma los papeles y se los entrega a Jenny, quien lee las cláusulas y objeta

- ¿Porque un mes si y un mes no? ¿No se supone que las letras se pagan cada ciclo de 30 días?

- Señorita Montenegro –habla su propio abogado - si me permite, entre mi colega y yo hemos analizado el estado actual de su empresa, dadas las condiciones, usted no podrá cumplir con el pago mensual de las letras, o acepta las 48 letras alternadas o hacer 72 letras.

- No me conoces, puedo hacerlo. - no quiere quedar mal ante su amigo.

- Señorita Montenegro el desvío de dinero y la denuncia de evasión de impuestos hacen un total de 2’100’000 dólares sin considerar la multa.

- ¿Por qué no me dijiste a verdad Jenny? - Bernardo se molestó y la fulmina con la mirada.

- Lo de los impuestos no lo sabía. Y del monto pedido no quería abusar de tu generosidad.

- Son 1’350’000 dólares que faltan, no es poco. Te haré un cheque con ese monto. La próxima vez tienes que decir la verdad, investiga todo antes de pedir ayuda. - le habla con dureza.

- ¡No! - Se apresura Jenny, - no podré pagar tanto, no soy ambiciosa. No me interesa ese negocio de la chocolatería, tu madre es quien quiere fusionar los dos negocios porque ella es muy ambiciosa. Pero no puedo dejar una compañía en deudas. Nadie la compraría.

- Ella quiere quedarse con todo, terminado el contrato quiere botarte a la calle. Por eso, en presencia de los abogados y de Gerardo hay que resolver ese asunto ya. Ella no saldrá con la suya, tengo que ponerla a su lugar. - Estaba muy serio, casi enojado.

- Solo quiero limpiar la empresa de todas las deudas y venderla a bajo precio. - Jenny no sabe negociar.

- ¡Perfecto! Anularemos el contrato de pagos de las 48 letras, con los 750’000 dólares pagas tu deuda con el fisco. Una vez pagado, me traes el comprobante y aquí con mi abogado te compro tu empresa, pago tu deuda hoy y todas las acciones en el transcurso de la semana.

- Mi sueño fue siempre tener mi propia casa de modas ¿Tendría que verlo como una oportunidad para ver mi sueño realidad?

- Listo, hoy empieza tu sueño, haz el pago para que los abogados, aquí presentes, hagan los trámites para que la compañía Villa Montenegro pase al Health & Food International Trade Company Group. Gerardo que vaya con los abogados a la sala de reuniones, revisen bien los papeles, evalúen el precio de todas las acciones y cerramos la compra esta tarde.

Gerardo y los abogados salen de la oficina para entrar a la sala de reuniones con las carpetas, ahora que Jenny está a solas con Bernardo platican por lo de la boda.

- Ahora que estamos solos, Bernardo ¿Qué vamos a hacer para la boda? solo quedan dos meses.

- Bien, tú te casas el 12 por civil, la ceremonia será íntima, por lo tanto, la asistencia de invitados será mínima. Tus invitados serán un máximo de 10.

-Tengo pensado en invitar solo amigas y no familiares. Los conozco, ellos van a poner presión para que sea a lo grande y costosa.

- La familia hay que evitarla. Donde hay dinero hay malas lenguas, envidia, en fin, solo causan daño.

- ¿Y tú? Ya que te vas de viaje, como harías tus arreglos.

- Yo no tengo nada que ver, es tu boda. Gerardo tiene que hacer lo mismo, invitar como máximo 10 personas, las que él quiera.

- Pero ¿Qué va a decir tu madre?

- Jenny, pero ¿Es que tú no piensas? - está incomodo con esa actitud de Jenny - Es tu boda, que me metes tú. Planifica tú, tengo tantas cosas en que pensar ¿Y debo hacer tu boda también?

- Hay tantas cosas que hacer en una boda, mil ideas pasan por mi cabeza.

- Algo simple mujer, no te ahogues en un vaso de agua. - se siente más incómodo, intenta retener su colera.

- Como si fuera fácil. - Jenny se queja.

Bernardo toma aire para relajarse un poco.

- Jenny, la boda es civil, no hay fiesta. A ver, te explico: no hay alquiler de local, servicio de catering, servicio de bufet, orquesta, damas de honor, adornos, pocas tarjetas, vestido exagerado, solo uno y sencillo. Casi no tienes gastos. Si quieren comer pueden ir a almorzar en un restaurante y listo.

- ¿Qué va a ser de tu madre? ¿Has pensado en ella? Eso me preocupa. Ella estará allí, y...

Bernardo perdió la paciencia.

- Por la gran puta de la paciencia que has hecho perder, en que idioma debo decir que dejes de pensar en mí, que no me metas en tus asuntos, olvídate de esa estúpida bruja que tengo por madre. - Bernardo explotó hasta el punto de ser grosero.

- Pero no te enojes.

- No me hagas enojar, deja de estar encerrándote en estúpidos pensamientos de que van a decir mi madre y los familiares. Basta Jenny, ¿Quieres morir?, como dicen en Corea. - sigue provocado.

- Pero mis padres deben saber, es tu mamá la quien quiere la boda por todo lo alto.

- Tú has caso a tus padres y punto. Ok. Aléjate de mí, olvídame, borra de tu disco duro o calloso a la bruja de Angélica. Necesito viajar y estar en Europa el día 11 no volveré sino hasta el 20 o más de abril.

- Te intoxicas gratuitamente.

- Tú eres el gas tóxico.

- ¿Y si nos piden hacer el anuncio de nuestra boda en un medio de comunicación?

- ¿Es en serio Jenny? ¿No te hizo cerebro tu madre? Publica el anuncio en periódicos menos leídos o leídos por gente corriente o diarios amarillos. Nadie lo va a leer, porque a ellos no les interesan los estúpidos anuncios matrimoniales. - la provocación en Bernardo no para.

- Tienes razón, pero se más amable cuando se te habla.

Bernardo se ríe a carcajadas, luego agrega. - ¡Qué sea más amable!, no puede ser, no me hagas reír tanto que me haré los pantalones.

- Mejor me voy, no se puede tratar con gente tóxica. Solo porque tienes millones y cerebro te permites de tratarme así.

- Favor que me haces, debo reunirme con un cliente en media hora en un restaurante, para cerrar una venta. Ahora debo tomar un café para calmarme.

- Eres de lo peor.

- Jenny ¿Qué pasó contigo? ¿Tú no eres así? ¿Has cambiado? ¿Se puede saber quién te puso en modo idiota? - apacigua su voz.

- Voy a tomar aire, para ordenar mis ideas. Gracias por todo. - se levanta.

- Lo de la venta no se lo digas a la bruja esa. Después del 12 de abril será tu primera visita hacia ella, no le hagas caso en absoluto. Ignorarla, dile que estás muy ocupada o síguele la corriente

- Si, así será. Nos vemos. - el semblante de Jenny es decaído por el griterío y los insultos de Bernardo.

Por su parte, Bernardo llama a su secretario y le pide un Black Coffee.

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