Cap 5 La graduación parte 1

FRANCESCA

Llego el tan añorado y deseado lunes, me levanto más temprano que de costumbre, me siento muy ansiosa y sobre todo muy feliz, este es uno de los días más felices de mi vida, estoy a unas horas de graduarme y ser con todas las de la ley una DISEÑADORA DE MODAS. Mi más grande sueño, lo que he anhelado con todo mi corazón, he trabajado incansablemente por esto y el saber que lo he logrado me hace sentir inmensamente feliz.

Pero esperen este no es mi único sueño, tengo muchos más y muy grandes que voy a alcanzar, una vez leí un libro que decía: "cuando cumplimos un sueño tenemos que generar otros para no entrar en el conformismo y que ese conformismo se convierta en mediocridad"

Siempre he sido una persona de grandes sueños y grades ambiciones, pero no se confundan no ambiciono; la riqueza, el poder, el renombre o la fama de otro, mis mayores ambiciones son crecer tan alto como pueda en mi carrera, trabajar arduamente por lo que creo y no les voy a mentir al decir que no quiero fama o dinero porque si somos sinceros son muy pocas las personas que no buscan esas cosas y, sí, quiero fama y dinero, pero la que yo obtenga con mi esfuerzo y dedicación.

Cuando era una adolescente solía decir la siguiente frase; "el mundo es mío y lo voy a conquistar". A causa de ello un día me dijeron; estás loca, el mundo no es tuyo porque es de Dios, él fue el creador y tampoco lo puedes conquistar porque es imposible.

Entonces callé y nunca le dije a esa persona lo que realmente había detrás de esa frase, pero si a mí misma, comprendiendo que las personas perecen por la ignorancia, quizá literalmente esas palabras son imposibles de materializar, pero si le buscamos una lógica más figurativa nos damos cuenta de que si podemos conquistar el mundo y hacerlo nuestro, ¿cómo es eso posible?, se preguntarán muchos, y en mi opinión eso se logra causando un impacto positivo en las personas, demostrando lo único y especial que es cada ser humano sin importar su raza, color, género o cualquier rasgo que lo haga diferente ante la sociedad porque un mundo de iguales sería muy aburrido, de esa forma veo la posibilidad de conquistar un mundo y hacerlo nuestro. Es pensando así, como he vivido toda mi vida, desautorizando toda palabra que quisiera cambiar mi forma de pensar.

Volviendo a lo importante, tengo que arreglarme, para afrontar este gran día.

2 HORAS DESPUÉS

Ya estoy lista a la espera de mis padres, por cierto no les conté, ellos llegaron ayer, les adelanté algo por teléfono de que mañana me iba a Francia y dijeron que hablaríamos cuando estuviesen aquí, y cuando estuvieron frente a mí eso fue lo primero que hicimos; hablar sobre mi repentino y largo viaje. A ellos no les pareció para nada la idea de que me fuera a Francia así de buenas a primeras, pero no les quedó más que aceptar, ellos saben que cuando tomo una decisión no hay ser humano que me haga cambiar de opinión.

Flashback

-Mamá: bueno, hija, ya estamos aquí explícate; ¿qué era lo que tenías que contarnos? Espero y eso de irte a Francia sea una broma.

Papá no decía nada, solo callaba y observaba como siempre.

- No mamá, te equivocas, no es ninguna broma, me voy a Francia, tengo que irme el martes, y de ante mano les informo que esto no está en discusión, ya es una decisión tomada. _ sentencié.

- No, hija, no permitiremos que te vayas y menos así, de la noche a la mañana _ vocisferó mi madre a punto de romper en llanto.

- Lo siento mamá, pero yo no les estoy preguntando, es todo lo contrario; les estoy informando que me voy, y de verdad lo siento, pero ya no soy una niña de 15 años, tengo 20 años y soy una mujer independiente capaz de tomar sus propias decisiones _ musité tales palabras con ira, pero creo que me excedí porque mi padre que hasta ahora se había mantenido al margen de la conversación _ se levantó furioso del lugar donde estaba sentado y mirándome dijo con tono firme e intimidante.

- Mira jovencita, no le hables así a tu madre, yo a ti te enseñé a respetar. A tu madre y a mí nos debes respeto, así tengas 20 o 50 años, no importa _ pausó unos segundos y continuó _ yo te apoyo en tus decisiones, siempre lo he hecho, y sabes que no me voy a oponer a tu felicidad, si ese viaje lo es, entonces lo acepto sin rechistar, pero lo que me duele es que nos digas; me voy al otro lado del mundo pasado mañana ¿qué somos para ti? Un par de amigos con los que platicas y ya, déjame decirte que estás muy equivocada y así no te guste, somos tus padres, tenías el deber de contarnos desde el principio con confianza. Nosotros te hemos dado el ser que hoy tienes, así hoy seas muy independiente como dices. Déjame decirte que te desconozco, yo no te críe así, recuerda te vas a otro país, otro continente, miles de kilómetros nos van a separar, no es como si fueses al supermercado.

Estaba impresionada y triste, nunca había sido regañada por mi padre, él siempre me apoya aunque no estuviese de acuerdo. Me sentí muy mal, al ver la tristeza y la desesperación que les estaba causando a mis padres, sobre todo a mi padre. No pude más y estallé en llanto, mi madre al verme llorar se levantó y me dio un abrazo que más que tocar mi cuerpo, abrazo en su inmensa calidez mi alma.

- No llores mi pequeño lucerito, ya no importa, perdóname, yo siempre te voy a apoyar, solo me duele y me preocupa el hecho de que te vayas tan lejos y tan rápido.

- Mamá, papá, discúlpenme, soy yo quien tiene que pedirles perdón por ser tan rebelde, arrogante y no haberles contado antes, la verdad es que todo pasó muy rápido por así decirlo _ entonces les conté todo lo sucedido, como me enteré de la fecha de viaje, y el que casi quedo por fuera. Pero creo que no fue muy buena idea, noté que su preocupación aumento aún más _ no se preocupen, no me va a pasar nada. Les advierto, me voy a ir así ustedes no quieran y eso me parte el corazón, yo solo quiero su bendición para que todo me salga bien, necesito su apoyo en esto, por favor.

- Ay hija cuando fue que creciste tanto, ayer eras una niña berrinchuda y hoy mírate. Eres una mujer, claro que tienes nuestra bendición en ese viaje y en todo lo que decidas en la vida, siempre te voy a apoyar porque te amo _ expresó mi madre con la voz un poco llorosa.

- ¿Y tu papá?, ¿no me apoyas?_ pregunté con la timidez que no tuve en un principio.

- Claro que te apoyo, hija mía, siempre lo he hecho y lo voy a hacer hasta el día de mi muerte, eres lo más valioso en mi vida y por eso me preocupo, pero confío en ti, mi primogénita, sé qué eres fuerte y lograrás todo en la vida.

Después de eso charlamos por un rato más, hasta que ellos decidieron marcharse al hotel, ellos no se quedan en mi departamento porque es muy pequeño y prefieren ir a un hotel para estar más cómodos.