Cap 3 Lo olvide

FRANCESCA

Hoy me levanté muy temprano para ser exacta 5:00 am como cada día. A pesar de ser sábado y no tengo nada por hacer, continúo con mi rutina; me levanto, voy al baño a lavar mis dientes, luego me recojo el cabello en una coleta y me coloco ropa deportiva.

Salgo a hacer ejercicio como me es costumbre, no les voy a mentir diciendo que no hago ejercicio por vanidad, sino que lo hago "solo para mantenerme saludable", si lo hago por salud, pero también para mantener un buen cuerpo, esa es mi vanidad trabajar muy duro por mantener mi figura, porque seamos sinceros todos en un punto de nuestras vidas tenemos un poquito de vanidad y eso no nos hace ser vanidosos porque no estamos siendo de tal forma 24/7 es decir las 24 horas del día los 7 días de la semana, por eso digo que no soy vanidosa, solo busco sentirme bien conmigo misma cada vez que me mire al espejo y además de un buen estado físico, gozar de buena salud y si eso es ser vanidosa cosa que no creo, pues lo soy, siempre soy franca no me gustan los rodeos o palabras a medias para mí las cosas o son negras o blancas no hay matices, no sé si esté equivocada, pero así es como soy.

Luego de una hora llegué a mi casa y fui directamente a bañarme, la dicha me tomo mi tiempo(me doy la bomba) como hoy no tengo nada que hacer solo disfruto de la sensación que provoca el tanto del agua en mi piel... Me termino de bañar y me coloco una ropa cómoda, luego comienzo a peinarme el cabello que por cierto lo tengo bastante largo.

Estaba muy distraída, tanto así que al sentir un fuerte golpe en la puerta ocasionó que me sobresaltase.

Cuando voy para ver qué es lo que está sucediendo en la entrada de mi pequeño departamento, me encuentro con mi mejor amiga Alexia Teran, ella es prácticamente mi única amiga desde que llegué a Caracas, ha sido mi apoyo incondicional que ha estado en momentos buenos y malos de mi vida, por eso más que una amiga es como mi hermana.

FRANCESCA: ¿Oye que te pasa porque tocas así?, ¿acaso piensas tumbar la puerta?- le digo enarcando una ceja, fingiendo un poco de molestia.

ALEXIA: Se cruza de brazos y dice primero buenos días, puedo pasar me hago a un lado para que entre, pero noto que ella si está algo molesta- ahora si puedo responder a tu pregunta, cómo quieres que toque si toco como las personas decentes ¡y tú no abres la puta puerta! _ ella en realidad está molesta.

FRANCESCA: ¿Es que no existen los celulares? _ le pregunto con intención de calmar su molestia.

ALEXIA: pone los ojos en blanco y replica _ si al menos dejaras la mala costumbre de tener el celular en vibrador o por lo menos lo revisaras, te dieras cuenta de que te he llamado por lo menos 10 veces, es que en realidad ni siquiera sé para qué tienes un maldito celular si ni tan solo vas a atender una llamada, es más ni siquiera sé por qué me tomo la molestia de llamar.

FRANCESCA: ok está bien, pero dime ¿para qué me necesitabas con tanta urgencia que querías colapsar la línea de mi celular y acabar con la pobre puerta?

ALEXIA: ¿de verdad eres o te haces?, ¡Tú te pasas! ¿Ya se te olvidó que el lunes es la graduación? tan pronto dice esto, abro grande los ojos, si me acordaba, pero por una fracción de segundo lo había olvidado por completo como sé que también se te olvidó por "accidente" te recuerdo que hoy tenemos que recoger los vestidos en la tintorería, y como te conozco bien y sé que aún no has comprado los zapatos, también tenemos que hacer eso y por último apartar para mañana una cita en el salón de belleza, no sé por qué siempre dejas todo para última hora.

FRANCESCA: ¡oh, dios mío!, pero qué mente la mía, no he olvidado la cabeza porque la tengo puesta.

Alexia solo me miró y no le quedó de otra más que reír a carcajadas al ver la cara que he puesto y mis palabras tan ocurrentes.

ALEXIA: bueno, ya vamos o se nos va a hacer muy tarde.

FRANCESCA: ok dame un momento que me cambio y nos vamos, vale.

ALEXIA: está bien, mientras voy a ir pidiendo un taxi, porque el que me trajo debe haberse cansado de esperar y se fue.

Fui hasta mi habitación, me cambié de ropa lo más rápido que pude y al volver a la sala bajamos el edificio, como ya había llegado el taxi inmediatamente subimos en él y fuimos a realizar todo lo que teníamos pautado para hoy, lo último en hacer fue buscar los vestidos, por cierto vestidos que yo diseñé y confeccioné con estas manitas que Dios me dio. Al terminar todo decidimos pasar por un café, ya que aún era temprano. La cafetería en la que llegamos es muy linda, tiene una vista espectacular de la ciudad, por lo que decidimos sentarnos en una de las terrazas para admirar mejor el paisaje, al sentarnos llega el mesero a tomar nuestra orden.

MESERO: buenas tardes, señoritas, ¿qué desean ordenar?.

FRANCESCA: para mí un capuccino por favor.

ALEXIA: yo quiero un té frío.

El chico se retira y yo decido revisar mi celular, al ver las notificaciones del correo, recuerdo que tengo más de un mes, que no lo revisaba ni le prestaba atención a los mensajes que llegaban.

Así que decido darle un vistazo rápido, pero sin darle mucha importancia, al ver uno de los títulos de los mensajes no leídos mi atención se centra en un correo en específico, lo que hace que lo lea con toda la importancia y seriedad que este merece. Lo que leo en ese correo me deja perpleja, en este momento maldigo internamente el ser tan descuidada, el correo tiene aproximadamente un mes de haber llegado, y otro de la misma dirección electrónica que tenía 15 días.

No sé qué cara tengo en este momento, pero debe ser una qué refleja angustia y alegría a la vez, ya que son las emociones que siento, Alexia me queda mirando.

- Cuéntame\, que fue lo que se te olvidó esta vez _ me dice esto con una mirada burlona (que no va a durar por mucho tiempo)

- Si te lo digo no me lo vas a creer (finjo una sonrisa)\, oye porque me hablas como si siempre olvidara las cosas _ trate de hacerme la ofendida\, pero en realidad quería cambiar de tema\, no sabía cómo le iba a contar lo que acababa de leer.

- Es que no te das cuenta de que hay momentos en los que parece que no estás viviendo en la tierra\, sino en la estratosfera\, en otro planeta del sistema solar o más allá _(me salve no me va a preguntar) pensé y mi voz interior hizo una fiesta\, fiesta que no duró _\, pero no me cambias de tema\, te conozco y sé a dónde vas\, así que dime.

- Cuando estoy por abrir la boca para contarle llega el mesero con la orden\, en ese momento exclamé internamente ¡salvada por la campana! El mesero se retira y sin darme cuenta\, suelto un puff\, para cuando reaccioné ya era demasiado tarde.

- Ningún puff\, así que habla de una vez por todas.

- No me gustan los rodeos\, pero lo que te voy a contar no sé cómo lo vas a tomar\, así que te lo voy a contar\, pero antes prométeme que no me vas a regañar.

- No te prometo nada\, porque conociéndote me imagino que olvidaste algo importante\, pero trataré\, ahora sí\, ¿dime qué fue lo que esa cabeza loca tuya olvidó?