Despierto cuando siento que mis tripas rugen, me había acostado sin cenar, mierda, bajo hacia la cocina y me preparo unos sándwiches, sirvo un vaso de leche y vuelvo a subir a mi cueva.
Tomo el libro de la abuela y lo abro, retomando la lectura de ayer.
A lo largo de su vida, muchos ángeles han querido hacer que caiga en oscuridad, y algunos demonios quieren salvarla de esta misma.
Pues si esta ocupa su lugar en el infierno, se desatará una guerra espiritual o terrenal, aunque la segunda conllevaría a la destrucción del mundo para ser precisos. Este Ángel lleva consigo una carga, un bando debe elegir, existe una posibilidad que se ha descubierto, que este Ángel podría acabar en el trono. Y es por él, un destino mayor la une a ella, su marcha e historia esta escrito por Dios, y su destino resulta ser el mismo.
Una vez estuvo a punto de romper las reglas por él, pero este se lo impidió, ¿con qué propósito fue creado este nuevo ser?, ¿ será él su única debilidad?, aunque este es solo una especulación, la reencarnación solo se deriva a mitos.
Pero como se explica que cada mil años este reaparece, es como si algo estuviera atado a ella.
¿Puede un humano estar atado a un Ángel?.
No ha demostrado signos de lamento, tristeza u amor, lo ha visto partir de este mundo, incontables de veces, el resultado siempre es el mismo. Ella sólo atrae muerte sobre él. Se dice que lleva una marca, la marca de la muerte, situada en su costilla. Una marca visible para el mundo espiritual, está se activará cuando llegue el momento, y ella aparecerá frente A sus ojos. El destino no puede cambiarse, al menos no para él. Ya que su destino es la muerte.
Dejo de leer, las letras se me unen formando una sola, tal vez sea hora de visitar al oftalmólogo.
Cierro mis ojos para controlar el dolor punzante en mi cabeza, junto al mareo.
Un recuerdo fugaz viene de repente.
-te prometo que en esta y en otra vida más te encontraré.
-Debes de alejarte, si sigues así, solo conseguirás muerte.
-Tu eres la muerte, ¿ o me equivocó?. Fui hecho para ti.
-tu vida me importa menos, los humanos son muy emocionales.
-Dices que no puedes sentir, así que yo te enseñaré ese sentimiento, volverás al cielo, te juro por mi vida, que haré lo imposible por sacar esa parte mala fusionada a ti.
-ten cuidado con lo que juras, el juramento de vida es algo inquebrantable, en definitiva, también son seres irracionales, no los entiendo.
-Entonces yo te enseñaré, No me arrepentiré, en todas mis vidas, siempre te elegiré a ti.
Me levanto de golpe haciendo que la silla se caiga, camino sintiéndome sofocado, trato de buscar el inhalador, cuando lo encuentro, lo tomen mis manos y agito para luego aspirar, repito la acción tres veces y mi ritmo se estabiliza.
Me siento muy ansioso de repente. ¿Que rayos son esos recuerdos?, o ¿a quién diantres le pertenecen?.
Escucho un ruido en la ventana y decidido asomarme a ver. Dicen que el ser humano es curioso por naturaleza, por eso en las películas de terror siempre muere de primero el pendejo, y si esta fuera una, ya estuviera muerto.
Es extraño no hay ramas u algo parecido, pero juré escuchar algo, ya me estoy volviendo loco.
Cuando estoy a punto de cerrar las cortinas observo que hay un hombre, el mismo del estacionamiento. Mi corazón se acelera y me alejo.
Me giro y este esta frente a mi, las cosas comienzan a moverse y escucho el vidrio estallar, me siento desorientado, no se que demonios esta pasando.
-O-oye no se como has entrado, pero llamaré a la policía si no te vas.- tartamudeo en un intento fallido por sonar seguro.
La sombra me da una sonrisa y puedo ver sus dientes afilados, son como los de un animal, de su espalda salen dos par de alas negras, son como las un murciélago, pero estas se ven deterioradas.
Desenvaina una espada y se dirige hacia mi, cierro mis ojos por inercia.
-tu elegiste este camino.- dice.
-No es real, no eres real- me repito una y otra vez.
Estoy a la espera de sentir algo, pero no pasa nada.
-non licet tangere.- pronuncia una voz melodiosa.
-Sciebam te non esse diu in adventu.
No entiendo ni una palabra, así que abro mis ojos, aún sintiendo el miedo recorrer mi cuerpo, un ser majestuoso esta frente mi, sus alas blancas y grandes resplandecen por toda la habitación, mira por encima de su hombro y trae como una especie de casco, solo logró ver sus ojos y son de un dorado intenso. Parece un Guerrero de alto rango.
Siento el miedo desaparecer, por alguna extraña razón me siento seguro ante este ser.
-Claro que aparecería, después de todo soy su protector- Dice mientras saca un arma, no logró visualizar si se trata de una espada u otra cosa, ya que la luz que emana no me deja ver con claridad.
-Eres su guardián, y aún así no pudiste protegerlo antes, ni ahora- se burla el ente- un guardián inútil que solo puede ver morir a su asignado.
Caigo en cuenta que lo que esta delante de mis ojos es un Ángel. Dicen que si llegaras a ver uno, querrías adorarlo, por eso solo se materializan de forma humana.
Mi guardián, conserva la calma, sin embargo no se mueve en lo absoluto. Lo que supongo que es un demonio, hace el primer movimiento, casi perceptible. Es tan rápido que mis ojos no lograr verlo. El Ángel también desaparece de mi campo de visión.
Solo puedo escuchar el sonido de las espadas al pelear, todo es tan confuso, mi habitación retumba por los golpes, se me hace extraño que ningún vecino se despertará o mi propia familia.
No logro moverme, me quedo como una estatua en mi sitio, mi cuerpo no responde, de la nada todo queda en silencio.
-¿Estás bien?.- escucho a mi espalda.
Me sobresaltó por el susto y me giro. El celestial me observa, tal vez buscando indicios de alguna herida. Solo puedo asentir como un idiota a modo de respuesta.
-No te preocupes, estás a salvo ahora, por el momento el no volverá.
-eso quiere decir, ¿ qué lo hará después?- pregunto tragando duro.
-Eres su objetivo para llegar a ella, no se cansarán hasta lograrlo.
-¿Ella?, espera ¿ de qué se trata todo esto?.- pregunto, sintiendo nuevamente el dolor en mi cabeza.
-Ya la has visto, tus recuerdos no tardan en aparecer, perdón por presentarme ante ti de ese modo, no sabia que apareciera pronto.
-¿Quién eres?, ¿ de qué se trata todo esto?, si es una broma, pues les ha quedado de maravilla, ya pueden salir en serio, saquen las cámaras escondidas.
El ser me mira como si de mi hubiesen salido dos cabezas, y es que así me siento. Se trata de acercarse pero retrocedo. No por miedo, me siento familiarizado con él de algún modo, mi cerebro estallará en cualquier momento.
-Se que tienes muchas preguntas, pero ahora no es el momento de responderlas.-Dice quitando su casco- Mi nombre es Luci'Custos y soy tu guardián.
Su cabello largo y blanco cae hasta su cintura, sus facciones son delicadas y suaves, su aura es pura, y no es un él como pensaba, es un ella.
-Quieres decir mi Ángel guardián. – pregunto atónito , tanto por su belleza, como por la situación.
Este asiente y quedo en shock. Esto deber ser una jodida broma.
-No sé supone que no deben aparecer delante de los humanos- digo sin creer lo que me ha dicho.
-Era una situación que lo ameritaba, si esto se llega a saber recibiré un castigo divino-Dice escudriñándome con la mirada.
-No le diré a nadie, lo juro, además quien va a creerme.
-No has cambiado nada, sigues siendo el mismo.- me da una sonrisa de nostalgia, y no logro comprender a que se refiere.
Extiende su mano en dirección a mi y susurra Iterum nos videbimus nos, de repente todo se vuelve negro.
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