Amenazas

El maestro mando a cerrar las ventanas, las luces se apagaron y se reproducen las diapositivas.

-Muy bien chicos, hablaremos de la creación del mundo. El evangelio es una gran revelación de Dios, una luz nueva para iluminar todas las cosas de este mundo. Nos habla de Dios y del hombre y de su relación mutua. Desde el punto de vista cristiano, la revelación del Evangelio es, en realidad, la "segunda" revelación, porque Dios ya ha hablado en la creación, cuando formó la naturaleza: "Los cielos proclaman la gloria de Dios; y el firmamento anuncia la obra de sus manos" (Sal 19,1)

Podemos observar que en Libro de Génesis del 1 al 5 dice:

1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

4 Y vio Dios que la luz era buena; Y separo Dios la luz de las tinieblas.

5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó noche, y fue la tarde y la mañana un día.

Si nos vamos al la parte científica Sobre el origen del hombre y del mundo, antes sólo teníamos el relato del Génesis y algunos mitos y fábulas antiguos. Desde mediados del siglo XIX, tenemos otro relato sobre el origen de las especies y del hombre, el que inició Charles Darwin, que ha sido completado y perfilado a medida que hemos conocido mejor la genética. Y, desde mediados del siglo XX, tenemos también un nuevo relato sobre el origen del mundo: el Big Bang, la gran explosión. Según los indicios que tenemos, el universo actual procede de la explosión de un punto enormemente denso, y todavía está en expansión.

Ambas teorías científicas son más que hipótesis porque han acumulado pruebas en su favor. Esas pruebas parecen suficientes para sostener que ambas hipótesis conforman la historia de nuestro universo. Aunque no conocemos todos los detalles ni podemos comprobarlos perfectamente, por la enorme distancia de tiempo y la imposibilidad de repetir estos procesos en un laboratorio.

En el caso del Big Bang, los indicios también son muy fuertes, pero se trata de un caso límite: porque en esa explosión no sólo se originó todo el universo que conocemos, sino también todas sus partes, partículas y leyes, a partir del despliegue de un punto original. Por eso, el momento original es como una especie de límite de nuestro conocimiento físico y más allá no podemos ir nada más que con la imaginación.

El profesor siguió explicando, pude observar que la mayoría de los alumnos se están quedando dormidos.

El timbre sonó y todos, incluyéndome, guardamos nuestras cosas y salimos.

-Continuaremos en la próxima clase- Dice, pero ya la mayoría se ha ido.

No me malinterpreten, me gustan la historia, leerla, claro, pero me aburre cuando es el profesor Warren quien explica.

-Vamos a la cafetería, con toda esta historia, ya me dio hambre- Dice cassandra.

-Pero primero, límpiate la baba- Espeta jack, burlándose de la castaña.

-Te fijaste en como te observaba la nueva- murmura cassie, fijando su atención en mí.

-Al parecer quedó prendida contigo, niño bonito- dice jack, pasando su mano sobre mi hombre.

Llegamos a la cafetería y son sentimos en las mesas de fondo.

Seguimos conversando y de repente todo queda en silencio sepulcral.

Me giro para observar de que se trata.

Luxerit está de pie, con su bandeja de comida en la mano, observo como avanza con paso confiado y se sitúa en la mesa de en medio.

La observo detalladamente, su cabello llega hasta la cintura, lacio y ¿castaño?.

Recuerdo que en la clase de historia se veía negro.

<> pienso. Nuestras miradas se conectan, pero esta vez percibo hostilidad de parte de ella.

-Ya deja de mirarla- me reprende cassie.

-no ves que es amor a primera vista- dice mi amigo, a lo que yo bufo.

Terminamos de comer y seguimos a nuestra próxima tortura. No volví a verla después del almuerzo, salgo de clases y me dirijo al estacionamiento.

Un frío recorre mi espina dorsal. Me siento observado.

Mirado hacia los lados pero no hay nadie, saco mis llaves del bolsillo. Cuando estoy a punto de entrar al auto. Alzo mi vista y veo aún hombre con una capucha señalándome.

Sus ojos son negros, como el carbón, susurra algo que no logró entender, de momento a otro, este se viene frente a mi, corro lo más rápido que puedo.

Miro hacia atrás y lo he perdido. Limpio el sudor de mi frente. Y me encaminó otra vez, a pasos rápidos al carro. Entro y pongo los seguros.

Acomodo el retrovisor y lo veo.

Me toma del cuello y comienzo a forcejear.

-El príncipe de Persia se levanta, el fin se acerca, aquellos que amas sufrirán por tu elección- dice con voz distorsionada.

El aire no llega a mis pulmones, siento que me desmayare en cualquier momento.

Visualizo una silueta, pero no llego a distinguir de quién de trata. Esta traspasa el auto y a mi.

Toso y trato de recuperar el aire. Miro hacia los lados y estoy solo.

¡Que mierda acaba de pasar!.

-<>.- me digo tratando de calmar mis nervios.

Conduzco rápido para llegar a casa, una vez allí, subo a mi habitación, entro al baño y lavo mis rostro.

-<>-Me digo.