Capítulo 3.

III.

Los días pasararon en un abrir y cerrar de ojos, Catalina ya había “olvidado” todo lo que pasó.

Era domingo, como de costumbre, fue a casa de sus padres para pasar tiempo con su familia.

En la cena su hermana mayor, Daniela: una hermosa arquitecta con muchas cualidades y metas, además de ser una excelente hermana e hija, fue quien inició la conversación.

—Oye pa, pareces estar de muy buen humor, ¿paso algo bueno?

—Solo estoy muy feliz de tenerlos aquí, y me la he pasado muy bien esta semana con Emanuel hace tiempo que no pasaba tiempo con mis amigos, ¿Se acuerdan de él?— respondió Cristóbal, un exitoso empresario y gran hombre.

—¿Hablas de Emanuel Mondragón?

—Sí, quien más seria capaz de sacar a su padre de su adorada empresa— hablo ahora Ximena, madre de Catalina, quien se dedicaba al diseño de modas.

—Ay, mi vida no exageres— respondió riendo el hombre.

—Tenía entendido que él y su familia vivían en la ciudad D, ¿Así que decidieron regresar?

—Así es, incluso su hijo mayor acepto mudarse de ciudad F aquí, supongo que tú ya te viste con él, ¿verdad hijo?

—Si nos hemos reunido unas cuantas veces—Respondió Camilo sin darle importancia al asunto.

(Camilo, sobrino de Cristóbal, sus padres murieron en un accidente cuando era pequeño, así que fue adoptado y criado como un hijo más de la pareja, convirtiéndose en el hermano mayor de Catalina; CEO de las empresas de sus padres biológicos)

Luego de unos comentarios más sobre los Mondragón Daniela cambio de tema al preguntarle a Ximena por su semana, le preocupaba que se estuviera dejando consumir por su trabajo ahora que ella y sus hermanos habían dejado la casa.

—Bueno nena, lo de siempre, trabajar en la nueva colección, la única novedad son los vestidos de novia de Sara y Eliana.

—Eres increíble, como aguantas a esa arpía.

—No hables así Catalina, Eliana puede ser un poco odiosa, pero es una buena persona.

—Si tú lo dices— respondió sarcástica la joven quien no tolera a Eliana, una conocida con la que había tenido muchos problemas mientras eran compañeras de escuela.

Antes de que Ximena y Catalina empezarán a discutir sobre el tema, el padre intervino.

—Hablando de bodas, Héctor y Sonia nos invitaron a la celebración de su aniversario, van a renovar sus votos, así que lo celebraran con una gran fiesta. ¿Supongo que ustedes también asistirán?

Los hermanos le confirmaron que irían, ya que no pensaban perderse otro de esos eventos como había pasado con el compromiso de Sara y Marcos al que solo pudo asistir Catalina, después de cenar siguieron charlando y poco después cada uno se fue a su casa.

La conversación con su familia le había recordado a Catalina el pedido del señor Héctor, había solicitado un collar personalizado como regalo de aniversario para su esposa, ella era la encargada, pero con tantos asuntos pendientes aún no lo terminaba lo que la estreso porque la celebración seria en muy pocos días.

Al día siguiente recibió una llamada de su mejor amiga Alexandra, Catalina ya tenía una idea de la razón de la llamada y no se equivocó.

Ella era hija de Emanuel y Diana, los amigos de sus padres, se habían conocido de niñas, pero se volvieron a encontrar en uno de los eventos de moda de su madre, ahí se hicieron buenas amigas y cuando Catalina viajaba a la ciudad D siempre se encontraban y pasaban tiempo juntas, además que se escribían casi todos los días.

—¡Cielo! Te tengo una sorpresa.

—¿En serio? De que se trata…

—¡Adivina!

—Mmm, déjame pensar, ¿tal vez estás en ciudad A y quieres que nos veamos?

—Ay Cata, ya lo sabías.

—Sí, mi padre me hablo de ello anoche.

—Bueno, ya que, entonces baja, te estoy esperando afuera de tu empresa.

—¿En serio? Ya voy.— respondió alegre la joven para luego finalizar la llamada.

Catalina salió de la empresa muy emocionada mirando hacia todos lados, hasta que vio como un oso gigante con un ramo de rosas se acercaba a ella, no había dudas, era su amiga Alexandra, siempre con sus ocurrencias.

El oso se acercó, la abrazo y fingiendo llorar, dijo:

—Mi cielo no sabes como te extrañe.

Catalina la abrazó diciéndole que ella también la había extrañado, luego de quitarse el disfraz Alexandra y ella fueron a almorzar.

Mientras comían Alexandra empezó a contarle todo lo que le había pasado en los últimos meses, le contó a detalle como su novio le fue infiel y todo lo que ella le hizo para vengarse, después de un rato llego el turno de Catalina, ella necesitaba desahogarse, pero sus únicas amigas eran: Sara, Alexandra y Verónica, hija de Héctor y Sonia. Verónica era doctora, así que solía estar muy ocupada, y no podía contarle a Sara, ya que todo lo que calló durante años podría salir a la luz, así que poder hablar con Alexandra le alegraba mucho, además que ella era la única que sabía su “verdad”.

Catalina le contó a detalle todo lo que paso en la fiesta y lo que sucedió después con aquel hombre.

—¡No puedo creerlo, Catalina Carvajal se entregó a un desconocido y borracha!

— Podrías bajar la voz— respondió avergonzada por el escándalo que estaba dando su amiga.

—Lo siento mi cielo, pero no logro calmarme, es que no te lo puedo creer, y… ¿Cómo se llama, cómo es, cuantos años tiene, es lindo, tiene buen cuerpo, es casado, soltero, viudo, tiene hijos, qué tipo de sangre es, ya tienen fecha para la boda?

—De que hablas, ¿cuál boda? Lo único que te puedo decir es que si era lindo y tenía buen cuerpo, nada más.

—Ni siquiera su nombre, ¿me estás hablando en serio, con lo anticuada que eres pensé que lo obligarías a casarse contigo?

—Estás loca y no me digas anticuada, además en una situación tan incómoda, ¿qué querías que hiciera?

—No sé, tal vez deberías haberle dicho algo como: oye, me encanto lo de anoche, como te llamas, toma este es mi número, llámame. O también: desgraciado, es que no te diste cuenta de que estaba ebria, ¿cómo pudiste?, solo espero que asumas tu responsabilidad y te cases conmigo, toma mi número nos vemos mañana en la iglesia— hablo Alexandra tratando de imitar la voz de Catalina.

—No cabe la menor duda de que necesitas ayuda, estás loca.

— Es que eso es lo que deberías haber hecho, no salir corriendo.

—Si claro, mejor olvidémonos de eso, empiezo a arrepentirme de haberte contado.

Hablaron de muchas más cosas y Alexandra no dejaba de repetir lo feliz que estaba de tener a toda su familia junta otra vez.

Después de un rato se despidieron y mientras Catalina volvía al trabajo, sonrió recordando lo que Alexandra le contó sobre la venganza a su exnovio.

—«Ay, solo a ella se le ocurre darle un pastel con laxante, me imagino la cara que puso al enterarse de lo que había sucedido, pero merecido se lo tenía ¿cómo pudo serle infiel con una de sus amigas?, bien dicen que es mejor sola que mal acompañada por eso estoy soltera, además — se mira en el retrovisor — no creo que alguien sea lo suficientemente bueno para estar conmigo»— sonríe mientras mueve su cabeza en negación.

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Comments

Arelis C Delgado O

Arelis C Delgado O

con amigas así para que enemigos

2023-11-27

1

Silveos Algentum

Silveos Algentum

Ja, ja, ja. Okey, el disfraz de oso me mató.

2023-10-18

2

hermosa "🍵"

hermosa "🍵"

jajajaja eso dice ella, cae más rápido un hablador que un cojo me encanta

2022-08-23

4

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