Chequeo

Se fue… dejándome solo en la habitación, su última expresión fue de arrepentimiento

Mis labios la extrañan, una dulce sensación, es como si sus labios fueran hechos para los míos

No recuerdo haber sentido algo parecido, no puedo dejar de sonreír como idiota, estoy en las nubes

 Llame a su teléfono maldiciendo el no poder moverme para buscarla yo mismo… pero solo da dos tonos y corta

Pienso que me he pasado con besarla, pero no me arrepiento, ella también me ha correspondido y eso me confirma que no quería alejarse

No creo que fuera capaz de hacer lo que dijeron de ella, no sé cómo yo en el pasado pude desconfiar y ni siquiera escucharla, soy un ser horrible

Me tumbo en la cama pensando en su rostro, sus hermosos ojos, toco mis labios recordando ese maravilloso beso hasta quedar dormido

En la mañana

Me levanto temprano, tenía que ir al hospital a una revisión, voy a su habitación y toco la puerta, pero no obtengo respuesta, supongo que ya se ha ido

Me siento un poco decepcionado, pero recuerdo que puedo verla en el hospital

Tomo desayuno en el comedor, Agatha me ve extrañada

-¡ Te vez radiante hoy hijo!- y así me sentía -¿has hablado con Lissa? ¿Se han reconciliado? –

-voy a terminar con ella Nana- con lo de anoche me queda muy claro que es lo que quiero, además ella ha sido la persona más superficial y egocéntrica que he conocido, no entiendo por qué la tenía a mi lado

-¡¿Qué?!- me vio bastante enojada -Es una chica que te quiere, y siempre procura por ti-

-¡No sé porque la defiendes tanto Nana!- me vio seria -no discutiré más de esto contigo, será mejor que me vaya de una vez- me irritaba el que defendiera tanto a Lissa después tendría que hablar con ella, puesto que no pienso engañarme más

Le pedí al guardia me pidiera un carro para ir al hospital, al llegar el chófer me subió con el mecanismo para sillas de ruedas, y después me aseguraron bien, llegamos al hospital en tan solo 15 minutos, y 5 más para bajar del auto, al entrar me sentí un poco incómodo al sentir la mirada de todo el mundo, me tomaron fotografías y hasta grababan historias para sus redes

Pasé con el traumatólogo me mandó a hacerme unas radiografías de las fracturas para ver como iban evolucionando

-señor Rogers, es posible que pueda quitarse las férulas en estos días y tenga que hacer terapia física para fortalecer sus músculos para que pueda caminar con normalidad- me alegraba esa noticia, después de tres meses con ellos ya me desesperaba bastante el no poder moverme yo solo

-está bien, me alegra esa noticia doctor-

-pasaré el diagnóstico a su médico general para que le agende para quitarse los vendajes- yo asentí, me dejó en el consultorio por un momento y después volvió con el documento de la cita

-una pregunta más doctor-él me asintió -¿en dónde puedo encontrar a la doctora Danna Louis?- se quedó pensando como si no la recordará o conociera me extrañó porque era la directora del hospital

-no recuerdo a nadie con ese nombre señor Rogers-

-es la directora del hospital – el hombre abrió los ojos y chasqueó los dedos -¡la doctora Rogers! Ella debe estar en el piso de Neura, tome el elevador y vaya al piso nueve, allí le puede encontrar- le agradecí antes de salir de su consultorio, me gustó saber que la conocen por su nombre de casada

Fui al elevador y subí hasta el piso nueve era un pasillo largo, había bastante gente, ciertamente veía que ser médico no era para cualquier persona, debías tener un corazón de acero para poder tratar con tantos casos

Pregunte a uno de los guardias por el consultorio de Danna, él me indicó el camino, en la puerta había un letrero con su nombre

-tiene paciente así que espere a que salga- agradezco por su ayuda y él se retira

Paso casi media hora cuando por fin la puerta se ha abierto, saliendo una mujer con un niño pequeño sonriente

-¡te veré pronto Francis!- la vi salir del consultorio mientras se ponía a la altura del infante para revolver su cabello, el cuadro era tierno ella sonreía con sinceridad

-Muchas gracias doctora Danna- agradeció la mujer para después retirarse por donde yo he llegado, ella dio la vuelta y encontró su mirada con la mía, su sonrisa se esfumó y sus mejillas palidecieron

-Cain… ¿Qué haces aquí? – yo sonreí al ver que estaba nerviosa

-vine a un chequeo, y también quería verte- me gustaba saber que mis palabras tenían efecto en ella, de estar pálida se volvió completamente roja

-Cain estoy trabajando, un paciente vendrá pron.. –

-Danna el siguiente, vendrá dentro de una hora, iré a tomar almuerzo-  vi salir a su asistente, ella lo vio recriminándolo y después él se dio cuenta de mi presencia

-señor Rogers, buen día- él se acercó a saludarme -¡Gracias por hacerla llegar de tan buen humor!- decía en tono de burla, ella lo fulminaba con la mirada

-Hiram vete a almorzar, te quiero aquí antes de que llegue el paciente- él reía divertido se acercó a ella y le susurro algo en el oído que provocó un golpe en la espalda de parte de ella, parecía que de verdad eran buenos amigos

-entra Caín- me dijo al ver que el hombre subía al elevador entre a su oficina, y me acerque al escritorio todo se veía muy organizado, vi algunos marcos de fotografías que veía hacia su lugar

-es bonito tu consultorio- no sabía que decir, ella me veía tímida -¿por qué huyes de mí? - se sobresaltó

-no estoy huyendo- reía nerviosa -¿Por qué tendría que huir?-

-entonces ven conmigo- ella negó -te venía a ver hoy-

Me vio asombrada - supongo que es extraño tenerme aquí, sobre todo sin pelear-

-¿recuerdas eso?- preguntó atónita yo no sabía por qué lo había dicho, pero tengo un vago recuerdo de las horribles peleas que teníamos aquí, pero también recuerdo cosas que haciamos en este lugar además de pelear

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