Una declaración inesperada

Me encontraba en el vivero de la escuela, escribiendo en mi libreta como de costumbre, una carta la cual no iba a mandar ¿cómo te encontraras mi hermosa Lira? era la pregunta que siempre me hacía desde que te marchaste. Suspire profundamente desde que se fue no he podido escribir algo decente, ella era mi musa y aunque no lo quisiera aceptar me arrepentí mucho el haberte apoyo para que te fueras. En eso un mechón largo de cabello negro como la noche se deslizo en frente mío, topando en mi libreta y escuchando una dulce voz, la cual anhelaba escuchar desde hace mucho tiempo.

Lira – ¿aun sigues escribiendo tus bonitos poemas Luis?

Luis -… -levante la mirada ahí estaba, era como un ángel, mi musa, con una sonrisa le respondí incrédulo– ¿Lira? – ella asintió con su hermosa sonrisa, me levante lo más rápido que pude y dándole un fuerte abrazo- ¿cuándo llegaste? te extrañe mucho.

Lira - yo también te extrañé –le devolví el abrazo, y después de unos minutos nos separamos- pero, ¿no te lo dijo Axel?

Luis – ¿Axel? ¿Cómo lo viste? –me encontraba sorprendido, ¿cómo que lo vio al antes que a mí?

Lira –si… bueno veras es una larga historia –mientras nos sentamos le empecé a contar todo lo que me había pasa en este par de días, él se notaba un poco intranquilo, pero aun así muy calmado como era su costumbre me respondió.

Luis –bueno eso explica lo de esa noche con Axel, pero me deja muy inquieto que te vayas a quedar tan cerca de él.

Lira –lo sé, pero no puedo hacer nada, además Ben y Rafael están ahí y se han portado muy amables y Rafael me ha prestado su cuarto –en eso sonó el timbre para iniciar clases, así que nos paramos y de camino a la entrada Luis tomo mi mano para detenerme y me dijo algo que me dejo muy inquieta.

Luis –Lira, solo no bajes la guardia, en especial con Rafael digo con todo al final son chicos–más que Axel me preocupa Rafael.

Lira – ¿que…? –en eso sonó otro timbre, Luis me soltó y se dirigió a su salón, se le veía un tanto inquieto ¿por qué me abra dicho eso? si Rafael es muy amable, tal vez solo se preocupe por que estoy sola con ellos trate de no darle mayor importancia, así que me dirigí a la sala del consejo estudiantil para que me indicaran mi horario –disculpen, soy Lira y estoy buscando Rafael –me ha atendió una muchacha, la cual se veía muy refinada y con mucha clase– hola, mi nombre es María - saludándome muy cortésmente- Rafael no se encuentra en este momento pero me ha pedido que te entregue tu horario- me ha entregado mi horario–muchas gracias, es un placer mi nombre es…- -por cierto cualquier cosa que ocupes puedes venir conmigo directamente, ya que Rafael está muy ocupado- tal vez es mi imaginación pero la sentí un tanto amenazante, solo asentí y me di la vuelta he chocado con alguien –auchs… lo… lo siento–al ver que era Rafael me ruborice de inmediato.

Rafael –lo siento Lira, ¿ya te dieron tu horario? -Lira se disponía a contestar –si ya se lo entregué como me lo pediste- María no la dejo decir nada, solo arquee la ceja y dándole la espalda –muchas gracias María, Lira deja te acompaño a tu salón –al llegar al salón, toque la puerta para así presentarle al profesor Herrera su tutor de ciclo –buena suerte en tu primer día, el profesor Herrera es muy bueno, pero algo excéntrico, te va a agradar.

Lira –gracias Rafael, eres muy amable -con una sonrisa entre al salón, cuando vi en que grupo me toco quería salir corriendo, ahí estaba Axel, que mala suerte, el profesor hizo que me presentara ante el grupo, yo empecé a temblar, pero a Axel se le veía una sonrisa de satisfacción –mi… nombre es Lira y vengo de España, yo nací aquí, yo… yo… a mí me gusta los animales. - odio estar enfrente de la gente me da pánico, jamás me ha gustado estar rodeada de mucha gente

Profesor –muy bien, ahora toma asiento, veamos qué lugar está desocupado.

Lira –ok -echando un vistazo vi a Ben y por suerte él se encontraba sin compañero, el me saludo para que me sentara junto a él, cuando me acerque Axel tomo mi brazo.

Axel– ¿por qué no te sientas aquí?

Lira –…–me solté de un arrebato, otra vez con las lágrimas al borde, no me gusta esto de mí, siempre he sido tan susceptible a todo, soy así de débil.

Profesor – señorita por favor tome asiento

Lira -si –me apresure a tomar asiento al lado de Ben, Axel se veía molesto.

Ben – ¿estás bien?

Lira –sí, gracias. me alegro de que me tocara contigo –él se veía muy contento, si fuera un cachorro de seguro estaría moviendo el rabo, el tiempo paso muy rápido gracias a que Ben estuvo ayudándome a ponerme al día con las materias, por fin sonó el timbre del termino de clases, así que nos dirigimos a la entrada mientras conversábamos, cuando alguien me grita. – ¡¿LIRA?¡ ME DA TANTO GUSTO VERTE!!!! – al dar la vuelta - ¿Rosario? –era Rosario, mi mejor amiga, ella venía corriendo en mi dirección, abalándoseme y haciendo que cayéramos al piso.

Rosario –te extrañe tanto.

Lira –auchs, Rosario- sus ojos lilas estaban cristalinos, al igual que los míos, la había extrañado tanto, y no ha cambiado mucho, solo se dejó crecer su cabello platinado.

Rosalía –prométeme que nunca te vas a ir de vuelta, ni siquiera fuiste buena para mandarme un mensaje.

Lira –yo… -estaba tan contenta de verla de nuevo y ella tenía toda la razón en reclamar, pesaba que si me alejaba de todo lo superaría, pero no fue así –lo prometo – yo le devolví el abrazo cuando me da un beso en los labios, me trasmitió una sensación muy cálida, pero aun así me quede petrificada y no fui la única Ben también se quedó en shock. Todos se nos quedaron viendo, cuando llega Axel muy molesto y jalándola del brazo me la ha quitado de encima muy bruscamente.

Axel – ¡¿qué crees que estás haciendo Rosario?! –como se atreve a besarla, nomás porque es una chica si no ya le hubiera partido la cara.

Rosario –no es obvio o te lo explico, puesto que tú no la supiste valorar, yo me la voy a quedar –

Lira -… -a todos nos ha sorprendido su declaración, ella estaba forcejeando con Axel para que la soltara, mientras Ben todo colorado me ayuda a levantarme, debido al revuelo que estábamos ocasionando llegaron Luis, seguido de Rafael y María.

Ben –Lira ¿estás bien? –me daba envidia Rosario, siempre decía y hacia lo que se le viniera a la cabeza sin importarle nada.

Luis –¡Rosario! por favor me prometiste que te ibas a comportar – es increíble que haga esto, cuando sabe perfectamente lo que pienso al respecto.

Rafael –Rosario por favor, compórtate estamos en la escuela.

Rosario –eso dile a este bárbaro que no me suelta y no Luis si tú no tuviste el valor de encararlo yo sí, no le voy a permitir que se le acerque y la vuelva a lastimar, el que sea tu mejor amigo te detuvo para que no lo enfrentaras, son unos cobardes ambos.

Luis –no… Rosario, ella… –me avergonzaba, porque Rosario tenía razón no tuve el valor de encarar a mi mejor amigo, en ese momento en que le partió el corazón a mi musa

Axel –¿y tú crees que me vas a poder detener? - estaba colérico -la voy a recuperar cuésteme lo que me cueste – he reforzado mi agarre, por su expresión sabía que la estaba lastimando, pero me segué por el coraje de que dijera eso, el coraje de que me dijeran la verdad.

Lira- ¡Axel suéltala! – me aferre a su brazo parecía que le fuera a pegar.

Rafael –Axel ya basta –lo he tomado del brazo que la sostenía a Rosario para que la suelte –no voy a permitir que hagas un lio entiendes– me ha mirado con desdén y soltado a Rosario empujándola hacia Luis marchándose –Benjamín será mejor que nos marchemos también.

Ben –ok – no hemos retirado mientras que Luis, Lira y Rosario se quedaban.

Lira – ¿estás bien Rosario?

Rosario – si… Lira, lo que dije, lo dije en serio…

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