CAPITULO 5: La noche de bodas

CAPITULO 5: La noche de bodas

Después de haber despedido a mis amigos, me dirigía hacia la habitación a quitarme el vestido y desmaquillarme, sin duda la noche fue eterna y estaba muy agotada, entro a la habitación y lo primero que hago es quitarme las zapatillas e ir al baño para quitarme el maquillaje.

Ya en el baño, me quito el vestido y me pongo mi pijama, y tomo una diadema para sostener mi pelo en lo que me desmaquillo… cuando termino escucho ruidos en la habitación alguien decía mi nombre, así que salgo del baño con el destapa caños en las mano y escucho su voz

―Anastasia… Ana…s…tasia― decía una voz masculina y salgo con mi arma en mano dispuesta a golpear a cualquier intruso

Salgo gritando y golpeo a alguien, abro los ojos y era el

― ¿Massimo? ¿Qué haces en mi recamara? ― era algo raro, el nunca venia aquí

― Cállate mujer ― dice enojado

― Acaso bebiste ― desprendía un olor muy fuerte a alcohol

―Puedo beber… cuando yo quiera… mi… mi…esposa solo…puede decirme eso― decía acostándose en la cama

―Bien, señorito, no puedes acostarte así en la cama, hay que cambiarte de ropa― digo, saliendo de la habitación, para buscar su ropa

Al regresar, veo que está de pie viéndome fijamente y camina hacia mí, con pasos torpes

―Anastasia te necesito ahora― me toma de la mano fuertemente y me lleva hasta la cama en donde me arranca la ropa

―Massimo espera, hoy no, y menos en ese estado― digo cubriéndome el cuerpo

Pero él no me escucha, empieza a desvestirse y me jala de una pierna, arrastrándome hacia él, definitivamente su agarre era demasiado doloroso para mí

―Te necesito ahora― seguía diciendo y entonces empezó a depositar besos en todo mi cuerpo, mi cuerpo reaccionaba a sus caricias

―Massimo…por…favor― trataba de resistirme a la tentación del momento y entonces caí en sus brazos

Solo podía escuchar su respiración y la mía, era un momento demasiado placentero y excitante, mi primera vez nunca pensé que fuera así, pero después todo cambio

Massimo me embestía una y otra vez, todo era como un sueño, hasta que dijo eso

―Kler, realmente me hacías falta, por favor no me dejes nunca― y esa fue la gota que derramo el vaso, solamente era una sustituta.

Después de que Massimo terminara, quedo profundamente dormido, mientras que, me levantaba de la cama y me daba una ducha, mis ojos empezaron a humedecerse, me sentía tan estúpida por aceptar todo esto, porque me había enamorado de alguien que no sentía lo mismo por mí.

Me quede en el baño alrededor de una hora llorando, salgo con la toalla envuelta en mi cuerpo y entro por ropa al vestidor, salgo de aquella habitación en donde había perdido no solo mi virginidad, también había perdido mi dignidad. Camino hacia una habitación lo más lejana de la mía; al llegar me recuesto en la cama llorando por lo que sucedió hasta quedarme profundamente dormida

…

Despierto con un dolor de cabeza que estaba matándome, miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en la habitación de Anastasia, me doy cuenta que ella no está por ningún lado y al levantarme, me doy cuenta que las sabanas estaban cubiertas por una mancha de sangre y mi cabeza empieza a doler y recuerdos de esa noche llegan a mi

― CARAJO― salgo corriendo en dirección a mi habitación a cambiarme, y buscar a Anastasia

― Samuel, Samuel ven de inmediato― gritaba corriendo por toda la habitación

―Dígame jefe, que puedo hacer por usted ― dice entrando

―sabes en donde se encuentra Anastasia― digo apresuradamente poniéndome las botas

―la señorita Anastasia se encuentra desayunando en el comedor, jefe ― dice Samuel tan tranquilo

―bien, gracias― y salgo en dirección hacia el comedor, trato de verme lo más calmado posible y la veo sentada

―Buenos días Anastasia― digo sentándome a un lado

―Buenos días Massimo― dijo ella sin verme directamente, estaba revisando su celular

―hay algo quee…quieras hacer hoy― digo tomando el cuchillo y tenedor para partir mi filete

―En realidad, necesito que hablemos sobre el trato que teníamos tu y yo, ya estamos casados, así que es momento de que cumplas tu parte, la familia Di debe desaparecer ― dijo ella, seguían sin mirarme

―Eh… si claro, cumpliré mi palabra― dije mirándola de reojo y viendo como terminaba de comer

―Bien― dijo antes de levantarse y dejarme solo en el comedor, realmente fui un estúpido anoche

…

Habían pasado tres semanas desde que aquella noche y Anastasia solo le dirigía la palabra a Massimo cuando era necesario, pero a Massimo no parecía importarle, debido a una visita y huésped temporal que había llegado a la Villa Roselli

―Anastasia, un gusto, mi nombre es Kler, ya debes conocerme― extendiendo su mano hacia mi

―Un gusto― dije tomando su mano y dándole un leve apretón

―Massimo me ha hablado mucho sobre ti, espero podamos ser amigas en el futuro―

―eso espero― con una sonrisa forzada en mi rostro, veo que Massimo venia hacia Kler y decido irme de aquel lugar

―Oh anastasia, espero que no te moleste, pero tus cosas fueron movidas a la habitación de invitados, Kler se quedara con nosotros una temporada, espero que no te moleste ― decia Massimo

―Claro― dije con un tono frio, realmente sabía que era un juguete para ti Massimo

―Ah… Anastasia, tengo que hablar contigo sobre “ese” asunto esta noche, así que te espero en mi despacho a las 9― dijo antes de salir junto a Kler

Me dirijo hacia los jardines y al llegar al cerezo me siento un poco mareada y todo se volvió negro de repente, solo escuchabas voces llamando mi nombre, pero era muy confusa.

Despierto en una habitación de hospital y observo a mí alrededor, Amelie y Emilie estaban sentadas en uno de los sillones hablando

― ¿en dónde estoy? ― pregunto tratando de sentarme

―señorita Ana, es un alivio que despertara, estábamos tan preocupadas por usted, si Emilie no la hubiera visto, no sé qué hubiera sucedido― decia Amelie tomando mi mano

― ¿Qué sucedió, no recuerdo nada? ― digo tocando mi cabeza, esta dolía mucho

― Señorita Ana, se desmayó en los jardines y tuvimos que traerla hasta aquí, le informamos al joven Massimo, pero al parecer está ocupado, nos ordenó que estuviéramos al pendiente de usted ― dijo Amelie

― iré por el doctor, señorita― dijo Emilie saliendo de la habitación

Y no tarda mucho en regresar con una doctora

― Señorita Anastasia Roselli, mi nombre es Miranda Jones, soy la doctora a cargo de usted, es de mi agrado felicitarla― decia la doctora, pero estaba confundida, felicitarme, no era mi cumpleaños

― ¿Felicitarme? ― pregunto confundida

― Si señorita Anastasia, usted está EMBARAZADA tiene 3 semanas de gestación, es por eso que se desmayó ― decia la doctora muy orgullosa

Estaba embarazada de un hombre que no me amaría nunca y eso me partía el corazón…

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