CAPITULO 4: La boda

CAPITULO 4: La boda

― Señorita Ana, es la mujer más hermosa que he visto, mi hijo es muy afortunado por casarse con usted― decía el padre de Massimo

―muchas gracias señor Arthur― digo con una sonrisa en el rostro

―No tienes que agradecer cariño, sin embargo, es un honor para mí poder entregarte en el altar como si fueras mi hija, aunque considerándolo, realmente lo serás― dijo sonriente, podía notar su entusiasmo y eso me ponía feliz

―sinceramente, siempre soñé con casarme y que mi padre me llevara hasta el altar, pero realmente no se el paradero de ellos, pero atesoro mucho que usted pueda hacerlo, tengo un cariño muy especial por usted― digo sonriendo y caminando hacia el

―bien cariño, espera aquí y vendré por ti cuando este todo listo― dice saliendo Arthur

Solo me limito a asentir y camino hacia el espejo, realmente amaba el vestido era sencillo pero a la vez demasiado hermoso y el velo era espectacular, sigo sonriendo al verme en el espejo, tenía apenas 21 años y ya estaría casada, tal vez sería madre, pero dejo de pensar en eso cuando tocan la puerta y volteo hacia la puerta

―señorita Anastasia, somos nosotras traemos su ramo― decían Amelie y Emilie 2 sirvientas a las que le había tomado mucho cariño y mis damas de honor

―Adelante chicas, pueden pasar― digo acomodándome el velo

―Señorita Ana, se ve muy hermosa, el señor Massimo quedara embobado al verla tan hermosa― decían ambas chicas riendo

―Creen que le guste como me vea― aún tenía la idea de que sus actitudes hacia mí era muy distintas

―Sin duda señorita― repitieron ambas

Y entonces ambas nos miramos y reímos, era la primera vez en mucho tiempo que me sentía muy feliz, pude escuchar como entraban a la habitación era Arthur

― Mi querida Anastasia es la hora― decía desde la puerta

― Si Arthur vamos― las chicas me ayudaban con el velo y el ramo mientras caminaba nerviosamente hacia Arthur para tomar su mano

―no estés nerviosa querida― decía

―por favor no me dejes caer― tomando su mano para caminar hacia el jardín, Emile me entrega el ramo y lo sostengo fuertemente

―Nunca querida― dijo antes de salir

Y ahí estaba yo, atravesando la puerta, la música sonaba y su familia y mis amigos me observaban con una gran sonrisa en el rostro, y al fondo del camino de rosas estaba el, con una gran sonrisa en el rostro.

…

Y podía verla, caminando hacia mi tan hermosa como el día en que la vi, solo me observaba a mí y de pronto todo desapareció, solo éramos ella y yo, antes de tomar su mano con delicadeza, pronto seriamos marido y mujer…, pronto seriamos Kler y yo…

…

Solo éramos nosotros, él y yo, pero era presa del pánico al recordar que tal vez no era yo la que estaba en su corazón, y me aterraba la idea de solo ser una sustituta en su corazón… al tomar su mano, demasiadas emociones llegaron a mi

― Sean bienvenidos a la unión de Anastasia Neferet Di y de Massimo Roselli Vi Marco que serán unidos en sagrado matrimonio, por favor tomen asiento― escuchaba las palabras del padre

― Ahora repitan después de mí, Yo Anastasia ― decía el sacerdote

― Yo, Anastasia, te recibo a ti, Massimo, como mi esposo… en la alegría y la tristeza ―

―en la riqueza y en la pobreza― decía Massimo

―en la salud y en la enfermedad― dije viéndolo a los ojos

―para amar y respetar tanto como duren nuestras vidas ― dijimos ambos tomándonos de las manos

―Excelente, si hay algún impedimento, para que esta ceremonia se lleve a cabo, que hable ahora o calle para siempre― decía el sacerdote y entonces su voz de ella me dejo demasiado helada

― Yo me opongo a este matrimonio― al voltear, veo a una mujer demasiado bella y siento como la mano de Massimo se tensa

La gente empezaba a hablar hasta que ella misma hablo

― Me opongo a este matrimonio, porque no recibí mi invitación, pero ahora puede continuar sacerdote ― decía la mujer caminando y sentándose hasta enfrente, realmente no la había visto jamás

Volteo a ver a Massimo y parecía demasiado molesto

―Bien, debido a que nadie se opone a este matrimonio, Señorita Anastasia acepta como su futuro esposo a Massimo Roselli Vi hasta que la muerte los separe― decía viéndome y volteo a ver a Massimo, levando mi mano para tocar su mejilla suavemente y este se sorprende

―Acepto― digo con una sonrisa en el rostro

―Señor Massimo acepta como su futura esposa a Anastasia Neferet Di, hasta que la muerte los separe ― observo a Massimo tensarse y entonces dice mirándome

―Acepto―

―Ahora puede besar a la novia señor Massimo― decía con una sonrisa el sacerdote

Veo de reojo a Massimo y él me toma por la cintura y me besa de una manera muy salvaje, era un beso demasiado apasionado y de pronto nos separamos, pero Massimo no me veía a mí, la veía a ella

―Un fuerte aplauso a la Sr. Y Sra. Roselli ― decía un animado sacerdote

Después de la ceremonia, estaba hablando muy animadamente con mis amigos y presentándoles a Emilie y Amelie, sin embargo, sentía demasiado temor, Massimo no estaba en ninguna parte y aquella mujer tampoco y no había rastro de Samuel eso me tenía demasiado ansiosa, decidí no preocuparme y seguir con mis amigos, nada podía arruinar este día tan especial o al menos eso creía

…

Al separarme de Anastasia me dirijo hacia donde estaba ella y la tomo del brazo jalándola a mi despacho, al entrar la aviento al sillón y cierro la puerta de un portazo, y aflojo un poco mi corbata

― QUE DEMONIOS HACES AQUÍ KLER, NO ESTABAS CON TU “PROMETIDO” EN DINAMARCA― digo gritando, estaba demasiado eufórico

―Cariño, pero como te atreves a tratarme así, vine porque no recibí la invitación de tu boda, temía que mi invitación no llegara así que vine a reclamar lo que es mío, o no recuerdas que sigo siendo tu “PROMETIDA” Massimo ― decía arreglando su vestido y caminando hacia mi

― PROMETIDA, de qué demonios estás hablando Kler, tu y yo no tenemos nada, no después de tu chistecito― digo golpeando la mesa

―Massimo no te alteres, quieres, realmente lamento lo que paso, pero esta vez, realmente volví por ti, te amo cariño y me arrepiento de todo lo que hice, puedes darme una oportunidad, no me importa que estés casado― decía Kler, seguía enamorado y dolido por ella, pero me sentía realmente raro

No sé cómo las cosas terminaron así, pero me encontraba besando a Kler mientras estaba sentada en mi regazo, realmente la extrañaba, sin embargo esta sensación ya no era la misma y la aparto de golpe

―Deberías irte― digo levantándome y saliendo en dirección a la fiesta, voy caminando y a lo lejos puedo ver a Anastasia que estaba sonriendo, realmente estaba muy feliz, y yo soy un maldito imbécil. Me dirijo hacia la barra y empiezo a beber como si fuera el último día

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***