Me sentí molesta por esa situación.
Irais era amiga de mi madre desde hacía mucho tiempo, fueron juntas al internado y después se reencontraron en la universidad. Vio a mis padres ser novios, casarse y tenerme. Pero nunca hemos podido llevarnos bien, ella tenía conflictos con el hecho de que mis padre estuvieran juntos y claro que la idea de mi nacimiento no le agrado más.
Yo pude notar cómo mi madre cambia de personalidad cuando se encuentra con ella, a pesar de decirle esto en repetidas ocasiones a mi madre, ella siempre me alegaba que yo estaba celosa, y que solo actuaba de esa forma para llamar la atención. Mi padre sabía de esto y por eso muchas veces evitaba estar en casa mientras el horario de Irais estuviera corriendo.
No pude evitar subir a mi habitación y derramar una lágrima. Pero me había decidido a cambiar, yo había hecho un plan para cuando entrara a la preparatoria y no iba a dejarlo... y ese plan se aplicaba también con Irais.
Al rato escuché que la señora Lupita me llamaba, la comida estaba lista y para cuando baje mi madre ya estaba terminando de comer en compañía de mi hermanito e Irais.
La señora Lupita sirvió 2 platos y me dijo que ella me estaba esperando para hacernos compañía. Sonreí y le agradecí, tome asiento y comenzamos a comer, platicamos durante la comida y reímos un rato por tonterías. La señora Lupita tenía una presencia muy agradable, tenía un par de años trabajando en la casa pero yo la estimo mucho, nos trata muy bien y siempre hace las cosas pensando en nosotros.
De pronto recordé: "¡hay pastel!", me levanté rápidamente de mi lugar y fui directo al refrigerador, pero cuando abrí la puerta de éste, me di cuenta que ya no estaba mi porción, se encontraba el flan que mi papá había pedido pero mi pastel no, a lo mejor lo pasaron para atrás, se veía que acaban de poner la despensa en su lugar. Me sumergí en el electrodoméstico por unos minutos pero no lo encontraba, la señora Lupita al ver que yo estaba moviendo las cosas, sacándolas y metiendolas en repetidas ocasiones no pudo evitar preguntarme.
-¿Qué buscas, Vic?
Yo, aún inmersa en el mueble le dije:
-Puse aquí un postre anoche, ¿no lo vio, señora? - pregunté.
La señora dudo un momento pero después me dijo:
-Ahi hay un flan, ¿no es lo que buscas?
-No, ese es de mi papá- dije sin sacar la cabeza del mueble.
- Ya decía yo, si todos aquí, sabemos que tú odias el flan. ¿Entonces que era, mi niña? - pregunto la señora con un dedo en los labios.
-Es un pastel de chocolate- le conteste con un tono un poco ansioso- ¿Se lo habrá comido Emi?
- Oh, no, Emi no ha comido pastel, pero le voy a preguntar a la señora Angela, seguro ella sabe -Añadió la señora Lupita
Rápidamente le pedí que no hiciera eso, mi madre tal vez ya estaba ocupada y detesta que la molesten.
Después de varios minutos y haber vaciado el refrigerador en varias ocasiones, me di por vencida, pensé que tal vez mi padre se había confundido y se lo llevó a su trabajo, así que me puse a limpiar la mesa y cuando iba a desechar la basura, abrí el bote y lo ví.
En el fondo del bote estaba el recipiente desechable en el que venía envuelto, pero no estaba vacío, tenía el pastel intacto, cubierto por una capa de sal, ya no parecía ser de chocolate. Me quedé ahí, observándolo por el tiempo suficiente como para llamar la atención de la señora Lupita, quien se acercó a mi lado a dirigir su mirada en la misma dirección que la mía. No le dió tiempo de comentar nada, cuando la puerta de la cocina que conectaba a la recepción del consultorio se abrió, Irais hizo ademán de asomarse a ver lo mismo que nosotras y con un todo burlón dijo:
-Tu mamá me pidió que lo hiciera. -comento conteniendo la risa
Tras de ella entro mi madre con mi hermano tomado de la mano y me miró añadiendo:
- Victoria, ya hablamos de eso, te puede hasta salir celulitis en las piernas por la azúcar que esa comida contiene, eso engorda.
Yo solo asentí con una sonrisa fingida y le agradecí a mi madre por quitarme las tentaciones, fue justo cuando Irais le comento a mi madre:
- Ya vez, te dije que le echarás sal, capaz que lo saca de la basura para comerlo. -dijo triunfalmente, luego de unos segundo añadió con tono fingido- No es que crea que eres capaz, Vic, pero no podemos saber, tu puedes ser muy rebelde en ocasiones y tú mamá solo se preocupa por ti.
Yo no le iba a dar la satisfacción de verme reaccionar ante esa situación, después de todo sólo era un simple postre. Respire hondo y la mire directo a la cara, con una leve sonrisa le dije:
-Ah claro, Irais, entiendo lo que dices, bien dicen que la experiencia es la mejor maestra y tú sólo te estás preocupando porque yo no cometa los mismos actos y errores que tú, ¿verdad?
Irais me estaba fulminado con la mirada pero yo actúe serena, mi madre volteo y la observó, después de eso mamá le hizo un comentario que no esperábamos.
- Cierto, Irais, ya te estás dejando de cuidar, o es acaso que ¿estás embarazada?, eras gordita de niña y con el crecimiento adelgazasté, pero estás empezando a crecer a los lados estos últimos días.
Yo no pude evitar esbozar una sonrisa frente a su cara, mi madre ni se inmutó de la situación. Irais cambio su postura de inmediato y agachó la cabeza, yo me di la media vuelta y regrese a mi habitación, pensando:
- Merecido te lo tienes, perra.
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Comments
Eret Lopez
Irais es gay o le GUSTA el papá de Victoria y no tiene Vida propia eso de estar fregado la VIDA de los demás ESTÁ CABRON
2024-05-31
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