el dolor de las raspaduras, el dolor de una que otra pequeña herida abierta empezaba a doler, el dolor de la caida nisiquiera con pegarse a la pared y rasparse los codos y manos y otras parte de su cuerpo alivio para que la caida no fuera tan dolorosa. el golpe no fue mortal, quiza nisiquiera tendria algun hueso roto pero el dolor era lo que realmente esperaba que lo matara. unos cuantos quejidos salieron de Braulio. trataba de pedir ayuda, realmente para ese punto le daba igual que alguien viniera a su rescate solo deseaba que alguien le ayudara a calmar el dolor que sentia en todo su cuerpo.
el dolor le termino ganando y cerro sus ojos.
****************
el sol del alba creciente se postraba ante sus ojos, seguia en el mismo lugar donde habia caido hace ya quien sabe tanto. con un gran esfuerzo se arrastro hasta llegar a una pared y recargarse. el cansancio era notable.
-sigo vivo...-dijo pausadamente, mientras trataba de ver dónde o como podia recargarse para levantarse.
el frio se escabulló entre las roturas de su camisa y pantalón. su pequeño intento de armadura con aquellas libretas robadas de sus compañeros se las empezó a quitar a duras penas. con fuerza se apoyo con la pared y se levanto con un dolor horrible en la pierna derecha. se acerco al limite del edificio, miro un momento arriba de donde cayo, la distancia no fue mas de tres o cuatro metros de altura, daba gracias a sus adentros de que no estuviera muerto. aunque sintiendo el inmenso dolor que sentia en aquel momento prefería estarlo. sus ojos nuevamente regresaron a la barda. miro el paisaje, era el residuo del caos echo del dia anterior. habia humo a lo lejos, llamas y si no estaba equivocado se escuchaban gritos aun en la mañana y disparos a la lejanía.
-ya voy...- dijo mientras miraba el atardecer y la vista de aquella ciudad en comienzo de ser las ruinas del mañana.
cojeando el pie y haciendose presión en el hombro derecho con su mano izquierda, llego hasta donde estaba una puerta. y la abrió
de esta solo vio unas escaleras sombrias que mas que un simple escalofrío en la espina dorsal fue señal de peligro para el. el ambiente se escuchaba demasiado tranquilo y eso no era bueno. tantos años pensando como salir de una situación asi en su juventud y ahora que pasaba todo le había salido casi al pie de la letra. pensaba y recordaba mientras bajaba las escaleras con sigilo y con fuerzas, la punzada en la pierna y el hombro en cualquier momento le harian caerse, asi que se tomaba muy pequeños descansos. no podia estar tranquila sabiendo que no era una zona segura en donde el estaba.
"¿habra sobrevivido?" se preguntaba a si mismo haciendo referencia a Alfredo, su compañero de clase. jamas le cayo bien del todo, de cierta manera le irritaba, aquel compañero era el listo en la mayoría de clases, "el listillo" le gustaba decir a Braulio. un chico que se llevaba bien con todos y que tenia un futuro prometedor. a Braulio le hacia gracia ese pensamiento. "un futuro?" se decia a si mismo en su mente. un futuro en este mundo echo una mierda. Braulio pensaba que si no fuera por la guerra aquel chico seria el ceo de alguna empresa grande algun día. no sentia envidia por el, solo se le hacia un ingenuo por creer que tendria un futuro en un mundo donde era cuestión de dias que murieran todos, pero jamas imagino este futuro, no uno donde las personas se devoraban. no era la primera vez que se lo imaginaba en su mente, siendo el heroe de su propia historia. pero en este momento mirándose con el cuerpo hecho trizas y apenas podiendo moverse se le hacia la mayor estupidez que hubiera podido pensar. el no era alguien que se crea el salvador o un moralista como Freddy, sin embargo no era un monstruo, era simplemente lo que todos somos en cualquier situación. un sobreviviente que vela por sus intereses, sin meterse en el camino de los demas.
divagando en su mente mientras bajaba aquellas escaleras que se le hacían una tortura para su pierna, sentia que le quemaba el musculo y en cualquier momento gritaría de dolor. pero al llegar a un piso miro un departamento, este estaba abierto con sangre en la perilla. Braulio no recordaba donde quedo aquel fierro que tenia, en la azotea donde aterrizó no lo vio. ya no estaba bien equipado y ni en condiciones de luchar con absolutamente nada, un perro lograría tumbarlo de inmediato y ganarle sin fuerza alguna.
braulio inhalo aire y exhalo. tomo la perilla con asco y la abrió, el sonido de la puerta al abrirse se escucho mas fuerte de lo que el pensaba, o quizas era así por la falta de sonido en todo el lugar. este entro, no hubo respuesta a algúna de su acción. este entro con el miedo de que alguna de esas criaturas le atacara y terminara con su vida en ese momento. la suerte le favorecio al no escuchar nada. entro y cerro la puerta. era un departamento cualquiera, uno de esos caros donde habia gente con un poco mas de dinero que alguien promedio. habia un charco de sangra en la sala. y encima de aquel charco habia un hombre que tenia un arma en la mano.
-te apresuraste...no crees?- le dijo al cadáver. espera...por qué no...tiene las piernas?- dijo percatando se rápidamente que no tenía de la cintura para abajo, parece que alguien le hubiera cortado. braulio nuevamente vio la perilla con sangre, en la perilla de adentro habia sangré, igual que en la de afuera. Alguien habia estado ahi.
braulio fue lo mas rapido a la puerta y cerro con el seguro. después con un gran esfuerzo de su cuerpo empujo todo el sillon y lo puso enfrente de la puerta. luego por instinto cayo en el sofa. tenia sueño nuevamente. las escaleras le habian costado un gran esfuerzo para la condición tan pesima en la que estaba. no debia, no podia dormir, enfrente de un cadáver y alguien que posiblemente no fuera un infectado. pero el cansancio era más grande que sus fuerzas. para relajarse penso "si estaba abierto sin cerrar significa que debio irse, ¿no?" penso para tranquilizarse a si mismo. sus parpados nuevamente cayeron y se quedó dormido.
...***************...
Un tipo de aspecto delgado y piel palida tenia una cresta de peinado y los lados rapados, una playera sin mangas negra con mucha sangre en esta, unos pantalones negros y unas botas largas. y con una ballesta en mano.
braulio vio al hombre y sobre salto tan rápido como lo vio.
el tipo de la cresta le apunto con la ballesta.
-que haces aquí?
braulio no dijo ni una palabra, el chico sabia que esos no eran los ojos de alguien asustado, estaba analizando que hacer, asi que se adelantó a los hechos y se acerco apuntando con la ballesta mas cerca.
-¿QUÉ HACES AQUÍ?- pregunto de nuevo con un tono mas amenazador.
braulio no podia moverse bien, estaba acabado, su cansancio le iba a costar la vida.
-tu lo mataste?-pregunto con un tono casi indiferente.
-RESPONDE!- grito el de la cresta.
-calma gallo...-se le salio a Braulio.
una pequeña risa se le salio al tipo de la cresta.
-calmado... nisiquiera puedo hacer nada por mi mismo. caí de la escuela...
-eres estudiante?- decia mientras seguia apuntando sin nisiquiera dejar de verlo o quitar la mira de Braulio.
-eso creó.
-crees?
-si, no es que me importara mucho, ¿sabes?
nuevamente otra pequeña risa salio del chico.
-vas a matarme, ¿no?, hazlo rápido.
-¿quieres que te mate?
-esa es tu intención, ¿no?
-puede que si...no quieres vivir?
-aunque quiciera no creo poder en estas condiciones, me tienes apuntando con esa cosa y no se como solo pq me quede dormido.
el chico bajo la ballesta.
-¿como te llamas?- pregunto mientras dejaba la ballesta en una mesa.
braulio dudo un poco en si decirle su nombre, pero al final contesto.
-braulio... y tu?
-hector, soy Héctor, un placer- exclamo mientras le tendía la mano en señal de saludo.
-te juro que te saludaría, pero me duele fatal el cuerpo.- mintió braulio a medias, realmente le dolia el cuerpo, pero esa no era la razón por el cual no queria saludarlo, si no que le daba aparte de desconfianza, le causaba cierto asco aquel chico.
-entiendo...
la conversación se hizo un poco forzada e incomoda.
-le conocías?-solto Braulio para liberar su curiosidad y el ambiente.
-no, vivía a un lado. siempre me gusto...
-te gusto?.. eres...joto?- se le salio decir a Braulio. al parecer para el era una palabra comun y sin saña.
-JA!, no amigo, eres algo divertido, chico. no no soy gay. me gustaba como se veía...su carne.
braulio abrió los ojos sorprendido por la respuesta. claro tenia sentido. por eso estaba cortado a la mitad y volvio para recoger el resto, entonces esto no tenia mucho que paso. por eso la puerta estaba abierta.
-ah, descuida, no mato gente buena.
braulio dudo de responder nuevamente, la situación escalo demasiado rapido para lo que el podia pensar, siempre estaba acostumbrado a tener una respuesta o un plan para muchas situaciones, esta no era una de ellas. le sobrepaso mas de lo que esperaba.
-¿por qué crees que soy bueno?
-no lo se, la verdad que no lo se. pero me da esa confianza de que no eres nadie malo.
aquella respuesta le desconcerto a braulio. pero por alguna razón se calmo un poco, ya que no estaba en condiciones de pelear contra aquella persona.
-espera...¿como entraste, yo...
Braulio miro que el sofa ya no estaba en la posición en la que el lo habia dejado, ahora estaba en su sitió original. aquel hombre de aparentes treinta como mucho. era fuerte, pero no era una amenaza. para hacer tanto alboroto y haber esperado a que el despertara para charlar.
-eres caníbal, cierto? entonces pq no me comiste?
-no te conozco, no se si eres bueno o malo como tal. queria charlar contigo. ves a ese hombre? el era un ogete de mierda con todos, me imaginaba comerlo algun dia.
-ja, auch- Braulio se rió pero esa misma carcajada le costo un pequeño dolor en su cuerpo.
-eh, chico. no estare mucho tiempo aqui. solo vine para eso. puedes quedarte con el arma si quieres. yo no uso esas mierdas. te deje unas cosas para ti.
-por qué me ayudas? nisiquiera nos conocemos...
-ante mis ojos eres solo un chiquillo. trato de ayudar...sere una mala persona, pero no soy un monstruo, adiós. espero verte para que me devuelvas el favor.- dijo mientras salia por la puerta y cerraba. aquella situación para Braulio era surrealista, estaba acostumbrado a que cosas asi le pasaran anteriormente, pero esto sin duda alguna tenia un gran peso. hablar con un canibal y que este le ayudara era una escena que solo se imaginaba en alguna serie o película. no algo que pasaria en una situación asi. braulio no se movió mucho solo lo suficiente para reincorporarse. este miro que el cuerpo en efecto ya no estaba. "¿cuanto tiempo estuve fuera?" se preguntaba a si mismo. miro el arma. jamas habia tocado una arma en su vida. conocia vagamente su funcionamiento, pero estaba al tanto de que no usarla seria lo mejor, o en caso contrario le explotaría por no saber usarla. se levanto y fue al baño. se lavo la cara... la curiosidad de saber si aun el sistema de drenaje serviría le llego a la cabeza, abrió la regadera y agua fría de esta salio. una sonrisa notable se puso en la cara de Braulio. con esfuerzo. fue a las habitaciones, no habia gran cosa. era la casa de un hombre comun y corriente. braulio miraba y esculcaba para encontrar algo que le quedara a el. una playera negra sin estampados, unas calcetas y un pantalón, nisiquiera la idea de usar ropa interior que no fuera suya le cruzo por la cabeza. mientras se apoyaba con las paredes, llego al baño, se desvisto con esfuerzo y con dolor cada que sus prendas rozaban con sus heridas. este aprovecho para lavar ahi mismo su ropa interior. que solo seria unas calcetas y un calzon. mientras la agua fria caia sobre su espalda este no pudo evitar sacar mas de un alarido de dolor. los cortes eran mas profundos de lo que el habia pensado. asi que al terminar se limpio como normalmente lo haria. braulio era quisquilloso en cuanto a su higiene, no tocaría nada que haya tocado la piel de alguien mas. al terminar fue por las cosas que habia traído el tal Héctor, un personaje extraño para el. pero a fin de cuentas una ayuda a el. braulio se unto un poco de agua oxigenada con un algodon, y despues se vendo las heridas que el considero mas alarmantes. ya se sentia mejor. solo tenia que esperar mientras se secara su ropa interior. este solo se dedico a esperar y mirar el techo sentado sobre el sillon mientras tenia la tualla que le causaba un asco tener, queriendo pensar que era nueva, ya que la saco de un envoltorio. queria pensar que aquel hombre era de esas extrañas personas que compraban una segunda cosa extra solo para emergencias. esperaba que esa tualla que ahora rozaba con el fuera nueva. el tiempo paso, Braulio se sintió tan desesperado. pensando sobre sus seres queridos. pero el confiaba en que estarian bien y que se saben cuidar. pero sin duda alguna su mente tenia el pensamiento de una persona especial para el, alguien que incluso Alguien como el que a primera viste uno pensaría que carece de sentimientos, pueda sentir y mas de ello, pueda experimentar algo tan complejo. en su mente le daba fuerzas para seguir aun en este escenario tan irracional.
-ojala siguieras aqui...te extraño...susi.-exclamo cabizbajo mirando el techo lleno de residuos de sangre del disparo del hombre.
...****************...
el tiempo termino siendo el necesario. nuevamente se sentia limpio y mucho mejor. aunque tenia que usar un cinturón ya que el pantalón le quedaba algo grande, era por elección mucho mejor que aquel pantalon suyo rasgado y lleno de sangre. una playera negra que combina con el pantalón negro. y rebuscando entre aquel lugar encontro unas botas de trabajo, no era lo que el le gustaria usar pero sin duda alguna le servirían mejor que los tenis desgastados que tenia en ese momento. una mochila azul con cafe en los bordes. empezo a meter todo lo que el creía conveniente llevar consigo. las gasas y vendas junto el alcohol y la agua oxigenada que le dio de regalo Héctor. una playera extra Blanca que envolvía un frasco de vidrio que segun el era comida. no tenia ni idea de que era pero en su estancia, probo aquella "comida" era como comer fruta seca, pero no lo era y la arma a un costado de el. aun con el dolor de su cuerpo ya se sentia notablemente mejor despues de haber descansado. necesitaba continuar con su trayecto. salio mientras se apoyaba de la pared, aunque le costaba debido al dolor de su pierna, era demasiado testarudo como para descansar el tiempo necesario, necesitaba llegar a donde el sabia que era su meta. tras nuevamente ir bajando las escaleras iba viendo de re ojo para ver si alguna puerta estaba abierta. en efecto una que otra de pura suerte si estaba abierta. en uno de los departamentos que encontró abierto, obtuvo algunas cosas importantes, como una segunda playera y otras cosas de utilidad. en uno de los departamentos habia una mujer muerta, yacia colgada de la lámpara. el lugar estaba solo. braulio no sentia algo en particular por aquellas personas que encontraba muertos. al seguir continuando las escaleras de bajada encontro una departamento cerrado.
-¿quién esta ahi?- se escucho al otro lado de la puerta que estaba cerrada.
-soy un estudiante...(no hubiera sido mejor, no responder?)
-que quieres?- pregunto nuevamente la voz al otro extremo, sonaba como una voz de un hombre adulto.
-nada, solo estoy buscando comida...
la voz tardo un poco en responder y despues contesto.
-estas herido?..
-solo por la caida...
la conversación se iba tornando pesada, respuesta tras pregunta.
-mire, no quiero nada, solo seguire mi camino, ¿esta bien?- dijo braulio un tanto molesto por la perdida de su tiempo sin sentido alguno.
-espera- contesto rápidamente la voz al otro lado, mientras esta se abría.
al abrirse la puerta dejo ver a un hombre grande, de almenos unos cincuentas o cuarentas, con una barriga de señor, y ancho. tenia lentes y era moreno, con una camisa a cuadros de botones.
-soy jose...puedes pasar...-ofrecio el gran hombre con un tono mas gentil.
braulio desconfío y despues pregunto.
-¿por qué?
-tienes hambre, no?- solto jose, mientras veia el pobre estado del muchacho, parecía como si alguien lo hubiera golpeado hasta casi matarlo.
braulio, aun con la desconfianza entro, sabia que era capaz de almenos dejar al hombre mal herido en cualquier momento algo saliera mal. pero no fue el caso. jose era un hombre amable y de un tono mas gentil. despues de unos momentos, salio una mujer con una niña en brazos, mirando a Braulio confundida.
-jose...-dijo la mujer mientras daba unos pasos atras, asustada por ver aquel chico que no conocia.
jose salio rapido de una pequeña cocina con cuatro platos en mano.
-ah, disculpa cariño, el es un estudiante.
la mujer sabia que su esposo era un hombre de corazón puro y siempre dispuesto a ayudar a quien fuera, lo mismo hizo cuando una mujer fue asaltada y les pidió ayuda, este se ofreció a llevarla a un lugar donde estaria a salvo y levantar una demanda, al igual que le presto dinero para sus pasajes. sin duda a ella le molestó por alguna razón en ese momento ya que muchas ocasiones se aprovechaban de su buen corazón.
-esta bien...si quieren me puedo ir-exclamo Braulio levantándose con esfuerzo de la mesa en la que no tenia mucho que se habia sentado.
-no, no, esta bien. ¿estas herido?- pregunto la mujer bajando a la pequeña.
la niña sin miedo alguno fue con el chico que no conocia, parecia de cuatro o cinco años a lo mucho.
-como te llamas señor?- pregunto a duras penas la pequeña.
-señor?, Ey pequeña, no tengo ni dieciocho, jajaja, me llamo Braulio...-le respondió a la niña- me duele por la caida...no es nada- dijo mientras le daba la mirada a la mujer.
-la caida?- solto con sorpresa.
-si, cai del edificio de la escuela... la que esta a un lado de aqui. nos venían persiguiendo y....
-quienes?- interrumpió jose.
-los emfermos- prosiguió Braulio.
ambos se miraron a los ojos, y rápidamente jose pregunto.
-estas infectado?
-no me mordieron, mis heridas son solo por la caida, no se preocupen, como dije, si quieren me puedo ir.
esta vez jose no se adelantó a decir algo. realmente penso en sacar a aquel chico, no sabia si mentía o no, algo le decia que estaba diciendo la verdad. pero no podia fiarse como antes. ahora debe ser primero su familia antes que cualquier otra persona.
-no, esta bien, puedes comer y si gustas puedes irte.- sugirió la mujer con un tono dulce.
braulio miro a la madre, era una mujer de pelo chino peli roja, se le hacía extraño ver a alguien de ese color natural en su pais. pero considero que al estallar la guerra muchas personas vinieron a México aun cuando era neutral y no se metía en los problemas belicos entre las demas naciones poderosas. asi que no era tan raro ver a personas de otros países, considerando que México siempre a sido un pais con mucha diversidad de personas. braulio hizo un gesto con la cabeza aceptando la sugerencia de la mujer.
jose sirvió a todos, Braulio comía tranquilamente, aunque rapido para la normalidad de aquella familia.
-y como es que saltaste?, si es que se puede saber?, ¿como son?, la verdad es que no sabemos nosotros mucho de lo que pasa afuera. las noticias aun no funciónan- platicaba y preguntaba jose. se notaba interesado en todo lo que el chico podria darle.
braulio lo penso bien, sabia que decirles les ayudaria, quizas por eso le dejaron entrar, al fin y al cabo el era en tamaño y fuerza inferior a un hombre adulto con fuerza y altura superior a la suya. además estando en las condiciones en las que estaba dudaba de dar una buena pelea.
-nos acorralaron en la azotea...salte, llegue aqui. eso es todo. y respecto a como son, no se diferencian a un infectado de alguna serie de zombies. sabe..son resistentes, algunos son tontos pero otros son un poco mas listos. son fuertes, la verdad me costo mucho cuando pelé con uno de ellos. una sola persona no podria con uno si no esta en condiciones.- respondió Braulio lo mas simplificado posible.
-ya acabe mami, ¿puedo ir a jugar?- pregunto la pequeña bastante bien. su madre accedió con un gesto de su cabeza. estaba interesada en lo que el chico estaba diciendo, necesitaba pensarlo.
la niña bajo de la silla y se fue a la parte de la entrada.
-¿estas seguro de que no hay algo mas que nos puedas contar?- pregunto la mujer, mirando al chico intrigada sin despegarle la mirada en ningún momento.
braulio se sentia incómodo con estas personas ya. aunque tenia sentido que le utilizaran para tener información.
-tienen que golpearlos muy muy fuertes o en el pecho o en la cabeza... pero insisto...su piel...no lo se, es como si se hiciera mas gruesa, cuesta mucho pelear con uno de ellos, si pueden mejor evitenlos, y ya no dejen entrar a nadie, tratare de no entrar a ningún otro departamento para cuando tengan que salir haya cosas...- pauso Braulio pensando si era buena ide compartirles sobre aquel canibal que le ayudo. pero penso que era totalmente inecesario contarlo asi que optó por omitir esa parte. -eh, estado entrando a los edificios de arriba, uno que otro sigue cerrado, los de abajo tratare de ya no entrar, esta bien?- continuó braulio a la pareja.
*РⷬUͧMⷨ*...*РⷬUͧMⷨ*
el sonido de la puerta principal sono con dos golpes. jose y su esposa rápidamente entraron en razon y buscaron a la niña. esta no estaba cerca de ellos, el nerviosismo llegó a todo el cuerpo de los padres. braulio abrió los ojos y se puso alerta.
...****************...
la niña fue a la parte de la entrada, corría felizmente. habia dejado su muñeca favorita ahi, ella tenia planeado jugar a las princesas, le encantaba ser la princesa de villa bonita. su madre era la reyna y su padre era el principie que las rescataba del malvado dragon. la niña meneaba sus colitas mientras saltaba buscando a su muñeca. pero no recordaba donde dejo aquella hermosa muñequita que le dio su padre de regalo hace apenas unos dias atras. ella queria salir pero sus padres decían que no era momento. en un momento se quedo quieta, pensando donde habia dejado a su muñeca. esta empezo a entre cerrar los ojos y pensar mientras decia con su boquita.
-mmmmm, donde habra quedado mi muñeca?
se preguntaba así misma pero...
*РⷬUͧMⷨ*...*РⷬUͧMⷨ*
el sonido de la puerta la saco de sus pensamientos y fue directamente abrir pensando que seria su muñeca que se habia quedado afuera.
-ay, pq te quedaste afuer...ra.....
la niña miro a un hombre alto, muchísimo mas alto que ella, tenia la piel de los labios rasgados, se le podia ver las encías y los dientes expuestos, se podia incluso ver parte de la quijada. el hueso expuesto. este tenia una sudadera negra y sus ojos dilatados irritados, miraban a la niña. cuando la niña se quedo quieta justo en el momento en el que aquel hombre de sudadera negra se agachó para abrazar a la niña llegaron sus padres de la pequeña.
-NOOOOOOOO!!!- grito jose, mirando como un hombre que jamas habia visto en su vida abrazaba a su hija, este abrió la mandibula y mordió el hombro de la pequeña desgarrando toda la piel de la pequeña, la niña solto un quejido horrible de dolor. jose fue disparado a toda velocidad ante aquel hombre. su madre de la niña grito de horror, y braulio miraba con los ojos abiertos, estaba sorprendido, nuevamente estaba viendo el escenario que vivió en la escuela. no, mucho peor.
jose embistió al hombre y ambos salieron del departamento, la niña quedo a un lado y su madre fue rapido a auxiliarla. esta estaba sangrando de su hombro.
-hija, hija, no, por qué abriste mi amor?, tu...tu sabes que, ay mi amor.- lloraba la mujer mientras mocos y lagrimas salían de ella, la niña miraba a un punto muerto. no parpadeaba, la mordida fue tal que un charco de sangre bajo de la madre y la niña se hizo enorme, braulio no podia creer como una niña pudiera sacar tanta sangre. la clavícula de la pequeña estaba expuesta, partida a la mitad. braulio saco el arma y fue lo mas rapido a donde estaba aquel hombre y jose.
jose golpeaba a aquel hombre como si no hubiera un dia para el, gritaba de rabia. el infectado poco a poco se dejaba de mover. jose estaba arriba, dandole golpe tras golpe sin cansancio mientras gritaba en su cara sacando saliva y lagrimas. el infectado dejo de moverse. braulio miraba a la maquina de matar humana frente a el. jose estaba lleno de sangre, paso a un lado de Braulio sin siquiera ponerle la mirada encima, tenia la mirada perdida hasta que llego con su esposa y su hija, esta se la quito de los brazos mientras ella seguia llorando y la abrazo con tanta fuerza que se escucho un pequeño crujido por parte del cuerpo pequeño. braulio miraba aquella escena sin sentir tristeza, pero sintió un pequeño dolor en su pecho. como un pinchazo en su corazón. braulio recordó...
-SUELTENLA!- grito braulio a todo pulmón mientras le apuntaba a la niña. un pequeño dolor sintio en su pierna y su costado.
los padres lo ignoraron, la niña empezó a soltar pequeños quejidos de dolor. sus padres sonrieron, aun habia esperanza. pero cuando jose la vio su hija se abalanzó a la mejilla de su padre y lo mordio, desprendiendo toda la carne de la mejilla, dejando expuesto el musculo, pomulo y los dientes. el hombre la solto para agarrarse la cara por el dolor, Braulio iba a disparar, pero el infectado que estaba en el suelo le tomo del tobillo. braulio volteo al infectado y comenzo a pisarle la cabeza o lo que quedaba de cabeza. era como una masa de carne que apenas y se movia. después le piso con tanta fuerza el brazo que lo solto pero este perdio el equilibrio por el dolor que le causo hacer la acción y cayo de lado. el hombre estaba teniendo convulsiones. y la pequeña niña solo gritaba, sin moverse. la mujer trato de llegar a donde estaba Braulio, como instinto primario de supervivencia al ver que este tenia un arma, pero su esposo la tomo y esta simplemente pateo la puerta quedando encerrada con su esposo y su hija. braulio solo escuchó como gritaba la mujer, gritos tan fuertes que le recordaban a los de sus compañeras en aquel momento donde eran destrozadas al igual que como estaba siendo mutilada aquella mujer de cabellos rojos.
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