Capítulo 3

Entró a la biblioteca del palacio, caminó por los largos pasillos mientras iba sacando varios libros. Con estos en los brazos se sentó en la sala de lectura y los colocó en la mesa separandolos en dos secciones, en uno la historia del reino y del continente y en el otro, magia, etiqueta, leyes e incluso administración y economía.

— ¿Alyssa?

Estaba leyendo cuando escuchó que la llamaron, confundida levantó la mirada. Aún no se acostumbraba a ese nombre.

— ¿Alyssa? ¿Realmente eres tú? ¿Qué haces aquí?

Se encontró con unos ojos dorados que la miraban con sorpresa, inmediatamente supo quién era, se levantó y lo saludó con una reverencia elegante.

— Alyssa Rubinette saluda al príncipe heredero.

Aquel joven la observaba con mayor sorpresa. Por supuesto, la Alyssa original nunca había saludado de esa forma a sus padres o hermanos, ni siquiera podía hacer correctamente una reverencia aunque eso era porque no le interesaba pero ella, en cambio, había practicado con Dora, hasta hacer perfectamente la reverencia y muchas cosas más. Fue, básicamente, una clase intensa de etiqueta básica de al menos 12 horas de esfuerzo. Por esa razón, Cedric Rubinette, el príncipe heredero, la observaba con sorpresa

— ¿A-Alyssa? ¿Estás... Estás bien?

— Lo estoy, alteza.

— Entonces... ¿Por qué...?

— ¿Me buscaba para algo, príncipe heredero?

Lo observó fijamente pues ya le había molestado su actitud.

— Escuché que te habías lastimado, quería saber cómo estabas y más porque aún sigues acá y porque estás en la biblioteca.

Alyssa se quedó en silencio por un momento observándolo.

— Le he pedido al su majestad el rey, un permiso para prolongar mi estadía en el palacio por una semana antes de volver al marquesado.

— Eso... Entonces ya viste a nuestro padre

— No lo he hecho. Le he enviado una carta con mi solicitud a través de mi doncella y el ha aceptado.

— Pero tú... tú nunca...

— ¿El príncipe heredero me necesita para algo? Tengo mi tiempo limitado y muchas cosas que hacer.

— N-No... Yo no...

— Entonces le pido me disculpe.

Se dió la vuelta, agarró nuevamente todos los libros, aunque le costó un poco por qué eran demasiados y salió de la biblioteca. Mientras se alejaba, Cedric la observaba, había cierta tristeza en su mirada y, por alguna razón, sentía que había perdido algo importante aunque no entendía qué era.

.

.

.

— Me gusta como se me ve, ¿Que dices, Dora?

Dió una vuelta y se observó en el espejo. Llevaba un vestido blanco con azul y bordado dorado, por el frente, la falda cubría hasta la mitad del muslo y por detrás, la cola caía libremente hasta los tobillos, tenía pequeños lazos azules a los costados que armonizaban con el, las mangas eran anchas hasta los codos, de ahí las mangas eran semi abiertas hasta las muñecas, el corsé era azul con detalles en blanco y en el cuello tenía un lazo azul con una pequeña joya incrustada.

Podría considerarse que exhibía mucho pero Alyssa lo usaba con medias blancas hasta la mitad del muslo y con adornos de encaje, eso junto a botas altas un poco más arriba de la rodilla de color azul con detalles en dorado. El vestido sin duda le daba un aire un poco más maduro, se ajustaba perfectamente a su cuerpo y al mismo tiempo la hacia verse elegante. Además, solo era uno de los muchos vestidos que había ordenado, después de todo Alyssa se había deshecho de todos esos vestidos de niña que aún tenía e incluso había cambiado los zapatos, ahora usaba botas y sandalias de tacón, siempre manteniendo su porte elegante pero asegurandose de verse hermosa y estar cómoda.

— Le queda muy bien, princesa.

— Dora, ¿Podrías solo decirme Alyssa? Me conoces casi desde que nací, me parece justo que me llames por mi nombre. — Murmuró Alyssa mientras buscaba una pequeña cartera.

— ... — Dora se mantuvo en silencio antes de suspirar. — Como usted diga, señorita Alyssa.

Alyssa soltó una suave risa y la observó.

— Dora... Las cosas van a cambiar de ahora en adelante, se acabó la princesa mimada que quería la atención de sus padres y hermanos. Al final, te sigo teniendo a ti ¿verdad? — Alyssa se quedó callada mientras Dora la observaba con sorpresa antes de asentir. — Entonces no necesito nada más. Además, es hora de independizarse por completo y trazar una línea.

Si, a diferencia de "Alyssa", ella no necesitaba la atención de personas que no la miraban, mucho menos quería su lástima. Después de todo, como Esther, era una mujer de 35 años, huérfana e independiente. Dejar eso no era algo que quisiera y menos por una "familia" a la que no le importaba. Si bien sentía cierta lástima por "Alyssa" que deseaba que sus padres la miraran y la consolaran.

Alyssa suspiró y sonrió antes de salir del palacio, ya había pasado la semana que había pedido, se había leído prácticamente todos los libros de la biblioteca así que era hora de comenzar a moverse, después de todo, el tiempo hasta la llegada de la protagonista comenzaba una cuenta atrás.

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Comments

Maria Carolina montiel

Maria Carolina montiel

d pronto tiene vista fotografía quieb sabe

2023-04-30

2

Mirna Luz Sierra Sanchez

Mirna Luz Sierra Sanchez

esa es mi villana toda empoderada y q no se va a dejar jajaja

2023-01-15

0

🤗Finita💖💫🇲🇽

🤗Finita💖💫🇲🇽

Si, que no se intenten acercar esos apestoso que la ignoraban antes.

2022-08-02

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