Capítulo 3.

Aquello me había sacado un poco de orbita; nunca habría creído que alguien como Mark vendiera su cuerpo de esa manera, no digo que no pueda hacerlo y que no tenga con qué, más que nada es que nunca me lo esperé, es algo de su vida privada que no me concierne y no tenía por qué saberla, a menos que él estuviera interesado en decírmelo, algo que claramente no es así, él no se encontraba para nada interesado en decirme algo tan personal como eso; por eso dicen que la curiosidad mató al gato, si me hubiera ido cuando debía nada de eso hubiera pasado. Ahora me costaba ver su nombre sin imaginarme lo que sucedió, llevaba horas sin contestarle sus continuos mensajes llenos de bromas; me sentía extraña por ignorarlo de esa manera, no es que tuviera algo en contra de su trabajo, pero si me sentía incómoda al solo recordarlo todo, son esa clase de cosas que jamás se olvidan.

Podía ver un adelanto de sus mensajes en la parte superior de mi celular, me sentí culpable al ver que comenzaba a preguntar porque lo ignoraba, que mi mensajería se comenzara a llenar cada vez más rápido, preguntando la razón. Tarde o temprano, tendría que decirle la razón, pero en estos momentos preferiría que fuera más tarde que temprano, no estoy preparada para afrontarlo y decirle la verdad, no quería que me malinterpretara, que pensara cosas como que era una metiche o una persona de mente cerrada que creería que un trabajo como esos era malo.

No me afectaba su trabajo, ni que no me lo haya dicho, lo que me afectaba era haberlo visto en esas condiciones.

Coloqué mii celular en modo avión para seguir evitando el sonido de los mensajes y verme a mí misma en la obligación de hacer algo que no quería.

El fin de semana había pasado y con ello, me dejaban en el día más odiado de la semana, el lunes; no era que me disgustaran estos días, pero después de lo de Mark había querido que el tiempo se pasara con más lentitud para no llegar al lunes y tener que verlo sin poder evitarlo.

Al llegar al edificio en donde recibía mis clases, traté de fijarme en todos lados al mismo tiempo, para evitar topármelo. El destino parecía estar a mi favor por primera vez en la vida, ya que no lo vi en ningún momento del día, lamentablemente no siempre tenía que ser así, ya que, en la última clase, la de la señorita Bladel, era esa mi peor clase y en la que forzosamente me veía con Mark, así que pude ver su rostro entre el de los demás alumnos. La clase transcurrió sin problemas, no hubo nada que me pudiera dejar en peor estado del que me encontraba. Al finalizar, tomé mis cosas y me fui corriendo del lugar, escuchando a lo lejos los gritos de Mark.

Haberlo evitado casi todo el día de hoy había sido un milagro, por lo que no volvería a suceder en otros días, este había sido el milagro, mañana me podría ir mejor o peor y el día miércoles definitivamente es el día designado para arruinarme la vida, siendo que es el día de examen.

Al llegar a casa solo aventé mis cosas al sillón de la sala y me fui a mi cuarto, dónde me dejé caer como tabla en mi cama. Las cosas buenas que podía tener el que la casa estuviera sola era que mi madre no podía cuestionarme mi mal humor, ella siempre se la pasaba fuera, no me preguntaba por cómo me había ido, sentido o si estaba bien, no es que la culpe, no me quejo, sin embargo, creo que es algo bueno, no tengo porque responder preguntas incomodas o algo por el estilo.

Dormí plácidamente en mi cama alrededor de una hora y media, después de eso, me levanté a preparar algo de comer, ya que era demasiado tarde. Mientras la sopa instantánea se cocía en la estufa, me dediqué a hacer la tarea como era la costumbre; sin importar que tan ocupada me pusiera, sentía que me hacía falta algo, la necesidad y la costumbre de estar al lado de mi tutor, el que no sólo me ayudaba con mis tareas, sino que se aseguraba de que aprendiera lo que hacía falta.

El sentimiento de culpa me volvió a invadir como la primera vez, y ahora que lo analizaba mejor, el sentimiento debería ser doble por dos sencillas cosas: lo estaba evitando y además, estuve de metiche en su cuarto; en vez de ser él el que se tenga que explicar, debería de ser yo la que de las explicaciones de lo que estaba pasando, pero por más que lo pensaba, no me sentía lista para afrontar las cosas, no me encontraba lista para poder mirarlo de frente sin imaginarme aquella morbosa escena.

“¡Por Dios, lo miré morbosamente!”

Sí, ahora el sentimiento de culpa es peor que hace tan solo unos momentos.

Fue en esos momentos cuando el sonido de llamada entrante en mi celular me detuvo de seguir culpándome, pero al ver la pantalla, el número y el nombre del que llamaba, el sentimiento fue peor; Mark estaba llamando, y si no le contestaba seria peor que ignorarle los mensajes. Respiré profundamente, y descolgué para poder saludarlo sin problema.

―Hola, Mark ¿Cómo estás? ―” Que falsa te escuchaste”

― ¿Por qué saliste corriendo del aula? Te estuve gritando para decirte que no te podría dar clases el día de hoy, dime que sigues en tu casa.

― ¡Sí! De hecho, me había quedado dormida y estaba a punto de llamarte y decirte que llegaría tarde y que era mejor dejarlo para otro día.

―Muy bien, nos vemos mañana, pero antes quiero preguntar algo ¿Por qué me estas ignorando?

―Yo no te estoy ignorando ¿en qué te basas?

―Bueno, el domingo…

―Sabes qué, estoy algo ocupada con las tareas y esas cosas ¿te importaría hablar el día de mañana? ¿Sí? Bueno, hasta luego.

Sí, era una mala persona que le decía mentiras a las personas, pero sigo sin estar lista para afrontarlo de frente y hablar de lo que sucedió. Sería el miércoles, tal vez, cuando me sienta mejor y sin ninguna presión como la que tengo ahora, el examen me esta consumiendo las pocas neuronas disponibles que me quedan después de ver a Mark masturbarse.

Terminé con mis tareas, evitando pensar en el tema nuevamente, así que cuando terminé y le dije a mi madre que le dejaba comida en el microondas para que la calentara, me fui a dar un baño con agua caliente, esperando a que eso relajara mis músculos y me hiciera sentir mejor, tal vez me ayudara a espabilar para tomar decisiones más concretas como el hablarle a Mark y pedirle disculpas por ver su pene… no, eso no.

Así que mientras el agua caliente (traída desde el infierno para alguien como yo) me relajaba los músculos del cuerpo y el aroma del jabón y el champú me ayudaban a sentirme más limpia, sentí algo extraño en mi parte baja, algo como un pellizco pero no doloroso, fue como una sensación extrañamente placentera que me relajó un poco más, el agua caliente que resbaló hasta mi sexo me ayudo con esta sensación, sintiéndola mejor que hace unos momentos, un suspiro se escapó de ms labios cuando más agua cayó. Podría dejarme llevar por esa sensación, sumando los recuerdos de Mark dándose su propio placer me hizo caer más, tratando de recordar vivamente… y luego, fue como esos recuerdos fueron sustituidos por otros y me hizo despertar de mi fantasía como si esta se hubiera roto en muchos pedacitos.

No fue el recuerdo de Mark, ni las sensaciones que tenía en el cuerpo lo que me hicieron darme cuenta de todo, fueron los recuerdos de mi antiguo yo, ese ser que había dejado atrás, el que me había hecho daño; los recuerdos de mi ex pareja me golpearon fuertemente y sin ninguna consideración.

Ya había tenido un pasado que quería olvidar, algo que me terminó de convertir en lo que ahora soy, no alguien fuerte y con cosas buenas que sacar del ayer, sino con alguien que apenas está terminando de reconstruirse, que aún no termina de armar el rompecabezas.

Al salir de bañarme dejé todo ordenado en la sala, me puse mi pijama y me acosté en mi cama con el cabello mojado, ahora me sentía peor que antes, todos los recuerdos juntos me hicieron sentir una pésima persona, tenía que pedirle disculpas a Mark. Tomé mii celular y llamé al suyo, pero este me había mandado directamente al buzón, mi mente divago al mismo recuerdo ¿Estará trabajando? Inmediatamente lo borré de mi mente y pasé a pensar en lo que él me había dicho hace unas horas, no se iba a encontrar en casa.

Al día siguiente me sentía mal, como cuando realicé mi última dieta hace algunos días, no me sentía en mi mejor estado, tal vez, la culpa y otros recuerdos me habían dejado en un estado de zombi. Me ardían los ojos, aunque haya dormido bien; me dolía la cabeza y quería quedarme eternamente en mi cama, pero no podía hacerlo, tenía que seguir asistiendo a la universidad a pesar de todo.

Al llegar a el salón de mi primera clase, quería acomodarme en la silla y comenzar a dormitar, estaba cansada mentalmente, algo que no me sucedía en la preparatoria, yo era feliz en ella; mis padres tenían sus problemas económicos como cualquier persona normal, pero cuando él enfermó todo empeoró, desde ese momento nuestra vida se volvió un caos y las deudas crecieron, desde pagar sus tratamientos, sus intervenciones, las deudas principales, la universidad, el alquiler, todo se había juntado como si fueran uno solo, en el momento menos indicado… estaba cansada de tener que ver a mi madre demacrada, de ver a mi padre demacrado, estaba incluso cansada de mi propia ineptitud.

Cerré los ojos esperando el momento en el que me sintiera mejor, escuché pasos firmes acercarse a mi y detenerse a unos pocos centímetros de mi asiento, abrí levemente mis ojos y pude ver a Mark, de pie enfrente de mí, sin importarme, cerré los ojos y continúe descansando.

—¿Te encuentras bien? —preguntó, podía escuchar un poco de preocupación en su tono de voz.

Yo solo levanté mi pulgar en señal de que estaba bien, no sé si eso pudo haberle molestado o no, pero escuché sus pasos alejarse de mi zona. Durante todas las clases no pude haber estado más desconcentrada que nunca, podré haber estado despierta durante todo el tiempo, pero era como si mi mente no estuviera presente. Cuando regresé a casa, no pude evitar sentir que toda la presión se me venía encima y no pude evitar llorar. Al parecer, la culpa que sentía por lo sucedido con Mark hizo que todos mis sentimientos se juntaran y me sintiera aplastada.

Me sentía aplastada, hecha un desastre… todo era un desastre.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play