...Montserrat Gutiérrez...
...Lupe Hernández...
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...12 septiembre, 2013...
Dariana se encontraba recostada sobre su cama, miraba el techo que estaba ligeramente iluminado por la luz lunar. Sus ojos estaban hinchados, le dolía la cabeza y el corazón.
Su reloj marcaba las 02:46 hrs y aún seguía preguntándose por qué toda su vida era de sufrimiento.
Dariana: (al vacío) ¿Qué tiene ella que no tenga yo?
Sonrió ligeramente, rápidamente se contesto para sí.
»Ella es bonita, además pone a todo hombre a sus pies por su increíble cuerpo. Ella está en el estándar de todo hombre, no obstante yo soy lo contrario, delgada y sin atributos. Lo único bueno que puedo tener son mis ojos.
¿Quién se negaría a una latina con atributos?«
Dariana siguió llorando hasta dormirse. Se despertó muy tarde y con un horrible dolor de cabeza. Se ducho y vistió para ir a visita con el ginecólogo.
Lupe (ama de llaves): Buen día Dariana, ¿Cómo estás el día de hoy?
Dariana: Me siento un poco mal. ¿Podrías prepararme un té de moras?—
Lupe asintió con la cabeza y se dirigió a la cocina. Dariana se sentó en el comedor.
Lupe: (feliz) Mi niña, yo te vi desde que eras una adolescente, por ello puedo deducir que te la pasaste llorando por horas. ¿Sabes?, ¡Eso no le hace bien al bebé!
La sangre de Dariana se heló, además abrió los ojos como platos.
Dariana: (Trago duro) Nana ¿Usted lo.... lo sabe?
Lupe: Por supuesto, dejaste la prueba votada en el baño, me gano la curiosidad y la ví percatandome de qué estás embarazada.
Dariana comenzó a llorar desconsoladamente por lo que Lupe se acercó a abrazarla.
Lupe: (Acariciando su cabeza) No llores, ¿No estás feliz?
Dariana: No es eso, solo que es algo complicado.
Lupe: ¡Las penas con pan son menos!, puedes confiar plenamente en mi
Dariana: (llorando con más impetu) Nana estoy feliz por la llegada de mi hijo, creo que será una luz en mi vida, pero no quiero que Adán se entere
Lupe: Él merece saberlo, es el padre.
Dariana: Nana, ayer fui a darle la noticia del embarazo. Descubrí que me es infiel con Montse.
Lupe abrió los ojos como platos. Le hirvió la sangre al saber que se burlaban de su muchachita.
Lupe:Mi niña, no llores que le hace daño al bebé. Además no estás sola yo te apoyaré en cualquier decisión que tomes.
Esa tarde Dariana y Lupe fueron al ginecólogo dónde le realizaron un ultrasonido transvaginal ya que contaba con tres semanas de embarazo. Le extendieron una receta con lo que debía de consumir para llevar un embarazo saludable.
Al llegar al Pent House se encontraron con Adán.
...Adán:( Aplaudiendo con cara de desagrado) ¡Bravo!, ¡¿A qué debo la presencia de la bella realeza?!...
Dariana: (Nerviosa) No te esperábamos tan temprano
Dariana se acercó a Adán para saludarlo, pero este se alejo muy molesto. Por el contrario Lupe se fue a la cocina.
Adán: ¿Dónde estabas?
Dariana: Lupe se sintió mal, por lo que la lleve al hospital.
La rubia temblaba del miedo, ya que traía en las manos el folder de la ecografía y la receta, Adán podría arrebatarlo en cualquier instante descubriendo su secreto.
Dariana: (Se aclaró la garganta) ¿A qué debo la visita de mi esposo?
Adán: Hace tres semanas que vine olvidé unos documentos, ¿Sabes dónde están?
Dariana: Sí, ya te los traigo.
Ella se dirigió a su habitación y regreso con los documentos entregándolos a su dueño.
Dariana: ¿Te quedas a comer?
Adán: ( miró su reloj y sonrió) Estaría perfecto, tengo treinta minutos.
Dariana se dirigió a la cocina y con esmero comenzó a preparar un buen plato para su esposo, aunque no contaba con mucho tiempo trataría de hacer su mejor esfuerzo.
Adán acepto comer con su insoportable esposa por el simple hecho de tenerla ”Enamorada y bajo sus encantos”. Él no era estúpido, sabía que el día anterior ella se dió cuenta de su infidelidad.
Ambos comieron juntos pero sin siquiera pronunciar palabra.
Adán: (limpiándose la comisura de los labios con una servilleta) Gracias, todo muy rico.
Dariana: (Entrelazando las manos por su espalda, sonriendo tímidamente) Lo hago con gusto, para ti.... ¿Vendrás más tarde?
Adán sintió una fría electricidad correr su espina dorsal, se aclaró la garganta.
Adán: Saldré de viaje dos meses, ya sabes, asuntos de trabajo.
Dariana sabía que mentía, lo conocía más que a si misma. Cuando él mentía miraba hacia arriba.
Dariana: (con tristeza) Ok, te veo entonces.
Adán salió del departamento sin siquiera despedirse de su esposa.
Dariana camino lentamente a su habitación pensando en la poca felicidad que le dió hoy su esposo al comer junto a ella, la ilusa pensó que tal vez quería cambiar su actitud hacia con ella, pues hasta se planteo la idea de contarle a cerca del embarazo.
Dariana:( se llevó las manos al vientre) Prometo cuidarte y protegerte. Prometo que nadie te hará daño aún así tenga que alejarte de tu padre o de mí.
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Comments
Devoradora de historias.
seguiré en la historia, muy buena
2022-07-15
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