El mundo poco a poco volvió a su cauce habitual, los cortes y heridas del joven estaban vendadas y desinfectadas, se encontraba recostado en una cama matrimonial esperando que recobrara la conciencia, sus ropas destrozadas fueron sustituidas por una simple playera blanca y aun continuaba con su pantalón de mezclilla, los tenues rayos de la luna se colaban en esa habitación a oscuras, donde únicamente la chica de cabello rubio platinado se encontraba leyendo en una silla cercana esperando que su invitado despertará, el pelirrojo se estira y contrae sus músculos ya que estaba muy cómodo dormido y no era para menos ya que para el todo lo que había pasado solo era un simple sueño, la caída, su inevitable muerte y lo último que sintió antes que cayera dormido, los labios de alguien cerca de los suyos como si lo estuviera besando, ante este pensamiento se avergonzo así que decidió abrir por fin los ojos, bostezo y estiró en la cama tratando de quitarse el sueño que aún tenía.
Shuichi: - Ah, tuve un sueño super extraño, había ido de urbex a una mansión, me encontré con gente super extraña, luego un loco me atacó, caí de un cuarto piso y morí, luego un chico super extraño se hinco e hizo un pacto conmigo e incluso me beso, si, tuve un sueño de locos, a Issei le gustará oírlo aunque omitire la parte del beso - Se incorporó de un salto en la cama, pensaba que se encontraba en casa y estaba equivocado, paseo su vista por todo el lugar que para el era desconocido - ¿Qué es este lugar? De seguro debo estar soñando.
Para comprobar que era un sueño se pellizcó a sí mismo en las mejillas, pero esto le dolió e incluso emitió un quejido de dolor ante el cual Dorothea respondió
Dorothea: - Oh, estás despierto, buenas noches joven ¿Cómo durmió?
Vio cómo la joven de rubio platino le sonreia con dulzura, al verla recordó todo lo del día anterior, era la misma que se topó, nada de eso había sido un sueño, espantado se paró de la cama de un brinco y dio una reverencia a modo de disculpa.
Shuichi; - Lo siento señorita, le juro que no era mi intención colarme en su mansión, es que verá su mansión es super bonita y me llamó la atención, se que estuvo mal lo que hice así que le prometo que nunca más lo volveré a hacer si me deja ir.
Esperaba una respuesta mordaz de su parte pero en cambio se rió por lo bajo como una dama de alta clase.
Dorothea: - Ja ja, Nath dijo que eras interesante y no se equivocaba, eres muy gracioso.
Shuichi: - C-Creo que no entiendo de lo que habla.
Dorothea: - Estas confundido eso es normal, mejor me presentaré, mucho gusto me llamo Dorothea Lightwood, ¿Cual es tu nombre?
La mujer no parecía peligrosa así que eso relajo un poco los nervios del otro, había sido amable diciéndole su nombre así que pensó que debería hacer lo mismo.
Shuichi: - Soy Shuichi Kirishima, vivo en Kioto y estudio el último año de instituto.
Dorothea: - Shuichi, que gracioso nombre, bueno es un gusto conocerte.
Shuichi: - Si, si, disculpe señorita, verá tengo que irme, mañana tengo un examen super importante y no puedo faltar así que…
Dorothea: - Mañana es sábado y aunque no sepa mucho del mundo humano tengo entendido que no van a clases los fines de semana.
Shuichi: - ¿Cómo que es sábado? ¿Cuántos días me quedé dormido?
Dorothea: - Dormiste durante tres días.
Shuichi: - ¡¿Tres días?! ¡Oh no! ¡Estoy muerto, Issei me va a matar por faltar al examen! - Levantó sus brazos desesperado y se tomó del cabello, las bajo y al llegar a su cuello sintió como este se encontraba vendado, no sólo su cuello sus brazos estaban igual, incluso tenía una pequeña gasa en su pómulo derecho, curioso se levantó la playera que llevaba y vio como debajo todo su abdomen estaba vendado - ¿Que me paso? ¿Por qué estoy cómo una momia?
Dorothea: - ¿Eh? ¿Una momia? Joven Shuichi le aseguro que usted no se ve como una momia, conozco a varias y tienen un aspecto putrefacto, usted solo está vendado debido a sus heridas.
Esas palabras fueron como cuchilla para él, todo volvió a su mente, todo, las mordidas de ese chico penetrando su piel, el dolor que sintió y sobretodo el estruendo del vidrio y el sonido de sus huesos rompiéndose cuando cayó al suelo, el tan solo pensar en la macabra escena le hizo sentir enfermo.
Shuichi: - Y-Yo… ¿Estoy muerto?
Dorothea: - No, no, mire joven Shuichi esto es un poco difícil de explicar pero no está muerto, Nathaniel, lo salvó.
Shuichi: - ¿Nathaniel? ¿Quién es él? No entiendo nada…
Se llevó las manos a su cabeza tratando de recordar pero era inútil, al verlo así la chica trató de acercarse para consolarlo pero fue interrumpida al oír la puerta abrirse, permitiendo la entrada a Eloise y a Alec que iban a revisar a su invitado al verlo de pie la chica de coletas se abalanzó de nuevo sobre el chico.
Eloise: - Fantástico, ya estas como nuevo. Shuichi: - Eres la chica de ayer… La que me quería comer.
Eloise: - ¿Comer? Oye niño creo que exageras un poco.
Alec: - Eloise dejalo, debe estar confundido después de todo se pasó tres días durmiendo - El peliblanco se veía amable, incluso dio una leve reverencia para saludar - Mucho gusto joven, me llamó Alec Snow, soy uno de los médicos de este lugar así que si no es mucha molestia me gustaría que se recostara para revisar cómo están sus heridas.
Shuichi; - Eres el chico de ayer, al que le eché gas pimienta…
Alec: - Si, lo recuerdo a la perfección, es un joven listo pero le recomiendo no hacer eso de nuevo, le aseguro que no soy muy bueno si me enojo.
Tenía una sonrisa pero esta no transmitía felicidad si no una amenaza silenciosa, al ver esto el joven pelirrojo trago saliva debido a lo nervioso que se encontraba y más con la chica de coletas que no dejaba de tocarlo.
Shuichi: - ¿Q-Quien eres tu?
Eloise: - Lo siento es solo que muy rara vez veo hombres de tu tipo, a pesar de que ya has sido tocado antes tu energía vital es poderosa y pura, soy Eloise Darkfire mucho gusto.
Shuichi: - Shuichi Kirishima, ese es mi nombre.
Eloise: - Shuichi, que bonito nombre y así de bonita debe ser tu energía vital, déjame tenerla.
Antes que pudiera seguir tocándolo el peliblanco intervino y con una mirada asesina logró que lo soltara y se retirara, chasqueo la lengua y se fue a lado de su compañera Dorothea dejando solamente a Alec con Shuichi.
Alec: - Por favor acuéstese.
No sabía quien le daba más miedo si la tan emotiva Eloise o el frío pero amenazador Alec, pensó que lo mejor no sería desobedecer por el momento e hizo justo lo que le pidió, se quitó su playera y se recostó en la cama tal y como le indico, el otro le comenzó a quitar los vendajes de su abdomen y brazos, mientras lo hacía se imaginaba en su cabeza como lucían, su abdomen lleno de cicatrices al igual que sus brazos y no quería ni imaginarse las del cuello.
Alec: - Ya cicatrizaron todas, estas como nuevo.
Abrió los ojos con miedo a encontrarse lleno de cicatrices pero no fue así, su abdomen y brazos se encontraban ilesos no tenía ninguna cicatriz, confundido se quitó él mismo los vendajes del cuello, cerca de ahí había un espejo así que se levantó y acercó hasta el espejo ahí vio lo que nunca imaginó, pensaba que su cuerpo estaría lleno de cicatrices pero todo lo contrario, no había nada y su cuello estaba como nuevo, lo único nuevo que había era una tatuaje en su hombro derecho, curioso llevó su mano a él y comenzó a tocarlo.
Shuichi: - ¡¿Cuándo me hice un tatuaje?!
Dorothea: - Eso no es un tatuaje normal joven Shuichi es la marca del juramento.
Shuichi: - ¿Qué juramento?
Eloise: - El que hiciste con Nathaniel, ¿acaso no lo recuerdas?
Otra vez ese nombre, no era la primera vez que lo escuchaba y ahora solo le daba más curiosidad saber quien era ese tal Nathaniel, antes que pudiera formular su pregunta la puerta se volvió a abrir esta vez dejando entrar al pelinegro de ojos ámbar, los tres lo saludaron y él hizo lo mismo, vestía su simple camisa blanca y su cabello negro ordenado, parecía alguien de alta clase, Shuichi lo recordaba, era el hombre que intentó salvarlo pero no pudo, se sentía tan mal que no logró ver bien su rostro así que verlo así era algo nuevo para él, ya que no lo recordaba al completo, ante su mirada sorprendida se acercó hasta él y posó una mano en su hombro con gesto amable.
Nath: - Menos mal que despertaste.
Esperaba una voz gélida pero en cambio su tono era cálido y amable como si mostrara una genuina preocupación hacia él.
Shuichi: - ¿Quién es usted...?
Nath: - Perdón, hace días las circunstancias en las que nos conocimos no fueron las adecuadas y se me olvido presentarme, soy Nathaniel Wolfang, mucho gusto en conocerlo.
Shuichi: - Soy Shuichi Kirishima, así que ¿Usted me salvó?
Nath: - Se podría decir, discúlpeme si mis camaradas causaron una mala impresión
Shuichi: - Yo diría más bien que son interesantes.
Nath: - Ya veo, pronto se acostumbrara a ellos ya que este será tu nuevo hogar.
Shuichi: - ¿Cómo?
Nath: - Si, tu nuevo hogar ¿Dorothea no se lo dijo?
Movió su rostro a modo de negación y al hacerlo el otro volteó su rostro enojado hacia la chica.
Dorothea: - Lo siento Nath, pensé que lo correcto sería que tu se lo dijeras.
Nath: - Está bien, por favor joven Shuichi tome asiento, esta historia será larga.
Asintió y sin oponer resistencia, se sentó en la orilla de la cama, Nathaniel tomó la silla donde antes Dorothea estaba sentada y se puso frente a él, los demás se pusieron a sus espaldas.
Shuichi: - Bueno, me pueden explicar que es todo esto ¿Cómo que este es mi nuevo hogar? ¿Y qué fue lo que pasó ese día? Lo último que recuerdo es que un hombre me atacó, intenté defenderme, me empujó y después caí… Estaba seguro de que había muerto pero ahora es como si nada de eso hubiese pasado.
Nathaniel: - Ese tipo que tú dices se llama Morgan y es uno de nuestros camaradas pero él está en proceso de rehabilitación al verte se alteró y no dudo en atacarte.
Shuichi: - Ya veo, pero estoy seguro que me mordió en el cuello, parecía un…
Eloise: - ¿Vampiro?
Shuichi: - Exacto, pero eso es imposible, ni los vampiros, hombres lobo o fantasmas existen.
Alec: - Se nota que eres humano, Nath que..
Nath: - Espera Alec, entiéndelo él apenas se está adaptando, lo correcto sería explicarle todo desde el principio.
Shuichi: - ¿Explicarme que?
Nath: - La verdad, dime Shuichi ¿Tu crees que todos aquí somos humanos?
Esa pregunta lo sacó de órbita, se dedicó a ver a cada uno de lo que ahí estaba, todos lucían normales, lo más llamativo serían sus vestimentas pero no tenían ningún rasgo extraño, como colmillos o garras.
Shuichi: - Si, todos los son…
Nath: - En eso te equivocas, ya que todos aquí no son humanos o mejor dicho no pertenecen a este mundo.
Shuichi: - ¿A qué se refiere?
Ante la duda del joven, el pelinegro suspiró y se acomodó para proseguir a contar su historia.
Nath: - No sólo existe el mundo humano, también existe otro, uno que no muchos conocen.
"Hace mil de años el mundo del que nosotros venimos y el tuyo estaban unidos, pero con el tiempo, la tierra dejo de ser apta para la magia, si seguía así, el mundo sería destruido así que los dragones aquellos que rigen todo, decidieron tomar una decisión drástica, crear un mundo sustentable para la magia, un mundo al que le pusieron "Elaryon" un mundo dividido en ocho regiones y regido por siete elementos: Fuego, Agua, Tierra, Aire, Hielo, Luz y Oscuridad.
Todos los dragones sacrificaron sus vidas para construir Elaryon, siendo Fafnir, el rey de los dragones y el único dragón que poseía todos los elementos, gobernó durante los primeros años, creando los cimientos que serían el próximo Elaryon y a su muerte, le dejo todo su poder al primer rey"
Nath: - Son varias regiones que conforman Elaryon todas con un elemento reinante y el lugar donde todos los elementos convergen es la capital que se llama Elementary
Shuichi: - Okay, a ver si entendí, hay otro mundo alterno creado por dragones, donde existen ángeles, demonios y un sin fin de criaturas y está dividido dependiendo de los elementos y ustedes pertenecen a él.
Eloise: - Exacto, no eres tan tonto como pensaba.
Shuichi: - Pero, todos lucen tan humanos, si no son ¿De qué raza son?
Dorothea: - Eloise y yo venimos de la región de Darkus, soy de la raza de los hombres invisibles.
Shuichi: - Entonces, ¿Puedes desaparecer a voluntad?
Dorothea - Si - Para demostrar su habilidad desapareció delante de sus ojos, al verlo se quedó boquiabierto y más cuando la vio aparecer de nuevo - También lo hago inconscientemente cuando me siento amenazada o triste.
Eloise; - Yo soy una súcubo.
Shuichi: - ¿E-Eres una súcubo?, las criaturas que se acuestan con los hombres y les roban la energía vital.
Eloise: - Exacto, eres mucho más listo de lo que aparentas, te adaptarás rápidamente, además, ya que sabes lo que soy entenderás mi fascinación por ti, no todos los días ves a un joven en sus 18 con su energía ya tocada pero que tiene algo especial, por eso me tienta tenerte.
Al oír ese comentario el chico se sonrojo logrando que sus mejillas se pusieran del color de su cabello.
Nath: - Eloise, déjalo de asustar.
Eloise: - Lo siento pero es tan excitante molestarlo.
Nath: - Bueno, como puedes ver aquí en esta mansión habitan residentes de Darkus, Morgan, el que te atacó es un vampiro, por otro lado Alec es de Boreas, la región del Hielo y yo soy de Flaire, la región del Fuego.
Shuichi: - Fuego y hielo… ¿Entonces son magos?
Alec: - Exacto, mi región es tan fría que desearías estar muerto, por fortuna desde pequeños nos enseñan a adaptarnos, para un habitante como Nath de un lugar tan cálido como la región del fuego significa la muerte ir a mi hogar y si, somos magos, pero en esencia somos humanos como tu, la única diferencia con ustedes es que tenemos magia y una vida un poco más longeva que la suya.
Nath: - Nosotros venimos al mundo humano hace dos años, desde entonces nos hemos instalado en esta vieja mansión y la hemos convertido en nuestro hogar, nuestra misión es rehabilitar aquellos habitantes que vinieron acá a tu mundo por estar corrompidos, los cuales son conocidos como renegados, por ejemplo Morgan, hemos pasado muchos años en las sombras, sin embargo hace meses los de tu tipo comenzaron a venir, simplemente los espantamos y huyen para nunca volver pero contigo fue más difícil, escapaste y moriste, así que ahora eres mi familiar.
Shuichi: - ¿Familiar? ¿Qué es eso?
Dorothea: - Tus heridas eran graves, ibas a morir debido a las hemorragias, no había modo de salvarte así que para hacerlo Nathaniel formó un juramento contigo.
Nathaniel: - El juramento de la sangre permite devolverle la vida a un ser vivo a punto de morir y que este se convierta en un familiar, normalmente los magos hacemos esto con animales, nunca con humanos así que fue un poco arriesgado pero lo logre completar, ahora eres mi sirviente o si lo prefieres mi familiar, ya no eres humano y estás destinado a servirme hasta que mueras y si muero tú también lo harás.
Toda esa información era como una bomba para el chico, todo aquello que conocía había dado un giro de 360 grados y aunque se pellizcara pensando que es un sueño nada pasaría, ya que esa era su nueva realidad.
Shuichi: - Así que eso no fue un sueño, lo último que recuerdo es verte a ti y luego…
Nath: - Complete el juramento, después de eso caíste en coma y hasta ahora despiertas, Alec y Dorothea estuvieron pendientes de ti y como puedes ver gracias a tu nuevo poder pudiste curarte por completo, la marca en tu hombro es el símbolo de el juramento, esta es tu nueva vida y esta de aquí es tu habitación ya que a partir de ahora vivirás aquí como uno de los nuestros, como mi familiar debes de…
Shuichi: - Lo siento, pero tengo que regresar a casa.
No le dejó terminar antes de decir lo que pensaba, el pelinegro se calló pensando que era una broma pero no lo era, lo decía muy enserio, un tanto fastidiado le respondió.
Nath: - ¿No escuchaste nada de lo que dije? Ya no eres humano, eres mi familiar, tu vida está unida a la mía, si muero tú también lo harás, pediste una segunda oportunidad y te la di, ahora debes servirme.
Shuichi: - Ya entendí eso Nathaniel-san o como se llame, solo es que no puedo dejar mi vida tirada así sin más, tengo un tío y un amigo, los cuáles deben estar preocupados por mi desaparición, no puedo dejarlos como si nada, además estoy a punto de graduarme del instituto.
Nath: - Ya no eres humano, no puedes volver y simplemente esperar que todo vuelva a ser como antes, si no querías ser salvado entonces te hubieras dejado morir.
Shuichi: - Nathaniel-san, escuché, le agradezco de todo corazón el darme una segunda oportunidad de vivir y le aseguro que le serviré lo mejor que pueda, no comprendo bien lo de ser un familiar pero daré lo mejor de mi para pagar mi deuda con usted pero lo que si no puedo hacer es olvidar mi vida humana, quiero a Issei y a mi tío y me niego a dejarlos tirados sin más, quiero seguir siendo un humano y su familiar al mismo tiempo.
Nathaniel se quedó boquiabierto, ya que no se esperaba para nada que le respondiera así, a primera vista pensó que sería un chico llorón el cual no aceptaría su nueva condición y se negaría a cooperar, en cambio fue todo lo contrario, en ningún momento renegó su condición y en cambio la aceptó sin más, eso lo tenía sorprendido gratamente y no era el único, todos los demás estaban de igual manera.
Eloise: - Vaya que este niño es interesante con él no nos aburriremos.
Alec: - Pensé que sería más fácil pero veo que no es así.
Dorothea: - Aceptó todo esto de buena manera, eso es sorprendente.
Nath: - Si, lo es, está bien, hagamos un trato joven Shuichi, dime ¿Cuánto tiempo te queda para graduarte?
Shuichi: - Algunos meses.
Nath: - De acuerdo, entonces haremos esto, te daré permiso de quedarte con tu familia hasta que termines el instituto, por las tardes vendrás hasta aquí para ayudarme en lo que necesite, cuando te gradúes tendrás que dejar todo atrás y sin peros, ¿Estas de acuerdo con esto?
El trato no era malo, serían algunos meses que podía permanecer aún con la gente que quería, procesar todo lo de ser un familiar aún era difícil para él, así que si tenía suerte en seis meses podía buscar la manera de desprenderse de Nathaniel, sin dudar asintió y estiró su mano para sellar su trato.
Shuichi: - Acepto.
Esperaba que lo aceptara pero ni siquiera lo tocó, al ver ese gesto de rechazo bajó su mano apenado.
Nath; - Perfecto, el sol pronto saldrá te recomiendo que partas ahora mismo, Eloise y Dorothea te llevarán a tu hogar, cada vez que requiera de tus servicios un murciélago mensajero irá por ti.
Shuichi: - De acuerdo.
Nath; - Hay unas reglas que se llevan a cabo en este lugar pero te las diré después, por el momento ve con tu familia de seguro deben estar muertos de preocupación ya que llevas tres días desaparecido.
Shuichi; - Muchas gracias Nath-san.
Nath: - Dime Nathaniel o amo, la relación que tu y yo tendremos será meramente profesional, no somos amigos así que aprende cuál es tu lugar, sirviente.
Shuichi: - S-Si…
Nath: - Bueno, los dejo, Alec sube por favor conmigo para revisar a Morgan, Dorothea y Eloise les encargo al niño.
Dorothea y Eloise: - Como digas.
El pelinegro junto al otro chico salieron de la habitación dejando solas a las dos chicas con el pelirrojo, quizás no lo demostraba pero todo el tiempo que habló con su nuevo "amo" se la paso sumamente tenso y el que ya no estuviera ahí lo alivio profundamente, dejó escapar un suspiro que no pasó inadvertido.
Dorothea: - ¿Nath te dio miedo?
Shuichi: - No, no es eso, es solo que es muy autoritario y hace que me ponga muy tenso.
Eloise: - Es lo típico de él, tranquilo pronto te acostumbraras, bueno niño dinos donde vives te llevaremos hasta allá.
Shuichi: - Si, pero antes ¿Pueden darme mi celular?
Dorothea: - Supongo que se refiere a esa cosa con la que estaba grabando, lo lamento pero tengo que decir que eso junto a su mochila y ropa terminaron destrozadas tras la caída.
Shuichi: - Ya veo, supongo que es lo normal, lastima pensé que conseguiría muchas visitas si subía ese video a YouTube.
Eloise: - ¿Qué es YouTube?
Shuichi: - ¿No saben lo que es? Pero Nathaniel dijo que llevan dos años viviendo aquí.
Dorothea: - Así es, pero nuestro contacto con humanos es mínimo, no sabemos nada sobre ellos, como sus costumbres o demás.
Eloise: - Lo poco que sabemos es gracias a las películas que Nath y Alec consiguen para que nos entretengan un rato, de ahí no sabemos nada.
Shuichi: - Entonces yo les puedo enseñar, aunque sea un poco, después de todo a partir de hoy seremos algo así como compañeros.
Dorothea: - Estas en lo correcto, pero tendrá que ser otro día, el sol pronto saldrá y si no nos apuramos puede ser peligroso.
Shuichi: - Si, tienes razón, pero vivo hasta Kioto está a una hora, si vamos a pie nunca llegaremos.
Eloise: - ¿Y quien dijo que iremos a pie?
...…… ❄️…… 👑…… ❄️……...
Arriba en el cielo montando lo que parecía ser una mantarraya se encontraban Shuichi y Dorothea, a su lado volando con ayuda de sus alas estaba Eloise, no faltaba mucho para que el sol saliera así que tendrían que ser rápidos y usando un hechizo que Alec y Nath les enseñó convirtieron un viejo peluche de mantarraya en un medio de transporte, Shuichi y Dorothea subieron a este gracias a que no pueden volar por su lado Eloise optó usar sus alas de súcubo con la excusa de poder estirarlas un rato, la brisa de la madrugada pegaba directamente en sus rostros dándoles una sensación fresca, el pelirrojo no dejaba de tener la boca abierta al encontrase a sí mismo volando varios kilómetros arriba de la tierra.
Shuichi: - ¡Esto es genial!
Eloise: - Te emocionas por todo niño.
Shuichi: - No, es solo que siempre he soñado con vivir aventuras y pensar que ahora estoy encima de esta cosa voladora ¡Es una locura!
El viento chocaba con las expresiones de Shuichi el cuál no dejaba de estar feliz e incluso riendo, siempre pensó que su vida era aburrida y aunque seguía sin entender completamente todo lo relacionado a su nuevo mundo iba a disfrutar al máximo para cumplir al menos uno de sus sueños, al verlo tan emocionado Eloise y Dorothea se rieron por lo bajo, una vez llegaron a Kioto volaron un rato más hasta que les dijo donde estaba su casa, con cuidado Dorothea ordenó a la mantarraya que esta descendiera al suelo y justamente hizo eso, una vez llegaron Eloise guardo sus alas de súcubo y Dorothea transformó de nueva la mantarraya en lo que era originalmente, un peluche.
Dorothea: - ¿Está es tu casa joven Shuichi?
Shuichi: - Si, aquí vivo con mi tío, es antigua pero es un buen hogar.
Para las chicas que nunca antes se habían interesado ir al mundo humano o convivir con ellos eso era nuevo.
Dorothea: - Tu casa se parece a los templos de los kitsunes.
Shuichi: - ¡¿Existen los kitsunes?! ¡¿Como son?¡ ¡¿Puedo conocer a uno?!
Eloise: - Niño baja la voz despertarás a todo el vecindario.
Shuichi: - L-Lo siento…
Dorothea: - No te preocupes, para ti debe ser muy fascinante saber que las leyendas y cuentos que pensabas que no existían son reales, poco a poco sabrás todo lo que necesites.
Shuichi: - ¡¿De verdad?! ¡Muchas gracias Dorothea-chan y Eloise-chan!
Dorothea: - ¿Chan? ¿Qué es eso?
Shuichi: - Tranquilas, es una forma amistosa de llamarlas, ustedes serán mis maestras acerca de su mundo y yo seré de este, cuando nos veamos de nuevo les diré todo lo que tienen que saber.
Eloise: - Eso esperamos, bueno niño te dejamos el sol esta a punto de salir.
Shuichi: - Cierto, no quiero que se vuelvan cenizas.
Eloise: - ¡¿Cenizas?! ¿Qué crees que somos, vampiros? No, a mí no me hace nada el sol, solo que lo odio porque daña mi cutis.
Dorothea: - Y cuesta mucho ver, no nos hace cenizas, si no que simplemente no nos gusta.
Shuichi: - Y-Ya veo, lo siento…
El joven se sentía un tanto apenado gracias a su metedura de pata con las que serían sus nuevas compañeras, no le tomaron importancia, Eloise desplegó sus alas y Dorothea la mantarraya, una vez ya en el cielo se despidieron de él.
Eloise: - Adiós niño, nos vemos en unos días.
Shuichi: - Si, adiós a las dos, que tengan un buen viaje.
Ambas tomaron vuelo hacia el horizonte, una vez que dejó de verlas bajo su cabeza y se giro hacia su casa, el sol ya había comenzado a salir e incluso las calles se iluminaron con los primeros rayos, tras tomar un suspiro el pelirrojo se decidió a entrar.
Shuichi: - Okay es hora, solo espero que el tío Satou no me mate por haber desaparecido por días y también me voy preparando para el regaño que de seguro me dará Issei una vez que me vea.
Una vez termino su monólogo se decidió por entrar, abrió la puerta con cuidado de no despertar a su tío por si se encontraba dormido, una vez llegó a la entrada dejó sus tenis y se metió, por desgracia todo lo que llevó quedó destrozado, su hoodie, mochila e incluso su celular, su pantalón seguía manchado de sangre y tenía una camisa que no era de él, así que esperaba poder llegar a su habitación y cambiarse, antes de ir a la suya paso a la de su tío para ver si estaba dormido pero para su sorpresa ni siquiera el futon se encontraba extendido.
Shuichi: - Que extraño, el nunca se levanta tan temprano - Inseguro de que si se encontraba o no levantó su voz - Tío, ya regrese, ¿Dónde estas?
El silencio reinaba en la casa, nadie le respondió, se encontraba extrañado y dudaba mucho que su tío estuviera en el jardín tan temprano y menos con el sereno de la madrugada que hacía, al levantar su vista vio como en la cocina había una luz encendida al verla se volteó para dirigirse allá, abrió la puerta corrediza de golpe y al hacerlo se encontró con algo inesperado, sentados en la mesa sobre los cojines y con las piernas cruzadas se encontraba su tío y frente a él su mejor amigo, este estaba dormido sobre la mesa y su tío tenía los brazos cruzados dormido al verlos de nuevo sintió un gran pinchazo en su corazón y más al recordar la caída, en sus últimos momentos ellos eran en los únicos que pensaba y poder verlos de nuevo era lo mejor para el, iba a cerrar la puerta para luego retirarse solo que el suelo de madera jugó en su contra antes que pudiera irse este rechino provocando que su amigo se despertará, abrió los párpados dejando ver unos cansados ojos verde agua, incluso tenía una notoria ojeras debajo de estos, se incorporó sobandose el cuello debido a su mala posición al dormir, al voltearse y ver a su amigo frente a él, el sueño que aún tenía s ele quito por completo.
Issei: - ¿Shuichi?
Shuichi: - Lo siento Issei, no quería despertarte.
Se puso de pie de inmediato y sin detenerse abrazo a su amigo contra el, normalmente Issei era más frío y casi nunca expresaba emociones así que verlo haciendo eso sorprendió al pelirrojo el cual correspondio a su abrazo.
Issei: - Idiota, ¡¿Dónde estabas?! ¡¿Tienes idea de cuán preocupados estábamos al no saber nada de ti?! Cuando vi las llamadas que me hiciste la preocupación me consumió, intenté llamarte pero no contestabas.
Shuichi: - Lo siento, no quería asustarlos…
Issei: - Lo único que importa es que estas aquí, ¿Donde estuviste estos tres días?
Aunque Shuichi le dijera la verdad de donde estuvo dudaba que le creyera, de seguro le diría que son sus fantasías absurdas, además le hizo una promesa a ellos que no diría nada acerca de su mundo o de ellos.
Shuichi: - Me quede en la casa de una chica que conocí en el urbex, me la pase tan bien con ella que me olvide del tiempo.
Issei: - Idiota, si estabas con una chica al menos te hubieras dignado a contestar mis mensajes o llamadas.
Shuichi: - Es que mi celular se rompió cuando fui a la mansión, pise mal y mi celular cayó de un tercer piso.
Issei: - Eres un completo cabezota, menos mal tu no caíste, supongo que eso explica por qué tienes ropa diferente.
Shuichi: - Exacto, ella me prestó la ropa de su hermano, iré a bañarme, si despierta mi tío puedes decirle que ya regrese.
Issei: - Eso haré.
Asintió a modo de respuesta y tras eso se retiro para ir al baño y poder quitarse la suciedad de días, al llegar se quitó toda la ropa e incluso dobló cuidadosamente la camisa blanca que le dieron para que cuando tuviera que volver la devolviera a su dueño, sonaba ridículo pero aún sentía el olor a tierra y a flores en su cuerpo e incluso en sus piernas aún quedaban marcas de sangre seca, seguro de su caída, pensaba que una vez en casa todo volvería a la normalidad pero no era así, esa noche se había enterado de una gran verdad, todas las criaturas sobrenaturales y fantásticas que había visto en libros, cuentos, animes o juegos existían y ahora hasta cierto punto estaba conectado a ellos, en los juegos, el héroe tendría miedo y buscaría la solución de como liberarse pero para el significaba la vida de aventuras que siempre soño, obviamente no quería abandonar a su familia a sí que buscaría en esos meses el modo de volver con ellos como humano y mientras lo averiguaba planeaba disfrutar de su nueva vida lo máximo que pudiera antes que tener que volver a su vida humana aburrida. Ante ese pensamiento se sumergió en la bañera tratando de relajarse.
Shuichi: - Buscaré la manera de volver a la normalidad en estos meses mientras tanto disfrutaré de las aventuras que tanto quise vivir y cuando todo vuelva a la normalidad me convertiré en el humano típico, si eso haré…
Una vez se terminó de bañar y se puso una ropa más cómoda para andar en casa volvió a la cocina donde su abuelo lo esperaba iba a saludarlo pero antes que lo hiciera este le dio un golpe en la cabeza.
Shuichi: - ¡Tío eso duele!
Replicó un tanto adolorido de su golpe.
Satou: - Desapareciste tres días, tienes idea de lo preocupados que estábamos tu amigo y yo, nos temíamos lo peor, además que es ese tatuaje en tu hombro, acaso te metiste con una pandilla y te obligaron a hacerte esa cosa.
Se le había olvidado, con la camisa no se veía pero con la playera de tirantes que llevaba puesta el tatuaje se veía con total claridad, una luna menguante, llevó su mano a su hombro tratando de ocultarlo pero era inútil ya que incluso Issei lo vio.
Shuichi: - Tenía ganas de hacerme un tatuaje y conocí a alguien que los hacía así que me hice uno, perdón tío por desaparecer y no decirte sobre esto.
Satou: - Shuichi ya estás lo suficientemente grandecito para ser responsable de tus actos pero aún con eso hay gente que se preocupa por ti, la próxima vez si te vas a quedar con algún amigo o novia dinos para que no estemos preocupados o nos temamos lo peor.
Shuichi: - Como digas.
Issei: - Bueno, creo que ha llegado la hora de que me vaya, te deje en tu habitación los apuntes de las clases y sobre el examen hable con el profesor y te dejara tenerlo mañana así que no faltes.
Shuichi: - Claro, no te defraudare.
El pelimorado tomó su mochila y se la colocó para retirarse de la habitación y dejarlos solos, a primera vista su vida seguía siendo normal pero ninguno se imaginaba que estaban en lo incorrecto.
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Updated 186 Episodes
Comments
Yendi Jaramillo Avila
va muy bien la historia
2024-09-07
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