Lunes. Inicio de semana, los diferentes estudiantes del instituto Kantou iban y venían como de costumbre entre sus diferentes asignaturas y eso no era diferente para el pelirrojo ya que para él que estuvo desaparecido por tres días, la acumulación de tareas era muy grande y sobretodo con el examen que tuvo que hacer, al final de todo esto, los dos amigos decidieron ir al comedor para desestresarse un poco y hablar.
Shuichi: - Al final no me fue tan mal.
Issei: - Pero puedes mejorar, debiste estudiar más anoche.
Shuichi: - Estaba muy cansado.
Issei: - Claro, desaparecer tres días es agotador, Shuichi ¿De verdad te quedaste con una chica?
Ante la pregunta de su amigo se quedó pensando, en teoría Dorothea y Eloise eran chicas así que no mentía por completo.
Shuichi: - Claro que si, ¿Acaso querías que te invitara también?
Issei: - No es eso, es que hay muchos agujeros en tu historia, solo eso, pero quizás solo sea mi paranoia, ven vamos a comer antes de que se llene el comedor.
El chico asintió y se disponía a seguirlo cuando escucho como alguien lo llamaba.
???: - Oye, niño.
Al oír eso se volteó mirando por todos lados hasta ver entre los arbustos algo negro, se volteó y acercó hasta él, pensaba que era una basura o algo por el estilo pero no era así, era un murciélago, extrañado lo tomó entre sus manos y lo acercó.
Shuichi: - ¿Tu me hablaste?
Bat: - Si, fui yo, me presento soy Bat y soy el mensajero personal del amo Nathaniel, me envió para avisarte que te necesita por la tarde en la mansión.
Shuichi: - ¿Está tarde? Pero tengo clases hasta las cuatro.
Bat: - Eso no le importa al amo Nathaniel, eres su familiar y tienes que estar ahí cuando te necesite, si no llegas antes del atardecer se te será impuesto un castigo.
Shuichi: - ¿Qué clase de castigo?
Bat: - Eso no lo sé y si no quieres averiguarlo llega a tiempo, me retiro.
Sin decirle nada más el murciélago alzó vuelo para irse, dejando a un confundido Shuichi, por más que fuera rápido nunca llegaría antes del atardecer sin saltarse su última clase.
Issei: - Oye Shuichi ¿Vienes?
Shuichi: - S-Si, ya voy…
Toda la tarde esperaba una respuesta pero no la obtuvo, la única solución era saltarse las últimas dos clases, solo así llegaría a tiempo, estaba a punto de ir a la siguiente cuando una idea se le ocurrió.
Shuichi: - Ouch, me siento un poco mal.
Issei: ¿Qué pasa? ¿Te duele algo?
Shuichi: - Si, me duele mucho el estómago, me temo que ya no podré ir a clases
Aún con su excusa barata Shuichi logró zafarse de su amigo y del instituto, tomó el primer tren, al cabo de una hora ya estaba en la estación, aún faltaba un rato para que fuera el límite pero no quería retar a Nathaniel así que comenzó a correr con dirección al bosque, esquivaba las ramas, hojas, rocas y todo lo que se le atravesaba en el camino, su pecho subía y bajaba de lo agitado que estaba por correr, menos mal que en el instituto practicaba muchos deportes, pero aún eso no evitaba que ese recorrido lo dejara agotado, para no pensar más en su cansancio trato de concentrarse en algo más y eso fue en su amigo Issei, odiaba pensar que le mentía de una manera cínica pero tampoco podía decirle la verdad.
Shuichi: (Oye, hay otro mundo aparte de la tierra que se llama Elaryon, mori y ahora soy el familiar de un mago de fuego que vive en una mansión junto al vampiro que me asesino, una súcubo y una mujer invisible, si… Me tomaría como un loco y de seguro que me mandaría a un manicomio)
Eso era lo que pensaba mientras corría a través del bosque, Issei era serio pero no tenía ni un pelo de tonto así que sabría que tarde o temprano descubriría sus mentiras y no era para menos ya que los dos habían sido los mejores amigos desde niños y a pesar de que eran como el día y la noche se llevaban bien, Issei era popular entre todos pero Shuichi no era así, su aspecto como su cabello y ojos le ocasionaba temores a quienes lo vieran, tachandolo de busca problemas incluso una vez una anciana lo confundió con un yakuza, le fascinaba convivir con los demás pero eso era difícil gracias a los prejuicios de los demás y aún con ellos Issei lo acepto, lo quería y perderlo no le gustaba y aunque le emocionaba esa nueva vida de aventuras temía perder a lo único que consideraba valioso en su vida, su único amigo.
Se encontraba tan concentrado en ello que no se dio cuenta de que ya había llegado a la mansión, se detuvo de golpe frente a la puerta sin saber que hacer, si tenía que tocar o entrar como días anteriores, tras muchos segundos de darle vuelta a ese asunto y sin saber aún qué hacer un viento fuerte lo sorprendió, sentía calor gracias a que corrió pero de repente el frío caló su cuerpo, confundido de volteó y se encontró con el dueño de aquel frió.
Shuichi: - Oh, Alec-kun me alegro de verte.
Alec: - Hola Joven Shuichi, lo estamos esperando o mejor dicho Nath lo espera.
Shuichi: - Si, es solo que no sabía si entrar o llamar a la puerta.
Alec: - Si quiere puede entrar después de todo ya lo ha hecho antes.
Lo dijo en tono sarcástico uno que obviamente el chico se dio cuenta.
Shuichi: - S-Si, ¿Usted no entrará?
Alec: - No, tengo otras cosas que hacer, le dejo y le deseo suerte, Nathaniel no es alguien fácil de complacer.
Tal y como apareció de repente desapareció, el pelirrojo decidió ignorar eso y tomó el pomo para entrar, ya no sentía frío una vez más sentía el calor y el sudor que caía de su frente, seguía un poco agitado, al llegar al hall de entrada se quedó quieto para contemplar mejor el lugar, ese día solo vio algo mínimo con ayuda de su linterna y ahora con las cortinas abiertas y los rayos del sol pudo apreciar mejor la belleza de la mansión, los tapices antiguos así como sus pinturas así como el suelo de madera impecable, el lugar lucía tan cuidado que para nada era la mansión abandonada que ponían en los sitios de Internet.
Shuichi: - Guau, es genial, se veía terrorífico ese día pero es muy bonito…
Eloise: - Si, si lo se, Nath tiene muy bien cuidada la mansión.
Al oír la voz de la súcubo se sobresaltó hasta chocar con la puerta de entrada, una vez más lo había agarrado desprevenido.
Shuichi: - Eloise-chan, me asusto.
Eloise: - Ya te dije, eres muy tentador y más si me dices con ese Chan que aún no se que significa, quizás si me das un poco de tu energía vital te deje de molestar.
Shuichi: - Cuando hablas de energía vital te refieres a beber sangre ¿No?
Eloise: - Ja ja, niño aún eres inocente ¿Cuántos años tienes?
Shuichi: - Cumplo 18 en dos meses.
Eloise: - Eso explica tu inocencia, tranquilo si quieres convertirte en todo un hombre cuando tengas 18 yo te puedo ayudar.
La chica se acercó tanto a él que incluso choco sus pecho contra el, al ver esto el pobre se sonrojo a más no poder y aunque intentará retroceder lo único que tenia detrás era la puerta de madera.
Nath: - Eloise, detente.
Arriba en las escaleras parado con firmeza y los brazos detrás apareció el pelinegro, su mirada era feroz y penetrante al oírlo Eloise se detuvo y dejó de molestar al chico.
Eloise: - Tranquilo Nath, no le estoy haciendo nada a tu sirviente.
Nath: - ¿Ah sí? Por que yo escuche claramente como le dijiste que querías succionar su energía vital.
Eloise: - Vamos Nath, lo presientes al igual que yo, ha sido tocado pero sigue siendo muy inocente y eso me tienta, como un tierno cachorrito, ya sabes como soy.
Nath: - ¿Y qué? Sabes que debes controlarte, si no recaerás, mejor sube a ver a Dorothea quedó un poco débil de su tratamiento.
Eloise: - De acuerdo, adiós Shuichi espero verte luego.
Antes de irse le dio un beso rápido en su mejilla derecha y le guiño un ojo, las mejillas del chico se enrojecieron tanto que entre poco se confunden con el color de su cabello.
Nath: - Llegas tarde, ven conmigo necesito tu ayuda para unas pociones.
Shuichi: - S-Si.
Aún con su sonrojo subió las escaleras detrás del pelinegro, lo siguió hasta llegar al tercer piso al fondo del pasillo en una habitación que el día de su exploración no vio, el otro sacó del bolsillo de su pantalón una llave y la metió en la cerradura abriendo la puerta y dejando ver lo que había dentro, ese lugar era como uno fuera de la mansión, su ambiente era muy esotérico, con estantes llenos de botes con mezclas o ingredientes extraños, una mesa para mezclas y otras llena de libros, al ver eso el pelirrojo se quedó boquiabierto, se sentía transportado a otro lugar y más al ver como la puerta se cerró sola.
Shuichi: - Increíble, luce como la cueva de un troll, donde el héroe llega a pedir una poción para que lo ayude en su viaje.
Nath: - ¿Conoces a los trolls?
Shuichi: - Si, lo he visto en los videojuegos, son chiquitos y parecen rocas.
Ante su respuesta Nathaniel se llevó una mano a su frente como gesto de desesperación, el otro aún no comprendía que había dicho algo incorrecto.
Nath: - En primer lugar los trolls no lucen así, en segunda ellos no viven en cuevas, Drakus es como cualquier otra ciudad humana que tú conoces con la única diferencia que nunca sale el sol.
Shuichi: - Perdone Nathaniel-san no tenía idea…
Nath: - Ya me di cuenta, además ¿Qué es eso de San?
Shuichi: - Oh, yo pensé que como hablaba mi mismo idioma pensé que sabía lo de los honoríficos.
Nath: - Me se de memoria cualquier idioma humano que exista en la tierra al igual que el resto de habitantes de Elaryon, eso es algo básico para nosotros, si hablo lo mismo que tu es por el país, puedo hablarte desde un perfecto inglés hasta alemán y el latín antiguo.
Shuichi: - Sorprendente, me podría ayudar en mis clases de inglés, soy pésimo en eso siempre he reprobado y…
Nath: - Niño te hice una pregunta, responde antes de decir cualquier cosa que se te cruce por la cabeza.
Shuichi: - Cierto, lo siento es solo que me distraigo fácilmente.
Nath: - Ya me di cuenta, hasta un duende analfabeto me prestaría más atención.
Shuichi: - Bueno para responder su pregunta aquí en Japón se utiliza algo llamado honoríficos, le dije "San" que significa señor a modo de respeto, también está el kun y…
Nath: - Ahórrate la explicación ya entendí, bueno dime simplemente Nathaniel no es necesario que le pongas algo.
Shuichi: - Pero si lo hago sería irrespetuoso ya que casi no nos conocemos.
Nath: - Mira niño aquí va tu primera lección como familiar, la regla número uno es siempre obedecer a tu amo y si yo te digo que solo me llames Nathaniel lo harás, sin replicar ¿Entendido?
El tono serio y tajante del contrario calló a Shuichi, hasta entonces le había parecido alguien amable y tranquilo pero ahora esa opinión cambió, sin más que aceptar asintió.
Shuichi: - Si Nathaniel…
Nath: - Bien hecho, bueno ven te voy a enseñar mis ingredientes memorizalos y una vez que lo hagas me ayudaras a hacer las medicinas para Dorothea, Morgan y Eloise.
Sin preguntar nada respondió un débil si antes de ponerse a lado de su amo, este le comenzó a decir el nombre de cada uno de los frascos con ingredientes que tenía en el estante, sus nombres iban desde los más comunes como uña de gato, hoja de sapo hasta los más extraños como colmillo de diamante negro de lava, quizás no lo demostraba pero su cerebro estaba hecho un revoltijo, penso en pedir permiso para sacar una libreta y anotar todo pero no se atrevió a interrumpirlo con el temor de volverlo a enojar como antes, al final de las seis repisas sólo aprendió el nombre de tres.
Nath: - Esas son todas ¿Alguna pregunta?
Shuichi: - Si, me puede volver a repetir los nombres de la repisa 4, 5 y 6.
Tal y como esperaba el chico le dio una mirada de exasperación, pensó que lo regañaría pero no lo hizo.
Nath: - Bat, ven por favor.
De una ventana abierta el murciélago entró y se posó en el hombro de su dueño.
Bat: - ¿Qué pasó, amo? En qué le puedo servir.
Nath: - Este niño tiene peor memoria que un golem de tierra, por favor quédate con él hasta que sea capaz de memorizar todos mis ingredientes.
Bat: - Como ordene amo.
De un aleteo el murciélago se cambió para ponerse esta vez en el hombro del pelirrojo, clavó sus pequeñas uñas en su ropa con las alas cerradas.
Shuichi: - Genial, eres como el perico que tienen los piratas en las películas, solo falta que hables de forma chistosa y que me llames amo.
Esperaba una risa o alguna respuesta amable del animal pero incluso este le contestó con sarcasmo.
Bat: - Amo ¿Está seguro que revivió su cerebro cuando hizo el juramento?
Nath: - Si estoy seguro, creo que solo es un poco bobo, bueno niño pásame el veneno de cascabel de la segunda repisa.
Shuichi: - Tengo nombre, no me llamo niño, además ya soy un joven adulto.
Nath: - Si, si lo que tu digas, pásame el frasco.
Sin hacerle mucho caso y un tanto indignado busco el frasco que le pidió no le fue difícil localizarlo ya que fue uno de los primero ingredientes que se memorizo, tomó el frasco transparente que contenía un líquido violeta oscuro, con cuidado lo tomó y lo dejó en la mesa donde Nath estaba trabajando, este tenía guantes y con ellos abrió el corcho del frasco y vertió un poco de su contenido en una olla donde lo estaba preparando.
Nath: - Pásame ahora el berilio arcoíris de la quinta repisa - Su gesto era de extrañeza ya que nunca había escuchado eso, Bat lo noto y con su ala apuntó a un frasco con hojas arcoiris, se lo dio y para su sorpresa siguió hablando - Bueno, si no te llamas niño ¿Cuál es tu nombre?
Shuichi: - Creo que ya se lo dije pero se lo volveré a decir, me llamo Shuichi Kirishima.
Nath: - Shuichi… Ummm… Me gusta más niño que Shuichi, te seguiré diciendo niño, bueno para que veas que me interesó un poco en ti, cuéntame de tu vida y pásame la uña de gato.
Asintió y volvió a la repisa para buscar lo que le pidió mientras lo hacía, aprovechó para contarle un poco más sobre él.
Shuichi: - Bueno pues, tengo 17 años en dos meses cumplo 18, estoy cursando el último año de instituto, casi no tengo amigos porque les da miedo mi aspecto hasta me han dicho yakuza, solo tengo a Issei que es mi mejor amigo desde que somos niños, vivo con mi tío en Kioto y soy muy bueno cocinando y en todos los deportes .
Nath: - No tienes amigos y aún así eres muy parlanchín ¿Y tus padres?
Sin quererlo Nath había tocado un tema sensible para el joven ante su pregunta no fue capaz de responder viéndolo a los ojos así que agachó su cabeza.
Shuichi: - No los conozco, murieron cuando apenas era un bebé, desde entonces mi tío me ha criado.
Los ojos escarlata tan alegres del chico por primera vez se ensombrecieron llenos de nostalgia, el murciélago lo notó así como su amo y al verlo un tanto triste se volteó de nuevo a lo suyo.
Nath: - Disculpa, no tenía ni idea.
Shuichi: - No pasa nada ya estoy acostumbrado, bueno ahora ya sabe un poco mas de mi, ahora es su turno.
Nath: - Si que te recompones rápido, no me gusta contar de mi vida personal solo quedate con que soy un Wolfang, tengo 21 años y soy un mago perteneciente a la orden del fuego, los cuales servimos directamente al príncipe Dimitri Dragneel.
Shuichi: - Un príncipe, suena genial y ¿cómo es? Es el típico príncipe encantador que fascina a todas las chicas o del tipo cruel y tirano despiadado.
Nath: - Yo dijera que ninguno, Dimitri es muy serio y especial, le gusta la perfección y no es para menos ya que en unos años será nombrado rey de Elaryon, será el 26vo rey de fuego.
Shuichi: - ¿Rey del Fuego? Si no recuerdo mal dijo que Elaryon es el reino de los elementos, ¿Acaso sólo reina el fuego?
Nath: - Vaya, veo que si me escuchaste, bueno estas en lo correcto, reinan todos los elementos, sin embargo cada nueva generación de reyes un nuevo elemento reina, el actual rey es el 34vo rey del viento y su hijo domina el fuego de ahí su título.
Shuichi: - ¿Y no pueden dominar todos los elementos? Después de todo son los reyes.
Nath: - Eso no ha sucedido en milenios, el primer rey, Lyon Dragneel dominaba todos los elementos pero ni su hijo y ninguno de sus descendientes contando al rey y al príncipe Dimitri han vuelto a heredar dicho don.
Bat: - Incluso hay una leyenda a partir de eso, dicen que cuando un príncipe que pueda controlar todos los elementos nazca no sólo Elementary cambiará, todo Elaryon también.
Shuichi: - Increíble, suena como la trama de un manga, de seguro puedo hacerla y seré famoso, aunque no se dibujar muy bien y…
Nathaniel dejo que Shuichi continuará hablando en voz alta mientras que él contemplaba su poción, esperaba ese día avanzar un poco con el entrenamiento de familiar, nunca llegó a pensar que hablaría de su hogar, de Elaryon pero al hacerlo se percató de un pequeño detalle y ese fue que Shuichi le recordaba a alguien, no pudo evitar mirarlo de reojo y cuando lo hizo se fijo en su apariencia, su cabello rojo de dos tonalidades, una más oscura en la parte trasera y un rojo más escarlata en la de frente y unos grandes ojos del mismo color, si no fuera por los ojos, la actitud y la altura un poco más baja juraría que estaba frente al príncipe Dimitri y ese pensamiento no le gustaba para nada, quizás solo era una coincidencia fue lo que pensó para olvidarse de eso y concentrarse en terminar la dichosa medicina, al poner el último ingrediente un humo denso salió de la olla dándole un tono más azul rey, tomó una cuchara para olerlo y comprobar que estaba completa.
Nath: - Ya terminé.
El chico se acercó para ver la mezcla que preparó, a simple vista pensaba que era un sopa pero más bien tenía la textura y el olor de un jarabe.
Shuichi: - ¿Y para quién es la medicina?
Nath: - Para Dorothea y Morgan.
Shuichi: - ¿Están enfermos?
Nath: - Más o menos, mi misión aquí en la tierra es curar a todos los renegados los cuales son especies corrompidas y que se encuentran enfermas que son expulsadas de Elaryon, en los últimos años han causado estragos así que los reyes ordenaron atenderlos, yo y Alec somos los encargados.
Shuichi: - Así que en pocas palabras eres como su doctor, pensé que eran tus amigos.
Nath: - ¿Amigos?, son sólo pacientes que atiendo, encontré a Dorothea y a Eloise hace dos años y Morgan hace unos meses, Dorothea aún no esta recuperada al 100% así que se queda aquí, Eloise simplemente le gusta vivir aquí y no me molesta, además es mejor tener a una súcubo como aliada que como enemiga y Morgan es un caso difícil, ahora esta en un muy mal estado, el pensar que te mató lo dejo en shock y aún no se recupera, espero que esto les sirva - De la mesa tomó dos tubos de ensayos y los lleno, se quedó uno el y el otro se lo dio al chico - Ve a dejarle a Dorothea, su habitación está en el segundo piso, yo iré con Morgan y Bat quedate conmigo necesito que envíes otro mensaje.
Shuichi: - Por supuesto, ahora voy.
El murciélago de nuevo se cambió de amo y una vez más se posó en el hombro de Nathaniel por su lado Shuichi tomó el tubo de ensayo y salió de la habitación para ir a dejarle a Dorothea, la habitación quedó una vez más en silencio y una vez que paso eso Nathaniel se relajo, se agachó hasta poner su cabeza en la mesa, Bat lo miró un tanto preocupado así que le preguntó su malestar.
Bat: - ¿Paso algo malo amo?
Nath: - No es nada Bat, es solo que ese chico se parece mucho a él…
Bat: - Tiene razón en ello amo, ¿Usted cree que tengan conexión?
Nath: - Lo dudo mucho, aquí en la tierra manejan el concepto de doppelganger quizás sólo sea eso y eso explicaría el parecido tan grande, pero olvida eso, manda este mensaje a Alec para que consiga más ingredientes.
Bat: - Como ordene amo.
Le dio una pequeña hoja de papel al murciélago que la tomó entre sus patas y una vez con ella alzó vuelo para ir a entregar el nuevo mensaje dejando solo a Nathaniel el cual seguía pensando en todo eso.
...…… 🍃…… 👑…… 🍃……...
Al final del segundo pasillo en una puerta abierta que dejaba ver una habitación bien cuidada se encontraba Dorothea en la cama recuperándose tras el tratamiento de Nathaniel, Shuichi ya había llegado e incluso vertido la medicina en un vaso para que le fuera más fácil de beber, una vez que lo tuvo entre manos lo bebió de un sorbo, ese líquido azulado y viscoso pasó en toda su garganta llenándola de un sabor amargo, al terminar devolvió el vaso al chico y Eloise le dio un poco de agua para que se le quitara el mal sabor de boca.
Eloise: - ¿Ya te sientes mejor?
Dorothea: - Un poco, no entiendo porque siempre recaigo por estas fechas y joven Shuichi gracias por traerme la medicina.
Shuichi: - No se preocupe Dorothea-chan no es molestia.
Dorothea: - ¿Y como te está yendo en tu primer día como familiar?
Shuichi: - Más o menos, Nathaniel es muy…
Eloise: - ¿Serio? ¿Seco? ¿O muy fastidiable?
Shuichi: - Creo que dijera que las tres, pero se ve que es amable en el fondo o eso creo.
Dorothea: - Nathaniel no es malo, solo déjalo acostumbrarse, a él nunca le ha gustado atarse algo y tener un familiar debe ser difícil para él también, es como un lobo solitario que nunca acepta la ayuda de nadie.
Shuichi: - Vaya combinación que me toco, parece historia sacada de un otome, el típico personaje frío y cruel que la heroína tiene que conquistar con amor y paciencia.
Eloise: - ¿Qué es un juego otome? Y eso de heroína, ¿Acaso aquí existen los héroes?
Shuichi: - Veo que no saben nada de la tierra.
Dorothea: - No las pasamos la mayor parte del tiempo aquí en la mansión, tenemos miedo de que alguien nos descubra y más con nuestras enfermedades.
Shuichi: - Si no las molesto ¿Pueden decirme que clase de enfermedad tienen?
Eloise: - Somos renegadas, lo que significa que cometimos un crimen y por ello fuimos exiliadas a la tierra, en mi caso mate a varios de mi raza y magos gracias a mi déficit, creando una masacre, así que cuidado conmigo, soy muy peligrosa.
Nervioso por oír eso, Shuichi trago saliva con fuerza, pero Dorothea lo calmo.
Dorothea: - No le creas Shuichi, Eloise es buena.
Shuichi: - ¿D-De verdad?
Dorothea: - Si, en dado caso su único delito es no ser como las demás súcubos.
Eloise: - Tsk, Dory no digas eso, arruinas mi genialidad.
Dorothea: - Ja ja, lo siento.
Shuichi: - Y entonces ¿Por qué estás aquí?
Eloise: - Eso es un secreto.
Shuichi: - Y-Ya veo... ¿Y tu Dorothea?
Dorothea: - Yo no maté, pero generé caos en mi ciudad, me cuesta controlar mi invisibilidad y eso ocasiona que me enferme mucho, además de que sufro de amnesia, me cuesta recordar sobre mi pasado, fue así hasta que Nathaniel nos encontró.
Shuichi: - Él es como su salvador ¿No?
Eloise: - Si, más o menos, hemos vivido dos años juntos y nos conocemos y cuidamos la espalda se podría decir que somos como una familia un tanto disfuncional, cada cierto tiempo vienen más renegados pero cuando se curan regresan a Elaryon, en nuestro caso decidimos quedarnos aquí, a mi porque me gusta y Dorothea porque su tratamiento no ha terminado hasta que se recupere por completo de su amnesia.
Shuichi: - Ya veo, ¿Y que pasa con el tal Morgan?
Dorothea: - A él lo encontramos en estado de frenesí hace unos meses y sigue sin recuperarse, no sabemos bien que le paso y tememos que a éste paso se vuelva incontrolable.
Shuichi: - Eso suena muy feo, ojalá que se componga rápido, última pregunta ¿Cuánto tiempo llevan en la tierra?
Eloise: - Yo llevó aquí casi 18 años, Dorothea 12 años, pero ambas nos convertimos en renegadas, por el decreto de expulsión del rey del viento, Christopher, tras el asesinato de su hijo menor, el príncipe Max.
Shuichi: - ¿Por qué las expulsó?
Dorothea: - Para mantener el control, el rey del viento no es trigo limpio como muchos piensan, es sumamente polémico e incluso es bien sabido que en todo Elaryon tiene cientos de hijos que nunca reconoció, pero si a tres, el mayor que es el príncipe Dimitri, la princesa Suzette y el príncipe Max ya que este fue asesinado de recién nacido, se rumorea que fue obra de un renegado y enojado por eso expulsó a todos los renegados, al ser acusadas de ser renegadas nos expulsaron y condenaron a vagar aquí, desde entonces no hemos vuelto a nuestro mundo.
Esa historia dejó muy curioso a Shuichi, quizás apenas era su primer día pero quería seguir haciendo más preguntas y conocer más de ese mundo que hasta entonces era desconocido para él, todo eso le parecía salido de las mejores historias de fantasía, se disponía a preguntar algo más cuando la puerta se abrió dejando ver a Nathaniel.
Nath: - Niño, era solo venir a dejar la medicina no a platicar, regresa conmigo, necesito tu ayuda.
Shuichi: - Si, ya voy.
Eloise: - Lastima niño, otro día pláticas con nosotras, suerte como familiar.
Le sonrió a Eloise a modo de agradecimiento y acto seguido salió de la habitación para seguir a su amo, este iba a paso tan rápido que parecía que estuviera marchando como un soldado hacia la guerra, no bajó su ritmo y lo siguió de nuevo hasta lo que parecía ser su sala de pociones una vez adentro y sin mirarlo el pelinegro se acercó hasta una mesa llena de libros comenzó a buscar hasta que encontró uno de tapadura café, le quito el polvo y se lo dio.
Shuichi: - ¿Qué es esto?
Nath: - Es un libro de familiares, leelo y así aprenderás todo lo relacionado a ser un familiar.
Shuichi: - Muchas gracias Nathaniel.
A modo amigable le tocó el hombro al sentir su agarre rápidamente el otro lo tomó de su mano quitándole de encima, los ojos ámbar del chico brillaban de furia ante el agarre del otro, el cual estaba sorprendido ante esa reacción tan inesperada.
Nath: - Segunda regla para ti, no me toques, odio que me toquen y si vuelves a hacerlo atente a las consecuencias.
Shuichi: - P-Perdón, no era mi intención, solo era un gesto amigable.
Nath: - Primera y última vez que te digo, no soy tu amigo, soy tu amo así que aprende tu lugar.
Soltó su mano y aún enojado con él se acercó de nuevo al caldero para continuar con la preparación de sus medicinas, al principio Shuichi pensó que llevarse bien con el era fácil pero ahora creía todo lo contrario, ese era su primer día de su nueva vida, llena de aventuras pero igualmente dificultades.
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